Es muy extraño estar rodeada de personas que no conoces y encima que no hablan el mismo idioma que tú, pero estoy comiendo muy bien; la pasta, el vino y el postre han estado deliciosos, incluso la música que hay de fondo la he disfrutado, aunque ni una sola vez pude incorporarme a la conversación, ni siquiera pude hablar con Harun debido a que él tuvo que sentarse algo separado de mí mientras sus primos le contaban cosas. Mientras, yo estaba del lado de los adultos, incómodamente sentada al lado de su padre y sus tíos y por supuesto, la nana de Harun, una mujer de mediana edad muy amable y acogedora pero que no habla ni una pizca de mi idioma. También se encontraba la abuela de Harun, o como él la llama su "nonna", ―muy lindo, la verdad― y aunque ella sí habla el idioma y parecía querer hablarme, no lo hizo, algo parecía detenerla.

Cuando terminó la cena, Aldo me hizo el favor de llevarme a mi habitación mientras Harun aun seguía siendo acosado por sus primos.

―Disculpa que no te hayamos dado una buena bienvenida, bella ―me dice mientras ambos caminamos por uno de los pasillos de la inmensa casa―. Es solo que... ya sabes, la familia para nosotros es tan importante que a veces no nos damos cuenta de los extraños ¡Y hemos extrañado mucho a Harun!

―No te preocupes, lo entiendo ―le digo―. Nosotros los americanos... no somos tan entusiastas con la familia, supongo, o bueno, depende pero ya sabes, creo que entiendo ―digo con nerviosismo, no sé por qué hablar con la familia de Harun me pone nerviosa.

―¿Puedo hacerte una pregunta, bella? ―Aldo me mira y nos detenemos en medio del pasillo.

―Sí, claro.

―¿Estás enamorada de Harun? ―pregunta ladeando la cabeza.

Abro los ojos de par en par y luego busco otra cosa que mirar pero oigo la risa de Aldo antes de que pueda decir correctamente alguna de las palabras que comienzo pero no termino.

―Ya, ya, no hace faltas que respondas ―dice él―. Me da gusto que Harun siga siendo esa clase de chico ¿Sabes?

―¿Qué clase de chico?

―El chico con el que todas se quieren casar ―él suspira―. Mira, desde pequeño Harun era el chico más guapo, el chico más lindo, el más adorable; cara perfecta, ojos extraños y bonitos, genes extranjeros... justo como su hermano, pero Bernardo era más... ya sabes, más egocéntrico ―Aldo rueda los ojos y yo río porque no estoy acostumbrado a referirme a Blaze como "Bernardo" ―. Por cierto, tengo entendido que salías con él.

―Sí ―asiento―. Harun me salvó... de ser lastimada por él, supongo.

―Mm, suena como Bernardo ―Aldo resopla―. Siempre ha sido así ¿Sabes? Él... nos recuerda mucho al tío Gennaro.

―Oh.

―Sí... ―Aldo y yo empezamos a caminar lentamente por el pasillo―. El tío Gennaro decidió ganarse la vida de una manera muy... oscura. Tuvimos que cortar lazos con él, no hubo otra opción.

―¿Oscura?

―Drogas, bella, a eso me refiero ―Aldo me mira con una expresión triste―. No le gustaba no ser el jefe y como es el último hijo del abuelo, pues decidió que si no era jefe aquí lo sería en otra parte... y así fue como tuvimos que expulsarlo de la familia. No pensamos en esto hasta hace poco, pero... tal vez Blaze esté con él, no lo sé, sabemos poco de Blaze, no deja que Idara lo monitoree como a Harun.

―Oh... ―frunzo el ceño―. Eso tendría mucho sentido... Blaze... quemó mi casa.

―Lo sé, Harun me lo contó, por eso lo digo.

―No entiendo, teniendo una buena familia como la de ustedes...

Ambos nos detenemos frente a una puerta por fin y Aldo la apunta, como diciendo "al fin llegamos".

―Si vuelves a ver a Blaze... corre ―me acoseja.

Yo río pero asiento.

―¿Sabes lo que dicen? ―pregunta él inclinándose cerca, susurrando.

―¿Qué? ―frunzo el ceño.

―Dicen que Bernardo... no es hijo del tío Enzo ―murmura, luego hace una mueca―. No sé por qué te lo cuento, bueno, digo, escuché a la abuela hablar de eso pero cuando pregunté, nadie me dijo nada, así que te estoy usando, por si Harun te dice algo, dímelo ¿Sí? Amo los chismes ―él chasquea su lengua y luego me guiña el ojo, no puedo evitar reír.

―No sé nada sobre eso, lo siento ―me encojo de hombros como una disculpa―. Pero si me entero de algo, te avisaré.

―Te daré mi número ―él saca su celular de su chaqueta, yo saco el mío también e intercambiamos números―. Te puedo contar secretos sobre Harun ¿Qué te parece? Tengo álbumes de fotos, dibujos de cuando era niño, vídeos de él hablando...

Al oír lo último tomo a Aldo de las solapas de su chaqueta y lo sujeto con fuerza.

―¿Vídeos de él hablando? ―pregunto y estoy segura de que parezco desesperada.

―Hasta los nueve años fue muy conversador.

―No me jodas.

―No te jodo, bella, hay mucho material ―me dice―. Incluso, tengo fotos de él con su primera novia. Una niña del vecindario en la ciudad, tenían como cinco años pero todo el mundo decía que se casarían ―él ríe―. Pobre, se quedó con el vestido puesto ―murmura luego con un poco de tristeza fingida―. Por eso, la consolé por un tiempo ―él me guiña el ojo de nuevo, yo me río y lo suelto al fin.

―Todo este tiempo pensé que si Harun se abriera hacia las personas como un chico promedio ellos descubrirían lo maravilloso que es... y resulta que eso ya pasó, justo aquí y tal como predije, todos lo adoran ―miro mis dedos nerviosamente, porque sé que Aldo sabe cómo me siento respecto a Harun.

―¡Oh, bella, que tan enamorada estás! ―Aldo inesperadamente me aplasta las mejillas con sus dedos―. ¿Sabes? Él siempre fue sobresaliente en asuntos escolares pero nunca fue demasiado listo respecto a las chicas, así que dudo mucho que sepa sobre tus sentimientos ¿Entiendes? Tienes que decirle.

―No quiero ―sacudo la cabeza―. Elisa lo lastimó mucho, no quiere volver a confiar en nadie y yo no soy quien para hacerlo cambiar de opinión.

―Pero... supongo que no querrías que alguien más tomase esa responsabilidad ¿No? ―Aldo alza las cejas y se cruza de brazos―. Si realmente lo quieres ¿No es justo ir por él?

―No ―niego con la cabeza―. Respeto sus deseos, tanto como para no querer cambiarlos... lo que a él le haga feliz, lo que él quiere, eso es lo que tendrá... estoy segura de que si alguien va a hacerlo cambiar de opinión, bien, podré superarlo y tal vez, algún día, conozca a alguien a quien quiera tanto como a Harun.

―Eres extraña ―Aldo ladea la cabeza como si estuviese tratando de descifrarme―. Me recuerdas a Harun, siempre reprimiendo sus deseos por el bien de los demás... alguno de ustedes tiene que dar el primer paso y ser egoísta, bella, las cosas simplemente no se pueden quedar así ―él sacude la cabeza―. Pero supongo que disfrutaré verlo mientras esté sucediendo... no muchas personas piensan en el prójimo al estar enamorados, todo es "quiero estar con ella o él a como dé lugar, es mi deber, porque lo amo y quiero demostrárselo". Y yo digo "confiesa lo que sientes, inténtalo, pero si no funciona, no presiones... es incómodo para todos".

Comienzo a reír de nuevo, Aldo realmente es una persona graciosa.

―Suena como que te ha pasado ―comento.

Él rueda los ojos.

―Las personas con sentimientos buenos son tan molestas, bella, no tienes idea ―él ríe―. ¿Te estoy entreteniendo demasiado? Te dije que me gustaban los chismes... tal vez visite América la próxima vez, se ve que la gente no es muy expresiva allí, eventualmente eso termina explotando y puede ser entretenido.

―Vas a disfrutar América ―le guiño un ojo.

Aldo frota sus manos entre sí como si tuviese un plan y ambos reímos. Luego el baja los brazos sobre mis hombros y se inclina con una mirada acusadora.

―Vamos, bella, tienes que confesarte en algún momento ¿Capisci?

―¿Por qué tanta insistencia?

―Harun volvió porque tú estabas con él, eso fue lo que él dijo... yo creo que tú le haces bien, toda la familia lo cree.

―Planeo ser su amiga por mucho tiempo, así que no tienes que preocuparte.

―Ya, bella, pero como amiga de Harun no puedes procrear más integrantes para la familia, capisci cosa voglio dire?

―Tanto vino les hace mal a los italianos ―le digo.

―¡Nunca digas eso! ―él me apunta con su dedo.

Inesperadamente veo a alguien golpear a Aldo en la cabeza con una libreta y un segundo después veo a Harun negando con la cabeza mientras sonríe. Aldo quita sus manos de mis hombros y da un paso atrás para tomar a Harun del cuello y empujarlo hacia adelante mientras desordena su pelo.

―Rispetta i vostri anziani, moccioso ―dice Aldo mientras ambos forcejean.

Yo solo me divierto mirándolos hasta que Harun lo empuja lejos y Aldo resopla.

―Bien, tu ganas ―Aldo levanta las manos―. Ya me está dando sueño, tuve un largo día hoy, mejor me voy ya ―dice―. Addio, bella, buona notte.

―Buenas noches ―le digo.

Él se retira dejándonos solos.

Cuando volteo a ver a Harun tiene algo ya escrito en la libreta «¿Ya viste tu habitación?». Yo niego con la cabeza así que él apunta hacia la frase debajo de la primera «Bien ¿Qué tal si entramos? Tengo algo que contarte y preguntas que hacerte». Río y asiento, así que él abre la puerta y me entrega un post-it que tiene algo escrito.

«Esta habitación perteneció a mi difunta hermana Bianca, no te había contado sobre ella porque a veces es difícil hablar sobre eso. Pero creo estar listo»

Vaya, no sé si estoy lista para esto... pero adelante.

―Vaya ―murmuro mirando alrededor.

Tiene esta imagen antigua que tiene toda la casa y es bastante hermosa; el piso es de manera, tiene un balcón y una chimenea, una cama de dos plazas, una mesa frente a la cama donde supongo que puedes comer el desayuno o lo que sea, tiene pinturas bonitas y una peinadora que parece antigua con cosméticos que supongo que deben ser de la hermana de Harun, todo es muy... elegante.

Él me entrega otro post-it.

«Bianca tenía quince cuando yo tenía nueve. Murió a esa edad por un aborto que salió mal. O bueno, eso es lo que se les dijo a la familia»

―Su habitación es muy bonita ―le digo, ofreciéndole una sonrisa―. Ustedes... ¿Eran muy cercanos?

Harun sonríe y asiente, luego camina hacia uno de los burós donde hay diversas fotos puestas encima. Yo me acerco. Él me entrega un portarretratos con una foto de él y su hermana abrazos. Supongo que él debería tener como unos cinco años en la foto. Su hermana se parece mucho a él excepto por el hecho de que es rubia, pero su cara es muy parecida.

―¿Por qué dices que... eso fue lo que se le dijo a la familia sobre su muerte? ―pregunto dejando la foto abajo―. ¿No fue así como sucedió?

Harun niega con la cabeza y me entrega otro post-it, esta vez escrito por ambos lados.

«La muerte de mi hermana es aquello por lo que debo guardar silencio y volver aquí, con todas las personas que nunca sabrán lo que realmente lo ocurrió a Bianca me hizo pensar que tal vez es hora de decírselo a alguien. Pero no puedo hacerlo por mí mismo, así que... quisiera que tú fueras la primera persona a la que se lo cuente y de ahí, quiero tu ayuda para decírselo a los demás»

Suspiro, mis manos tiemblan por la anticipación.

―Es un honor que tú confíes en mí ―le digo y trato de sonreír―. Haré lo que sea por ti.

Él me devuelve la débil sonrisa y me entrega otro post-it.

«Gracias»

Río por la ironía de que él ya sabía que diría algo como eso.

Él levanta las manos y me muestra las palmas como si dejara "ya no tengo más". Sin embargo, su libreta sigue en el bolsillo interior de su chaqueta, así que la saca y escribe algo mientras se dirige hacia la cama. Yo lo sigo y me siento ahí, notando que junto a esta está mi equipaje. Ya me preguntaba que habían hecho con él.

«Mi familia quiere que nos quedemos una semana, sé que dije tres días ¿Pero eso está bien? ¿No tienes que volver a la universidad?»

―Está bien, me las arreglaré ―le digo―. ¿Ya has hablado con tu padre? ―pregunto.

Él mueve su mano en señal de "más o menos"

―¿Crees que puedes volver a confiar en él? Es decir, se ve como un buen hombre pero no estoy segura.

Él se pone a escribir otra vez.

«Él dice que no ha sido parte del engaño de Elisa, que tuvo que tomar responsabilidad porque mi madre se lo pidió... y él insiste en deberle muchas cosas a mi madre, así que no se negó. Pero dice que ya no podía seguir culpándose y no viéndome cuando soy el único hijo que de verdad tiene»

―Entonces, tu madre lo hizo...

Él escribe: «Ella siempre ha dicho que soy "su niño milagroso", supongo que quería arreglarme a como diera lugar. No la culpo tampoco ¿Sabes? Pero aun así estoy enojado, no vine al mundo para sanar sus heridas como ella piensa»

―¿Por la muerte de tu hermana? ―pregunto con curiosidad.

Harun escribe: «Por eso y por muchas otras cosas»

―Ya, supongo que... si eres una esposa comprada, te obligan a casarte en un país que no conoces, pierdes una hija y uno de tus hijos es Blaze, también me aferraría a lo único hermoso de la vida ―digo antes de frotar su mejilla, él sonríe.

Él escribe: «¿Estás cansada?»

Yo niego con la cabeza.

«¿Quieres que vayamos a dar un paseo? La Toscana es bonita incluso de noche»

―No hay luces afuera, Harun ―le digo―. Estará un poco oscuro.

Él frunce el ceño y me toma de la mano, arrastrándome hacia el balcón. Luego, el apunta hacia arriba... hacia las estrellas.

Luego levanta las cejas como si dijera "¿Lo ves?"

Yo río y aprieto su agarre en mi mano.

―De acuerdo, demos un paseo.

------------------

N/A: Lo sé, sé que hoy es jueves, no miércoles. Pasa que me olvidé de que era miércoles ayer, jeje...

Bueno, espero que les haya gustado el capítulo ¡Cada vez nos acercamos más al final! Síp, síp, queda mucho que describir aun pero esta novela no tendrá 60 capítulos, así que... sí, bueno, será algo corta (espero).

Btw, tengo que mostrarles el dibujo que @MMDreamer hizo para mí. ¡Es hermoso! (este capítulo va dedicado para ella, loviu girl)

¡Son Harun y Odette! (más o menos así me imaginaba a Odette, ya que no di ningún detalle sobre ella, la verdad) dklsjfklsdjfklsdfj ¡Amo los dibujos! (en serio, la mitad de las personas que sigo en IG son dibujantes (@rossrocksnroll en IG, siganme ;)). Creo que este es el primer dibujo que hacen sobre mis historia, so es muy especial :3

Si alguien más quiere mandarme dibujos, yo me doy, me derrito, really, son bienvenidos y obviamente estarán en multimedia en esta historia o cualquier otra de la que quieran hacer dibujos, of course.

Eso sería todo ¡los amo! Shalom.

Ross out.