•• Esposa Divina••

Sentí su molestia, tal parece que su cuerpo la irradia por cada poro de su piel; sus ojos se ven tristes contrario a su boca que sonrie y habla de forma animada como si casarse conmigo la hubiera hecho muy feliz cosa que sé que es más que falsa, pero la verdad es que ya me importa una mierda lo que ella piense de nuestro matrimonio, ella accedió a casarse con el diablo y ahora tiene que aceptar lo que eso conlleva.

¿Puedes aflojar un poco tu agarre? Me haces daño, Nicole... -susurro sin quitar su sonrisa-

No le hice el menor caso, ella insistió otro poco, pero cuando noto que en realidad no me importa, dejo de quejarse y se limito a sonreírle a todo el mundo que pasaba a felicitarnos. Sirvieron el banquete y luego mi esposa desapareció de mi vista, recorrí el jardín para buscarla, pero no apareció por ningún lado.

Nicole, tu esposa es divina -afirmo un hombre al que realmente no conozco acompañado de una chica hermosa, pero muy joven y de mirada perdida-

Muchas gracias, me costó trabajo encontrarla -respondi seria-

Pero debo decirte que todos los socios de tu padre esperábamos que te casarás con Anastasia Cullen, después de todo ambas son dos herederas muy poderosas... Juntas hubieran creado el más grande imperio de toda la mafia -declaro con cierto toque de molestia-

Pues eso hubiera sido desafortunado para todos los socios de mi padre, si me hubiera casado con la señorita Cullen ya no necesitaría más de sus servicios... Así que agradezca que me haya casado con mi divina esposa o usted ya no tendría nada -sonrei cínica bajo su mirada sería- si me disculpa, detesto perder el tiempo con viejos inútiles y sus muy drogadas zorras -sin más me alejé de él-

Entre a la casa que ya está libre de gente y me senté en el sofá a tratar de respirar un poco.

Nicky -escuche mi nombre y de inmediato identifique a Andrew caminando hacia mí, me sentí aliviada de que fuera él y no otro "socio" de mi padre- que linda fiesta... -dijo entregándome un vaso con alguna bebida-

Para nada -me tome un poco del contenido amarillento del vaso y su sabor me alivio un poco- Grace arruinó mi día con sus estupideces... además casarme está jodiendome

¿Que pudo hacer nuestra nueva reina para molestarte? Pensé que era perfecta -afirmo burlón-

No me jodas, Andrew -suspire- ella de verdad es detestable cuando se lo propone... Tiene un corazón bueno y jode mis planes

Sabías que esa chica no era como tú, Nicole, es hermosa y sin duda parece tener potencial para ser una buena compañera, pero eso no quita que sea una chiquilla... Técnicamente es una bebé comparada contigo y es demasiado diferente a ti -afirmo- debiste casarte con alguien más... tú

¿Más yo? -enarque una ceja-

Más maldita, Nicole -dijo sonriente-

¿También vas a decirme que debí elegir a Ana? -pregunte sería y el rápidamente negó con la cabeza-

No, Anastasia es un dolor de bolas -afirmo- pero tal vez debiste elegir a Julietta... -rei divertida- 

Ni de chiste, esa zorra se follo a mi padre cuando se suponía que era mi mujer, ¿Quien mierda hace eso? -le di otro trago a mi vaso- es una traidora... No se merece ni siquiera que me la folle de nuevo

Pues ya sé que es una zorra, pero al menos no te joderia con sentimentalismos como Grave -se encogió de hombros- además, la odias... Podrías haberla matado en cuanto terminará el contrato, no emociones, no problemas, ella se muere con un tiro en la cabeza y ¡Listo!

Buen punto... -termine de golpe el resto de el contenido del vaso- pero debiste decirme eso antes de que me casará con esa rubiecita fastidiosa

Pensé que Nicole Harrington pensaba en todo -sonrio divertido-

Ya deja de joderme, hay que regresar a la fiesta -afirme- ya me arreglaré con Grace cuando todos se vayan...

Demuestrale quien es la verdadera reina aquí -sonrio malicioso- 

Eso haré -devolvi la sonrisa- nadie me desafía...

Al salir de nuevo al jardín de inmediato vi a Grace, está con sus dos amigas bastante alejada del resto de los invitados. Vi a Stephen acercarse a mi y supe exactamente que es lo que haré para controlar a esa rubiecita.

Por fin lo hiciste -dijo tranquilamente-

Si, que alegría -respondi sarcástica-

No que me alegre, tu elección de esposa no me hace muy feliz, pero al menos ya puedes tomar el control de todo -afirmo-

Tengo un trabajo para ti... -susurre-

Tú dices, ¿que y cuando? -sonrei-

Grace ha estado jodiendome... Necesito darle una lección antes de que se sienta con el poder de pasar por encima de mi -me miro asustado- tranquilo, no hablo de matarla o golpearla... Entiendo el valor que tiene por el momento

Bien... ¿Y que tiene pensado, jefa? -pregunto cauto-

Sonreí mientras observaba a Grace riendo con sus amigas.

Voy a divertirme tanto... -rei-