•• Sus Términos ••

Al escucharla decir eso supe que inmediato que ahora el control de está situación ya no es mío, y no sé si ella también lo haya notado, pero ahora la linda rubia me tiene a sus pies.

Te escucho -dije sin tener otra opción mientras ambas nos sentábamos de nuevo en el sofá-

Después de está noche no quiero volver a venir a este lugar y quiero que me mantengas absolutamente alejada de este mundo y de toda tu porquería -dijo con una mueca de asco en el rostro-

Bien, será como tú quieras -me sentí aliviada de que solo fueran esas sus peticiones-

La mire y un brillo de perversidad apareció en sus ojos, me di cuenta de que lo que me dijo no son sus únicas exigencias.

Y quiero conocer a todas las personas que tengas aquí... -la mire sorprendida-

¿Que? ¿Por qué quieres hacer eso? -pregunte confundida-

Tú me dijiste que me darías todo lo que pidiera por qué... soy tu reina, ¿No? -asenti golpeándome mentalmente por haber dicho eso- así que vas a obsequiarme a todos los que yo pida sin pensarlo, así sean dos o cien...

Bien, tendrás lo que desees -afirme seria- cerraré el lugar en un rato para que puedas hacer tus elecciones...

De acuerdo -me sonrio con suficiencia-

El silencio se extendió entre nosotras, ella me miraba y yo a ella, pero las cosas se pusieron tensas entre nosotras en cuestión de un rato... Y admito que lo odio, no quiero su indiferencia.

¿Las cosas estarán bien entre nosotras? -pregunte sintiéndome estúpida-

¿Te importa? -enarco una ceja-

Que estúpida pregunta -dije seria- no estoy interesada en ser tu enemiga, Grace

Sabías que no me gustaría todo esto -afirmo- y no me gusta pensar que estás involucrada en algo así... Esperaba un secreto grande y sorprendente, pero jamás me pasó por la cabeza que fueras líder de una organización de delicuentes, Nicole

Al menos agradece que te lo haya dicho ahora y no una vez que estuviéramos casadas -dije sin pensarlo mucho- no quiero que me odies y por eso te lo dije ahora

¿Por qué no quieres que te odie? -pregunto confundida-

Vamos a ser esposas, aún no sabemos si será por siempre o solo por unos meses, pero estaremos juntas... Al menos debemos llevarnos bien, ¿No crees? -la rubia asintió lentamente-

No te odio, solo estoy decepcionada... -admitio- no me importaría que seas una delincuente si solo venderás drogas o armas, pero estás dañando a personas inocentes y eso es algo con lo que me cuesta lidiar...

¿Por qué? -tome sus manos entre las mías y me fue muy reconfortante que no rechazara mi tacto como hace rato-

Creo que ya sabes que viví en un orfanato una parte de mi vida... -dijo con tristeza- pero no siempre fue así, cuando era pequeña tenía a mi madre conmigo... Hasta los diez años cuando unos hombres nos atacaron en la calle, ella me escondió y por eso no me hicieron nada, pero a ella se la llevaron y poco tiempo después me llevaron a mi al orfanato, viví ahí durante ocho años y cuando salí nada fue fácil para mí... Desde entonces trabaje como prostituta, en un lugar parecido a este donde explotaban mi cuerpo sin pensar que yo era una persona y no un mueble, incluso en el Sapphire me trataban como si fuera solo una decoración... -suspiro- es por eso que odio esto, a mi madre se la llevaron y me dejaron sola a mi suerte... Luego se aprovecharon de la pobre chica de rostro bonito y enorme necesidad...

Tú vida ha sido difícil -afirme sintiéndome mal por traerla aquí y hacerla revivir sus peores momentos-

Yo no quería nada de eso, pero me obligaron -me acerque a abrazarla sintiendo un enorme deseo de protegerla- ¿Que haces?

Ya nada te va a lastimar -afirme- así decidas terminar con nuestra relación al terminar estos meses, te prometo que siempre vas a tener mi protección y cualquiera que se atreva a tocarte va a desear no haber nacido para sufrir por todo lo que le haré -dije muy segura de cumplir esa promesa-

Me aleje de ella sintiéndome extraña por mi promesa, sin duda la pienso cumplir, pero es algo extraño viniendo de mi el querer hacer algo bueno por alguien y no pensar antes en mis intereses. Tome mi teléfono y rápidamente llame a Stephen que contesto de inmediato.

¿Dónde estás? -pregunto rápidamente-

En mi oficina, genio -suspire- quiero que el lugar quedé vacío en media hora... Y que tengas listos a todos

¿Que cosa? No puedo correr a estás personas, Nicole -dijo escandalizado-

Deja de ser un puto cobarde -pedi de mal humor- y más te vale hacer lo que te pedí por qué si en media hora salgo y todavía hay personas aquí vas a pagarlo muy caro -sin más terminé la llamada-

Uy, la jefa perdió los modales -dijo la rubia con diversión-

No respondí a eso y en su lugar me dispuse a esperar en silencio a qué el tiempo se le terminará a Stephen mientras razonaba todo lo que acaba de pasar... Son muchas cosas que analizar y tal vez ninguna es muy compleja, pero aún así merecen ser pensadas a fondo para poder sacarles todo el provecho posible.

En cuanto el tiempo se terminó tome la mano de Grace y caminamos de regreso a la sala principal de este lugar, me sentí satisfecha de ver todo vacío a excepción de el escenario donde están todos los chicos y chicas que iban a ser vendidos esta noche. Vi a Stephen de pie frente a la puerta, me lanzó una mirada de reproche que me dedique a ignorar.

¿Cuántos son? -pregunte seria-

Cuarenta -declaro el castaño sin acercarse a nosotras-

¿Cuántos de cada sexo? -Grace apretó ligeramente mi mano-

Treinta mujeres y diez hombres -suspiro-

¿Vírgenes? -pregunte sabiendo que eso eleva el precio y representa que perderé más dinero por ellos-

Uno de los hombres y quince de las mujeres -respondio- ¿Que piensas hacer?

La reina quiere conocer a sus súbditos y tal vez se compre una mascota -dije divertida ganandome una mirada furiosa de parte de la rubia- acostumbrate, cariño... No tengo corazón

Idiota -me soltó y empezó a caminar hacia los chicos todos vestidos con diminutas prendas en color rojo brillante-

La vi hablar con ellos, pero no les preste mucha atención por qué no es algo que me interesé. Después de un rato la rubia se detuvo y me miró.

Los quiero a todos -afirmo- los que tienen familias a las cuáles recurrir se iran a casa, los que no tienen a nadie vendrán con nosotras y quiero estar ahí cuándo cada uno llegué a su hogar...

Será como tú quieras -suspire exasperada- ya escuchaste, Stephen...

Si -dijo el castaño-

Al final treinta y cinco de los cuarenta se fueron a sus casas, quedaron tres mujeres (dos de ellas vírgenes) y dos hombres a los cuales llevaremos con nosotras...

No creo que en tu casa haya espació suficiente -dijo Grace con una sonrisa de victoria en el rostro-

No, ellos irán a vivir a la casa de mi padre y nosotras nos mudaremos para allá después de la boda -declare-

Perfecto -sonrio satisfecha- quiero que los traten igual que como me van a tratar a mí o como te tratan a ti, ellos no son más objetos en venta... Ahora son nuestra familia -sin más empezó a caminar hacia la salida-

Me quedé ahí en medio de el salón vacío sintiendo en cada poro de mi piel que me metí en un gran problema al dejarme guiar por el rostro de ángel de Grace.