18 de agosto de 1618

—¡No! —le grité a Mihrimah.

—Anastasia, debes hacerlo.

—¡No! —le volví a repetir. —Si dejo que Osman llegue al trono; matará a Mehmed.

—No lo matará —me aseguró.

—¡Sí lo hará! —dije llorando.

—No lo hará y ¿Sabes por qué? —me preguntó.

La miré con atención.

—Porque más allá de tu poder, eres inteligente y astuta. Sabrás qué hacer para evitar la muerte de Mehmed.

No lo creía posible. Ahmed murió a pesar de que había hecho muchas cosas para evitar dicho suceso. Toda la situación era inefable. No me creía capaz de lograr que Mehmed sobreviviera.

—Pero, si no dejas que Osman ascienda al trono, él matará a sus hermanos. Puede que creas que tienes el poder para evitar que él los mate al reclamar el trono, sin embargo, tal vez él tenga de aliado a Safiye y Mahfiruz y eso no nos conviene. Tienes que hacer que él asuma el trono.

La miré con detenimiento. Ella tenía razón, Osman no estaría solo en su lucha y podría que yo perdiera más que a Mehmed.

—No quiero. —dije aún llorando.

—Yo tampoco quiero, Anastasia, Mehmed es mi sobrino y quiero su bienestar pero, por el momento es la única manera.

Intenté contener las lágrimas mientras pensaba en el futuro. No me imaginaba una vida sin Mehmed.

—También en algún momento Osman se enterará de tu condición.

—Por el momento nadie tiene que saberlo —dije tocando mi vientre. —Puede que Osman piense que seré una amenaza.

—Algún día se notará tu panza.

—Pero para ese día ya no podrán sacarlo de mi vientre. Sólo espero y sea una Sultana.

Ella suspiró.

—Que tu Dios te escuche.

26 de agosto de 1618

—Maldita —me dijo Halime en los pasillos del palacio.

Sonreí.

—Teníamos un trato y lo rompiste así que te toca pagar.

Ella rió.

—No cantes victoria, Anastasia. Osman te dejó aquí, en el palacio de lágrimas mientras tus hijos pueden ser ejecutados en cualquier momento.

—Si pude contra ti ¿Qué te hace creer que no podré contra Osman?

—Aunque no lo creas, sigo teniendo poder. ¿Por qué crees que la anterior Valide se suicido?

La miré confundida.

—No eres tonta, sabes que yo tuve algo que ver. —dijo sonriendo. —Le dije a Handan que se suicidara si no quería que su hijo la odiara ya que tenía pruebas en mi poder.

—¿A qué te refieres?

Ella volvió a sonreír.

—La culpable de la muerte de mi hijo fue Handan, ella le aconsejó al Sultan Mehmed hasta el cansancio que matara a Mahmud por traición ¿Por qué crees que ella quería que Mustafa viviera? Sentía culpa por lo de Mahmud.

La miré sorprendida. Nunca creí capaz a Handan de tal cosa. La creía capaz de querer deshacerse de una simple concubina pero ¿De un Şehzade inocente? ¡Qué ingenua era! Estaba en Topkapı donde se respiraba la desconfianza.

•••

—Veo que sigues aquí —dijo Mahfiruz sonriendo. —Lástima que sólo te veré por poco tiempo ya que pronto seré Valide. Ahora soy la madre de un Sultan.

Sonreí.

—¿En verdad crees eso? Para Osman sólo eres la mujer que lo dio a luz, en cambio yo, yo soy su madre.

Ella quitó su sonrisa y mostró una cara de furia.

—Di lo que quieras, yo seré Valide.

Reí.

—Deja de volar, Mahfiruz, puede que te duela la caída.

Ella volvió a sonreír.

—Sé que me envidias, Kösem, quisieras estar en mi lugar pero no es así. Mírame, soy la madre del Sultan a pesar de no haber tenido el amor del anterior Sultan y haber estado por muchos años en el palacio de lágrimas. Mi historia se contará para toda la eternidad.

Reí.

—Eso si en verdad te conviertes en Valide, cosa que enserio, no pasará.

—Seré Valide y mi primera orden será matarte. —me amenazó —Prometí no dañar a tus hijos y cumpliré mi palabra. —aseguró. —Aunque es una pena que Mehmed no sea tu hijo.

—¡Silencio! —le ordené parándome del cojín donde estaba sentada. —Mehmed es mi hijo y si vuelves a decir alguna otra palabra, te mato.

Ella sonrió.

—No sabía que le tenías tanto afecto al hijo de Mahpeyker.

—¡Yo soy Mahpeyker! —le grité.

—¡Soy la madre de un Sultan! —me gritó —Ten más respeto —exigió.

—No eres su madre —le repetí —Soy yo.

Ella me miró enojada.

—Así que cuida tus palabras porque estás enfrente de la madre de un Sultan —completé.

•••

—¿Qué? ¿Estas seguras? —me preguntó Mihrimah.

—Sí, tenemos que matar a Mahfiruz antes de que le envenene la cabeza a Osman.

—No lo harás. Lo haré yo.

—No, lo haré yo, tú no te meterás.

—Lo haré, no quiero que tus manos se ensucien con su sucia vida.

—Ya asesiné una vez, puedo hacerlo de nuevo.

—No te dejaré.

—No te pregunté.

—Tú no mataste a Mahpeyker —confesó.

—¿Qué?

—Lo que le inyecté aquella vez no fue una droga si no veneno. Iba a morir aún si no le cortabas la garganta y aunque tú no hubieras hecho un plan para matarla, yo hubiera tomado la iniciativa.

La miré sorprendida. No la creí capaz de hacer eso. Parecía que no la conocía.

—Y haría cualquier cosa por ti, prima.

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BÚSQUEDAS DE MAHPEYKER KÖSEM SULTAN.
Fue consorte del sultán Ahmed I y madre de la mayoría de los hijos del Sultan. Fue Valide de sus hijos Mehmed IV, Selim III y de su nieto Ahmed II desde 1626 a 1681.
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¡Hola! Perdón por el capítulo corto pero enserio, casi no tengo inspiración.

¡YA VIENE LO CHIDO!

¿Qué creen que pase con los Şehzades?

¡Nos leemos mañana!