Un retraso
Le siguen reglas. Un chico, y nuevas reglas a imitar. Salimos de la función y ahora compartíamos asiento en un metro azul.
-Es que es tu novia. - solté de pronto, envuelta en resentimientos.
-¿que tiene mi novia? - Sus ojos volvieron como antes, miraba tan fuertemente, no podía sostenerle.
-Que me gustas...No, no eso...Ni se lo que digo, desde que nos encontramos allá en el cine. Todo se ha vuelto confuso, yo solo quería. Y luego, y yo...
-¿Te gusto? - ¿ preguntaba ?
- No, no sé. Lo siento
-No, no aguarda un momento. - Intente alejarme, pero me tomo del brazo y me volvió.
-No debí venir, estuvo mal. Déjame.
-Eh, eh. Que no es el fin del mundo
-¿Entonces que es Luis? Me duele. - Me soltó... quiero ser su novia. Quiero ser su novia desde...que perdida la moneda y nuestros dedos se entrelazaron mientras la buscábamos por la alfombra. A veces la amistad, se trata de comprar dos botes de palomitas. Cuando podríamos compartir uno.
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