*Knock Out*

El wreeker una vez recuperado, se levantó impaciente de la losa. La brusquedad de su movimiento me hizo detenerlo.

— Alto ahí. Más despacio.

— ¿Dónde está Optimus? Tengo que hablar con él. ¡¿Y Arcee?!

— Antes que nada, debo inspeccionarte para que puedas irte. Solo me aseguraré que todo está bien —tomé el analizador y lo repasé por todo su cuerpo, inspeccionando internamente algun problema en su sistema. — Te golpearon bastante fuerte.

— ¡No me dolió! Y, ¿qué haces tú aquí? ¿Dónde está Ratchet?

— Trabajando en un satélite para el planeta. Prime dice que servirá para mejorar las señales de rastreo más allá de la atmósfera —nuestra casual conversación parecía ponerlo algo incómodo. Claro que lo sabía. Yo tampoco podía creer que ahora eramos aliados.

— Listo. Puedes irte.

— No me hiciste nada raro, ¿cierto?

— ¿Crees que gano algo con eso? Vete ya. ¿No quieres recuperar a tu compañera?

— Ah... Lo siento y... gracias —una vez que se marchó, me sentí más relajado.

Me di a la tarea de inspeccionar en el monitor la eficiencia de los signos vitales de Breakdown. Había llevado días reparar su mecanismo dañado, pero ahora podía sentirme aliviado de que se encontraba físicamente estable.

— Knock... —murmuró a mi lado, aun recostado.

— Breakdown, ¿estabas despierto? —abrió su mano débilmente mientras me miraba, dándome a entender que la tomara.

— Ven... —sonreí de lado y me acerqué agarrando su mano mucho más grande que la mía. La cerró, atrapándola dentro de su palma.

Me tomó por sorpresa que su mano soldada me agarrara de la cintura atrayéndome a sí.

— ¡Oye, oye! Aún no debes moverte.

— Ya estoy bien —Breakdown se dispuso a abrazarme en silencio y yo le correspondí recargando mi cabeza en su pecho.

Tras el transcurso de varios micro-ciclos, me separé para poder mirarlo directamente. Lucía como si su mente divagara en alguna galaxia lejana. Me preocupó lo que pudiera estar pasando por su mente.

— Break, ¿qué ocurre?

— Estoy harto de estar en esta losa —lo conocía lo suficiente para saber que era una verdad a medias.

— Además de eso...

*Breakdown*

Chatarra. K.O. me conocía demasiado bien como para no darse cuenta que estaba molesto por algo y no era precisamente por estar inutilizado mientras me recuperaba.

Era algo más... personal.

Entre sueños escuché ruido, como si hubieran sido atacados. Asumí que se trataba de decepticons, lo que me hizo despertar completamente.

Después de que trajeran a Bulkhead a la enfermería al haber sido herido, vi a K.O. atenderlo. Era una escena que no esperaba ver ni con los engranajes oxidados.

— ¿Aun sientes dolor en alguna parte?

— Estoy bien... Es extraño ser atendido por alguien más que no sea Ratchet, en especial porque se trata de ti.

— Lo tomaré como un cumplido. Y no te avergüences, pronto te acostumbrarás a mis delicadas manos.

Mi doctor curando a mi archienemigo, mi eterno rival; hablando como si fueran los mejores amigos era irreal. Absurdo. Ver como Knock Out trataba a Bulkhead con tanta atención y ver su interacción con los demás autobots como si fuera uno de ellos me hizo cuestionarme... ¿Qué cosas habían pasado entre ellos para que llegaran a tener tanta confianza?

— ¿Qué vamos a hacer? —cuestioné mirando al techo. K.O. me miró sin entender.

— ¿Respecto a qué, exactamente?

— ¿Acaso nos quedaremos con los autobots? ¿Los mismos que han sido nuestros enemigos desde hace milenios?

— Ha pasado un tiempo desde que pensé que habías muerto y muchas cosas han cambiado, incluyendo el hecho de que el indestructible Megatron ahora está muerto.

— Y parece que también cambió tu opinión respecto a ellos. ¿Ahora eres un subordinado de Prime?

— Aunque me pese, ellos me salvaron de Megatron en mi momento más oscuro e incluso me dieron un lugar entre ellos permitiéndome empezar de nuevo a pesar de nuestra historia; y te guste o no, salvaron tu vida —me levanté trabajosamente, sentándome en la losa.

— Knock Out, no estuve ahí cuando me necesitaste y eso hizo que tuvieras que pedirles ayuda, pero no puedo aceptar la idea de que te llames a ti mismo un autobot ahora.

» Cuando me recupere, deberíamos irnos lejos. Vámonos juntos —. Lo tomé de la mano esperando que aceptara mi oferta, sin embargo, su silencio comenzaba a inquietarme.

Se soltó de mi agarre retrocediendo un paso, desconcertándome.

— ¿Y a dónde iríamos? ¿Tienes idea de lo peligroso que es ese clon malvado de Prime? ¡No duraríamos ni un segundo! Estamos mejor aquí.

— ¿Seguro que esa es la verdadera razón por la que quieres quedarte? ¿O es porque ahora eres el gran amigo de Bulkhead?

— ¿Qué?

— ¿Vas a hacer que se acostumbre a que lo toquen tus delicadas manos? ¿En qué sentido lo decías?

— ¡Oh, por Primus! ¿Esa es la razón por la que has sido un aguafiestas desde que despertaste?

— ¡Te hice una pregunta!

— ¡Claro que no! ¿Crees que tengo una especie de amistad con él o algo parecido? ¡Ni siquiera me he acostumbrado aún a ser uno de los buenos!

— ¿Y pretendes que yo me acostumbre? Sabes mejor que nadie lo mucho que odio a Bulkhead.

— Pues vete olvidando de eso, porque ya no importa. Lo único que importa es que estás aquí, estamos de nuevo juntos, ¿eso no es suficiente para ti? —reflexioné. Me había estado comportando como un idiota.

Era verdad. Estaba tan atareado y confundido desde que llegué aquí que no me detuve a pensar en lo que realmente importaba. Sentí que habían pasado siglos desde que vi a Knock Out. Él... había cambiado y me costaba hacerme a la idea de que nuestro mundo también y eso me estaba haciendo pensar que entonces... ¿Significaba que algo había cambiado entre nosotros?

— ¿Sabes qué? Creo que lo mejor será que me vaya y descanses. Regresaré cuando estés de mejor humor —con seriedad, se dirigió a la salida.

No quería que se fuera. No quería que se alejara de mí. No después de la pesadilla que pasé.

Estiré mi brazo logrando rodearlo con este y atraerlo para abrazarlo con ambos, reteniéndolo en mi regazo. Quedó de espaldas contra mi pecho, posicionado entre mis piernas.

— ¡Breakdown, te dije que no te movieras tanto! Tu estado es delicado, aun necesitas tiempo para... —volteé su rostro, acallando sus labios. No soporto estar alejado de él. Me da miedo que se vaya de nuevo.

Le permití separarse, volteando su cuerpo, quedando frente a frente, mirándome perdidamente.

— Lo siento, Knock. Es que... hace un tiempo estaba por morir y ahora... todo es tan diferente, siento como si nada de esto estuviera pasando de verdad. Sólo quiero que me prometas que estarás conmigo —suspiró con ironía, sacando a relucir una leve sonrisa. Acarició mi rostro con esas hermosas manos que tsnto adoraba.

— Cabeza de hojalata... ¿Desde cuando eres tan cursi? —enganchó sus brazos alrededor de mí y me besó de una forma dulce, haciéndome corresponder de la misma manera, al menos al principio cuando con el paso de los segundos sus movimientos fueron tornándose más apasionados. Instintivamente bajé mis manos a su cadera.

Al sentirme, se separó rápidamente, sorprendiéndome.

— ¿Qué? ¿Qué ocurre?

— Nada, pero si seguimos... voy a...

— ¿No quieres?

— Sabes que sí, pero tu estado es delicado. Necesitas guardar reposo hasta que te recompongas por completo —lo tomé de la mano para impedir que se siguiera alejando.

— Knock Out. En mis periodos de inconsciencia, no podía evitar soñar contigo. Todos este tiempo, estar tan lejos de tí me ha hecho necesitarte más que nunca —lo atraje de nuevo a mí, atrapándolo en un abrazo.

— Hablo en serio, Breakdown. Deja de provocarme... Tengo trabajo que hacer —nuestra posición escondía su rostro de mi alcance de visión, pero sabía muy bien que estaba avergonzado.

Sonreí para mis adentros, acercando mi boca a su modulo auditivo.

— ¿Y si no quiero?

*Smooky*

Todos habían salido a sus misiones asignadas, mientras que yo, bueno... me había quedado en la nave con los doctores mientras se ocupaban en diferentes asignaciones.

Bee trató de convencerme de que era un guardaespaldas, pero desde que se fueron, no había señales del enemigo.

Estar así me recordaba a mi situación en Iakon. Un simple guardaespaldas en un lugar tranquilo y desolado, lejos de un alcance enemigo.

Desde que me quedé solo con ellos, no dejaba de pensar en Optimus. Me desconcertó el tono con el que me dio la orden de quedarme. Hasta ahora, no lo había escuchado hablar así, ni a mí ni a los demás. Pero supongo que fue mi culpa. No debí insistir.

Tal vez debería... comenzar a darle más espacio.

Escuché un golpe dentro del ala médica que me hizo espabilar y de un solo brinco me levanté de donde me encontraba sentado para ir corriendo hasta allá con mis cañones cargados.

— ¿Knock Out? —vi al doctor salir tranquilamente de la habitación, cerrandose la compuerta tras de sí. — ¿Estás bien?

— ¿Por qué preguntas?

— Escuché algo y creí que...

— Ah, no es nada. Solo era Breakdown. Tuve que sedarlo —en el fondo, me sentí un poco decepcionado. Esperaba que algo de acción me distrajera.

— ¿Sedarlo? ¿Qué ocurrió? —el ex-Con pareció dudar en su respuesta antes de responderme.

— Em... Solo digamos que estaba un poco inquieto —guardé mis armas y volví a mi lugar a tomar asiento. K. O pareció notar mi falta de entusiasmo y se sentó a mi lado.

— Sabes, fue difícil creer que tenías algo con Prime —lo miré desolado.

— ¿Por qué? ¿Somos tan incompatibles?

— Si lo fueran, nunca se habría fijado en tí. No conozco toda la historia, pero sí sé que debes ser muy especial para haber conquistado a un Prime —era extraño estar recibiendo apoyo de alguien que alguna vez sirvió a Megatron, pero lo peor es que que sus palabras de aliento estaban funcionando.

— Yo... supongo que sí.

— Oye, no te deprimas tanto. ¿Qué es un pequeño desacuerdo con tu amante comparado con el caos a nuestro alrededor? Es normal que peleen de ves en cuando, todos los conjuxs lo hacen; es más, Breakdown y yo discutimos lo hacemos muy seguido.

— ¿Qué? ¿Ustedes?

— Claro. El tonto puede ser muy celoso y bruto y yo no tengo mucha tolerancia a varias cosas, pero hacemos que funcione.

— Y... ¿No sientes que cuando discuten, algo puede cambiar entre ustedes?

— Siempre lo pienso, pero al final, siempre podemos arreglarlo y darnos cuenta que aunque nuestras circunstancias cambien, nuestros sentimientos no lo hacen. Y recientemente, que viví un tiempo creyendo que había perdido a mi otra mitad, me di cuenta de lo mucho que quiero pelear para que sigamos juntos —lo miré embelesado por sus palabras.

Su explicación llegó a un punto de profundidad en que ni él mismo se había dado cuenta cuando comenzó a abrirse totalmente, olvidando que yo estaba ahí. Al percatarse, se tenso abriendo sus ópticos como si fueran a salirse de su cara y fingió indiferencia.

— L... lo que quiero decir es que es patético deprimirse por esas pequeñeces. Además, no pareces darte cuenta que Prime está preocupado por ti y solo quiere protegerte...

— ¿Protegerme? ¿De qué?

— Al menos, eso creo, no lo sé. No tengo ni idea de como piensa ni que pasa por su cabeza —se puso de pie, dispuesto a irse. — Ah, y si le dices a alguien sobre esta conversación, arruinaré tu pintura.

— ¿Mi pintura? ¿Por qué?

— ¡Solo no le cuentes a nadie que vine a consolarte! ¡No soy psiquiatra! Debo irme. El doctor Ratchet debe necesitar asistencia para la construcción de ese satélite.

— Knock Out.

— ¿Qué?

— Gracias —le sonreí agradecido, cosa que pareció incomodarlo.

— No me lo agradezcas. Mi situación es muy diferente a la tuya —lo vi alejarse y desaparecer en el pasillo.

Me levanté más entusiasmado.

No voy a quedarme aquí sin hacer nada. Entrenaré un rato y así, el tiempo pasará más rápido.

Las horas transcurrieron y me dediqué a practicar mis habilidades en combate en una de las salas. A medida que avanzaba, escuchaba a los demás llegar de sus misiones, afortunadamente, sin nadie herido.

Al ser consiente del tiempo que llevaba entrenando, di por sentado de que era suficiente.

Fui afuera a reunirme con los demás y a recibirlos. Saludé a Bee, sorprendido por la carga de energon que había conseguido. Al parecer, había otros planetas además de la Tierra donde se almacenaba energon.

Estaba feliz. Todos estábamos fuera de la nave, pero me extrañó no ver a Optimus por ninguna parte.

Me acerqué a Ultramagnus quien sabía, había pasado tiempo con él. Aunque con algo de timidez porque al parecer, yo le gustaba.

— Em... ¿Comandante?

— ¿Qué pasa?

— ¿Usted sabe por qué Optimus no está aquí?

— Aparentemente no se sentía bien, así que fue a su cámara de recarga —¿que no se sentía bien? Saber eso me preocupó.

— Gracias —mientras los demás descargaban e informaban al comandante sobre su trayecto, decicí alejarme con intenciones de ver a mi conjux.

Caminé por la nave hasta llegar a las instalaciones de las cámaras.

— Optimus, ¿estás bien? —le hablé desde afuera. No recibí ninguna respuesta, pero si no estaba ahí, ¿dondé podría estar? Así que lo intenté de nuevo. — ¿Optimus? —si estaba recargando, no quería molestarlo, pero tampoco entrar sin avisar. — Voy a pasar, ¿sí? —. Oprimí el código de seguridad abriendo la compuerta de una habitación en sombras, lo cual, me pareció extraño.

Entré cauteloso mirando a mis alrededores, hasta que lo encontré en el fondo de espaldas a mí, de rodillas en el piso, cubriéndose el rostro con una de sus manos como si le doliera la cabeza mientras que con la otra se sostenía de una repisa como si hubiese querido apoyarse en ella antes de caer.

Me alarmé al verlo así, especialmente por lo quieto que se encontraba. Me acerqué lentamente y lo llamé gentilmente.

— Optimus, ¿te pasa algo? —no me contestó. — ¿Qué tienes?

— Smokescreen... Terminemos.

CONTINUARÁ...

Ha pasado algo inesperado. ¿A qué se debe la decisión de Optimus? ¿Lograrán salvar a Arce? ¿Breakdown se unirá a lo autobots cuando se recupere? Solo queda esperar como estas preguntas influiran en esta guerra.

Notas: ¡Chan, chan, CHAAAAAN! Ni yo me lo esperaba. Después de meses sin dar señales, le eché muchas ganas a la hora de retomar la escritura en estos últimos capítulos y la verdad, he disfrutado mucho haciéndolos.

Como les prometí, me di a la tarea de escribir varios capítulos antes de actualizar. ¡Tarán!

Hasta la próxima. Igualmente con varios caps.