El mech que viaja entre galaxias arrasando con cualquier forma de vida, invade territorio decepticon imponiendo miedo.

La misteriosa entidad del nombrado Némesis Prime es tan intrigante como algo inquietante.
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*Starcream*

Paralizado y aturdido, surgen sin parar un centenar de preguntas por quien se me ha presentado y permanece de pie bajo la destrucción de la nave que a cada astro ciclo el techo colapsa haciendo más peligrosa la estancia en el lugar.

--¿Qué demonios...? ¡¿Qué hiciste, Prime?!-- Hace una mueca de extrañeza.

--Oh, ¿me conoces?

--¡¿Eso que significa?! ¡¿Es obvio, no?! ¿Qué clase de juego ruin decidiste hacer hasta este punto? ¿Después de pasar siglos como un cobarde por fin decidiste venir a mata...?-- Quedo mudo cuando el filo de una espada se suspende al costado de mi cabeza en un parpadeo, amenazando con cortarme.

--No me gusta tu tono-- Trago en seco al encontrarme con sus ópticos escarlatas que resplandecen en las sombras de las llamas que penetra en mi spark. Me siento mucho más pequeño al mirarlos, aunque sea de forma fugaz --En realidad no sabes quién soy, ¿me equivoco?-- La mueca expectante con la que inquiere en mi ser, es tan macabra que siento cada pieza temblar con desespero, y apenas si puedo hablar. Sus ópticos totalmente abiertos, atentos, con un brillo intenso que resplandece entre las sombras de su rostro formadas gracias a las llamas; sin expresión específica. Su mirar da una impresión de curiosidad. Entre más contemplo su aterradora mirada, más me pregunto... Si no es Optimus Prime, entonces, ¿quién demonios es este?

--N... no... no entiendo de qué chatarras hablas

--Por lo que veo, conoces a Optimus Prime, ¿está en este sistema tan pequeño?-- No puedo responder gracias a que mi confusión no me permite procesar lo que está pasando. Hace unos microciclos atrás solo había un Optimus Prime, ¡¿y ahora hay dos?!

--Oye,te estoy hablando-- Me estremezco temblando al escuchar que su voz es más grave que antes, ¡pero no soy capaz de pronunciar palabra alguna!

--Si no vas a hablar, entonces no te necesito-- Posando en alto la hoja de su arma, pasó su glosa por sus sonrientes labios apreciando el panorama con satisfacción, como si saboreara cada momento. Cerré mis ópticos al momento en que blandió su espada esperando que mi muerte fuera rápida.

Fue en un momento fugaz, mi acelerada circulación de energón y el retumbar de mi pulso electromacnético no me permitió seguir el instante en que mi brazo derecho fue desprendido de un corte limpio. Unos astro segundos bastaron para terminar de procesar la amputación y el dolor surgiera en una bombeante explosión de angustia. Dejé escapar un alarido de dolor que seguramente resonó en un agudo eco dentro de la que quedaba de la nave.

--¡AHG...! ¡¿Por qué...?! ¡¿No ibas a matarme?!-- Me retuerzo en el suelo chillando mientras que el malnacido me contempla aparentando no entender el significado de mis palabras.

--Nunca dije que lo haría de inmediato e indoloro, así pierde la gracia, ¿no crees?-- Me giré boca abajo, intentando de forma inútil ponerme de pie --No tiene nada de entretenido ver morir a alguien que no sufre-- Mi pánico hace que las piernas no me respondan y mi cuerpo se mueva únicamente por instinto.

Gateo sobre esforzándome por mi brazo amputado con el inconmensurable deseo de escapar, pero con un par de pasos lentos y serenos, me da alcance cancelando mi intento de escapar posicionando un pie sobre mí con todo su peso.

--¿A dónde vas? ¿Ya te aburriste de jugar conmigo? Apenas empezamos-- Agarró uno de mis alerones poniéndome tenso --No me gusta ni un poco que me den la espalda-- Incrementó la fuerza en su agarre hundiendo mi metal; la superficie resonada por la presión, cables se desprendían y circuítos se estropeaban a medida que retorcía mi ala inculcándome más dolor del que cuerdamente podía soportar. Terminó por deformarla en gran parte dejando marca de sus dígitos en toda la superficie, no conforme con ello, jalonea la base de unión y comienza a romperla desde la mitad arrancándomela de a poco, sin gramo de consideración pese a escuchar mis uniones desprenderse en seco.

No podía hacer más que lloriquear suplicante ahogándome en el aceite que empapaba mi rostro desesperado.

--¡Basta! ¡YA BASTA! ¡¿Qué demonios quieres de mí?!-- Chillé aterrado sin que mi lucha me ayudara mucho con mis escasas fuerzas, no era capaz más que de patalear bajo su cuerpo pisoteándome cual insecto.

--¿Querer? Esto solo es un capricho.

--¡DETENTE! ¡PARA POR FAVOR!-- Mis súplicas no fueron escuchadas por nadie. Dio un último tirón en el metal y lo jaló en una desprendiéndolo totalmente de mí, dejando escapar un chorro de energon que se esparció por mi espalda, parte de su pie y manchó el suelo; arrebatándome por segunda vez, una parte de mi cuerpo.

Temblé en shock de dolor gimotendo y lagrimeando por la brutalidad con la que tenía pensado matarme.

No... No puedo acabar así, no de esta manera. Lord Megatron... Por favor, Megatron, ¿dónde esta? Él o alguien más, que venga a salvarme, incluso si es un autobot, ¡quién sea!

--Antes de seguir con una de tus piernas, quiero que sepas que he disfrutado mucho escucharte gritar-- Lo escuché arrojar al azar el inservible y arruinado metal de mi ala, lo siguiente que sentí fue el filo de una gran hoja acariciar mi pierna con maña. Me estremecí aterrado con la horrorífica certeza de que también la cortaría --Ha sido realmente... muy placentero...

Cerré mis ópticos con fuerza resignado esperando mi final. Lo último que permaneció en mi mente fue la imagen de mi amado Megatron; recordé cada etapa de principio a fin, desde el día en que lo vi por primera vez hasta el último momento que compartimos fundiéndonos una vez más astro ciclos atrás. No importa que no me haya amado, me bastó con estar entre sus brazos cuando lo necesitara, no puedo quejarme.

Para alguien como yo, no fue tan malo vivir hasta este punto.

--Salúdame a tus amigos del otro lado-- Justo al terminar de decir su frase, escuché un estruendo de algo grande y rápido llegando a embestirlo, quitó su pie de encima al ser empujado con tal fuerza a una distancia considerable.

Volteé como pude alzando la vista extrañado, pero a medida que mi mirada subía, un destello de esperanza fue creciendo en mi pecho al reconocer la gran figura de de mi salvador dándome la espalda y manteniéndo la vista hacia delante, furioso y atento al invasor que se ponía de pie después de haber terminado arrodillado con aquel golpe al momento de su épica llegada.

--Amo Megatron...-- Sentí el aceite en mis ópticos frotar de nuevo, emanando el resurgir de la esperanza; aliviado de haber sido salvado en el último momento --Mi lord, él...él... Prime se ha vuelto loco-- exclamé debilmente todavía con miedo.

--No seas tonto, Starscream. Ese no es Optimus-- Puse un rostro estupefacto sin entender, ¿quién más podría ser? --Míralo bien; sus colores y esas cicatrices lo delatan-- Al analizar sus palabras, me dedico a observar minusiosamente a nuestro invasor descubriendo detalles de los que no me había percatado.

La iluminación de las llamas no me había permitido darme cuenta, pero la parte de su cuerpo que debería ser roja parecía de un color violeta, y la parte de su cabeza, en vez de un color azul marino, resultaba en un negro opaco. Sin mencionar las numerosas cicatrices; unas más grandes que otras, dispersas en su armazón. Las que yacen sobre su cuerpo eran largas y profundas, se hallaban rayones y golpes por doquier, incluyendo sus parabrisas con grietas. En cambio, las de su rostro eran menos notorias; una comenzando desde arriba de su óptico izquierdo trazada a lo largo de la superficie terminando antes de llegar a su boca; otra cruzada desde el lado derecho de su casco hasta su lado izquierdo inferior antes de la boca, y una última bajo su óptico derecho. Todas hechas, al parecer, hace ya un largo tiempo.

Es verdad, ese no es el líder autobot que conocemos. ¡¿Entonces quién carajo es?! ¿De dónde salió? ¡¿Por qué luce así?!

--Starscream-- Mis pensamientos se interrumpen al llamado de lord Megatron --Si puedes caminar, vete-- ¿Me está diciendo que huya? Estoy lastimado, sí, pero en esta destrucción no tengo la certeza de poder llegar a una cápsula de escape en estas condiciones, ni siquiera sé si fueron destruidas o no.

--Y... ¿y usted va a quedarse aquí?

--¿Tú que crees? Mataré al impostor que se atrevió a destruir mi nave y acabar con mi ejército-- En su declaración, levanta el sable oscuro empuñado con fuerza del cual no me había percatado antes. Apuntó con la hoja de su arma resplandeciendo de furia, desafiándolo a una batalla a muerte con una mirada retadora.

Me puse de pie como pude sintiendo una abrumadora angustia que hacia a mi cuerpo más pesado.

--¡Pero espere! La nave ya no aguantará mucho tiempo, ¡No puede quedarse aquí! ¡Está cayéndose a pedazos!-- Volteó su mirada bruscamente hacia mí con unos ópticos fulminantes e imponentes, habíendole desagradado lo que dije.

--¡Dije que te larges! ¡No te atrevas a decir nada más! ¿Oíste? ¡¿O es que prefieres morir aquí?!-- El desprecio en su voz abruma mi spark, pero permanezco fuerte al entender que tiene razón. No quiere que muera; si ambos lo hacemos, no será posible restaurar a los decepticons jamás. Hasta donde sé, soy el único que queda con vida, claro, aparte del amo Megatron. --¡¿Qué esperas?!

Su gritó colérico me hace reaccionar y mi cuerpo empieza a moverse gracias a mi instinto desesperado de supervivencia.

Corro entre las llamas y los escombros de metal calcinados esquivando cuerpos y evitando resbalar con el energon esparcido por doquier. Miro atrás una última vez apreciando tras el humo a ambos guerreros formidables cruzando espadas en un estruendo.

Con pesar, rogaré por tu victoria, Megatron.

*Megatron*

Me quedo más aliviado una vez que Starscream se ha alejado lo suficiente. Lo único que me inquieta es que vaya a encontrarse con alguno de los subordinados de este tipo. A los que vi y mataron a mis hombres... son peores que bestias salvajes.

Encaro a mi contrincante lleno de preguntas que despiertan en mí ansiedad e intriga.

--No sé quien diablos eres ni por qué tienes esa apariencia, pero disfrutaré mucho matando a alguien que se parece tanto a Optimus-- Sonreí con arrogancia esperando su respuesta.

--Megatron, "Señor de la guerra". Sinceramente estoy decepcionado. Había escuchado que el líder de los decepticons era tan temible y despiadado que resultaba casi imposible de vencer. Y aquí estamos... con la mitad de tu ejército asesinado y la otra mitad resguardada en mi imperio-- La burla con la que pronuncia cada frase me hace echar chispas enloquecido de enojo. Me avalanzo sobre él blandiendo mi espada hacia su cuello; no permite que mi hoja lo alcancé bloqueándola con la suya en un desliz. Vuelvo a atacarlo, esta vez más rápido y desde direcciones diferentes en los que enfoco mis ataques, siendo todos evadidos y bloqueados.

Lo hago retroceder en una estocada donde empujo su espada cuando me ha bloqueado de nuevo. Intento ganar terreno acorralándolo y donde solo se limita a defenderse; llevándolo al límite de la nave destruida abierta al infinito espacio vacío.

Creo tener esta victoria asegurada, hasta que...

Golpea mi arma lanzando su primer ataque, me agarra de los hombros y me estampa un brutal golpe que perfora mi armazón hasta atravesarme dejándome estático de dolor y sorpresa. Siento un arma en el mecanismo de su rodilla cuya punta sobre sale del otro lado de mi cuerpo.

--¿No te lo esperabas, Megatron?

--C...cállate... infeliz...-- Su tono calmado y cargado de burla me enfurece lo suficiente para soportar la estocada y tomarlo de los brazos con fuerza, encajando mis dígitos en su metal tanto como me es posible y así aflojar su agarre momento a momento. Ante esto, mueve su pierna empeorando el sentir de mi abdomen sangrante de energon. La navaja incrustada en su rodilla da vueltas tocando mi interior empeorando el dolor que se extiende en la zona como un gas tóxico.

¿Qué no piensas soltarme, desgraciado?

Soporto la tortura que me impone acallando a duras penas los quejidos de dolor que se ahogan en mi interior; lo único que sale de mi boca son hilos de energon que se derraman.

--Dime, ¿dónde se esconde Optimus Prime? Estoy seguro de que lo sabes.

--¿Así que a eso has venido? ¿Para matarlo?

--En parte sí, erradicar al hijo de Primus y a ti es parte de mis planes, pero sobre todo...-- De forma brusca y sin cuidado, retira la cuchilla que me había apuñalado, desgarrando mi metal y me patea justo en el mismo lugar mandándome al suelo. Siento como está por partirme en dos al alzar en lo alto su espada.
Tomo mi arma y la bloqueo, iniciando un duro duelo de fuerza y voluntad donde lo único que le impide a su hoja alcanzarme, es mi sable, al que mantengo firme como escudo pese a mi herida. ¿Cómo es esto posible? Me apaleó con tanta facilidad sin borrar esa estúpida sonrisa burlesca y retorcida... Tiene más fuerza que el mismo Optimus.

--Perdí algo y lo estoy buscando. Ayúdame a encontrarlo y no te arrancaré demasiadas partes.

--¿Crees que puedes matarme? ¿O hacer que me dobliege ante ti con una amenaza como esa? ¡No me hagas reír!-- Lo pateo sacándomelo de encima, me pongo de pie y vuelvo a atacarlo sin descanso, esta vez, logro hacerlo retroceder aproximándolo al vacío del espacio mientras que lo único que puede hacer es evitar que mi espada lo alcance esquivando y bloqueando. Sonrío al verlo arrinconado, presionando su espalda contra el muro y ahora siendo yo el que toma las riendas dejando caer todo el peso de mi cuerpo en el filo del sable que bloquea con sus... manos, empujando sin mucho esfuerzo con tal de que mi hoja no lo toque.

Sonrío de lado burlándome de su ignorancia.

--¿Sabes de qué material es lo que estás tocando?-- Me mira incrédulo sin entender. --El energon oscuro es extremadamente dañino para cualquier cybertroniano, excepto para mí-- Espero una reacción de sorpresa o preocupación después de revelarle tal dato; no obstante...

--¿De verdad? Entonces creo que me lo quedaré-- Lo contempla cual mocoso queriendo un juguete nuevo, pese a que sigue reteniendolo entre sus manos.

¿Cómo? No está siendo afectado en absoluto pese a estar tocando energon oscuro tan directamente. Es invulnerable al igual que yo...

--Sinceramente, prefiero no matarte. Eres demasiado valioso. Conviértete en mi subordinado y vivirás, pero si te niegas, tu muerte no será rapida e indolora, eso te lo puedo asegurar.

--Antes muerto-- Sentencio.

--Tu antiguo subordinado dijo lo mismo.

--¿Ahora de qué rayos hablas?-- Hace una pausa con una expresión divertida antes de desviar su mirada a algo que al parecer se encuentra a mis espaldas.

--Ven a acompañarnos... Lockdown-- Quedo en blanco al escuchar el nombre de mi antiguo general, que hace acto de presencia surgiendo de entre las llamas y el humo cual fantasma. Al principio me convenzo de que debe ser un truco o una alucinación; pero nada puede ser más real que el hecho de que esta ante mí contemplando el duelo con una expresión ida.

Sigue luciendo igual, lo que lo diferencia de antes es que ahora posee varias marcas de cortes en el rostro y severas cicatrices en los mecanismos de los brazos, la que más se destaca es la cicatriz que cruza su cara y pasa sobre el lugar donde debería estar su óptico derecho.

--¿Cómo... es que sigues vivo?-- No responde. En lugar de eso, baja la mirada cohibido.

--Hice a Lockdown mi subordinado después de derrotarlo en una batalla en otra galaxia. Fue el único al que dejé vivir; se resistió al principio, pero al ver que solo tenía la opción de escoger entre la muerte o yo, ¿qué crees que eligió?

--Entonces, la razón por la que no regresaron...

--Así es, Megatron. Exterminé a los escuadrones que mandaste a esa misión y entrené a tu ex-primer general para que su mente fuera totalmente mía. No te ayudará aunque lo amenaces. 

--Maldito...

--Y tú preferiste la muerte en lugar de la vida. Es hora de despedirnos, Megatron-- Escucho el enorme motor de la nave ajena resonar cuando su monstruosidad de transporte empieza a acercarse más. --Lockdown, llama a los Terracons.

Este, a través de un comunicador, dicta indicaciones poco comprensibles para mí.

--Abre las jaulas y activa la plataforma.

Una compuerta de su nave se abre y un puente se extiende hasta el borde de mi dañada fortaleza. Ruidos extraños como jadeos y gruñidos se escuchan al otro lado de la oscuridad. 

Mi antiguo subordinado, con una reliquia en su mano, activa un escudo. En el instante, el idéntico de Prime, pronuncia dos simples palabras de forma sombría, como si fuera una sentencia.

--Salgan a jugar.

Con ello, varios cuerpos amontonados y chorreantes de una sustancia púrpura, salen de entre las sombras, moviéndose impacientes y retorciéndose asquerosamente. Una gran horda de muertos vivientes cybertronianos, corren y se arrastran en caos por el puente, unos caen flotando en el espacio pero sin dejar de moverse.

En segundos, los indigentes asquerosos invaden toda la nave empezando a destrozarla aún si los escombros entre llamas les caen encima.

Némesis aprovecha mi estado despistado y me patea liberándose de mi presión.

--Quietos-- Cada una de sus bestias, se callan e inmovilizan cual estatuas. -- Pueden comer.

Los muertos se avalanzan salvajemente sobre mí, deseando desgarrar mi metal y arrancar mis extremidades, pero no dejo que se me acerquen fácilmente. Los corto, golpeo y lanzo por los aires. Son demasiado débiles, pero a medida que pasan los astrociclos, me debilito por el cansancio y algunos de ellos alcanzan a dañar mi cuerpo, rasguñando y desgarrando mi metal, mordiendo alguna de mis extremidades o atacar mi espalda trepándose en mi cuerpo para dañarlo.

Son demasiados, no puedo deshacerme de todos ellos. Buscan destruirme, arrancar mis extremidades, deborarme hasta que mi spark se extinga.

Tengo dolor en cada parte que me arrancan, por cada cable que cortan, pero a estas alturas, todo eso desaparece. Mi cerebro no puede procesar todo el dolor y daño de ser diseccionado. Todo a mi alrededor se va haciendo menos claro,  mis sistemas empiezan a fallar, mi vista a tener interferencia. Todo esta negro, en total oscuridad ya no puedo ver nada.

Imágenes del pasado empiezan a surgir de la nada, la cara de quienes conocí y fueron importantes en mis avances a lo largo de mi vida.

Optimus... Mi salvador, mi amigo ,mi hermano... Odié tanto que prefirieras una paz inalcanzable que luchar junto a mi por ella. Ahora que lo pienso, ¿estuve equivocado todo este tiempo? ¿Tu forma era la correcta o la mía? Ya no lo sé. Debí escucharte cuando intentaste detenerme todas esas veces, pero lo único que vi fue a un idiota santurrón que no me entendía.

Starscream, diste todo por mi siempre a pesar de tratarte como chatarra, peor que eso, me amabas, ¿verdad? Jamás entendí el por qué. 

Siempre estuviste sin importar lo que te hiciera o dijera, incluso ahora, no sé por qué siento que serías el único que puede salvarme. Estoy arrepentido de no corresponder ese sentimiento, de querer besarte, como ahora lo deseo.

Jamás... me atreví a tocar tus labios.

CONTINUARÁ...

NOTAS: Espero les haya gustado, ya no he tenido tanto tiempo para escribirlo y tampoco muchas ganas. 

Esperemos actualice de nuevo pronto.