Capítulo 6 ( Fuego Eterno)
- ¡Milo por favor despierta! - Exclamaba la joven desesperada abrazando al caballero de Escorpión quien recibió el ataque del Dios, sin embargo este no reaccionaba a nada.
Camus estaba completamente sorprendido, jamás imaginó que Milo hiciera eso por él, se acercó sigilosamente hasta ellos cuando de pronto el caballero de Leo lo tomó del brazo y comenzó a encararlo por lo sucedido.
- ¡Todo esto es tu culpa! De no ser por ti... Milo estaría con vida - Espetó el caballero de Leo, desde lejos todos observaron la manera repentina en la que Milo corrió a interponerse entre el Dios y Camus.
- Suficiente Aioria, no es momento de pelear. Debimos saberlo, desde un principio estuvimos detrás del Dios Apolo, sin embargo solo buscó la manera de distraernos y encarar a la chica que Artemisa nos encomendó - Intervino Shaka con tranquilidad y tratando de mediar la situación tan tensa que se presentaba en esos momentos.
- Sea lo que sea Shaka, no estoy dispuesto a permitir que Milo sufra de nuevo solo porque siempre busca la manera de dar todo por Camus y él siempre con sus diferencias... Pareciera que no te importa - Respondió Aioria mirando al caballero de Acuario con una mirada intimidante, sin embargo Camus solo mantenía una postura tranquila y serena.
- Aioria, no te metas en temas que no te incumben - Contestó Aioros tratando de controlar al impulsivo de su hermano, porque claramente sabía que eso no terminaría muy bien.
- Si esto te sirve de consuelo joven Aioria... El ataque era para mí, en ningún momento fué culpa de Camus, ni mucho menos de Milo, lo que importa en estos momentos es hacer algo por él - Respondió la joven observando al caballero de Leo mientras sostenía aún entre sus brazos a Milo.
- De acuerdo, pero si algo le sucede a Milo, será tu culpa Camus - Aioria señaló al galo y se dio la vuelta alejándose del lugar. Shura comenzó a seguirle los pasos también.
- Shion, el santuario está comenzando a emerger - Dohko se acercó a su amigo para señalarle que efectivamente el Santuario regresaba a su sitio tal y como era hace muchos años atrás.
En el sitio se podía sentir como el suelo vibraba, las piedras se movían dejando observar a lo lejos unas estructuras muy antiquísimas que en esa época era algo raro de ver.
- Usted ha comenzado a despertar esa divinidad que lleva dentro señorita, quizá fue por el encuentro que tuvo con el Dios Apolo. Esos templos que se observan en el horizonte es el Santuario, el que alguna vez fué nuestro hogar - Respondió Shion mientras le explicaba a Lin.
- Entonces ¿Todo eso es el Santuario? - Se llevó una mano a su rostro asombrada - No lo puedo creer, sin duda es majestuoso. ¿Entonces que sugieren? - Cuestionó la joven mirando a los caballeros.
- Regresaremos al Santuario, usted estará en buenas manos ahí, sinceramente ya no la podemos dejar sola. Apolo puede volver a presentarse en cualquier momento - Contestó Mu acercándose a la multitud que observaba con entusiasmo sus templos emerger de nuevo.
- Esta bien pero ¿Que sucederá con Milo? - Cuestionó Lin mirando a ese apuesto caballero con preocupación.
- Si me lo permites Shion, vayamos al Santuario. Cada uno de nosotros estará en su respectivo templo. Lin puede quedarse en los aposentos de Athena... - Saga no terminó de hablar, fue interrumpido por la doncella.
- Aún no comprendo mucho sobre ustedes, sé que lo haré poco a poco pero... No hay problema en que se quede Milo conmigo, puedo cuidarlo. Creo que es lo correcto.
- Pero necesitamos alguien que custodie el templo de Escorpión, no podemos estar así, los dioses pueden hacer de las suyas en estos momentos - Contestó Shion mirando a los demás - ¿Algún voluntario?
- Que se quede mi hermano Kanon - Saga jaló a su gemelo para que también fuera participe de aquella plática, aunque también lo hacía por molestarlo.
- De acuerdo, no hay problema en ello. Vamos para el Santuario... ¡Aldebarán!- Llamó Shion al fuerte caballero de Tauro.
- Dígame, gran maestro - Respondió cortés.
- Llévate a Milo, esperemos que no tenga suceda algo malo con él - Ordenó Shion mientras daba indicaciones a todos para que pudieran partir al Santuario juntos.
...................................................................
Olimpo:
Apolo se encontraba justamente con su hermana Artemisa, ambos enfrentándose cara a cara por los sucesos ocurridos por Apolo hace unos momentos atrás en la tierra.
- ¿Puedes decirme porqué bajaste y atacaste a uno de los caballeros de Athena? - Cuestionó la Diosa de la Luna con una mirada retadora dirigida a su hermano.
- Que te puedo decir Artemisa, me das lástima por tener sentimientos banales como Athena. Si no te hubieras entrometido, Zeus ya hubiera hecho añicos este mundo, se lo merecen. Los humanos han descuidado la belleza de este mundo que les regalamos por simples deseos personales - Contestó sin dejar de mirar a la diosa de la luna.
- Que caso tiene ser Dios, si no hay alguna persona que eleve sus plegarias por nosotros... Solo dime una cosa ¿Porqué atacaste a uno de los caballeros?
-Ja, quiero saber sobre esos tales sentimientos de los que tanto pregonó Athena. Desafortunadamente el caballero dorado de Escorpión se atravesó en el ataque que iba dirigido a tu querida humana que elegiste, quería ponerla a prueba y saber por qué la escogiste, pero el caballero de Acuario se interpuso mucho antes y pude notar que guarda aquellos sentimientos que tanto profesa Athena, quiero observar que tanto pueden hacer por un simple acto de amor - Respondió Apolo mientras daba un sorbo a su vino.
- Sé que ellos no tienen permitido ese tipo de sentimientos, sin embargo no dejan de ser humanos que aman y sienten - Cada vez más Artemisa comprendía el sentir de su hermana.
- Me das risa Artemisa ¿Tú hablando de sentimientos? Donde quedó aquella Diosa de la Luna que imponía por ser una divinidad... Aunque también tienes tu lado humano al tener a tu angél más cercano, Touma de ícaro. Intercediste ante Zeus para que le otorgara la inmortalidad como a nosotros, vaya que patética resultaste ser - Se burló.
- Son cosas que no te incumben Apolo, ahora dime... ¿Qué le pasará al caballero de Escorpión? - Cuestionó Artemisa irritada de la plática exhaustiva con su hermano.
- Los sentimientos del caballero que los recibió lo irán consumiendo poco a poco ¡Un fuego eterno será su sufrimiento! - Respondió Apolo con malicia, mientras que la Diosa de la Luna se llevó ambas manos a su rostro preocupada, tenía que buscar la manera de hacer algo.
............................................
El Santuario:
Después de todo lo que habían vivido ese día, la noche comenzaba a llegar en el Santuario. Todos los caballeros llegaron a sus respectivos templos, Shion les ordenó a que custodiaran sus casas y estuvieran al pendiente de cualquier ataque que pudiera ocurrir de nuevo.
Aldebarán llevó a Milo hasta los aposentos que alguna vez pertenecieron a Athena y con cuidado recostó a Milo quien seguía sin recobrar el conocimiento.
- Listo Gran patriarca, me retiro a mi templo. Si necesita algo más estoy a sus órdenes, buenas noches señorita Lin - Aldebarán hizo una ligera reverencia y salió de la gran sala rumbo a su templo.
- Señorita Lin... Me quedaré aquí para que pueda ayudarla con el caballero de Escorpión - Respondió Shion acercándose a la joven quien se encontraba sentada a lado de la cama donde descansaba Milo.
- ¿Puedo preguntarle algo? - Cuestionó la chica mirando a Shion - Porqué las cosas tienen que ser así... Me refiero más que nada ¿Porqué arriesgan su vida de esta manera? No me gustaría verlos morir. Sé que no entiendo mucho de esto pero... Tan solo con ver a este caballero como se sacrificó por interponerse y defender al caballero de Acuario me dejó pensando.
- Es nuestro deber señorita, así es este camino que tomamos, hoy estamos aquí con vida, mañana no sabemos... El futuro en incierto - Aunque Shion comprendía totalmente su preocupación.
- Sí esto funciona de esa manera, quisiera que todos ustedes puedan vivir sus días como si fuera el último día, que rían, disfruten y amen sin dejar a un lado sus responsabilidades, usted mismo lo dijo... El futuro es incierto, me gustaría que este tiempo que tienen antes de que libren la batalla, puedan disfrutar de la vida.
- Es algo muy complicado lo que desea señorita, fuimos entrenados para no dejarnos llevar por nuestros sentimientos.
- Y ahí está la razón del porqué la humanidad ha dejado de creer en los Dioses. No se puede estar culpando por cosas que son cotidianos en la vida cuando para los demás eso signifique pecado, esa no es la forma de vivir. Podemos llevar una vida tranquila otorgando nuestras plegarias y nuestra fé a los Dioses y vivir nuestros días como si fuera el último... Piense en eso - Respondió Lin mientras se acercaba a tocar el rostro de Milo.
Shion no sabía cómo responder esa petición, era algo que quizá en su momento logró pensar que deseaba vivir, sin embargo sus labores y su posición como líder de la élite dorada no se lo permitía. Ahora se acercaba una nueva preocupación.
- Patriarca Shion... El cuerpo de Milo está ardiendo ¿Que hacemos?- Cuestionó preocupada tocando su frente.
- Esto no está bien - Miró a Milo - Su cosmos incluso lo puedo percibir muy alterado... Espere aquí no tardo señorita - Shion se alejó de ahí mientras Lin tomó unos paños y un valde con agua que estaban cerca y comenzó a colocarlos en la frente.
- ¿Que te hicieron Milo? - Se preguntó a su misma mientras trataba de hacer todo lo posible para controlar su temperatura.
🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro