"¿Listo, Harry?"

"Lo estoy", respondió él, mirando con seriedad las runas que habían el suelo. Todo había sido hecho por los tres juntos; Harry, Luna y Hermione. Por supuesto, también recibieron ayuda de Rowena, que miraba con atención.

Mantuvieron más de un mes de incesante trabajo para intentar lograr lo que comenzaban ahora mismo. Entre estudios y otras cosas, fue agotador, sobre todo por la complejidad de las runas. Hermione, que estudiaba runas en el electivo de Hogwarts, quedo sorprendida y maravillada por la verdadera complejidad de todo. Desde que comenzó a estudiarlas, supo que tenían cierto poder, pero no de la forma en que lo explico Rowena Ravenclaw.

Las runas se podían usar como hechizos.

Las runas se podían usar como complemento de otros símbolos.

Las runas se podían usar para rituales.

¡Era sorprendente!

Habían varias runas alrededor de Harry, dibujadas en el suelo, formando un círculo. Pero, de todas ellas, la que quizás era la más importante, era Mannaz. Como todas las runas, esta podía representar varias cosas, pero lo importante aquí, eran dos cuervos: Huginn y Muninn. El primero, la mente (el pensamiento) y el segundo, la memoria.

Mannaz era una runa que podría desentrañar el potencial humano. Es tanto nuestro potencial humano individual para perfeccionarnos a nosotros mismos y el potencial total de la humanidad para convertirse en una civilización sostenible.

Mannaz es nuestra capacidad de analizar y predecir, de generar efectos deliberadamente y dar forma a nuestro futuro individual y colectivo. Es el impulso para mejorarnos a nosotros mismos y a la sociedad. Esta runa nos ayuda a darnos cuenta de nuestro lugar en el panorama general, donde nuestras energías y habilidades están perfectamente posicionadas para moldear el Ser y la Sociedad hacia nuestros ideales.

Pero, había algo más. Algo que era importante para el aquí y el ahora de Harry Potter. Según Rowena, era llamado la mente en el tiempo: se trata de nuestros propios orígenes velados, por ejemplo, la falta de memoria que tenemos de nuestro nacimiento e infancia. En un sentido colectivo, nuestra especie ha existido durante millones de años antes de la historia registrada, pero la memoria viva de esos tiempos se ha perdido.

Sin embargo, estos secretos todavía están ahí para ser descubiertos en lo profundo de nuestro inconsciente, ya que nuestros antepasados ​​los han vivido y están en nuestro aliento, sangre y composición genética.

Otra runa, era Othala: que contiene el poder potencial de todas las demás runas. La principal energía involucrada en esto es el poder espiritual ancestral, que nos conecta con nuestra sabiduría genética, la unidad inconsciente y a veces despierta que nos vincula con los primeros humanos que comenzaron a pensar y buscar algo 'más grande' que un simple 'animal'. La existencia.

Laguz también estaba ahí, tallada en el suelo alrededor de Harry. La memoria colectiva, el subconsciente. Una runa que enseña a mirar en la oscuridad de nuestro inconsciente. Ihwazh se había tallado también, como una forma de comunicación con el inframundo. Esta runa era importante para poder deshacerse del Horrocrux.

. . .

"Espero que toda esa meditación te haya servido, Harry. Porque definitivamente puede ser peligroso", Luna comentó con seriedad, algo poco común en ella. Pero eso demostraba lo importante, peligroso que era todo, además de lo preocupada que se sentía por su amigo.

"Hazlo", ordeno Harry.

Luna así lo hizo, activando las runas con su magia. Cada una brillo con fuerza alrededor de Harry, quien cerro los ojos con fuerza al sentir una presión sobre su mente. Lentamente, inhalo. Luego, lentamente, exhalo. En ese mismo instante, sus parpados se abrieron mientras sus ojos se movían hacía atrás, dejando solo color blanco.

Tanto Luna como Hermione miraron con preocupación, sin saber lo que realmente experimentaba Harry.

. . .

Voces... voces por todos lados. Gritos, susurros, palabras en tonos de conversación. 

"¡Harry Potter! ¡El cuarto campeón es Harry Potter!"

"Tienes los ojos de tu madre... "

"¡Muchacho!

"¡Eres un mago, Harry!"

".... el heredero de Slytherin.... "

"¡Monstruo!"

"¡Lily! ¡Es él!"

Un montón de voces aparecían y desaparecían a cada segundo mientras Harry se encontraba en la oscuridad absoluta. Voces que conocía. Voces que le hablaron a lo largo de su vida.

Luego, vinieron las voces que no conocía:

"La magia es más interesante y poderoso de lo que esperas, joven rey", sonó una vieja voz. "Usa ese deseo en lo más profundo de tu ser. Haz que tu voluntad no flaqueé nunca".

"¡Esos sangre sucia no deben juntarse con nosotros! ¡¡Serán nuestra perdición!!"

Más y más voces resonaron en sus oídos, superponiéndose entre ellas hasta que no eran nada más que un ruido molesto. Y de repente, Harry inhalo con fuerza, como si fuera la primera vez que respiraba, mirando un lugar en blanco. Murallas y suelo de piedra, todo en blanco. Bancos de color blanco, incluso un espacio y rieles en blanco.

"Este lugar... "

"Es un limbo, Harry James Potter", una voz lo alarmo. De la nada apareció. De la nada, una presencia llego a los sentidos de Harry. Era una presencia como ninguna otra. Harry había sentido a otros cuando estaban detrás de él. O, a veces, cuando alguien lo miraba demasiado, una persona podía sentirlo. Pero esta presencia, era simplemente demasiado vasta. 

Para cuando se dio la vuelta, solo vio una sombra. No había una forma exactamente específica en el lugar donde podía sentir la presencia. No se podía ver un rostro, tampoco piernas. Harry tuvo que entrecerrar sus ojos, solo para poder percibir una silueta delgada. Era como si fuera invisible, o se mezclara demasiado bien con el lugar.

"Aquí puedes acceder al otro mundo. La otra vida. El inframundo. Puedes llamarlo como quieras. Aunque... me siento un poco sorprendido, honestamente. Fuiste audaz. Demasiado, creo yo... ¿No tienes miedo de morir?"

"No le temo a la muerte"

"Todos piensan eso. Pero, cuando se dan cuenta de la verdad, le temen. Perder familias. Perder legados. Perder la magia... cuando se dan cuenta de que perderán todo al morir, se asustan".

"No le temo a la muerte", repitió Harry. "Mi final llegara en algún momento".

"Pero luchas por tus deseos. Quieres seguir viviendo para poder tener una familia y que nadie te la quiete. Quieres vivir para tener un trabajo en el que puedas disfrutar. Quieres muchas cosas... y podrías perderlas en un segundo. ¿Por qué no le temes a eso?".

"No se que o quien eres, pero si deseas saber la respuesta, es simple: no le temo a la muerte porque lucho por vivir mi vida. Es porque tengo esos deseos, que tengo este impulso. Es porque deseo tener el control de mi destino en mis propias manos que puedo vivir con más fuerza. Y si tuviera que temer a algo relacionado con la muerte, sería la forma en que pase a la siguiente gran aventura. El dolor. Después de todo, solo a los masoquistas les agrada sufrir".

"Je... Je, je, je... Ya veo, ya veo. ¡Bien! ¡Parece que realmente puedes ser el siguiente!"

Harry frunció el ceño con confusión. "¿El siguiente?"

"No te preocupes, Harry James Potter. No es realmente un problema, ni siquiera un peligro. Lo entenderás a su debido tiempo... "

"Ahora... has hecho un ritual interesante. Así que me retirare a mis dominios y te dejare con la siguiente parte", la voz sonó, pero ahora parecía un poco alegre, en comparación con la voz sin emociones anterior. Y en ese instante, diferentes luces se fueron manifestando en los alrededores: morado, verde, azul, amarillo, rojo y blanco. Luces como si fueran luciérnagas volando alrededor.

Las luces se movieron hacía Harry, como si fueran atraídas por su persona. Gracias a eso, fue capaz de ver que quien le había hablado, tenía una larga túnica y una capucha que ocultaba su rostro. Su nariz o su boca, nada se veía, ni siquiera las mejillas. Lo único visible dentro de esa oscuridad proporcionada por la capucha, eran dos orbes grises.

"Interesante... un muchacho sin demasiado conocimiento, ha podido usar tal ritual. ¡Creo que podría ser mejor que mi anterior aprendiz!", una voz provino desde una de las luces, sobresaltando a Harry en ese momento, y haciendo que pierda la visión de quien le había hablado en primer lugar.

"¿Mi descendiente es un pobre mestizo...? ¿Qué clase de penitencia es esta? Bueno... quizás sea mejor que el otro muchacho que se perdió por completo".

"¡A mi me gusta! A pesar de lo tímido que puede llegar a ser, disfruta de las bromas. Puedo enseñarte algunas transfiguraciones interesantes, niño. ¡Los que se convierten en cerdos, son los más divertidos!"

Una luz azul parecía volar alrededor de la cabeza de Harry mientras tintinaba. "Oh, interesante. Un retrato mío te ayudo para lograr esto. Si, funciona para mi. Demuestra que no eres un tonto sin sentido común".

"¿Señora Rowena?", Harry pregunto sorprendido.

"Hola, joven mago. Parece que puedes hablarme de otra manera en este momento. Bueno, es normal con ese ritual especial. Te ayudare un poco con algunos hechizos, no te preocupes".

"Yo no te daré de mis hechizos, incluso cuando puedes quedarte con la lengua parsel. Sin embargo, mejorare esa patética protección mental que tienes"

"Eres... ¿Salazar Slytherin? ¿Cómo? Pensé que tu línea solo se extendía hacía Tom Riddle".

"¡Muchacho tonto! ¿Acaso olvidaste para que sirve verdaderamente este ritual? Rowena te lo explico claramente: puedes acceder al conocimiento de tus ancestros. El hecho de que puedas entrar a este limbo y llegar a lo más profundo de tu ser para aniquilar ese patético pedazo de alma, es algo adicional".

"Acceder a este lugar es el proceso para acceder al conocimiento de las líneas conectadas a ti por sangre. Tienes suerte de que la línea Peverell se haya extendido hacía tres de las casas de Hogwarts".

"Lord Slytherin ha explicado correctamente las cosas, mestizo. Ahora prepara tu mente para recibir parte de nuestros conocimientos. Pero recuerda, yo te ayudo para que cobres venganza por lo que ese mestizo le hizo a mi casa. Tch, no puedo creer que mi familia Black haya sido casi exterminada por la poca inteligencia de mis descendientes".

"¿Black...? Bien, puedes culparte por eso, infeliz bastardo", Harry gruñó. "Ustedes, incestuosos sin sentido común, se lo han buscado. En vez de enojarte conmigo, agradece de que Sirius y Draco no siga los pasos de tu familia".

"¡Tú... !"

"¡Bwahahaha! ¡Él sabe hablar, Rowena! Como era de esperar de un Gryffindor".

"Ugh... Por Circe, no puedo creer que este chico no solo este relacionado conmigo, sino también con el idiota de Godric y la perra frígida de Rowena. ¡Ni siquiera fui tan malo en vida!"

"¡No maldigas en mi nombre, muchacho!"

"Espera... ¿Eres Circe?", Harry pregunto mirando una de las luces a su alrededor. Más específicamente, una de color purpura.

"Lo soy... ¿Sorprendido? ¿Quieres inclinarte? Puedes hacerlo, aceptare una inclinación".

Harry apretó los labios en una línea antes de hacerlos sonar en un 'pop'. "No. Definitivamente no. Sin embargo, me gustaría saber si realmente fuiste una diosa. Ya sabes, los dioses son una cuestión de estudios para la sociedad muggle. Zeus... Apollo... Artemisa... todas esas cosas divinas".

"¡Los dioses existen!"

"¡No lo hacen!", una voz vieja replico de inmediato.

"Tch... ", Circe chasqueó la lengua con disgusto.

"Escucha con atención, muchacho: Dios es solo una palabra creada por las personas sin poder. Humanos que veían magia poderosa como si fuera de otra dimensión. Una dimensión superior a ellos mismos. He visto tu vida, lo que has aprendido y de lo que no te has dado cuenta, todo por nuestra conexión en este ritual".

"Los dioses como existencias divinas y superiores, realmente no existen. Lo único que puede ser realmente eterno, omnipresente, omnipotente y todo lo demás, es la muerte".

"Nunca lo había pensado de esa manera", murmuro Harry.

"¡Es normal, niño! El tiempo de los magos extremadamente poderosos, ha pasado. Y en tu era, solo quedan mitos y leyendas de lo que hicieron. Hazañas. Hazañas que han sido malentendidas y modificadas por personas sin poder mágico alguno".

"Y solo para que te hagas una mejor idea, la primera varita fue creada la noche del advenimiento del calendario Anno Domini... ¡Pero no lo vayas soltando por ahí!"

Harry parpadeo, realmente sorprendido de aprender cosas realmente interesantes, y quizás útiles. No sabía demasiado de las denominaciones de los calendarios, pero Anno Domini era algo famoso. Algo que todos deberían saber. Ahora mismo, se usaba AD para denotar los años después del nacimiento de Jesús.

"¿Quién es usted?", pregunto Harry, realmente curioso. De todas las voces que había escuchado, parecía ser la más sabia. Además, también sentía curiosidad por las luces que no había hablado nada, siempre flotando a su alrededor, como si también sintieran curiosidad.

"Ah... no me he presentado, que descortes de mi parte. El nombre de este anciano es Myrddin Emrys"

"¿Eh?"

"Espera... Espera un segundo", la voz de Salazar se escucho de inmediato. "Se lo que hace el ritual. Lo entiendo perfectamente. Pero... ¿honestamente eres descendiente de Merlín".

"¡No me preguntes, tonto!", Harry exploto en ese momento, demasiado sorprendido por la presentación tan simple del famoso Merlín. "¡Además, ¿no era tu estudiante?! ¡La historia de Hogwarts lo cuenta así!"

"¡No digas tonterías, mocoso! ¡Si Merlín fuera mi estudiante, entonces no habría muerto de la forma en que lo hice! ¡Yo sería un mago mucho mejor! Esta claro que ese Merlín que mencionas, es otro completamente diferente".

"Ciertamente", comentó Merlín. "Mi nombre es Myrddin, pero con las traducciones y cambios del lenguaje, termine siendo conocido como Merlín. Ese tipo que mencionas, no soy yo. ¿Quizás alguien con el mismo nombre? Estoy un poco celoso. Sería genial tener una tarjeta de esas ranas de chocolate"

"¿Eso te preocupa?", pronunció una luz que no había hablado antes. "Bueno, no estoy tan sorprendida. Después de aparece aquí y escuchar todo, es normal pensar que todos pueden tener un poco del señor Myrddin. Después de todo, actualmente, muchas familias mágicas, están emparentadas y relacionadas entre si. Los Potter, los Black y los Gaunt, son familias que descienden de los Peverell, quienes descienden de Gryffindor y Slytherin. Aunque, todavía no entiendo como tienes linaje de Ravenclaw".

"Mujer, ¿quién eres?", Pregunto quien Harry pensaba era Godric Gryffindor. Era una luz roja a un lado de Rowena, y por su forma en que había reaccionado antes. Más aún con las palabras que soltó Salazar Slytherin.

"¿Yo? Soy la tía bisabuela del muchacho. Dorea Black".

"¿Lo eres?", Harry pregunto de inmediato. Era la primera vez que realmente escuchaba claramente a un pariente sin tener un dementor a centímetros de su boca. Sirius también era un pariente, pero el hombre-perro estaba vivo.

"Me case con el hermano de tu bisabuelo, Charlus Potter".

"Eso es genial. Solo tengo a Sirius, y el viejo esta encerrado en Grimmauld Place porque los idiotas del ministerio lo enviaron a Azkaban sin pruebas ni juicio".

"Lo vi", Dorea comentó un poco enojada. "¡Honestamente, Arcturus! ¡¿Qué tan pedante puedes ser?! ¡Fue tu culpa de que la casa Black se encuentre en ese estado! No le eches la culpa a ese Voldemort".

"... yo... "

"Oh, ahora entiendo quien eres. ¡El abuelo de Sirius!", Harry entrecerró los ojos en gris oscura, casi negra. "Aunque apenas conozco de los miembros de la familia Black. Sirius me dijo que los podía resumir en idiotas que no pueden sacar sus caras de sus traseros. Y que la única excepción era su prima, Andromeda"

"Eh, supongo que hay más. Tendré que mencionarlo cuando lo vea".

"Puedes hacer todo lo que quieras", comentó Myrddin. "Pero ahora tenemos que comenzar el proceso para la transferencia de conocimiento. No puedes quedarte tanto tiempo aquí. Además, también tienes que borrar ese pedazo de alma, ¿verdad? Está debajo del banco a tu espalda".

"Si... pude sentirlo. Decidí ignorarlo en pos de hablar con ustedes".

"Bien... vamos a terminar con esto", Rowena dijo con seriedad. "Prepara tu mente, Harry Potter. Dolera".

"¿Mucho?"

"¡Cómo el sangriento infierno!", grito Godric.

"Bien... ", Harry comenzó a decir, pero sus ojos se abrieron de par en par cuando la luz que representaba a Myrddin, se acerco a su frente. Entonces, sintió como le aplastaban la cabeza mientras su mente se llenaba de nuevo conocimiento.

"¡¡Ahhhhh!!", Harry grito con todas sus fuerzas cuando sus rodillas golpearon al suelo.

"Recién ha comenzado, mestizo"

Harry apretó los dientes con todas sus fuerzas ante el dolor que sentía. Las luces se arremolinaba a su alrededor, ofreciendo sus conocimientos y, en algunas ocasiones, verdaderos recuerdos. Tuvo que acostarse para no mantenerse de pie y terminar cayendo con fuerza. Y mientras miraba con dolor las luces, una de ellas se acerco suavemente y floto sobre su frente.

Rojo como el fuego, pero con una suave y reconfortante sensación.

"Prefiero darte otra cosa que conocimiento mágico, Harry".

El dolor de Harry pareció desaparecer al escuchar la voz. ¡Él conocía esa voz! ¡La había escuchado antes!

"... tú... eres... "

"Tranquilo. Quizás pueda ayudar con el dolor, aunque sea poco".

"... Suficiente. No me importa eso... ", Harry murmuro entre el dolor que sentía. Su rostro se había contorsionado un poco. "Escucharte es suficiente".

"Lo siento... yo... "

"Grr~... Hiciste lo que pudiste, eso es suficiente para mi. Lo vi"

"Te has convertido en un buen joven, Harry".

"... Eso... es realmente alentador. Me hace sentir mucho mejor, mamá"

"Ojalá pudiera hablar más tiempo contigo. Pero tienes cosas importantes que hacer"

"Ve y derrota a ese tonto, ¿si?"

"¡Por supuesto!"

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