••• Sapphire •••

He escuchado incontables veces que lo que lleva al ser humano a la destrucción es la codicia y honestamente pienso que es cierto, los seres humanos tenemos un excesivo gusto por lo material y muchas veces ese gusto nos ciega, nos dejamos dominar por la avaricia y terminamos haciendo cosas horribles... Cosas monstruosas que sin duda merecen un castigó que solo un grupo selecto de personas pueden evadir. Yo siempre me he considerado parte de ese selecto grupo de personas que logran evadir sus castigos, no he hecho cosas terribles, pero mis manos tampoco están del todo limpias y apesar de eso jamás he recibido un castigó.

¿Estás lista? -pregunto el pelinegro mirándome desde el marco de la puerta e interrumpiendo mis pensamientos-

No me presiones, Andrew -dije molesta-

Se hace tarde y sin mi no pueden empezar, Nicole -declaro con voz cansada- ¿Cuánto tiempo más necesitas? Llevas aquí dos horas

Tengo que verme fabulosa, no lo entenderías -suspire-

Siendo inteligente se quedó callado; me termine de arreglar el cabello, tome mi bolso y me gire hacia el quien sonrió complacido.

La espera vale la pena ¿Verdad? -enarque una ceja-

Por supuesto -me tendió su mano y no dude en tomarla- eres deslumbrante...

Mi belleza es algo de lo que nadie puede dudar... Tan solo con verme todos se pueden dar cuenta de que poseo una belleza deslumbrante con mi piel blanquecina, mi cabello ondulado de color castaño, mis ojos azules enmarcados por espesas pestañas negras y la belleza de mi cuerpo, es por esa belleza que todos me describen como una doble cara... Piensan que mi exterior es solo una careta que uso para esconder mi verdadero yo... Piensan que tener un carácter fuerte y la disposición de hacer lo que sea con tal de conseguir lo que deseo me vuelven una maldita perra sin sentimientos.

Junto a mi acompañante bajamos las escaleras de mi casa y momentos después ya estábamos afuera de ésta subiendo en el auto de Andrew para ir con rumbo a un lugar de su propiedad, un exclusivo centro nocturno a las afueras de la ciudad dónde personas poderosas pueden ir a disfrutar de una copa o de las hermosas mujeres que trabajan ahí como bailarinas; el sapphire se caracteriza por las pocas reglas que hay en su interior, ahí puede haber personas drogándose, mafiosos creando acuerdos con políticos poderosos, dominantes con sus sumisos, gente nudista e incluso algunas personas disfrutan de tener sexo en las instalaciones, pero todo eso pasa tras una puerta cerrada y rigurosamente vigilada para garantizar la privacidad de las personas ahí dentro. Yo normalmente voy solo por la insistencia de Andrew, pero hoy voy con un propósito más allá de complacer a mi mejor amigo... Voy a conseguir una esposa.

No entiendo por qué planeas que una de mis chicas se case contigo, Nicole -dijo confundido-

Son bailarinas en un bar repleto de personas asquerosas ¿No crees que ofrecerles una mansión y una vida de lujos es suficiente para que accedan a casarse sin amor? -sonreí maliciosa-

No es bueno que uses de esa forma a las personas -dijo lo mismo que me ha dicho durante los últimos días- no son objetos de los cuales puedes disponer a tu antojo...

No me interesa lo que sean, yo solo pretendo heredar lo que mi padre me dejó -le recordé fastidiada-

Hace dos semanas que murió el hombre que me dió vida, Frederick Harrington... El asqueroso asesino de mi madre, el juraba amarme y haberla asesinado por mi bienestar, pero yo jamás pude creerle. Al día siguiente de su muerte, su abogado me pidió que nos reuniéramos para discutir su testamento, siendo sumamente cliché su última voluntad fue que yo me casará antes de recibir la herencia que me dejó y es por eso que ahora mismo voy a ese bar a buscar una niña inocente, la víctima perfecta para casarse conmigo y ser parte de mi juego.

Paso un largo rato antes de que llegáramos al lugar, afuera era más que visible la enorme fila de gente a la espera de que el lugar abriera sus puertas algo que solo pasaría en cuanto nosotros dos llegáramos. Andrew bajo del auto para después dirigirse a mi puerta y abrirla, me tendió su mano la cuál yo tomé y así nos dirigimos hacia la multitud; bastó que mi amigo abriera la puerta para que la música empezará a sonar con fuerza, la gente empezó a entrar ignorando a quienes no iban con ellos cómo suele ser siempre, Andrew me llevo hacia un lugar apartado del bullicio dónde aún se puede observar el escenario principal donde encontraré a mi futura esposa.

Las chicas empezarán su actuación en un par de minutos, yo debo ir a arreglar unas cosas, pero puedes pedir lo que desees -beso mi mejilla- aquí ella es su jefa, sus deseos se cumplen a costa de todo y quién no los cumpla... se puede despedir -declaro el pelinegro hacia los cuatro meseros encargados de servirme para después irse-

El me hace ver como si fuera una bruja despiada, pero no lo soy -sonreí- solo quiero la mejor botella de vino que tengan aquí y un par de copas

Por supuesto, señorita -dijo una de las meseras con cabello negro y piel morena-

Ella junto a un chico alto y delgado fueron por mi pedido mientras los otros dos se quedaban ahí esperando que yo pudiera algo más. De pronto las luces del escenario se encendieron así como una pantalla detrás de éste, en dicha pantalla apareció el nombre «Luna» con un fondo negro y letras blancas, al escenario subió una chica de cabello largo, castaño y ondulado, con piel bronceada y una estatura pequeña; Luna empezó a mover su cuerpo al compás de una canción lenta y sensual, sentí que nadie le prestaba atención pues veía a todos poner atención en sus respectivos asuntos y eso me molestó un poco, la chica bajo del escenario pasando desapercibida ante su público, los meseros trajeron exactamente lo que les pedí y mientras tomaba un sorbo de mi copa el nombre en la pantalla cambio a «Natasha» está vez escrito con letras rojas y con un fondo blanco, ella es una chica de piel blanca, cabello negro, alta y delgada... La canción que bailó fue una igual de sensual pero con un ritmo más rápido; la gente esta vez si prestó atención o al menos algunos de ellos.
Me empece a sentir algo decepcionada cuando las chicas siguieron pasando y ningúna lograba llamar por completo mi atención; ya iba por la tercera copa de vino y mi paciencia empezaba a evaporarse cuando de pronto, en la pantalla apareció el nombre «Aitana» me pareció curioso que el fondo donde apareció su nombre fuera blanco y las letras fueran rosadas dándole un toque de inocencia, pero me di cuenta de el por qué de ese toque inocente cuando la chica arribó al escenario... Una chica de largo cabello rubio, piel blanca, con un cuerpo delgado y pequeño enfundado en un traje de ángel... Literalmente de ángel pues va vestida con lencería blanca y unas enormes alas adheridas a su espalda haciéndola ver cómo uno de los angeles de Victoria Secrets. No puse atención a el inició de su coreografía, me volví a ver a los meseros que se encontraban detrás de mí esperando mis órdenes.

Quiero que traigan a Aitana ante mi -ellos asintieron-

Me gire a ver de nuevo a el precioso ángel que terminaba su coreografía con una sensualidad impresionante y su rostro dando una bocanada de dulzura, fue entonces que decidí que ella sería mía... Mi peón.