―Este es el plan; todos ustedes van con el padre de Odette al hospital y yo me quedo esperando por Gennaro, eso es lo que va a pasar ¿De acuerdo? No hay más opciones, no hay más reclamos, harán lo que yo les digo ―Blaze se levanta y camina por la habitación revisando todos los cajones que encuentra―. Les doy cinco minutos para salir de aquí, no debe tardar en llegar, estoy seguro de que me siguió... no es tan tonto como para intentar algo aquí así que tendrá con que chantajearme para llevarme a un lugar alejado y acabar con su trabajo.

―¿Estás seguro de que puedes hacer esto solo? ―interrogo de la mano de Harun, Demian está a nuestro lado cruzado de brazos y con los ojos llorosos―. Es peligroso, no queremos que nada te pase... deberíamos solo ir con la policía.

―Eso no va a funcionar ―dice Blaze y se voltea a mirarme―. Vayan o los echaré a todos por la fuerza ―cuando termina de buscar dentro de los cajones toma lo que encontró y se dirige hacia Demian, toma su mano y la abre poniendo un par de aparatos de audición en su mano―. Ten los de repuesto.

Demian los toma de mala gana y se los coloca con cuidado.

―Vámonos... ―susurra Demian en una voz mucho más gruesa y varonil de lo que lo esperaba antes de caminar hacia la puerta.

―Demian... ―la voz Blaze es suplicante, como si le estuviese reclamando.

―¿No querías que me fuera? Me estoy yendo ―dice él entre lágrimas mientras combina las palabras con sus señas―. Si así es como quieres que termine tu vida, bien, no luches por nada más, que este sea el final... no puedo decir que no me importa, pero si a ti no te importa yo no puedo hacer mucho. Y si quieres que me despida de ti, no lo haré, si tú consideras que será el fin, allá tú.

―Tampoco... lo haré ―dice Harun con la cabeza gacha―. No me voy a despedir de ti.

―Ni yo ―agrego.

―Tú no me importas, Odette, fuera de aquí ―dice Blaze rodando los ojos.

―Bien ―resoplo y salgo del apartamento para dejarlos solos.

De cualquier manera, Blaze está harto de mí. En mi defensa, yo no sabía lo que estaba haciendo, si lo hubiese sabido probablemente lo hubiese apoyado desde el principio. No quiero quedarme fuera de la discusión o perdérmela pero sin mí allí tal vez no se sienta tan fastidiado y tal vez considere mejor las cosas. Ojalá pudiese ayudar más pero no ayudando en estos momento creo que hago más que queriendo ofrecer otras opciones. Pocas veces me doy cuenta de cuando soy fastidiosa e intensa pero esta es una de ellas, por suerte.

Harun sale entonces del departamento y toma mi mano, Demian le sigue. Los tres comenzamos a caminar por el pasillo hacia el ascensor y de repente recuerdo cuando Harun me "salvó" de Blaze aquí. Probablemente Blaze trataba de evitar que nos relacionáramos porque tenía miedo de que ocurriese esto o de que hablase mal de él o alguna otra cosa que no voy a descubrir pronto.

El taxi de Rony está esperando por nosotros abajo, Harun lo llamó en cuanto Blaze le dijo que viniera a su departamento a buscarme y lo dejó esperando abajo. Al parecer, mi padre está bien, solo necesitará descansar y la señora Neeson está con él justo ahora en el hospital. Harun fue a verlo luego de buscarme y no encontrarme y avisar a las autoridades, le dijo que había tenido un problema con el pasaporte para no preocuparlo de más y agradezco eso.

―¿Papá ya te escuchó hablando? ―interrogo, rompiendo el sepulcral silencio que hay dentro del taxi.

―No ―susurra él.

Rony pisa el freno de repente y Harun me sujeta pero Demian casi pega su cara del vidrio que separa la cabina del conductor con la de atrás.

Él se voltea a vernos con los ojos abiertos de par en par, está notablemente sorprendido. Harun al parecer no había dicho nada en frente de él.

―¿¡Qué mierda, chico!? ¿¡Ya hablas!? ―exclama Rony soltando una risa después.

Harun mueve su mano en una seña que significa "más o menos".

―¡Genial, eso es genial! ¿Tomó veinte años que aprendieras a hablar, eh? ―bromea Rony poniendo el auto en marcha de nuevo.

―¿Veinte? ―frunzo el ceño.

Que yo sepa Harun tiene diecinueve.

―Hoy... es su cumpleaños ―susurra Demian a mi lado―. ¿No lo sabías? Incluso yo lo sé, Blaze no dejaba de hablar sobre ello.

Volteo a mirarlo con horror en el rostro y mis lágrimas comienzan a caer muy pronto. Todo este tiempo, nunca supe la fecha de su cumpleaños. Y tantas cosas horribles han pasado hoy. Él no merece nada de esto en la fecha de su cumpleaños ¿Por qué la vida tiene que ser tan injusta con alguien tan bueno? Harun podrá tener muchas cosas, podrá tener mucho dinero y una familia que lo quiere pero sabe mejor que nadie lo que es estar solo y sufrir, nadie podría negar eso. Y es suficiente, no quiero que esto continúe para él, nunca más.

―Feliz cumpleaños ―susurro tomando su mano.

―Gracias ―murmura, casi no puedo escucharlo.

―¿Hay algo que quieras? ―pregunto―. Cualquier cosa, lo que sea, lo que pidas.

Él me mira a los ojos, esos ojos únicos en el mundo, rodeados de ojeras e irritados de tanto llorar este día que debería ser un buen día para él. Harun coloca sus dedos bajo de mi barbilla y suavemente los desliza hacia adelante. Su mirada para a mis labios y los suyos tiemblan como si no supiera que hacer. Comprendo esta comunicación no verbal, ya estoy acostumbrada a ella; lo beso antes de que pueda intentarlo él para hacer más fácil su decisión. Nuestros besos siguen siendo muy ligeros, solo nuestros labios moviéndose y eso está bien porque él había pasado mucho tiempo sin hacerlo, así que no me quejo. Iremos al ritmo que al que él necesite ir.

Cuando por fin llegamos al hospital, soy capaz de ver a papá en su habitación. Él está feliz de verme, ajeno a todo lo que está pasando alrededor de nosotros. Se ve bien, tiene algunos rasguños pero su cabeza está mejor. Lloro en el regazo de papá desconsoladamente y él solo me consuela pasando su mano a través de mi cabello con suavidad. Él no tiene idea de que lloro no solo por él sino por Harun, Blaze e incluso Demian que no deja de lucir como un muerto en vida.

Me dicen que papá será dado de alta en dos días. Insisto en quedarme pero Harun y la señora Neeson insisten en que vaya a casa. La señora Neeson está decidida a quedarse cuidando a papá tanto tiempo como haga falta. Yo vuelvo a casa con Harun y Demian quien realmente no tiene a donde ir, mientras Harun arregla la habitación extra para Demian, él y yo tenemos tiempo a solas.

―¿Desde cuándo eres amigo de Blaze? ―le pregunto.

Él aprieta los labios, luego responde―: Hace solo unos cinco o seis meses, solo un poco antes del incidente contigo y su hermano.

―Entiendo ―asiento―. Es raro, nunca supe de ti.

―Amigos de Blaze, personas cercanas a él, solo he conocido a Brett y Kyle ―responde encogiéndose de hombros.

―¿En verdad vives con Blaze?

―Sí, una amiga en común nos presentó con el fin de que él me rentara una habitación, así empezamos a vivir juntos.

―¿Y... cómo es el verdadero Blaze?

Ladeo la cabeza al preguntar; él la levanta y me mira por unos segundos sin decir nada. Creo que quiere llorar, pero luego sonríe amargamente.

―El verdadero Blaze... ―sorbe su nariz―. Blaze ha sido el malo del cuento por tanto tiempo y para tanta gente que ahora ese es el verdadero él, creo que ni él mismo lo sabe. La persona que era antes, es alguien que solo existe cuando estamos en casa y no hay nadie a quien tenga que mentirle.

―Debes importarle mucho ―digo acercándome y poniendo mi mano sobre su hombro.

―Más bien, sería como que no le importo... él le miente a todos los que le importan para que nadie pueda decirle la verdad a Harun ―Demian limpia sus lágrimas con la manga de su suéter bruscamente―. Ha hecho todo por ese chico, todo lo que hace es por Harun, la única persona que de verdad ama es a él, todo gira alrededor de él... yo no lo conozco y sé que ha sufrido tanto como Blaze pero a veces... odio un poco a Harun. Es la única razón por la que Blaze se volvió amistoso conmigo, él solía decir..."cuando estoy contigo, me siento más cerca de mi hermano, es como si estuviera aquí, porque te pareces mucho a él".

―Oh...

¡OH! Ya comprendo que tipo de sentimientos guarda este chico por Blaze. Probablemente Blaze no lo ha notado o si lo ha notado está siendo algo cruel. Demian está perdidamente enamorado de Blaze. Y no puedo decir que no lo entiendo, me sentí exactamente de esa misma manera cuando Harun estaba tratando de ver a su hermana en mí. Ser comparado con alguien más, aunque sea de una buena manera, no es realmente un halago, eventualmente empiezas a odiar al objeto de comparación aunque no tengan la culpa. No es como que yo odie a Bianca, creo que Harun y yo tenemos ese tema superado (o tal vez no, no hemos tenido tiempo de hablarlo), pero entiendo los sentimientos de Demian hacia Harun. Es desesperante ver a la persona que amas preocuparse por ti solo porque le recuerdas a alguien más, porque al final lo que está en su mente es ellos y no tú.

―Tú... estás enamorado de Blaze ¿Verdad? ―bueno, varias personas me lo hicieron a mí, tengo derecho de hacerlo yo también.

Demian resopla y sus labios tiemblan en un puchero.

―¿Se nota?

¡Aw! Es como verme en un espejo, uno más decente calmado y guapo.

―Me pregunta que va a pensar Blaze sobre ello ―susurro para mí misma.

―Piensa que no tiene tiempo para pensar en sentimientos tontos ―responde Demian―. ¿No crees que no se lo dije? Viviendo con alguien como él, que siempre está en peligro y que no sabes si algún día no volverá a casa, traté de confesar mis sentimientos lo antes posible, no quería arrepentirme. Pero Blaze no tiene tiempo para pensar en ese tipo de cosas... y ahora no sé qué pasará con él. Estoy muy preocupado.

―Yo igual, puede que lo odiase hasta hace unas cuantas horas pero ahora me preocupa lo que pueda pasar.

Harun entonces interrumpe corriendo en la sala y se dirige hacia el ascensor tomando su chaqueta con todo. Demian y yo nos levantamos del sofá lo más rápido posible y lo seguimos y aunque pregunto lo que pasa, Harun no me dice, solo trata de que el ascensor llegue más rápido.

―¿¡Qué está pasando!? ―interrogo desesperada.

Harun se voltea y se comunica con lenguaje de señas con Demian. Demian parece sorprendido y preocupado y sé entonces que esto tiene que ver con Blaze.

―Blaze... Blaze está en el hospital, acaban de llamar.

Demonios, parece que nunca más voy a poder conciliar el sueño.