Muchas personas dicen que los perros no sentimos amor o no sentimos dolor, nos maltratan con la idea de que solo somos animales y no sentimos nada, que nosotros no amamos a nuestra familia y que no tenemos emociones, pero se equivocan, nosotros tenemos emociones, nosotros podemos estar tristes, estar felices, también sentimos dolor y sabemos cuándo nuestro dueño esta triste o necesita nuestra ayuda. Ese era mi caso, les contare mi historia...

Por primera vez vi la luz, abrí mis pequeños ojitos y moví mi boca, mire a los lados, habían más como yo, pequeños perros salchichas y uno más grande, supongo que es mi mamá, ella me dio de su leche y aprendí a tomar leche, así fue por casi un mes, hasta que me separaron de ella y me llevaron a otra casa donde minutos después llego una familia acompañada por un perro más grande parecido a mí, se me acerco y me empezó a oler, lo mire y una niña se me acerco.

- Mira Rocky, es tu nuevo hermano.

Dijo ¿nuevo hermano? ¡¡Será me nuevo hermano mayor!!

Estoy muy feliz voy a tener un hermano mayor y una familia, este es el mejor día de mi vida. Me tomaron en brazos y me miraron a los ojos y luego sonrieron.

- Hola Stefan- Stefan, ¿así me voy a llamar? ¡me gusta!

Me llevaron fueron de la casa y me subieron a un auto junto con mi nuevo hermano y llegamos a un lugar muy grande, había un cartel, decía "veterinario" ¿Qué es un veterinario? Entramos por la puerta, de otra puerta salió un hombre alto, delgado y canoso, nos miró a los tres y su sonrisa desapareció por una de burla.

- ¿Otro más?- dijo el señor en tono de burla y con una sonrisa.

- No pudimos resistirnos, es el hermano de Rocky- dijo la señora que me sostenía.

El señor les hizo un ademan para que me llevaran a un consultorio, el tomo una jeringa y le puso un líquido raro, se acercó a mí y me abrió la boca, puso todo el líquido en mi boquita.

agh! Es un asco! Tiene un gusto muy feo!

Después de eso compraron una camisa azul y me llevaron al auto de nuevo.

Luego de un viaje en auto, yo me quedé dormido hasta que sentí que me movían y me desperté, habíamos llegado a una gran casa pintada de blanco, entramos por la puerta del garaje y me dejaron en el piso, mi hermano mayor me miraba de forma extraña, se me acercaba y me olía, yo caía al piso, la señora me entrego un platito con leche tibia, estaba muy rica, me hermano se acercó cuando yo me fui y se terminó mi leche.

Los días iban pasando y yo iba creciendo, iba aprendiendo cosas nuevas, era febrero, hacía mucho calor, mi hermano dormía en el suelo y yo quería dormir con el pero siempre que me acercaba él se iba, no entiendo porque lo hace, ¿será que todavía soy un bicho raro para él? ¿O será que tiene calor?

Creo que aún me ve como un bicho raro, siempre me tira al suelo cuando me huele, hice un agujero en el somier y entro cada vez que mi hermano quiere tirarme al suelo.

¡Amo a mi familia!

Iban pasando los días hasta convertirse en meses y esos meses se convirtieron en años, cumplí 1,2 ,3 y 4 años. Cuando cumplí 2 años me trajeron un nuevo compañero de juegos, sin ofender hermano pero...no sabes jugar, en fin nos hicimos amigos.

A mi hermano menor Derek lo llevaron al veterinario ya que vomitaba sangre y sus eses también tenían sangre, eso nos preocupó a todos y se lo llevaron, le hicieron una colonoscopía, dijeron que tenía ulceras muy pequeñas en su intestino y por esas razones sus eses tenían sangre, le dieron una comida especial y pastillas para curar las ulceras, mi hermano menor estaba tan mal que creí que no llegaría al otro día, en eses días malos para el yo lo cuidaba, yo siempre estuve con él y mantenía a mi hermano mayor lejos cuando le tocaba tomar sus pastillas, siempre estuve ahí para él, siempre lo cuide.

Tiempo después, cuando yo cumplí los 4 años, en una de mis patitas me salieron una especie de hongos por tanto calor que hacía y el sudor se acumulaba en esa zona, notaron que camina mal y me llevaron a ese horrible lugar llamado "veterinario", el veterinario miro mi pata y dijo que debían ponerme un sprite en la pata, y por supuesto que no dejaría que me tocaran la pata. Esos días fueron horribles para mí, dos veces al día debían ponerme esa cosa, peor debía entender que lo hacían para ayudarme, son mi familia no son capaces de hacerme daño.

Por suerte mi patita se curó y todo gracias a mis duelos que me pusieron ese sprite en mi pata, después de ese día todo iba bien hasta que llego Marzo y en la radio dijeron que había pandemia, ¿pande...Qué? No sé qué es eso, pero en fin, mis amos siempre se iban los fin de semana a la isla y me dejaban con mis hermanos y de un momento a otro no salieron más, eso me gusto, ahora podre pasar tiempo con ellos.

En Julio es el cumpleaños de una de mis dueñas, cumple 19 años, y estoy feliz porque siempre me dan algo de comer en ese día y en casi todos, lo digo de nuevo ¡¡AMO A MI FAMILIA!!

Su cumpleaños llego rápido, y paso rápido, por desgracia no me gane nada de la mesa dulce, pero no importa, estoy feliz igual...

Los días fueron pasando, mi dueña decía que yo estaba muy flaco y que debía comer más, me regañaban por jugar con la comida y no comerla, me daban de comer en la mano para que me la comiera toda, pero de todas formas yo seguía adelgazando, nadie más que ella lo notaba, sus padres no lo notaban, solo ella, mi apetito cada vez era menos, cada día comía menos, no me sentía mal, no me dolía nada, mi vida seguía y seguía como si nada, un día dijeron que me llevarían al veterinario porque tenía una manchita en mis partes bajas había crecido, al día viernes me miro mi dueña y vio que tenía un bulto en el pliegue de mis patas, me llevaron al veterinario, el solo dijo que era una hernia, así que me llevaron a la sala de operaciones donde me pusieron un suero y al rato todo se volvió negro...

Cuando desperté, no entendía donde estaba, solo escuchaba voces, entre esas voces pude reconocer la de mi dueña. Ahora recuerdo que me trajeron al veterinario y me pusieron un suero que hizo que me durmiera, mi dueña apareció en mi campo de visión, me levante con alegría al verla, tenía puesto un cono en mi cuello, ella me tomo en sus brazos y me tapo con una manta, volvimos al auto donde estaban mis otros dueños.

Habíamos llegado a casa, me acostaron en una cama para perros y me taparon con todas las frazadas para que no tuviera frió, me di una larga siesta, hasta que me levante porque me dio hambre. Habían pasado algunos días, no volví a ver a mis hermanos, y cada vez que los veía, era a través de un vidrio, pero ellos no estaban tan felices que digamos, siempre me estaban ladrando y gruñendo, no entiendo porque lo hacen, siempre fuimos muy unidos y ahora me olvidaron...

Creo que no me estoy sintiendo muy bien... me duele la pansa y tengo ganas de vomitar, me dieron una pastilla para bajar la infección de mi operación, sentía que cada día iba creciendo más, esa pastilla... me hizo vomitar por toda la habitación.

Hubieron días y noches que no comía nada, solo podía tomar agua de una jeringa para que no me haga mal, me dijeron que tengo gastritis, no son los mejores días de mi vida, hoy me llevaron al veterinario para darme una inyección, ya que las pastillas me hacían mal, las inyecciones servían para bajar la infección, llegaron mis análisis, el veterinario dijo que tenía Cáncer de grado 2, dijo que era el peor de todos, y el más violeto, mi dueña entro al auto y lloro, me llevaron a casa donde estaba su hija esperándome, me dejaron arriba de la cama de ella una vez que entramos a la casa, le contó a su hija lo que decía los análisis y ella también lloro, no entiendo porque lloran, no me gusta verlas llorar, me acerque a ella y le limpie la cara llena de lágrimas, ella me abrazo, ¿Qué está pasando?¿por qué lloran? Me acosté a su lado.

Ahora que ya sabían lo que tenía dijeron que empezaría con quimioterapia, y con pastillas de quimioterapia, empecé con la primer quimioterapia, todos tiene esperanzas de que esto funcione y yo también, pero no fue así, después de dos meses con las pastillas de quimioterapia, me llevaron al veterinario porque el bulto que tenía había crecido mucho más, no era infección, era otro tumor que creció mucho más que el anterior, empecé a adelgazar cada vez más, habían días que no tenía ganas de levantarme, el veterinario dijo que ya no había nada más que hacer, hicieron todo lo que estaba a su alcance, a partir de ahora todo iba a ser peor, él tenía razón, yo no estaba sufriendo, no sentía dolor no nada por el estilo, pero el bulto seguiría creciendo y no iba a parar, mi dueña me llevo a casa, le contó todo a su hija y ella volvió a llorar pero esta vez más fuerte, me acerqué a ella y le lamí la cara para que dejara de llorar, estuve por dos meses durmiendo en su habitación, con ella y su madre, dos meses fuera de mis hermanos, dos mese donde mi mundo se vino abajo en cuanto escuché las palabras del veterinario, mi dueña me abrazo con fuerza, ya no podían hacer nada, después de esto deberían dejarme ir, pero ellos no están listos para dejarme ir y yo no quiero dejarlos, esa semana fue la peor, escucha a mis dueñas llorar por las noche y en el día, todo se derrumbó con unas simples palabras.

Escuchaba como mi dueña lloraba y decía que hubiera preferido que sea una hernia, que desearía que todo esto nunca hubiera pasado y que yo no estuviera en este estado, ella paso nuestra última semana juntos, ella me hacía correr o jugar y yo no tenía ganas ni fuerza, la noche del 28 de octubre, a la madrugada me levante para hacer mis necesidades, mis eses salieron con sangre, mucha sangre, siento que se me fue medio litro de sangre, me siento débil.

En plena madrugada podía escuchar a mis duelas llorar, a mi dueño también, todo está mal, no quiero que sufran por mi culpa, no quiero verlas llorar nunca más, me duele saber que lloran por mi causa, a la mañana de ese mismo día, me levante con ganas de vomitar y eso hice, vomite, todo era sangre, me acosté en la cama y no me moví, limpiaron el piso y mi dueña se quedó conmigo todo el tiempo, no almorzó por estar conmigo. Hablaron de que ya era hora de hablar con el veterinario y decirle que era mejor que me dejaran ir, yo no me quería ir, yo quería seguir estando a su lado, aunque eso significara estar en su habitación para siempre, no quería dejarlas. Ellas se fueron y volvieron unos minutos después, ambas lloraban, mi dueña se acostó a mi lado y me abrazo con fuerza mientras decía que me amaba, yo también te amo, en ese momento mi hermano Rocky llegó a la habitación donde yo estaba, el me miro y yo a él, me olfateo, estaba esperando a que me moviera la cola, pero nunca paso, el me... ignoro, se lo llevaron y yo me dormí un rato, hasta que me despertaron, me envolvieron en una manta y me llevaron al veterinario, ya se lo que se venía... era hora de despedirnos y de dejarlos.

El veterinario dijo que me inyectaría anestesia para que el dolor no fuera tanto, pero no fue verdad, mis dos dueñas estuvieron conmigo hasta que me dormí, pero de todas formas las escuchaba llorar, las dos me abrazaban y me daban muchos besos por todos lados, cuando me dormí, me dejaron en la camilla, la que era y siempre será mi madre fue a hablar con el veterinario y la otra se quedó conmigo, puso su cabeza en mi pecho y me abrazo mientras lloraba.

No llores, algún día nos volveremos a encontrar y estaremos juntos para siempre.

Espero volver a ver a mis hermanos algún día, espero volver a ver a mi familia.

Mi dueña medio me unos besos y abrazos, me dijo que me amaba, yo también te amo, no se quería despegar de mí, no estaba lista para dejarme ir, y yo no estaba listo para dejarla ir tampoco, de toda mi familia humana, ella era a la que más amaba, siempre estuvo conmigo, su madre llego y la tomo del brazo abrazándola, ya era hora de que se fueran, y era hora de que yo también lo haga, nunca las olvidaré, fueron las mejores personas que me pudieron haber tocado.

Nuestra promesa seguirá en pie hasta que nos volvamos ver.

¿Qué promesa? Pues ella me prometió que cuando yo estuviera bien y ya no tenga puesto el cono jugaríamos a la pelota todo el día, espero que esa promesa se cumpla tarde o temprano.

Ellas cruzaron la puerta sin mirar atrás, en el momento que se fueron sentí un pinchazo en mi pata y mi corazón dejo de latir, y yo cerré mis ojos para siempre.

No me quejo tuve una buena vida, una maravillosa familia y unos increíbles hermanos, espero volver a verlos a todos, nunca los olvidare, estaré siempre cerca de ustedes, siempre estaré en sus corazones, no lloren por mí, no sufran, fue una buena decisión, ya era hora de dejarme ir...

Después de todo, mi familia siempre estuvo...

...Hasta el último de mis días...

ESPERO QUE HAYAN LLORADO COMO YO LLORE CON EL FINAL, ME COSTO MUCHO VER LAS TECLAS CON LAS LAGRIMAS CAYENDO DE MIS OJOS.

ESTAMOS EN DICIEMBRE Y AUN NO PUEDO SUPERAR QUE YA NO ESTA.

 CADA DÍA LO EXTRAÑO MAS.

AHORA LES PONDRÉ ALGUNAS FOTOS DE EL.

SI SE VEN ALGO BORROSAS ES QUE A STEFAN NO LE GUSTAN MUCHO LAS FOTOS.

ESTO FUE CUANDO LLEGO A CASA EL PRIMER DÍA, TENIA CASI DOS MESES

A EL LE GUSTABA DORMIR ASÍ:

NO HABÍA DUDA DE QUE ERAN HERMANOS

SE QUERÍAN MUCHO

ERAN LOS MEJORES AMIGOS DEL MUNDO

TODOS LO EXTRAÑAMOS MUCHO, EN ESPECIAL YO

FUE EL MEJOR PERRO DE TODOS

AUN NO PUEDO ACEPTAR QUE TE FUISTE POR UNA ENFERMEDAD Y NO POR ESTAR VIEJITO

ERAS UNA DIVASA CON TUS POSES