21. No podemos dejarte solo.
Casi de inmediato reconozco el edificio frente al que Blaze aparca. Es donde vi por primera vez a Harun, donde él me "salvó", aunque ya no sé si decirlo de esa manera... es el hogar de Blaze. Y aunque estoy muerta de miedo, no cuestiono ninguna de sus decisiones, solo él sabe a que nos estamos enfrentando realmente.
―Probablemente alguien nos siguió ―dice él cuando nos quedamos en silencio en el auto―. Ahora, bajaré primero y te sacaré a la fuerza, finge que eres un poquito miserable ¿Sí? No te preocupes, Harun está adentro.
―¿Harun? ―abro los ojos de par en par y mi corazón da un vuelco.
―Sí, le llamé... se supone que él cree que he sido yo el causante de todo esto y debe mantenerse así ¿Entiendes? ―me habla con mucha seriedad y pausadamente, como si fuera una niña pequeña―. Ni una palabra acerca de Gennaro.
―No está bien... que pagues las consecuencias tú solo ¡Él irá por ti y nunca tendrás la oportunidad de enmendar las cosas con tu hermano! No puedes sacrificarte de esa manera ―tomo las manos de Blaze y justo como en el pasado siento el frío en ellas, un frío seco, casi como si fuera un cadáver―. Crees que Harun solo me quiere a mí y que solo sufrirá si me pasa algo pero también te ama y se preocupa por ti... eres su hermano, no importa que tan malo finjas ser, Harun aun recuerda ese tú que era un buen hermano para él... por favor, no desaparezcas, no hagas esto por ti mismo, eso lo va a destruir.
Blaze suelta un suspiro desganado y luego toma mis mejillas entre sus manos y me acerca a su cara para que lo mire a los ojos.
―Escúchame, mujer necia... haz a Harun feliz... no estoy pidiendo que sientas lástima por mí, compasión o lo que te dé la gana. No me interesa, no quiero nada de ti más que lo que le puedes ofrecer a mi hermano, es todo lo que quiero... si muero o no, no es tu problema ―me dice, su voz amenazante y fría me da escalofríos―. Dile a Harun que fui de lo peor contigo, dile que fui malo y que no merezco perdón ni que se preocupe por mí, Odette... haz que me odie y estará bien, aun si vive con rencor prefiero eso a que viva con dolor... no importará porque ya estaré muerto y así no tendré que vivir yo con eso. Promételo, vamos.
―No ―desvío la mirada, zafando mi cara de entre sus manos―. No pienso hacer algo así, no pienso mentirle a Harun.
―¿De verdad lo amas? ¡No lo parece!
―¡No quiero vivir con él habiéndole mentido sobre algo tan importante, no lo merezco si puedo hacer algo como eso ¿No lo entiendes?!
―No sé por qué presentí que dirías algo como eso ―Blaze resopla y se quita el cinturón de seguridad―. ¿Sabes qué? Haz lo que decidas que es mejor cuando veas a Harun, pienso que serás capaz de reconsiderarlo.
―No, no será así ―susurro pero él no me oye.
Baja del auto con rapidez y abre la puerta. Una vez más me toma del brazo con brusquedad y tira de mí hasta la entrada del edificio. Trato de verme miserable y vulnerable y de hecho no me cuesta mucho, porque asustada más que nada y todo lo que quiero es que esto termine.
Cuando llegamos adentro, él nos mete a ambos en el ascensor y presiona el número de su piso. Aunque estamos adentro, él todavía no me suelta, solo cuando llegamos a su apartamento es que suelta mi brazo para abrir la puerta y me permite pasar sin empujarme. Camino rápidamente dentro del lugar y mis ojos buscan a Harun. Él efectivamente está allí, pero no está solo, hay otro chico sentado con él en la sala; no tengo tiempo de detallarlo solo sé que luce tan indefenso como podría lucir yo justo ahora.
―¡Creí que te había dicho que no vinieras de aquí! ―oigo gritar a Blaze cuando lo ve.
Estoy demasiado ocupada corriendo hacia los brazo de Harun como para preocuparme por su conversación en ese momento. Harun me estruja entre sus brazos y sus lágrimas mojan mi cuello tanto como las mías corren por mis mejillas. Estoy tan feliz de verlo que no puedo contenerlo.
Él toma mi cara entre sus manos y la examina, también mi cuello y mis brazos para asegurarse de que no esté lastimada.
―Estoy bien, estoy bien ―le digo―. Harun, cálmate.
Cuando verifica que estoy en una pieza, su mirada furiosa se dirige hacia su hermano quien aun discute con el otro chico quien no ha dicho ni una palabra ante sus regaños. Harun se mueve con paso firme hasta Blaze y lo toma de los hombros.
―¡Bernardo! ―exclama con fuerza.
―¡No, no, no! ―trato de tomar las manos de Harun para quitarlas del pecho de Blaze pero Harun.
El chico que está a su lado mueve las manos en negación junto con la cabeza y trata de alejar a Harun de Blaze también. Blaze solo luce totalmente deslumbrado después de escuchar a su hermano decir su nombre.
―¡Está bien, está bien! ―exclama luego de recobrarse del asombro―. Que haga lo que quiera, claramente todo fue mi culpa.
―¡No, Harun, tienes que escucharme! ―le digo tomando su cara entre mis manos―. ¡Tu hermano me salvó, él no es quién te ha hecho creer que es! Por favor, tienes que creerme ¡Y tú! ―volteo a ver a Blaze―. ¡Tienes que decirle la verdad!
―No conozco otra verdad, ya te lo dije ―sentencia Blaze con una mirada de seriedad asesina.
El chico desconocido le empuja el hombro a Blaze, luego lo golpea una y otra vez pero este no se inmuta ya que las manos del chico son increíblemente pequeñas comparadas con la longitud de los bíceps de Blaze. Parece estar enojado pero no dice ni una palabra hasta que empieza a hacer señas con sus manos que definitivamente no entiendo, ahí es cuando comprende que el chico es sordo.
―Vete de aquí, Demian, te dije que no te volvería a ver ―espeta Blaze.
El chico ahora identificado como Demian saca su dedo del medio antes de volverle a pegar con todas sus fuerzas a Blaze en el brazo. Sigue sin hacer efecto, por supuesto.
―Um... ―Harun me mira, notablemente confundido.
―Es Gennaro ―digo―. Estás en peligro, Harun, ¡Gennaro, tu tío, él es el culpable de todo esto, él quiere matarte!
A Harun de repente se le tranca la respiración, es obvio que no puede respirar. Probablemente no debí haberlo dicho de esa manera y Blaze entonces reacciona alejándome de un empujón para tomar a su hermano y tratar de ayudarlo a respirar. Está teniendo un ataque de pánico al parecer. Me culpo a mí misma mentalmente pero junto con el chico tratamos de ayudar. Sin embargo, Blaze sabe manejarlo mejor que cualquiera de nosotros.
Luego de unos minutos muy largos, Harun lo supera y se queda muy quieto siendo abrazado por Blaze. Ambos permanecen sentados en el piso. Harun está tratando de asimilar toda la verdad, por eso se aferra a su hermano como si no hubiera un mañana. Aunque todo esto es jodido, eso como que me hace un poco feliz. Es una escena hermosa.
De pronto, Blaze levanta la cabeza y mira al chico que está arrodillado a mi lado mirándolos también.
―¿Tienes tus aparatos? ―interroga hacia él haciendo un par de señas con sus manos que corresponden a sus palabras.
El chico sacude la cabeza y responde con señas.
―Te los quitaron... ¿Fueron por ti?
Él vuelve a responder igual. Yo me digo que tengo que aprender lenguaje de señas cuando todo vuelva a la normalidad.
―Él fue por ti... ¿Por eso estás aquí?
El chico asiente.
―¿Cómo sabe de ti, por qué pensó que eras importante...? ―Blaze rueda los ojos y vuelve a abrazar a su hermano―. Esto es una mierda, parece que nunca voy a poder tener algo sin que ese hombre lo toque.
―Tienes que ponerle un alto ―le digo―. Tenemos que hacer algo.
―Tenemos me suena a mucha gente, Odette ―responde con rabia―. Mira ya lo que has logrado, tú vas a ir al hospital con tu padre y con Harun y aparte ¿Puedo pedirte que se queden con Demian? Si pongo a todas las personas que me importan en el mismo lugar y logro protegerlas, voy a tener que preocuparme menos ―suspira él―. No estás incluida, por supuesto.
―¿Puedes fingir por un momento que te importo aunque sea un poco? ―hago un puchero, aunque no es el momento para bromas.
―No, eres una mujer fastidiosa y aburrida y eres solo problemas, te detesto y pienso que tienes serios problemas mentales, aparte de que eres una metiche y una tonta ―me espeta con la cara de póker más graciosa que he visto en Blaze―. Te entregaría a Gennaro en bandeja de plata si no le importaras a mi hermano.
―No te metas con Odette ―murmura Harun antes de empujar a su hermano lejos para arrastrarse por la alfombra para poner su cabeza sobre mi pecho, yo lo abrazo con cariño―. ¿Qué vamos a hacer ahora?
―¿Cómo es que puedes hablar con tanta fluidez después de no haber hablado en diez años? ―interroga Blaze cruzándose de brazos.
―No... no lo sé... ―Harun se encoge de hombros―. Supongo que, fue lo mucho que practiqué estando solo.
―¿Hablabas cuando estabas solo? ―interrogo sorprendida.
―Ah, sí.
―Nos engañaste a todos ―dice Blaze.
―De todas maneras... ―Harun se mira los dedos―. No quiero hablar con nadie más que ustedes ―dice―. Hablar con extraños aun es aterrador... incluso hablar contigo me parecía... terrorífico... pero estaba enojado.
―Aun así habla como retrasado ―susurra Blaze para sí mismo.
Demian cruza la alfombra hasta llegar a Blaze para darle un manotazo en el brazo.
―¿Qué? Es verdad ―Blaze se encoge de hombros―. ¿No que se llevó tus aparatos?
El chico vuelve a usar las señas.
―Ah, sí, los labios ―Blaze rueda los ojos―. Lo olvidaba.
―¿Quién es él? ―pregunto.
―Él es Demian Penn, es un amigo mío ―digo―. Compañero de piso también.
―¿Desde cuándo tienes un compañero de piso? ―interrogo frunciendo el ceño―. Pensé que eras incapaz de convivir con personas normales.
―De todas maneras Demian no es normal ―Blaze lo mira―. Es sordo, terco y agresivo, ya lo conocerás mejor.
Yo miro a Demian mejor y noto que esa descripción no le queda; parece un chico bueno. Es delgado, de mi estatura más o menos y tiene el cabello castaño claro el cual le cubre las orejas, también lleva un flequillo que le cubre la mitad derecha de la frente, tiene una expresión muy dulce y ojos de color verde brillante. Realmente es muy guapo, parece un chico que solo verías en una revista. Aparte, está usando un suéter de lana color rosa que le queda demasiado grande y pantalones ajustados con mocasines. Tiene un buen sentido de la moda, al parecer.
―Deberían irse ya ―Blaze se levanta del piso―. En cuanto salgan de aquí, él vendrá y hará lo que tenga que hacer, su deber es mandar a la policía aquí tan pronto como se vayan.
Demian se levanta del piso y se para frente a Blaze y le dice algo en señas.
―No ―sentencia Blaze.
Demian aprieta sus puños y empieza a hacer señas más rápido.
―¡Ya dije que no! ―exclama más alto.
―Él tiene razón... ―Harun se levanta y mira a Blaze fijamente―. No podemos dejarte solo.
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