••• Zona De Confort •••

Hoy es jueves, apenas el lunes forme el contrato de matrimonio con Grace y desde ese día hemos hablado bastante de nuestra boda y todas esas cosas aunque no hemos dado una fecha exacta para ella.

¿Podría invitar a mis amigas de el trabajo? -pregunto la rubia-

Claro -respondí sería- es tu fiesta de compromiso... Puedes hacer lo que desees

Si, lo sé... Solo que lo preguntaba por qué ellas no son personas elegantes y poderosas como seguro serán tus invitados, no quisiera avergonzarte enfrente de ellos -declaro nerviosa-

Te vas a casar conmigo y no con el resto del mundo, ¿Verdad? -asintió lentamente- entonces ignora lo que piense el resto del mundo... No necesito que ocultes lo que eres y deberías estar feliz de ser quien eres por qué eso te trajo a esta casa, Grace

Tienes razón... Disculpa -sonrió sutilmente- ¿Cuando será la fiesta?

Esta noche -la rubia se puso pálida y se notó su pánico- ¿Ocurre algo?

No esperaba que fuera hoy... -admitió tensa-

Necesito casarme lo antes posible -admití- de hecho quiero que la boda sea dentro de dos semanas pero primero quería decírtelo para saber tu opinión

Bueno, aquí la que decide esas cosas eres tú... Necesitas que la boda sea pronto -suspiro-

Aún así me importan tus deseos -afirme- podríamos dejarla para dentro de un mes... Pero es todo el tiempo que puedo darte

No, no... Dos semanas está bien -afirmo sin recuperar el poco color de su piel-

¿Estás segura? -asintió- de acuerdo... -me levanté de la mesa y le tendí mi mano, ella la tomo y se puso de pie junto conmigo- iremos a buscar a tus amigas y luego las llevaré de compras, ¿De acuerdo?

¿Y la fiesta? ¿Quien se encarga de eso? -pregunto confundida-

La gente que contraté para eso -respondí divertida- no sé si lo has notado, pero aquí yo no hago tantas cosas como parece -tome mi bolso después de revisar que tuviera todo lo que necesito-

Si, ya veo... -sonrió- quiero preguntarte algo...

Dime -dije mientras vas caminábamos hacia el exterior de la casa-

¿Has investigado sobre la escuela para mí...? -abrí la puerta de la casa y la dejé salir primero, luego caminamos hacia mi auto-

Claro, estoy buscando las mejores opciones... no te preocupes, tendrás una magnífica educación -afirme ganandome una sonrisa dulce y emocionada de su parte-

Abrí la puerta de copiloto para ella y luego rodeé el auto para subir de mi lado, encendí el auto y nos pusimos en marcha.

¿A dónde tenemos que ir? -pregunte mientras salía de mi propiedad-

Viven en el mismo lugar donde yo vivía... Podré la dirección en tu teléfono, ¿Si? -la mire efímeramente y pude notar que apesar de que verá a sus amigas, realmente no está muy feliz de volver a esa casa-

Búscalo en mi bolso ¿Puedes? -asintió-

Saco el teléfono y rápidamente puso la dirección en el GPS, de pronto el teléfono timbró y el nombre de Ana apareció en la pantalla.

¿Puedes contestar y poner el altavoz? -le pregunte a la rubia mientras yo ponía atención al camino-

Si -rapidamente hizo lo que le pedí-

¿Hola? -pregunto la voz de la castaña-

¿Que ocurre, Ana? -dije fastidiada por su llamada-

Solo quería preguntarte por qué no viniste a la oficina... -susurro-

No tenía ganas y además tengo asuntos que atender -respondí sería- todo faltan a trabajar alguna vez...

Es raro viniendo de ti -admitió-

¿Podríamos hablar en otro momento? Estoy conduciendo y tengo compañía -dije exasperada-

¿Compañía? -pregunto molesta- ¿Es la rubia esa?

Deja de fastidiarme, Ana -suspire- y la rubia tiene nombre...

Si, ya sé que se llama Grace Mayer -pronuncio con despreció-

Fantastico, ahora ya sabes el nombre que todos van a respetar -presione el botón rojo y terminé la llamada-

¿Quien es y por qué me odia? -cuestiono la confundida rubia a mi lado-

No te odia -dije dudativa-

Claro que me odia -afirmo- se nota que me odia... ¿Era tu novia o algo?

No -respondí rápidamente- ella solo trabaja conmigo

No sé escuchaba como una simple compañera de trabajo... -susurro seria-

Siempre ha querido tener una relación conmigo, pero yo jamás lo permití -le explique-

¿Por qué no? -pregunto-

Por lo que te dije el otro día... Dos mujeres como yo juntas haríamos un desastre, el mundo no está listo para eso -sonreí-

Ah... -suspiro y no volvió a decir nada-

El resto del camino transcurrió en silencio, la rubia pareció molestarse después de que escucho la llamada con Ana, pero opte por ignorar eso ya que apesar de todo yo no le debo más explicaciones, le dije la verdad y eso es todo lo que debía hacer. Llegamos a el lugar donde antes vivía la rubia, es un edificio algo viejo y desgastado con apariencia bastante desagradable, no hay muchas personas en la calle y sin duda nuestra presencia aquí llama la atención de las pocas personas que pasan por aquí.

Iré por las chicas... Será mejor que te quedes aquí, el auto llama la atención y no queremos problemas, ¿Verdad? -asentí- no tardaré

De acuerdo -ella me sonrió ligeramente antes de salir del auto-

He de admitir que estar en un lugar como esté me resulta extraño... Más que nada por qué yo siempre me he movido en zonas donde el dinero abunda y todo grita lujo por dónde sea que se miré, y no es que no haya tratar antes con delincuentes, pero sin duda esto me saca por completo de mi zona de confort. Mi móvil empezó a sonar así que lo tome y respondí después de notar que es Stephan quien llama.

¿Que carajos haces en una de las zonas bajas de la cuidad, Nicole? -gritoneo molesto-

Vine con Grace a buscar a unas amigas suyas -suspire exasperada-

Sabes que no puedes ir a esos lugares -declaro serio-

¿Por qué no? Nadie sabe quién soy, Stephan... No seas melodramatico -dije divertida- y ahora que lo pienso, ¿Cómo supiste que estoy aquí?

Mi gente me lo informó, sabes que tengo gente en todos lados -suspiro- más te vale salir de ahí rápido... No quiero líos

Estaré bien -sin más terminé la llamada-

Termine la llamada justo a tiempo por qué de inmediato ví salir a Grace junto a dos chicas, una de cabello negro y piel blanca mientras que la otra tiene cabello castaño y piel ligeramente bronceada... Si no recuerdo mal ellas son Natasha y Luna.