•• Elegante ••

Narra Grace//

Observaba atentamente el techo como si fuera la cosa más interesante sobre la tierra. Después de un rato de intensa observación, pude notar unas diminutas manchas amarillentas opacando el blanco impoluto y me pregunté cómo habían llegado ahí, ¿que podría haber pasado para que esas manchas estuvieran en ese lugar de tan difícil acceso? Tal vez no llegaron por accidente... Tal vez alguien las había hecho con toda la intención de opacar la limpieza de la habitación... Con la intención de hacer ver qué no era perfecta y que podía ser dañada de una forma muy sencilla; sonreí al darme cuenta de que me estoy comparando con el techo de una habitación.

Me senté sobre la cama y me pase las manos por el rostro con frustración antes de soltar un bostezo. La verdad es que no pude dormir absolutamente nada, cada vez que cerraba los ojos solo podía ver el cuerpo sin vida de la chica a la que Nicole asesinó y volvía a llorar por la impotencia que me genera toda esta situación... Sé que yo misma me entregué en bandeja de plata a la más grande hija de puta de todo el universo, pero jamás pensé que fuera capaz de hacer algo tan horrible y ahora es muy tarde para dar marcha atrás. Observe el mueble que se encuentra a un lado de mi cama donde reposan mi anillo de compromiso y mi anillo de bodas, ambos tan brillantes y bonitos que parecen estar burlándose de mí desgracia, los tome y de mala gana los puse en mi mano sintiendolos cerrarse en mi dedo como un fiel recordatorio de la prisión en la que estoy encerrada.

Unos golpes en la puerta me hicieron reaccionar.

Señorita Grace, la señora la espera en el comedor para el desayuno -afirmo la empleada-

En un momento bajo -dije fingiendo tranquilidad-

Decidí fingir que lo que ocurrió no me dolió, decidí dejar mi dolor ocultó y aparentar ante todos (incluso antes Nicole) que estoy perfectamente bien aunque algunos sepan que mi máscara de felicidad no es más que una mentira. Opte por no hacer esperar a mi esposa, tome mi bata y me la puse rápidamente así como zapatos y sin más salí de la habitación justo cuando Nicole salió de la suya, me miro sería y el respuesta le regale una sonrisa dulce, como si nada hubiera pasado y anoche no hubiera sido la peor noche de mi vida, justo como me lo propuse.

Buenos días, Nicky -bese su mejilla- ¿Dormiste bien? -la castaña me miro confundida-

Si... ¿Y tú? -pregunto mientras bajábamos las escaleras una junto a la otra-

También -sonrei-

Llegamos hasta el comedor, ella tomo asiento a la cabeza de la mesa y yo lo hice a su lado, las empleadas sirvieron el desayuno rápidamente y así empezamos a comer.

¿Que planeas hacer hoy? Te ves muy elegante -dije sonriente-

Honestamente siempre se ve elegante, parece que su clóset está lleno de vestidos sobrios y trajes que la hacen ver tremendamente autoritaria como el modelo negro que está usando justo ahora y que complementa con una camisa del mismo color y su cabello atado en una coleta alta, además de su maquillaje imponente.

Iré a Savagge por que tengo que arreglar algunas cosas -afirmo- y más tarde vendré por ti para que vayamos a Saphire a ver a unos clientes

Perfecto -respondi- me arreglare y estaré lista para cuándo llegues -sonrei y ella solo me miro confusa-

El resto del desayuno transcurrió en silencio, pude sentir su penetrante mirada sobre mi en todo momento, pero opte por ignorarla y en su lugar me enfoque en terminar mi comida; después de desayunar me fui directo a mi habitación, pude ver por la ventana cuando ella se fue en su auto a resolver sus asuntos de delincuente.

El día se me pasó de forma tranquila, Nicole no regreso para nada y me pide dar el tiempo de leerte tranquilamente sin tener que pensar en su presencia. Cuando fue hora, me meti a la dicha para poder empezar a arreglar mi aspecto y así poder estar lista para su majestad, me decidí por usar un enterizo negro de tela satinada que se amarra a mi cuello dejando un bonito escote en mi espalda y también en mi pecho, lo complemente con unas delicadas zapatillas de tiras planteadas, un bolso sencillo, mi cabello recogido en un moño desarreglado y un maquillaje dramático de ojos obscuros y labios rojos, digno de una reina malvada.

Grace... -me sobresalte al escucharla después de que golpeara mi puerta-

Ya voy -me levanté y rápidamente abrí la puerta-

La castaña sigue vestida igual que en la mañana y agradezco por eso, la verdad es que se ve preciosa... Sino supiera que es una maldita, bien podría caer rendida a sus pies.

Estas preciosa -dijo con una mirada lasciva-

Gracias -sonrei-

Bajamos las escaleras como está mañana, salimos de la casa y nos adentramos en el auto con la ayuda de nuestro chófer. La castaña puso una de sus manos sobre mi pierna y le dio un ligero apretón causandome escalofríos, la mire sería.

Tome una decisión, Grace -afirmo-

¿Que decisión? -pregunte tratando de no sonar asustada-

No eres nadie para privarme de tu cuerpo, haré con el lo que me venga en gana... o de lo contrario buscaré a alguien más para satisfacer mis necesidades -dijo sonriente y unas intensas ganas de llorar me atacaron- ¿Que eliges?

Yo lo haré -dije sin mas-

Perfecto -subio su mano por mi pierna hasta caso rozar mi feminidad-  me deleitare con el paraíso que tienes entre las piernas...

Quise lanzarme a llorar al escucharla, su toque me causó respulsion e incluso me cruzo por la cabeza la idea de abrir la puerta y lanzarme al tráfico de la cuidad esperando morir ahí, pero no hice nada... Solo me quede ahí, sintiendo su mano sobre mi cuerpo.