•• Respuestas Para El Ángel ••

Narra Grace//

El aire se me fue, me cuesta pensar claramente y a decir verdad no sé en dónde estoy exactamente... A mí alrededor todo parece sacado de una película y eso solo me asusta aún más.

En este lugar las paredes son de un rojo muy obscuro, hay pequeños espacios con sillones y pequeñas mesas divididos por cortinas negras, en esas áreas hay hombres y mujeres que están bebiendo o fumando mientras hablan animadamente, pero lo más relevante es el escenario que está justo al centro de el lugar, ahí hay hombres y mujeres semidesnudos o con ropa sumamente provocativa (todos vestidos de color rojo) y debajo de dicho escenario hay más personas que parecen analizar a las personas de rojo, pero estos están vestidos de todos los demás colores. Empecé a caminar hacia la gente, alacance a escuchar como un hombre le decía una cifra de dinero a un sujeto con cara de maldito, este asintió y señaló a un chico que se encontraba sobre el escenario, pude ver el delgado cuerpo de ese chico temblar ligeramente y luego bajo de el escenario para irse con el tipo que pago por el... Entonces entendí todo.

No te alejes de mi -dijo Nicole tomando mi brazo- ¿Estás bien...?

Es un prostíbulo... -la mire abrumada-

No exactamente... -suspiro-

Desvié la mirada hacia el chico que sollozaba de forma nada discreta pidiendo piedad, pedia a gritos que no se lo entregaran a ese sujeto, el hombre le dio una bofetada para después decirle que ahora es suyo y mi corazón se aceleró al por fin entender bien todo... Lo vendieron, se lo vendieron a un tipo que seguramente le hará cosas horribles, lo trataron como si fuera un objeto... Y lo peor de todo es que Nicole está a la cabeza de todo esto.

Tienes mucho que explicarme -declare hacia la castaña que me miraba nerviosa-

Ven conmigo -tomo mi mano y yo la alejé de golpe sintiendome asustada por su toque- o no...

Te sigo -dije seria-

Suspiró profundamente y finalmente empezó a caminar entre la gente. Nadie nos prestó atención pues todos estaban demasiado ocupados en observar a las personas en venta como si fueran bonitos muebles en los cuales gastar su dinero... Me sentí asqueada al notar que la mayoría de los compradores son ancianos con rostros desagradables y muy malas intenciones implícitas en sus muecas de deseo al ver a sus futuras compras, desvíe la mirada hacia el suelo sin poder resistir ver eso, simplemente me parece algo horrible y no sé cómo me siento al saber que Nicole es dueña de un sitio como este... Por qué si, yo no estoy libre de pecado, pero jamás le haría daño a alguien inocente.

Finalmente atravesamos un pasillo hasta llegar a una puerta negra como la que nos hizo entrar a este lugar, la castaña la abrió y me hizo entrar.

¿Que quieres saber? -pregunto mientras se sentaba en el sofá de la que parece ser su oficina-

Todo -dije sentándome lo más alejada de ella que pude- ¿Que es exactamente está lugar?

No creo que de verdad haga falta decírtelo, Grace -suspiro-

Quiero escucharlo de tu boca -dije sería-

El silencio reino en el lugar y la tensión fue más que evidente, pude notar la frustración en sus ojos y también el miedo a decirme la verdad; la verdad es que no quisiera forzarla a decírmelo, pero necesito escucharlo... Quiero que ella misma me diga que todo esto es real.

Las personas de rojo están en venta... Se las vendemos a gente importante o algunos solo compran un rato con ellos, también funcionamos como un bar... Algunos vienen aquí solamente a tomar o a reunirse con sus socios -dijo con una seriedad impresionante-

¿De dónde salen todos esos chicos y chicas? -pregunte-

No hay un lugar en específico... Algunos fueron entregados a nosotros como pago de alguna deuda, otros fueron secuestrados, algunos más están aquí por qué nos debían algo y otros están aquí por decisión propia -quise preguntar por eso último, pero ese es tema aparte-

¿Y para que son vendidos? -cuestione sabiendo la respuesta-

Cómo esclavos, sumisos o simples juguetes... El uso que les den sus dueños no es mi problema -dijo con frialdad-

Suenas como una maldita -afirme-

Lo soy -dijo con una sonrisa- así como tú dices no ser un ángel, yo puedo decirte sin problema que soy el diablo en persona...

No lo pareces -la mire seria-

Debo mantener el perfil bajo, ángel -asenti lentamente-

Hablaste de deudas... ¿Por qué te deberían algo? -pregunte tratando de no demostrar mi disgusto por todo esto-

No solo me dedico a vender personas, tengo un negoció variado -enarque una ceja- armas, droga y bueno, los favores no son gratuitos en este mundo...

¿Por qué te tienes que casar conmigo? -se mostró algo sorprendida por mi pregunta-

Ya lo sabes, no puedo recibir mi herencia si no estoy casada... -respondio de forma neutra-

Por herencia... ¿He refieres a este lugar? -asintio lentamente- y... Cuando dijiste que sería tu reina, ¿Te referías a ser la segunda al mando aquí?

Si -dijo simplemente-

Me niego -declare firme y su rostro se transformó en una mueca extraña- no voy a ser parte de esta porquería...

No creo que entiendas lo que pasará si no me caso contigo... -susurro-

Este lugar se quedará sin reina -me levanté-

Y yo voy a morir, seré blanco fácil sin el apoyo de mi gente -declaro-

¿Y eso es mi culpa? -sonrei- debiste pensarlo antes de meterte con gente inocente...

Y tú debiste pensarlo mejor antes de meterte conmigo -afirmo-

Puedes amenazarme cuánto quieras, pero no te tengo miedo -admiti seria-

Deberías... -se levantó y me tomo de la muñeca con fuerza haciéndome daño-

Sueltame... -dije tratando de safarme de su agarre-

Dame la oportunidad... Déjame hacerte mi reina -pidio-

No seré parte de esto, Nicole -afirme-

No tendrás nada que ver en esto, jamás volverás a venir o a escuchar de esto -afirmo-

Lo pensé un momento, sin duda esto no me gusta nada... Pero por otro lado ella me ofrece la vida que siempre he deseado y puedo no quedarme con ella cuando termine el tiempo en el que me necesite.

¿Seguiremos con esto? -pregunto sin soltarme-

Si... -susurre- pero vamos a negociar mis términos