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Capítulo 4 (Diferencias)

Unos minutos habían transcurrido, Lin aún permanencia en el suelo inconsciente, aunque para ella fue demasiado difícil ver a varios caballeros con el torso desnudo, cuerpos esculpidos por los mismos dioses y sobre todo dentro del agua con esas gotas recorriendo sus cuerpos era algo casi increíble.
Era el momento de despertar, lentamente llevó sus manos a la cabeza, aún recordando lo que Artemisa le había encomendado encarecidamente, Kanon esperaba a su lado el momento de despertar cuidando que nada malo le ocurriera, mucho menos que saliera huyendo de todo lo que sucedió.

En el momento que la joven despertó lo primero que miró fue a ese hombre de cabellos azules demasiado cerca de su persona, casi invadiendo su espacio personal.

- ¡Qué! - Gritó con desesperación - ¿Quien eres?- Preguntó la joven exaltada a verlo demasiado cerca, inconscientemente se alejó un poco de él.

- No te vayas a desmayar de nuevo. Necesitamos tu ayuda, te explicaremos todo pero por favor ayúdanos a buscar algo de ropa. Por cierto mi nombre es Kanon - Respondió sin salir del agua, la profundidad del agua por lo menos llegaba a cubrir hasta la cintura de aquellos nobles caballeros y eso ya era punto a su favor.

Lin se incorporó del suelo lentamente, aunque aún confundida, sentía como si todo hubiera sido un mal sueño, observó de reojo a esos hombres que estaban en el lago, eran catorce en total y justo a la orilla del lago descansaban unas cajas doradas muy llamativas con unos dibujos extraños que jamás había visto, cualquier persona que viera esos objetos dorados sin duda serían capaces de robarlos para obtener algo favorable de ello.

- De acuerdo, le ayudaré a buscar ropa. Por fortuna aún no sacaba la ropa de mi abuelo y hasta la de mis padres; quizá por el momento pueda servirles. En un momento regreso - La chica de cabellos obscuros se presentó ante ellos - Mi nombre es Lin - tomó sus pertenencias del suelo, dio la vuelta y corrió hasta su cabaña para buscar algo que le sirviera a esos jóvenes desnudos, antes de que cualquier persona que pasara por ese lugar pensara cosas indebidas sobre ellos.




En el otro extremo del lago el caballero de la décima casa intentaba averiguar un poco más de aquella molestia que era notada por muchos, esa tensión era notaba a varios metros de ese lugar.

- Camus ¿Puedo preguntarte algo?-

- Que pasa Shura - Le respondió con desdén sin darle demasiada importancia.

- ¿Milo y tú están molestos? - Si algo era que a Shura lo caracterizaba, era el hecho de ser directo como el mismo Camus.

- Ni yo mismo lo sé - Camus respiró profundo - Despertamos de esa prisión de piedra y justo cuando quiero acercarme con él, trata de evadirme. Si en verdad no quiere que le dirija la palabra está bien, solo pediré que no me esté molestando.

- Pero ustedes siempre han sido muy unidos, deberías preguntarle que tiene y sobre todo porqué te evade. Tu no sueles ser ese tipo de personas que se deja llevar por sus emociones - Agregó Shura tratando de darle ánimos a Camus, pero el solo seguía admirando el paisaje, tratando de disimular su molestia.

- Lo haré hasta que él lo haga - Se quejó cruzando los brazos.

- ¿En serio? Ya estuvo que ninguno lo hará, Milo es terco y obstinado y tú un orgulloso engreído - Contestó Shura alejándose del lago. Después de esa respuesta tomó su rumbo con direccion hasta donde se encontraban sentado Aioria, Milo lo había dejado solo después de platicar con él.

- Aioria... ¿Puedo preguntarte algo?

- Si es por lo que pasó con mi hermano Aioros hace años, ya te dije desde que estábamos en Asgard que no te guardo rencor. Aunque muy en el fondo si lo hacía - Contestó aún recordando ese mal momento.

- No Aioria eso no, aún me siento mal por haber tomado la vida de tu hermano pero no me acerqué por eso.

- ¿Entonces?

- Solo quiero saber que pasa entre Camus y Milo ¿Sabes algo? Porque desde hace rato noté que estabas platicando con él.

- En realidad no me dijo mucho, pero lo que pude entender es que Milo está molesto con Camus por lo que pasó en Asgard. Sobre todo porque Camus ante puso a Surt en vez de Milo. Está enojado por eso - Respondió Aioria - Milo le tuvo piedad, hubiera sido yo, creeme que lo termino a puro plasma relámpago.

- Sé que Camus quiso remediar una tragedia ofreciendo su vida a su amigo Surt, incluso yo tuve la oportunidad de hacerle frente en la cámara que el custodiaba en Yggdrasil. Aún inconsiente antes de que Surt tomara mi vida, Camus le rogó al guerrero que me dejara en paz, le dijo que nuestra batalla había culminado. En realidad nunca quiso hacernos daño. El suele ser ese tipo de personas que siempre hace algo por una convicción, pero si eso se lo dejó claro a Milo ¿Porqué no entienden la situación? Artemisa  nos dió una orden y para vencer a los dioses tenemos que estar unidos. Si esto se sigue desbordando solo nos generarán más problemas y el tema de ayudar a las personas quedará en manos del mal.

- Ell orgullo de Milo y la frialdad de Camus no los llevará a nada. Ninguno escuchará al otro.

Aioria tenía razón, ni Milo ni Camus cederían tan fácil, necesitaban buscar la manera de que puedan hablar y entenderse. Era una labor muy difícil y sobre todo tenían que actuar pronto. Shura le tiene una estima muy grande a Camus y buscará la forma de ayudarlo.




En ese momento con Death Mask y Afrodita:

- Afrodita, nunca lo había notado pero... Sin duda eres muy hermoso ahora que puedo observarte mejor - Contestó Death Mask con un toque de coquetería.

- Ja, siempre he sido el más hermoso de todos, así que no me quieras venir halagar con algo que es obvio - Respondió el sueco con orgullo mientras sostenía una rosa.

- Bueno me refería... - En ese momento se vio interrumpido, justamente llegó Lin con algunas prendas y toallas esperando que les fuera útiles.

- Vaya ya era hora, vamos Death Mask - Respondió Afrodita mientras lo tomaba del brazo y caminaban hasta el extremo del lago.

- Disculpen la tardanza, necesitaba buscar ropas de varios tamaños, ya que muchos de ustedes tienen diferentes alturas... Tomen lo que les pueda servir para que salgan del lago. En un momento regreso, les daré privacidad para que puedan vestirse cómodamente - Lin dejó las prendas en el suelo y se dio la media vuelta retrocediendo para dejarlos a solas.

- Que vergüenza estar desnudos y sobre todo estar buscando que ropa usar, cuando en mi templo tengo todo lo que necesito y quiero - Respondió Death Mask tomando algunas prendas que fueran de su agrado.

- Ya deja de quejarte y ponte algo, no podemos andar así frente a todos - Respondió Afrodita mientras buscaba algo que combinara con su personalidad y sobre todo con su cabello.

La mayoría de los caballeros había encontrado que usar mientras que otros se encontraban completamente vestidos, sin embargo cuando le tocó el turno a Milo y a Camus solo se miraban el uno al otro sin dirigirse la palabra. Tomaron algunas prendas y se vistieron sin darse mucha importancia entre los dos.

- Veo que son de ayuda esas prendas caballeros - Les comentó la chica caminando con cautela, aún tenía esa labor de conocerlos un poco más para poder confiar en ellos.

- Así es señorita, gracias por tomarse la molestia de conseguir algo para nosotros - Respondió Mu con una cálida sonrisa.

- Me alegra mucho eso. Me presento ante todos ustedes mi nombre es Lin aunque lo único que recuerdo es que una dama muy bonita se me apareció y me dijo que esperara a unos  caballeros, quiero imaginar que son ustedes - Los fue señalando mientras hablaba.

- Está en lo cierto señorita, mi nombre es Shion, antiguo patriarca del santuario - Respondió haciendo una leve reverencia.

- Vaya, no es necesaria tanta formalidad muchas gracias señor Shion... ¡Espere! - Exclamó confundida - ¿Como está eso del Santuario? ¿En dónde está eso?

- Después le platicaremos cual es nuestro deber señorita. Le presentaré al resto de los caballeros, ellos son: Mu, Aldebarán, Saga, Kanon el fué el que estuvo cerca de tí, ambos son gemelos, Death Mask, Aioria,  Shaka, Dohko, Aioros, Shura, y ...- Shion no terminó de hablar porqué fué interrumpido por el caballero de la doceava casa.

- Yo soy el caballero que se enorgullece de resplandecer entre el cielo y la  Tierra, soy  Afrodita de Piscis - Se presentó el caballero frente a la chica haciendo una leve reverencia aunque mostrando un poco de vanidad hacia su persona.

- Vaya que si es un caballero muy hermoso, gracias por presentarse, pero... ¿Quienes son aquellos que están allá discutiendo? - Contestó Lin señalando a dos hombres discutiendo a lo lejos.

- ¡Hay no! Shura... Vamos antes de que se les ocurra hacer alguna tontería - Aioria se llevó a Shura y corrieron hasta donde se encontraba Milo y Camus.

- Bueno a estos dos que les ocurre ahora - Se dijo Shion a si mismo mientras Dohko solo alzó los hombros, tampoco entendía la forma en la que actuaban esos  caballeros.

-¿Puedo saber la razón por la cual me empujaste?- Preguntó el francés molesto, levantándose del suelo.

- Estorbabas en mi camino, por eso lo hice - Respondió con orgullo Milo mientras le miraba con desprecio.

- Desde que despertamos te niegas a dirigirme la palabra y sobre todo me empujas ¿Qué te pasa? - Reclamó el contrario.

- Porqué no vas y se lo preguntas a tu amigo pelirrojo de Asgard... ¡Ah! Se me olvidaba, esta es otra época... ¡De tu amigo ya ni existen sus restos!-  Bufó molesto el caballero de Escorpión disfrutando el momento de molestar a su compañero.

- No te permitiré que hables mal de Surt ¿Cúal es tu molestia... Creí haberte explicado todo aquella ocasión, antes de atacar a Loki.

-Pues no, fíjate que no. Si no te dejé terminar de hablar aquella ocasión fué porque ya era nuestro turno de atacar... Solo dime algo... ¿Quien es tu mejor amigo?- Preguntó de forma molesta.

- Como se te ocurre preguntar eso Milo.

- Aún no me respondes y eso solo quiere decir una cosa... El que calla, otorga. Así que me queda más que claro, déjame en paz- Milo comenzó a caminar lejos de el.

-b¡Milo ven aquí! No he terminado de hablar contigo - Gritó Camus al  ver que Milo le daba la espalda.

- Pero yo contigo sí - Estaba por alejarse cuando volvió a regresar frente al galo y quedar frente a él - Por cierto... Yo estaba en este lugar, el que se debe de ir eres tú - Exclamó con la intención de molestar.

- ¿Ah sí? A mi no me das órdenes cuando yo solo pasaba por aquí.

- Bien... Entonces te ayudaré a regresar y me dejes en paz de una vez - Milo estuvo por tomar del brazo a Camus, cuando de pronto comenzó a elevar su cosmos dispuesto a enfrentar a Milo.

- No me obligues hacer algo que  no quiero Milo - Respondió Camus mientras mantenía los ojos cerrados tratando de comportarse.

- No me molestaría llevar aquí mismo una batalla de los mil días contigo... Aquí no tenemos el fastidio de árbol como en Asgard para que robe nuestro cosmos - Reprochó Milo encendiendo su cosmos debido al coraje que sentía en esos momentos.

- ¡Cálmense ustedes dos! - Ordenó Shion caminando hasta ellos - Shura, trae a Camus... Aioria trae a Milo - Ambos caballeros se acercaron hasta ellos y los inmovilizaron tomándolos de sus brazos y llevándolos ante Shion.

Cuando estuvieron frente al antiguo patriarca, no les quedó de otra más que mirar al suelo, después de sus actos.

- Desconozco el motivo por el cual están peleando, pero más les vale arreglar esas diferencias suyas antes de entrar en batalla. Zeus no tardará mucho en comenzar a mandar a sus subordinados y nosotros tenemos que estar listos para ello. Así que quiero que ustedes arregles sus problemas o de lo contrario tomaré la decisión de encerrarlos en Cabo Sunión ¡Juntos! - Respondió Shion con una voz firme y autoritaria. Después se dió la vuelta y los dejó.

Milo buscó zafarse del agarre de Aioria y caminó hasta otro lugar alejado de los demás.

Su amigo el caballero de la armadura de Leo, solo se quedó mirando como se perdía entre los árboles del lugar.

- Milo... ¿Que será aquella molestia que te aqueja?

- Será mejor dejarlo Aioria- Respondió Shura mientras colocaba su mano en su hombro del castaño.

Camus por su parte se alejó también de los demás tomando otro rumbo diferente al de Milo, claramente no había nada que arreglar.

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