Capítulo 5: Tratar con lo indescriptible
En el aula de Defensa contra las Artes Oscuras, Harry simplemente leyó el libro que todos usaban. No dijo nada, ni siquiera miro hacía arriba; simplemente concentró sus ojos en las páginas del libro, ignorando las evidentes miradas de Dolores Umbridge. A su lado, Hermione hacía lo mismo, aunque pensando que realmente podía aprender algo, por pequeño que sea.
"Seños Weasley", la voz chillona de Umbridge, lleno a todos los estudiantes en el aula. Harry levantó un poco la mirada, notando que Ron parecía un poco confundido. Se había quedado dormido, y por eso llamo la atención de la mujer.
"¿Qué?", preguntó él, mirando hacía arriba. Umbridge le frunció el ceño con desaprobación.
"Se ha quedado dormido en mi clase, Weasley. Eso no es bueno. Tienes que leer el libro"
"¡Pero el libro no enseña nada! Incluso yo puedo saberlo".
Harry escucho a Hermione soltar un pequeño suspiro, pero no dijo nada.
Dolores se acerco a rápidos pasos, quedando a un lado de Ron, mirando con seriedad. Sin embargo, se podía ver un rastro de ira surgiendo en sus facciones. Probablemente a punto de sentenciar al pelirrojo a un castigo.
Cuando abrió su boca, a punto de decir alguna cosa, el ruido de la puerta siendo golpeada, se escucho. Luego de eso, solo un segundo después, se abrió. Un hombre era quien había abierto la puerta, con otras dos personas detrás de él.
"¿Quién es usted, señor? Ha interrumpido mi clase. ¡Debe saber que trabajo bajo las ordenes del Ministro!", Dolores dijo enojada, pero el hombre no reacciono visiblemente, simplemente la miro con seriedad.
"Se quien eres, mujer", dijo el hombre, con una voz fría. "Y he escuchado cosas atroces de ti. El Ministro no se encuentra contento, señora Umbridge"
"¿Y quién podrías ser, como para saber lo que piensa el Ministro?"
"Mi nombre es Marshall Fawley, parte de la Junta de Gobernadores de Hogwarts. He recibido cartas mencionando su flagrante despreció por la educación de los jóvenes en este castillo. También recibí una carta mencionando que mantiene objetos prohibidos en su oficina".
"¡Mentiras!"
"No tiene prueba alguna de tales cosas. Sin simples y viles acusaciones", Dolores entrecerró los ojos en el hombre. "Probablemente Dumbledore tiene sus manos en esto, ¿verdad?".
"Albus Dumbledore puede ser despedido por nosotros", una de las dos personas que acompañaban a Marshall Fawley, era una mujer anciana, con un extravagante sombrero. Ella miro con evidente despreció hacía Dolores.
"Las cartas, claramente, pueden ser acusaciones sin evidencias. Pero nosotros, la Junta de Gobernadores, no podemos descartar tales acusaciones. Hemos hablado con Cornelius Fudge, y ha insistido en que tales acusaciones necesitan ser investigados. Por eso nos encontramos aquí, para corroborar la información de dichas cartas".
"Madame Longbottom tiene razón", Marshall Fawley asintió de acuerdo con las palabras de la mujer mayor. "Este es un tema delicado. Un tema que Cornelius ya ha escuchado. Y como dije anteriormente, no lo ha dejado contento. Usted parece haber usando el nombre del Ministro y el Ministerio para gobernar este lugar como si fuera la directora. No tiene esa clase de poder, señor Umbridge".
"Niños, ustedes pueden retirarse por ahora. Sin embargo, necesitamos tomar sus testimonios sobre lo que ocurre en el castillo. Esperamos contar con sus palabras".
"¡No puedes despedirlos!", Dolores dio dos pasos hacía delante, levantando su voz a un tono más fuerte.
"Puedo hacerlo perfectamente", Marshall resoplo, mostrando por primera vez, alguna emoción. Harry noto el comienzo de una irritación. "Gareth, ¿puedes acompañar a los niños?"
"Los interrogare de inmediato".
"Deberías esperar un poco".
"No creo que los jóvenes estudiantes quieran distraerse, o pensar excesivamente. Es mejor preguntar y escuchar ahora mismo, cuando ningún testimonio puede ser cambiado por cualquier tipo de medios".
Marshall frunció un poco el ceño ante las palabras del hombre llamado Gareth, pero asintió después de unos segundos. Porque, de hecho, era algo inteligente de hacer.
"Vamos, entonces. Todos, síganme de cerca", Gareth dijo con seriedad.
Mientras salían, Harry movió ligeramente los ojos, para ver a Draco, quien también lo había mirado. Ambos tuvieron expresiones de conocimiento por unos segundos, antes de que volvieran a la normalidad.
La carta que Harry había enviado, fue solo ayer. Pero ahora mismo, las cosas ya se movían. Era bastante rápido.
Después de que todos salieran, siguiendo a Gareth, se escucharon gritos provenientes del aula, todos de Umbridge.
"Señor Potter", la voz de Madame Augusta Longbottom llamo la atención de Harry, quien se detuvo y la miro con atención.
"Creo que es la primera vez que tengo el gusto de verlo y hablar un poco. Le agradezco por su carta. Gracias a eso y la confirmación de mi nieto, Neville, fue posible saber de las terribles acciones de Dolores Umbridge".
"Usted tiene razón, Madame. Es la primera vez que hablamos. solo había escuchado cosas de Neville".
"Espero que cosas buenas", la mujer mayor resoplo un poco.
"Neville la respeta mucho, Madame. Algunas veces ha comentado lo estricta que puede ser, pero también demuestra el cariño y la importancia que tiene en la familia para usted. Es algo que puedo respetar enormemente".
"... ya veo... ", Augusta se veía un poco sorprendida, noto Harry. Parece que sus palabras la tomaron un poco desprevenida.
"Usted es diferente de lo que había esperado".
Harry sonrió con más fuerza ante ese comentario. "He tenido que madurar, Madame. Si ha escuchado sobre algunas acciones impulsivas mías, quizás sean ciertas. Es solo hace poco que he podido tener tiempo de pensar más en mis acciones".
"Admitir esas cosas, es bueno. Indica que realmente has comenzado a madurar, muchacho. Espero que puedas seguir siendo amigo de mi nieto. Creo que alguien como tú, es bueno para él".
"Por supuesto. Neville es una buena persona. Él es un poco tímido con ciertas cosas, pero definitivamente alguien a quien puedo llamar un amigo leal".
"Si... ese es Neville... ", Augusta murmuro con una sonrisa un poco cariñosa, aunque volvió su rostro a la normalidad en un instante. "Bueno, creo que debería seguir. Lo siento por llamar su atención. El grupo ya lo ha dejado atrás".
"No importa. Es agradable hablar con alguien como usted. Espero que podamos tener la oportunidad en otra ocasión".
"Ciertamente. Y siendo ese el caso, usted queda invitado a nuestro hogar en las próximas vacaciones".
"Entonces esperare por eso, Madame", Harry bajo un poco la cabeza antes de darse la vuelta y avanzar a grandes pasos. Se sintió un poco nervioso al hablar con Augusta Longbottom, ya que tenía que ser respetuoso y tener un tono que nunca antes había usado. Sin embargo, todo había salido perfecto.
Cuando alcanzó al grupo, noto que todos se habían detenido, esperando fuera de una aula vacía. Hermione se acercó de inmediato, junto a Ron.
"Harry, ¿por qué esa señora quería hablar contigo? ¿Es importante?"
"Era la abuela de Neville, Madame Augusta Longbottom. Ella simplemente quería charlar un poco", Harry respondió antes de colocar la espalda contra la pared y luego sentarse en el suelo.
"¿Abuela de Neville? Así que era ella... ", Hermione murmuro, un poco curiosa.
"Neville dice que ella es muy seria", Ron comentó mientras se paraba a un lado de Harry.
"Ella lo es", dijo Harry.
"Se veía como una persona bastante seria", Hermione miro a sus dos amigos, antes de cambiar un poco de tema. "Por cierto, no pensé que algunos estudiantes realmente decidieran enviar cartas a sus padres. Incluso la Junta de Gobernadores ha decidido actuar".
"Pensé que no sabrías demasiado sobre la Junta", Ron comentó, ganando una mirada molesta de Hermione.
"Pensaba que tú no tendrías idea de la Junta de Gobernadores, Ronald".
"Hermione, creo que todos saben sobre la Junta", Ron la miro como si fuera tonta, lo que solo causo que ella lo fulminara con la mirada.
"Entiendo sus responsabilidades. Pero nunca creí que realmente pasaran a un rol activo. Quiero decir, en ningún momento han revisado las clases o el castillo en si mismo. Lucius Malfoy fue el único que hizo una visita cuando sucedió lo de las petrificaciones. Y no fue simplemente por sus responsabilidades".
"Lucius fue expulsado por los demás, cuando hizo un tonto movimiento", pensó Harry. "Amenazar al resto de la Junta fue una tontería".
"Harry James Potter", la voz de Gareth llamo la atención del trío dorado, al igual que el resto de estudiantes que susurraban en el pasillo.
"Puedes entrar"
Harry se levantó y camino hacía el interior del aula. Al entrar, cerro la puerta y se sentó en el pupitre más cercano al escritorio que usaría un profesor, donde se sentó Gareth, con un pergamino y una pluma de auto dictado.
"Segundo estudiante a interrogar: Harry James Potter, Gryffindor, quinto año", dijo en voz alta, para luego mirar a Harry con un rostro sin emociones.
"¿Puede comentarme sobre el trabajo de Dolores Umbridge?"
"¿Puedo hablar honestamente?"
"Por supuesto. Esa es la idea, muchacho".
Harry asintió antes de cruzarse de brazos y decir: "Ella es una absoluta basura, por lo menos en cuanto a enseñar. Desde el momento que llego, ha intentado pasar encima de los demás profesores. Es hasta el punto en que les falta el respeto".
"Ella no ha enseñado nada hasta ahora. Y nos ha obligado a leer un libro que no sirve de nada. A ella no parece importarle nuestros desempeños como estudiantes. Dice que la practica de magia no es necesaria".
"Si nosotros, los de quinto año, nos encontramos disgustados, no puedo pensar como se sienten los de séptimo año, que tienen pruebas más importantes".
"¿Odias a la señora Umbridge?"
"Odio es una palabra fuerte, señor. Creo que es mejor describirlo como un gran disgusto. Anteriormente, hemos tenido profesores... bueno, un poco complicados. Pero, por lo menos, ellos han intentado enseñar algo. Dolores Umbridge no lo hace".
"Mm... entiendo. Iba a pedirte que evaluaras a la señora Umbridge con una nota del cero al diez, pero escuchando tus palabras, parece que no es necesario".
"La señorita Greengrass dijo algo similar a usted".
"Me gustaría hacerle una pregunta, señor"
Gareth levantó una ceja y asintió. "Usted puede hacerlo, señor Potter. Sin embargo, no es seguro que responda".
"¿Cómo se encuentra su hija? Cereus... ¿ese es su nombre, verdad? Escuche que una maldición de sangre ha azotado su cuerpo. Que terrible".
Gareth se congelo por unos segundos. Sus ojos se endurecieron y fulmino a Harry con la mirada. No dijo nada, pero su silencio y la forma en que se quedo quieto por unos segundos, fue suficiente para Harry.
Harry soltó sus brazos y los puso sobre el pupitre antes de inclinar un poco hacía delante, mirando directamente los ojos de Gareth.
"Señor inefable... recomiendo que no acepte los tratos del Señor Pickering. Hacer tal cosa, simplemente lo hundirá aún más en la desesperación. ¿Por qué no hace un trato conmigo?", Harry parpadeo una vez antes de sacar un pequeño recipiente un con líquido azulado que brillaba ligeramente. Lo puso sobre la mesa, observándolo por un momento.
"Estoy seguro que su hija puede curarse de tal maldición. ¡No solo su hija! Incluso su prima... ¿Astoria, verdad?", se detuvo un poco y volvió a mirar a Gareth.
"Quizás no pueda confiar en mi, señor inefable Greengrass, pero las perspectivas de esto, definitivamente son mejores que las del señor Pickering".
"Usted tiene una gran imaginación, señor Potter".
"¿Es así?", Harry inclino un poco la cabeza hacía un lado, pensando en lo que sabía del hombre frente a él: "Gareth no es un hombre malvado, joven yo. Sin embargo, es el tipo de hombre que sacrificaría muchas cosas por el bien de su familia. Y ni hablar cuando se trata de su hija. Paso años utilizando los recursos de la familia Greengrass, para poder encontrar una cura de la maldición que afligía a su hija. Fue hasta tal punto, que su hermano, Gawain, le prohibió seguir haciendo eso, incluso cuando su propia hija tenía la misma maldición de sangre".
"Pero ten cuidado, a pesar de que los Greengrass han aprendido a ver más allá de la filosofía en la supremacía de sangre pura, en tu tiempo siguen existiendo dudas. No empujes demasiado. Solo atráelo usando información importante. Luego de eso, déjalo. Él no te hará nada, no cuando la oportunidad que le arrojas, puede salvar la vida de su hija".
"Bueno... creo que eso ha sido todo", Harry se levantó, tomando el pequeño recipiente. Se movió hacía un lado del pupitre, para luego darse la vuelta y caminar hacía la puerta.
"¿Qué es lo que quieres?"
"Hay muchas cosas que quiero, señor. ¿De usted? Venga a verme cuando pueda darme una forma de entrar al departamento de misterios. Simple, ¿verdad?", Harry lo miro de reojo antes de abrir la puerta y salir, dejando a Gareth apretando los dientes. Su mente corría a gran velocidad, intentando descifrar como es que Harry Potter sabía tantas cosas. Lo peor de todo, es que sabía que cayó en una trampa. Esa poción podría ser una mentira para atraerlo, pero si atacaba a Harry Potter o sus cercanos, y esa poción era real, perdería mucho.
_____________________
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro