Cap 8: Arreglando desastres
•CIARA•
[Al fin y al cabo nadie puede llegar a empatizar con otro, sino vive y sufre lo mismo que él].
(...)
Me miro al espejo detenidamente, las lágrimas empiezan a acumularse aunque esté presionando para que no se atrevan a salir.
Me siento completamente decepcionada de mí.
¿Cómo pude llegar hacer eso? ¿He arruinado la vida de una persona realmente?
Reproches.
Mil reproches se asoman en mi mente.
Decido respirar profundamente.
Cuando salgo Kaiden tienen su vista fija en los mosaicos de mármol, su semblante ha cambiado, ya no se ve enojado, se ve triste...
Se me oprime el corazón.
Nuestras miradas chocan y el mundo sigue girando solo,porque nosotros hemos viajado a otro. Uno en el que las palabras son innecesarias.
-Lo siento, debo irme. -Dispara incorporándose rápidamente
-Kaiden -Murmuro hecha trizas
-Lo arreglaré. -Repongo firmemente a lo que suspira pesadamente
-No vale la pena. -Replica antes de irse.
Niego lentamente, me siento como una perdedora.
¿He hecho algo con mi vida?
Es en esos instantes que te pones a analizar tus propias acciones, es ahí cuando la vida pesa bastante.
Cuando te das cuenta que no eres ni la sombra de lo que realmente quieres ser.
Primero la muerte de mamá.
Luego papá se convierte en un cretino.
¿Cuándo cambió tanto? Para ser capaz de chantajearme con mi propia hermana.
Soy una prisionera en silencio.
Amo la música, pero es algo prohibido, que he conseguido arreglármelas por lo eventos benéficos, estudio una carrera que odio completamente solo por los caprichos del señor Clay.
Las veces que he intentado huir de sus garras siempre he terminado mal y la última vez casi hago que mi hermana fuera internada en un recinto en el Tibet.
¿Cómo hago que alguien como Kaiden lo entienda? Si es muy patético.
(...)
-¿Puedes dejar de llorar?
Niego una vez más
Lea me observa con pesar, no pude evitar llamarla para desahogarme con alguien, ella aunque está un poco loca es la única que sabe por lo que he pasado, porque mi vida está lejos de ser como la pintan las revistas.
-He arruinado a una persona. -Suelto devastada
-Ya linda -Comenta mi mejor amiga para consolarme -Vamos Ciara Clay ¿Te vas a dejar vencer tan rápido? ¿Vas a dejarlo así sin solucionarlo? -Espeta una Lea animada
La miro y sonrío levemente, seguidamente me abalanzo sobre ella en un abrazo sincero.
-Eres la mejor. -Digo tomando mi bolso y saliendo precipitadamente del hotel.
Enciendo el auto y luego de un par de llamadas con la cual he recalcado mi apellido he conseguido la información que necesitaba, es decir la productora donde trabaja o trabajaba Kaiden.
L
uego entre indirectas y apellido logro hacer que lo contraten nuevamente, solo espero que no sea tan cabezotas de rechazar la oferta.
(...)
No recordaba pasar tantos dias tan tranquilos desde que me he instalado al hotel, papá sigue sin hablarme, pero me tranquiliza saber que no se ha metido con Diana. Mi hermanita me llama todas las noches por videollamada, lo único que me hace falta es tenerla cerca para protegerla de esos dos monstruos por padres. Una madre desinteresada y un padre obsesionado con la fama y el poder. ¡Vaya combo!
Ohh vamos ¿pretendes ser la heroína de tu hermana cuando no puedes serlo de tu propia vida? Vaya... ¡Estás pasada!
Cierro los ojos y desecho todos esos pensamientos "tan realistas" que duelen.
No he tenido más noticias referente de Kaiden,tampoco es que pensaba seguir en contacto... aunque tuve la ilusión que vendría a agradecer por lo menos mi gesto, solo espero que no siga enfadado conmigo.
¿Por qué sigues pensando en él? ¿Solo es un sujeto que apenas y conoces Ciara? ¿Por qué te importa lo que le pase?
Sinceramente no lo sé, creo que es porque se me hizo una buena persona y uno más de los que piensan que vivo en el país de las maravillas, tal vez quería que me conociese por quien soy y no por lo que se supone de mi.
Son pasadas las 5 de la tarde (17:00) y me escaparé por segundo día consecutivo a la academia para asistirle al instructor a cargo (es como si fuera un tío) él me ha enseñado todo lo que sé de música, su nombre es Gabriel, pero de cariño le decimos Gago.
Debería estar repasando algo de mi carrera, aunque se han dado cuenta que me tiene sin cuidado las ciencias políticas.
He alquilado un carro mucho más modesto que el que me regaló mi padre para mi cumpleaños 16.
Así consigo pasar desapercibida.
-Llegaste Arita. -Saluda como acostumbra mi maestro.
Sonrío antes de darle un abrazo amigable.
-¿No tenemos clase hoy? -Pregunto observando que el salón está vacío
Él hace un gesto extraño y procede a murmurar cerca de mí:
-Alguien te está esperando, los niños están en el otro pasillo. -Informa él haciéndose el misterio
Lo observo cómicamente hasta comprender que mi maestro habla enserio.
-¿Quien me espera? -Vocalizo sorprendida
-Ve Arita, está en el depósito. -Dice relajado
Asiento no muy convencida.
Abro la puerta del depósito y las luces están encendidas, a estas alturas estoy pensando en salir corriendo, cuando noto que una silueta está sentada sobre un viejo pupitre. Cuando me acerco lo aprecio mejor, es Kaiden que está concentrado rasgando unos acordes en su guitarra.
Me quedo paralizada hasta que termina de tocar y alza su vista hacia mí.
-Quería agradecer lo que hiciste Ciara. -Suelta dejando el instrumento aún lado
Yo sigo sin moverme.
¿Él que hace aquí? ¿Porqué Gago lo conoce? ¿Él toca la guitarra? ¿Cómo me encontró?
Creo que adivina todo lo que pasa por mi cabeza ya que se ríe por lo bajo.
-Supuse que vendrías por aquí, este suele ser un buen refugio...-Comienza a explicar -El maestro gago es alguien que conozco desde hace bastante-Me informa de una manera casi ensayada
Asiento
-Me equivoqué contigo. Te debo una disculpa, gracias por tomarte el tiempo de regresarme mi trabajo. -Vocaliza con un tono sincero.
-Te lo debía. -Objeto sin más
-Bueno eso era todo. -Dice él acariciando su cabello -No quise incomodarte nuevamente en el hotel,a parte era más arriesgado que me vieran. -Dice en modo protector
-Me alegra arreglar un poco el asunto Kaiden. -Digo sonriendo a la vez que ambos nos dirigimos hacia la salida.
-Si necesitas ayuda, cuenta conmigo Ciara. -Comenta extiendo un papel con un número de teléfono
-Ara. -Corrijo conservando su contacto.
-Bien, Ara. -Suelta a modo de despedida.
Veo como se aleja hasta desaparecer al final del pasillo, podría jurar que mi apodo lo dijo en un tono más grave y sin temor de equivocarme cada vez que lo veo, está mas guapo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro