26 de marzo de 1616

—¿Cómo se llama? —le pregunté a Ismahan mientras veía como cargaba a su bebé

—Su nombre es Mah

Sonreí.

—Luna

—Sí, porque es lo único que tenemos del 2019, la luna es lo único que no cambiará para nosotras

—¿Cómo hiciste para que Hasan te dejara ponerle el nombre?

—Me lo prometió, además, hay algo que no te he dicho.

—Habla, por favor

—Hasan es del 2020

La miré sorprendida. Ahora entendía porque la había dejado escoger el nombre.

—No puede ser

—Al parecer no somos las únicas aquí. Hay más como nosotras.

—Esto es muy confuso. ¿Por qué viajamos en el tiempo?

—Todo ocurre por una razón, una razón que nunca podremos explicarnos. Moriremos sin saber.

•••

—Rabia Hatun

—Sultana —dijo haciendo reverencia

—Te mandé a traer por tu matrimonio, te casarás con Mahmud pasha

—Sultana...

—Ya he decidido

Ella se arrodilló.

—Se lo pido, no lo haga. No quiero casarme con alguien que no amo. Le he sido fiel, Sultana. No merezco ese castigo.

—Sultana, no lo haga —me pidió Ismahan desde mi cama, acostada

—Por favor —me volvió a pedir Rabia

Pensé por unos segundos su petición. Era verdad. Ella nunca me había fallado. Liberaba a todos mis sirvientes después de tres años de servicio pero a Rabia no la podía dejar libre tan fácilmente, me era muy útil en el harem. No podía hacerle eso.

—De acuerdo

Ella suspiró.

—Te esperaré por tu lealtad pero, si en algún momento me entero que me traicionaste, te casaré con el peor hombre que encuentre —la amenacé

Unos golpes se escucharon haciendo que Rabia se levantara.

—Adelante —dije para después abrirse la puerta. Era Mehmed con Melek Hatun. —Rabia, retírate —le ordené

Rabia me hizo reverencia y también a Mehmed para después salir.

—Melek Hatun, te casarás con Osman Agha

—¿Agha? —preguntó Melek

—Sí, él no ha sido castrado por lo que tiene un límite de entrada al harem, por eso no lo has visto

—Madre...

—Silencio —le ordené —Él es un muy buen hombre. Te casarás con él mañana. Ambos son jóvenes y a él lo apoyaré para que trabaje en un buen lugar y no te falte nada

—Sultana, yo sólo quiero al Şehzade Mehmed, no quiero casarme

—Yo tampoco pedí viajar en el tiempo —le dije en español. Ella me miró confundida. —Te casarás y ya dije. Ahora, Mehmed, quiero que te olvides de esta Hatun, conocerás a más mujeres, entiende eso. Lo único que busco es que no mueras.

•••

—Sultana —dijo una señora de unos cincuenta y tantos extendiendo una rollo de tela —Tome está tela, se la regalo

Sonreí.

—Gracias pero lo pagaré

—Yo insisto, si me da el dinero, me sentiré muy mal

—De acuerdo —dije tomando la tela

—Gracias —sonrió —Me hace muy feliz

Le devolví la sonrisa para después volver a caminar por las calles de Estambul. Casi no salía a las calles ya que tenía muchas cosas que hacer en el palacio.

Eso sí, me gustaba salir para saber las preocupaciones que tenían los demás. Si no pude hacer nada en 2019, podía hacerlo en 1616. Me gustaba ayudar a los demás.

—Sultana —dijeron dos niñas pequeñas haciendo reverencia

—¿Sí?

Ambas extendieron su mano derecha, traían un pedazo de listón. Lo tomé.

—Nuestro papá es Iskender, el señor que...

—Se enfermó y no podía pagar el médico. Me acuerdo bien de él —les dije a las niñas —¿Cómo sigue?

—Está trabajando —dijo una señora llegando con nosotras. Hizo reverencia.  —Les dije a las niñas que usted era el ángel que salvó a su padre.

Sonreí.

—Me alegra saber que su esposo ya está bien

—Nada sería posible sin usted

—Y por ustedes. Ustedes son la verdadera razón por la que él aún vive

—Sultana —dijo un jenízaro a mi lado, era Zulfikar —Los jenizaros la esperan

—Me tengo que ir —le dije a la mujer y a las niñas

—Claro, Sultana —dijo haciendo reverencia

Sonreí para volver a tomar mi rumbo. Caminamos por un buen rato hasta llegar al cuartel de los jenízaros. Ventaja de ser una Sultana libre.

—¡Atención! —gritó un jenízaro en cuanto me vio —¡Haseki Kösem Sultan esta aquí!

Caminé y entré. Al entrar vi como todos hacían reverencia. Al terminar aún mantenían su mirada baja.

—Sultana, es un gusto tenerla aquí. Todos esperábamos su visita, la queremos mucho ya que nos ha ayudado en todo lo que necesitamos —dijo el jenízaro al mando. Era un señor sin barba, alto, blanco y de unos treinta y tantos años

—El gusto es mío. Vine a ver que se les ofrecía y a traerles comida y su paga

Él sonrió.

—Gracias, Sultana

—Aghas, traigan la comida y denles de comer

—Sí, Sultana —respondió un agha

—Su paga —le dije al jenízaro entregándole una bolsa. Él la tomó. —Está vez recibirán más de lo debido

Él puso cara de confundido.

—¿Por qué, Sultana?

—Se lo merecen, sólo espero y no defrauden al imperio

—Nunca lo haríamos

—Eso dices ahora pero, tal vez en un futuro puede que hasta termines traicionando al mismo imperio. Crees que ser jenízaro es difícil pero ser Sultana es peor, siendo Sultana no sólo corres peligro tu, si no también tus príncipes. Ustedes tienen una gran ventaja; si alguien quiere matarlos pueden esconderse o pelear a muerte pero nosotras no, es morir sin pelear o morir sin pelear. En el palacio no sabes si mañana vivirás o no. Recuerda eso para nunca defraudar a este gran imperio.

•••

—Lo he pensado, Ismahan

—¿Qué has pensado?

—Tú lo dijiste, lo único que tenemos en común con 2019 es la luna pero, también es el sol

—Así es —dijo sonriendo

—Y de igual modo lo único que yo tengo del 2019 eres tú, Penelope. Tu eres mi sol y mi luna, prima. Tu eres en la única persona que puedo confiar por lo que ahora, tu nombre será Mihrimah, del sol y la luna

Ella sonrió.

•••

—Sultan —dije haciendo reverencia

—Creí que dormirías en otro lado

—Y lo haré, sólo vine a avisarle que Ayşe ya sabe sobre su matrimonio. Claro, no se consumará.

—No quiero hablar de Ayşe, Kösem. Quiero hablar sobre nuestro matrimonio —dijo tomándome de la mano y sentándome en un sillón para después él sentarse en el que estaba enfrente

Lo miré confundida y enojada.

—¿Quiere hablar de eso?

Él asintió.

—Bien. ¿Por qué se casó conmigo? —pregunté enojada —Se supone que amaba a Mahpeyker, ¿acaso fue por despecho?

—Me casé contigo porque siempre me apoyaste

—Entonces no fue por amor

—Nos casamos porque Allah así lo quizo. El día que te prepuse matrimonio, yo estaba muy destrozado. Lo único que me mantenía vivo eran mis hijos. Ese día vi a una paloma y la seguí, esa paloma me llevo hasta a ti. Sabía que era una señal de Allah.

—No fue por amor —susurré

—No lo fue —afirmó. Cerré con fuerza mis ojos. No quería llorar, no permitiría que él me viera débil. Los volví a abrir y encontré a Ahmed más cerca de mi. Él tomó mi mano.

—Pero pasó el tiempo y me enamoré profundamente de ti. Gracias a Allah que te puso en mi camino. Anastasia, yo te amo. Te amo tanto que no soporto la distancia que pones entre nosotros. Por favor, perdóname. Mahpeyker fue mi primero amor pero tú eres el último.

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BÚSQUEDAS DE MAHPEYKER KÖSEM SULTAN.
Fue consorte del sultán Ahmed I. Alcanzó el poder e influenció el curso del Imperio otomano a través de su hijo, el sultán Murad IV. Fue Valide sultan desde 1623 a 1650.
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¡Hola! ¿Ustedes perdonarían a Ahmed? :o Yo no xd.

¿Se asustaron al ver el título? xd

¡Adiós Melek! :'v

¿Qué odiaron del capítulo? :v

¡Nos leemos!