Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Veintiséis

-La señorita se ha negado a dar su descargo-escuché afuera de la habitación en la que me encontraba. Las salas de interrogatorio son lugares muy tétricos para mi gusto.

No planeaba hablar, no quería delatar a mis amigos, no quería absolutamente nada.

Ya todo había acabado y no podía hacer más que esperar a mi juicio.

El hombre que me estaba interrogando volvió a entrar a la sala.

-Si dices algo tu pena se reducirá-me miró con la obvia poca paciencia que le quedaba.

Volteé la mirada.

-Como quieras, haremos que el chico hable-se volteó con la intención de irse.

Se me puso la piel de gallina.No podía dejar que torturaran a mi amigo por un par de respuestas.

-No-respondí tajante-hablaré en el juicio.

El hombre levantó la ceja, me miró por unos segundos más analizando lo que acababa de decir y se marchó dando un portazo.

......................

Fui conducida al pasillo donde se encontraban los detenidos del día, quién diría que me encarcelarían en mi propio lugar de trabajo.

Después de mucho tiempo pensando en mis amigos, me di cuenta que no quería que ellos se involucraran en esto.

Si ellos decidían escapar y seguir escondiéndose no me oponía a ello, todos sabíamos los riesgos que corriamos. Solo me queda incumparme, por que estoy segura que ellos hubieran hecho lo mismo.

Es más. No quería que vinieran a mi rescate.

Abrieron las rejas haciendo que me sobresalte.

-Tienes compañía-habló uno de mis excolegas haciendo que una joven entre 18 y 20 años aproximadamente, pase a la fuerza.

Cerró de nuevo la reja y se fue.

Nos quedamos un rato en silencio, hasta que decidí hablar.

-¿Por qué estás aquí?

-Eso no importa, soy inocente de todas formas-respondió con amargura.

-¿Cuántos años tienes?-quería entablar una conversación como fuera.

-No sabía que ahora hacían los interrogatorios en la misma celda que el detenido-soltó.

Me quedé callada.

-Lo siento, fue un día horrible. No quise desahogarme contigo de esa manera-se disculpó con una mirada sincera.

-No hay problema.

-Dime Alie, no me gusta mucho mi otro nombre, tengo 19 y estoy aquí por que la persona que se supone que debía protegerme me inculpó de algo que no hize. ¿Y tú?-sonrió, pero su mirada me transmitía decepción.

-Si viste las noticias antes de venir aquí puedes reconocerme si miras un poco más-di una pequeña carcajada.

-¡Eres Venecia Pritzler! No puede ser, su plan fue ¡Boom! Es que yo no podría haber planeado algo así-se sorprendió.

-Al parecer mis planes no fueron tan efectivos-me justifiqué, era inusual que alguien se emocione por que conoció a un criminal por estar en la misma celda. Y suena raro aunque lo diga en mi cabeza.

-Y por qué te escapaste, digo, lo tenías todo-se acercó más como invitándome a que le cuente todo con lujo de detalles.

-Es una larga historia-aseguré.

-Creo que aún no te diste cuenta de nuestra situación, pero tenemos tiempo de sobra-miró a través de los barrotes y volvió a su sitio acomodándose para no cansarse mientras le relataba todo.

Así es como terminé contándole mis problemas a una persona totalmente desconocida, en una celda, en plena madrugada, preocupada por saber que había sido de mi amigo y si estaría bien

Digo, nadie está bien cuando está tras las rejas pero al menos hubiera esperado que no me tocara de compañero algún mastodonte en busca de pelea.

.............................

Nos quedamos dormidas en las incómodas bancas heladas de la celda.

Lo primero que sentí al despertar fue el frio. Luego a intentar pararme la espalda me dolió como si una demoledora me hubiera pasado encima. O creo que eso se sentiría si lo hubiera expedimentado.

Me estiré un poco para ver entre los barrotes si mi amigo se encontraba en otra celda, pero el mismo oficial que vi ayer se acercó.

Abrió la reja.

-Niña, vinieron por ti-gritó para lograr despertarla.

Me miró confundida y luego se dio cuenta de la situación.

-Ya voy-se paró y me dio un abrazo rápido.

-Hasta la próxima, estoy segura que saldrás pronto si cuentas todo lo que me contaste en el juzgado-susurró en mi oido.

Se despidió con la mano mientras veía como se iba.

Otro de los oficiales llegó.

Tu juicio será en un par de horas, tu amigo está en la celda de al fondo por si lo buscabas.

-Gracias Frank-lo conocía y siempre fue una pensona compasiva.

-No hay por qué.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro