Capítulo 25
•• Tres Días ••
Abrí la puerta de la habitación sintiéndome realmente agotada, ya es de noche y mi día a sido realmente fastidioso con todo el trabajo que he tenido. Me sorprendió ver la cama vacía, pero solo tuve que girar un poco la cabeza para verla... Dormida en el sofá con el libro sobre su pecho; me acerque a ella con cuidado de no despertarla y me fue imposible no pensar como la dueña de esa cara tan angelical puede ser tan jodidamente frustrante como lo había sido estos últimos días, le quite el libro de las manos haciendo que se moviera un poco, la tomé entre mis brazos y la puse sobre la cama con facilidad, ella se removió sobre la sábana blanca y la imagen no pudo verse más seductora, su diminuto atuendo simplemente me desquicio desde que entró en la biblioteca antes de que me fuera y la verdad es que ella es demasiado hermosa como para no sentir como el fuego se enciende en mi interior.
Con la punta de mis dedos acaricie la piel descubierta de sus piernas, al llegar a la tela de su short me encontré avida por quitarlo de su cuerpo y perderme en la unión entre sus piernas, pero me obligue a detenerme y en su lugar seguí subiendo con mis dedos por su abdomen hasta llegar hasta sus pechos, acaricie suavemente notando su falta de sosten gracias a las puntas que se alzaron al sentir mi toque, un suspiro brotó de sus labios y use toda mi fuerza de voluntad para alejarme de ella antes de terminar follando con una mujer dormida. Empecé a quitarme la ropa con calma, una vez estuve desnuda entre en el baño, abrí el grifo de el agua caliente y empecé con la labor de asear un poco mi cuerpo. La verdad es que fue un día muy largo, lo que más deseo es irme a dormir y no saber nada de esas estúpidas que me están complicando la vida, eso sin contar con mi boda que está más cerca cada día... De hecho a estas alturas creo que faltan tan solo tres días para el esperado momento de unir mi vida con la de Grace, solo me gustaría que para ella todo fuera perfecto ese día, es lo único que podré darle de una relación normal aparte de sexo y por eso quiero que sea un buen día para ella.
Así que... ¿Me tocas y luego te vas? -dijo la rubia entrando a la ducha conmigo-
¿No estabas dormida? -pregunte divertida-
Me tomo de la cintura pegando mi cuerpo al suyo, me miro con una sonrisa traviesa y un brillo de deseo en la mirada; acaricio con descaro mis pechos desnudos, pellizco con fuerza mis pezones haciéndome soltar un jadeó.
No puedo dormir cuando ya me dejaste con las ganas dos veces -sonrio- ¿Por qué tenías que ser tan jodidamente caliente, Nicky? -pregunto-
Cerré los grifos del agua cuando sus manos se aventuraron a urgar entre mis piernas, acaricio mi clítoris con tranquilidad mientras su boca rodeaba uno de mis pezones, tome su cabellera rubia entre una de mis manos y tire de ella haciendo que su cabeza quedará hacia atrás, la bese con rudeza, mordí uno de sus labios con fuerza haciendo que gimiera de una forma que mando al carajo mi autocontrol; la saqué de la regadera y rápidamente la subí sobre el mueble donde se encuentra el lavabo, sin perder más tiempo abrí sus piernas y clave mi rostro entre ellas, bese uno de sus muslos con cuidado.
Puedes hacerlo mejor... -afirmo jadeante-
Enterré mis dientes en su piel sedosa, ella soltó un pequeño grito que solo me incito a seguir, succione un poco sobre su piel causando una marca morada que me fascinó ver en su piel blanquecina. Seguí un poco más con las mordidas que parecieron gustarle.
Vamos, bebé... Por favor -movio un poco su cadera buscando mi boca- házlo de una vez -tomo mi cabeza entre sus manos y me obligó a darle lo que quería-
Enterré mis dedos en su cadera, chupe su clítoris con fuerza, ella como respuesta tiro de mi cabello; seguí jugando con mi lengua y mis labios en esa parte de su cuerpo, ella se movía contra mi boca pidiendo más sin palabras, sus gemidos se hicieron más fuertes cada vez, introduje dos dedos en su interior de golpe haciéndola gemir con fuerza, bombee rápidamente mientras mi boca atendía su clítoris.
¡Oh, dios! -grito cuando un orgasmo fuerte sacudió su cuerpo-
Me levanté un poco y sin sacar mis dedos de su interior la bese con rudeza mientras los vestigios de su orgasmo iban pasando, me tomo de la nuca y tiro ligeramente de mi cabello. Salimos de el baño entre besos, me tiro sobre la cama y observé atentamente sus movimientos mientras buscaba el vibrador, de inmediato regreso conmigo y me hizo abrir las piernas, una sonrisa brotó de sus labios mientras me penetraba con una calma desquiciante, una vez estuvo dentro de mi lo dejo ahí y lo encendió sin previo avisó mandando oleadas de placer a todo mi cuerpo, gemi sin poder controlar las emociones que recorrian mi cuerpo, con trabajo fui consciente de cuando su vagina se presionó contra mis labios pidiéndome más de lo que le di hace un rato, comencé a darle placer con mi boca mientras ella manipulaba a su antojo el vibrador dentro de mi vagina, jugaba con el sacándolo y luego metiéndolo de golpe en mi, subía la velocidad de las vibraciones y luego las bajaba de golpe; mis gemidos no lograban salir por completó de mi boca ha que su centro la llenaba por completo, se movía sobre mi rostro con la misma desesperación que yo contra el vibrador. Cuando finalmente logré obtener mi orgasmo un grito brotó de mi garganta y al mismo tiempo la sentó correrse en mis labios, chupe los vestigios de su orgasmo sintiéndome realmente satisfecha por haberle dado dos órganos y que ella me diera uno tan exquisito. Bajo de mi cuerpo y me miro desde arriba a con una sonrisa.
Quiero otra ronda -dijo maliciosa-
Lo que mi reina pida -dije antes de lanzarme de nuevo sobre ella-
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