La espera fue un martirio.

El corazón de Harry latía a una velocidad prácticamente inhumana. Su respiración era irregular, provocando que su pecho subiera y bajara visiblemente. Sus manos temblaban, en un esfuerzo por no taparse la cara y salir corriendo con la vergüenza a flor de piel. Porque si bien, Harry parecía un hombre fuerte y que pocas veces se avergonzaba – esto debido a su gran altura y su voz grave – en realidad era todo lo contrario; Siendo el tipo de chico que se avergonzaba de muchas cosas e incluso débil en ciertos puntos. Y Harry solo podía pensar que la única vez que estuvo así de nervioso fue cuando se le declaro a Louis. Aunque probablemente nada podría superar ese día.

La respuesta que casi mata a Harry fue un movimiento de cabeza. En negación.

Por otro lado estaba Louis. El pequeño ojizarco que estaba tan nervioso de perder a su gigante novio, con los nervios a flor de piel y con lágrimas próximas a salir, ahora tenía su cabeza ladeada hacia un lado, con la confusión reflejada en sus ojos. Y es que no entendía, no sabía lo que era aquel "Daddy Kink" o como fuera que se llamara. En un primer momento pensó que Harry quería hijos, y Louis casi se sintió morir; Porque muy apenas podía cuidar de sí mismo como para cuidar de otro pequeño ser humano. Pero descarto esa idea al instante, porque si bien no entendía el término que su novio había dicho, sabía que aquello no significaba que había que agrandar la familia. O eso quería creer.

Tampoco entendía porque el rizado estaba tan nervioso, porque Louis probablemente lo apoyaría en lo que fuera como el rizado había hecho con él. Así que, separándose un poco del cuello de Harry, poso su pequeña mano en la mejilla del más alto, propinándole leves caricias. El más alto se relajó instantáneamente ante aquel toque, acurrucándose ante el toque del castaño. Louis sintió como el corazón de Harry comenzaba a latir normalmente, provocando que una pequeña sonrisa surcara su rostro para comenzar a depositar pequeños besos en el cuello de Harry, subiendo lentamente hasta su mejilla, escuchando la risa de su novio.

Y si bien, Harry estaba más tranquilo, aún estaba nervioso por lo que pudiera pensar Louis.

-No sabes que significa, ¿Cierto Lou? – Louis asintió, y Harry tuvo que tomar varias bocanadas de aire para soltar lo que venía a continuación - ¿Qué opinas de la idea de ti llamándome papi?

Y Louis literalmente se congelo.

Definitivamente se esperaba todo menos aquello, y su expresión lo representaba bastante bien. No, literalmente no se lo esperaba, pero tampoco le molestaba. ¿Le parecía raro? Si, le parecía bastante raro, porque jamás en su vida se le paso por la cabeza llamar a Harry o a alguna de sus parejas de aquella manera. ¿Le disgustaba? No lo sabía, porque Louis era un completo novato en aquel tema. Louis tampoco pudo evitar pensar en que aquella sensación debía ser muy similar a como se había sentido el rizado cuando el llego con sus nuevas ideas de vestimenta. Y Louis tampoco pudo evitar pensar en que Harry se debía sentir como el mismo unas semanas atrás, cuando le presento a Harry sus nuevos gustos. Y Louis se preocupó, porque Harry no debía sentirse así, era una sensación muy fea para alguien como él.

Así que Louis lo beso.

Era un beso tierno, sin lengua, en donde sus labios muy apenas se movían. Louis no era bueno con las palabras, nunca lo fue, al menos no como Harry. Así que trato de que con ese beso, Harry se sintiera bien, a salvo, amado, querido... y aceptado. Porque Louis sabía muy bien que aquello no era fácil, sabía muy bien que no todas las personas aceptaban a los gustos de otras personas. Louis sabía que era difícil, y también sabía que Harry necesitaba su apoyo, y Louis se lo daría. Louis haría que Harry se sintiera querido y aceptado, esa noche y todas las que siguieran.

Fue cuando ambos se separaron del beso cuando Louis decidió hablar.

-Sabes que te amo mucho ¿Cierto? – pregunto tomando la mano del rizado con la suya, jugando con los dedos de la mano contraria. Harry asintió ante su pregunta – Te amo mucho mucho mucho, hasta la luna y más si es posible – Dijo abriendo sus brazos; Y Harry rio, porque su novio era tierno sin siquiera proponérselo. – Y no voy a dejar de amarte solo porque tengas gustos distintos – dijo Louis con cuidado de decir algo que pudiera ofender al más alto – Y no me das asco, y no me alejare de ti solo por ello. Te amo mucho, y nunca dejare de hacerlo.

Louis fue besado y mimado esa noche, mientras que el rizado sonreía con lágrimas de alegría en sus ojos. Porque Louis no era bueno con las palabras, pero estas habían sido simplemente perfectas.

El reloj marcaba las 09:20

Los rayos de sol pasaban por el gran ventanal de la habitación de la pareja. Una fría brisa entraba desde el exterior, haciendo que el cuerpo de Louis se acurrucara aún más contra el cuerpo del más alto. Las sabanas y frazadas se encontraban enredadas entre el desorden de piernas y brazos que yacía en la cama. Y Louis tiene frio, porque el cuerpo de Harry no le es suficiente para mantenerlo caliente, y su remera de piyama desapareció entre la infinidad de mantas y sabanas. Nada sexual había pasado, simplemente Harry quería sentirlo sin la necesidad de un piyama y Louis había aceptado, porque el también quería.

Y Louis quiere leche con chocolate.

Louis lentamente se deshace de los brazos de Harry a su alrededor, llevándose su mano en un puño a uno de sus ojitos, quitando los rastros de sueño. Mira entre bostezos al cuerpo a su lado, quien se remueve entre sueños, incomodo ante la ausencia del cuerpo del más pequeño. Y Louis sonríe y se ríe suavemente, queriendo realmente dejar a su rizado novio dormir, pero ambos deben sacar a pasear a Thomas y Louis quiere leche con chocolate. Principalmente por esta segunda razón.

Así que Louis se dedicó a delinear suavemente la cara del rizado, viendo como este reaccionaba ante su tacto. Harry murmuraba entre sueños, susurrando cosas que Louis no entendía pero que le provocaban una inmensa ternura. El pequeño castaño comenzó a depositar pequeños besos en las mejillas y frente del más alto, tratando inútilmente de despertarlo. Después de todo, Harry no era una persona fácil de despertar.

-Harry cielo, despierta – murmura el más bajo, moviendo levemente el cuerpo del más alto. Riendo ante las quejas de Harry. – Harreh.... Quiero leche con chocolate, despierta – dice subiéndose encima del rizado, quien solo se acurruca más en las sabanas.

-Lou... Déjame dormir unos... unos minutos más ¿Si? – pide Harry entre bostezos sin abrir los ojos, volviendo a caer rápidamente en un sueño profundo.

Louis realmente no lo piensa mucho cuando lo dice, el simplemente quiere leche con chocolate.

-Papi despierta, tengo hambre.

Harry se despertó al instante.
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