Capítulo 45: Recuperaciones
Hospital St. Mungos.
Alice y Frank Longbottom, habían sido anestesiados con pociones poco tiempo después de que Harry entrara junto a Augusta. Ambos habían estado sentados en sus camas del hospital, mirando a sus alrededores, moviendo sus manos como si fueran niños pequeños inquietos.
Ahora mismo, Harry intentaría ayudar.
"Como dije antes, no tengas demasiadas esperanzas".
Augusta cerro los ojos antes de negar con la cabeza, parada a los pies de la cama de su hijo.
Harry simplemente saco su varita y apunto hacía el hombre adulto. Usaría su legeremancia para poder ver su mente. Necesitaba saber en que estado estaba su interior, para siquiera intentar buscar una solución adecuada.
Harry cerró los ojos con fuerzas mientras su ceño temblaba ligeramente ante lo que veía en el interior de la mente de Frank.
"Tan fragmentada... Es como si hubieran golpeado un espejo con un pesado martillo y los pedazos flotaran en el aire. Hay algunos unidos, y otros que se superponen con otros. Que desastre".
"Por lo menos, la mayoría de sus funciones cerebrales, hacen el trabajo correctamente".
"Lo primero, es intentar arreglar las cosas más importantes. Y eso sería la forma en que se comporta. Los recuerdos que lo hacían un hombre adulto".
. . .
La legeremancia, era el arte de entrar en la mente de las personas, para poder ver lo que pensaban o parte de sus recuerdos. Esto no quería decir que uno simplemente pudiera mover esas cosas, de hecho, ni siquiera tocarlas de alguna forma.
Lo que hacía el arte mágico mental, era crear una conexión con otra persona, para poder escuchar pensamientos o ver ciertos recuerdos. Lo que hacía Harry en ese momento, era una cosa completamente diferente. Había creado la conexión, pero también había entrado a la consciencia de Frank.
Era un arte mágico mental mucho más avanzado. Y aún así, eso no garantizaba que pudiera solucionar el problema. No podía simplemente tomar un recuerdo y unirlo a otro. Necesitaba que el propio Frank pudiera hacerlo. ¡Y eso era lo más complicado!
Por eso, guío lentamente los recuerdos más importantes para su recuperación, hacía el frente de su consciencia, para que Frank pudiera familiarizarse con ellos. Era como armar un rompecabezas, con Harry funcionando como las instrucciones y las memorias como la imagen de referencia que venía en la portada de la caja.
La cosa es que... la persona que tenía que juntar las piezas, era como un niño de tres años.
Lenta y cuidadosamente, los pedazos de memorias que Harry había decidido tomar como un comienzo, se fueron uniendo en imágenes más claras. No fue cuestión de minutos, ni siquiera un par de horas. Cuando Harry abrió los ojos, tenía gotas de sudor cayendo por su frente, mientras que sus ojos se notaban cansados.
Su mano se movió, apuntando una vez más hacía Frank, causando que los parpados del hombre se movieran erráticamente. Segundo a segundo, sus ojos se fueron mostrando, hasta que abrió los ojos con un pequeño gruñido que provino desde lo profundo de su garganta.
"Buenas tardes, Frank. ¿Cómo te sientes?"
Frank movió la cabeza confundido, miro a Harry por un largo y extendido momento.
"¿Q- Quién... eres?", la expresión que puso cuando hizo la pregunta, lo hizo parecer como un niño asustado.
"Mi nombre es Harry Potter. Actualmente soy... bueno, el doctor que te está tratando".
"¿Doctor? ¿Estoy... enfermo? Pero me siento bien. Yo no quiero estar aquí".
"Lamentablemente, me temo que no puedo dejarte ir. Ya ves, unas malas personas te atacaron hace un tiempo. Tuviste graves heridas, así que necesitas quedarte aquí".
"Pero... Pero... ¡No quiero!"
Harry no dijo nada, simplemente necesitaba hablar con paciencia.
"Mira ahí, Frank".
"¿Eh?", el hombre frunció el ceño cuando miro hacía un lado. Ahí, donde Harry le indico que mirara, se encontraba Alice durmiendo.
"Ella también está enferma. La tuvieron que poner a dormir para que pudiera sanar mejor".
"¿Tam- Tam- También fue atacada por malas personas?"
"Eso es correcto. Necesita tiempo para sanar, al igual que tú. Por favor, ten paciencia, ¿si? Estoy seguro que, en poco tiempo, podrás volver a casa".
"¡Cierto! Uh... espero que mamá no esté enojada. Ella siempre se ve tan enfadada cuando no le hago caso... Aunque mi padre siempre me trata mejor".
Los ojos de Harry mostraron un rastro de sorpresa después de escuchar.
"¿Ya reconoce una madre y un padre? ¡Eso es genial! Tan solo pudimos recuperar sus recuerdos de como interactuar correctamente con las personas. Pero parece que todavía piensa que es un niño... No importa. Lentamente, por si solo, ha comenzado a unir las cosas en su mente".
"Por cierto, ¿quién eres?", Frank miro a Augusta con curiosidad
"Y- Yo.... ", la mujer no tenía palabras para lo que estaba viendo. Después de mucho tiempo, su hijo había hablado sobre ella, aunque no la reconociera. Después de años, parecía que se recuperaba.
Ante tal situación, Augusta Longbottom, no sabía como reaccionar adecuadamente. Deseaba poder ir y saltar hacía su hijo, para apretarlo en un fuerte abrazo. Quería contarle muchas cosas, pero no podía. Entendió que si hacía tales cosas, podría causarle miedo.
. . .
Cuando Harry salió de la habitación, dejando a Frank durmiendo, soltó un suspiro exhausto. Eso había sido bastante duro, ya que tuvo que usar mucha de su magia. Sin embargo, cuando estuvo por habla con Augusta sobre lo que harían a continuación, la mujer apretó sus brazos y puso la cabeza en el pecho de Harry.
Sorprendido, él solo se pudo quedar quieto, sobre todo porque sentía como las manos de Augusta temblaban en su agarre.
"Gracias... Muchas gracias... Realmente, no se como describirte lo agradecida que estoy... "
La mirada de Harry se suavizo cuando bajo la mirada, viendo el cabello gris canoso de la mujer. ¿Cuanto ha tenido que sufrir Augusta? ¿Cuando fue la última vez que realmente lloro de felicidad? Ella realmente había pasado años oscuros por lo que había sufrido su hijo, además de tener que resistir por el bienestar de su nieto.
Harry pensaba en ella como una mujer poderosa.
"Mañana continuare con Alice. Haremos turnos por día para continuar con la recuperación".
"Si... Espere mucho tiempo. Y esperar varios meses, ni siquiera es un pequeño problema".
. . . . .
"¡Eres Harry Potter!"
Harry miro con una expresión cansada a la chica que parecía tener más o menos la misma edad. Ella tenía un hermoso rostro, con facciones delicadas en su cara. Sus ojos eran bastante impresionantes, teniendo un color gris brillante.
"Lo soy. Pero parece que me tienes atrapado. Me conoces, pero yo no a ti".
La chica que vestía un simple vestido azul oscuro, sonrió y se acerco.
"Soy Cereus Greengrass. Me ayudaste con lo de la maldición de sangre. Mi padre me ha contado algunas cosas de mi salvador".
El cansancio desapareció un poco del rostro de Harry cuando escucho el nombre de la chica. Había olvidado que le dio pociones a la hija de Gareth. Y viendo la verdadera apariencia de Cereus, noto ciertas similitudes con Daphne. Sin embargo, mientras la última daba una impresión fría, Cereus era su opuesto completo. Su sonrisa bastante agradable, la mirada paciente y casi adorable...
"¿Él hizo eso? Tengo curiosidad, ¿qué dijo exactamente?"
"Mmm... ", Cereus puso un dedo sobre su mentón mientras pensaba un poco. "Dijo que tú eras un bastardo demasiado astuto. También dijo que eras bastante poderoso mágicamente. Eres irritante, molesto, y generabas a otras personas la necesidad de golpearte en la nariz".
"¿Oho~?", la ceja derecha de Harry temblaba involuntariamente.
"¡Pero no parece que seas así! Te sientes... agradable".
Ahora Harry levantó esa ceja temblorosa.
"Bueno, gracias. Es un alago que una chica tan hermosa me diga eso", Harry sonrió.
"¿Eh? ¿Crees que soy hermosa?"
"¿Tú no lo crees?"
"No, si, bueno... Es algo complicado. Me siento un poco rara después de años viendo mi apariencia demacrada. Mi padre siempre dijo que era hermosa, incluso cuando estaba en los huesos. Los doctores y enfermeras también. Pero ahora que lo dices... ha generado una sensación diferente"., Cereus parecía bastante confundida en ese momento. Al final, ella no debió tener demasiado contacto social.
"Ya veo... Por cierto, ¿conociste a tus primas?"
"Ah... Si, yo lo hice. Astoria es agradable".
"Definitivamente lo es", Harry asintió de inmediato. Astoria era simplemente una chica dulce. Por lo menos cuando no estaba enojada.
"En cuanto a Daphne... ", Cereus puso una expresión un poco agria. "Es difícil de llevar. Me dan ganas de golpearla en la nariz".
Un sonido nasal provino de Harry cuando tuvo que aguantar la risa. No sabía que pasaba con lo de los golpes en la nariz, quizás fue hereditario. Sin embargo, fue extremadamente divertido escuchar a Cereus decir que quería golpear a Daphne.
"No tienes que golpearle. Le harías más daño si la ignoras por completo. Su orgullo no la dejaría pedir atención, pero podrás ver su mirada molesta y anhelante de atención. Es casi delicioso, si tengo que decirlo de alguna manera".
"¿Delicioso? Tú... parece que si eres un poco malvado".
Harry rio un poco. "Si. Aunque solo con ciertas personas".
Cereus puso los puños en su cadera y soltó un pequeño resoplido por la nariz. Estuvo a punto de soltar que no estaba bien hacer tales cosas, pero su estomago prácticamente rugió de hambre.
"Uuh~"
"Eso me sonó a mucha hambre".
"¡No es mi culpa! Desde que he mejorado, me da hambre más rápido".
"¿Quieres ir a comer algo?"
"¿Fuera?", Cereus pregunto de inmediato, con una expresión expectante. "A pesar de mi condición mejor, no he salido mucho. Todavía necesito supervisión".
"Chica, soy quien te curo. ¡Puedo lidiar contigo!"
"Eso... es verdad. ¡Bien! ¡Vamos a comer fuera!"
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Omake: Gareth Greengrass.
Cuando Gareth llego a St. Mungos, descubrió que su hija no estaba dentro del hospital. Por un momento, se asusto mucho. Su querida hija, quien por fin se había recuperado de la maldición de sangre, había desaparecido.
Afortunadamente, una de las enfermeras que cuidada de Cereus, le dijo con una gran sonrisa como es que su hija había salido del hospital con Harry Potter a su lado, en busca de un poco de comida.
Gareth se sintió aliviado de escuchar eso, antes de que corriera aún más asustado hacía la salida. Bajo los pisos del hospital por las escaleras, ya que no podía usar aparición. Además, era inútil usar el Flú cuando la enfermera dijo que ahora estaban en el patio del hospital, donde algunos pacientes descansan o salen a dar un paseo.
Cuando por fin llego al exterior y busco a su hija por unos momentos, la encontró sentada en una banca, comiendo un helado con una gran sonrisa. Justo a su lado, Harry también tenía un pequeño pote de los helados de Fortescue.
El padre solo dio dos pasos para acercarse, cuando vio que Harry noto su presencia y le lanzaba una sonrisa. Gareth no supo que expresión puso en ese momento, pero tuvo que ser algo interesante si Harry Potter levantó la cabeza para reír con todas sus fuerzas.
Si le hubieran preguntado a Harry la razón de su risa, habría respondido que vio a un hombre que parecía haber comido mierda de perro.
"¡Papá! ¡Por aquí, papá!", Cereus lo llamo de inmediato cuando se dio cuenta de su presencia.
Gareth se acercó de inmediato y miro suavemente a su hija.
"No deberías haber salido así, Cereus. Me asustaste".
"Uh... ¿Pero le avisamos a la enfermera? Ella nos dejo salir fácilmente".
"Aún así.... ", Gareth suspiro un poco antes de mirar el helado. "¿Ya puedes comer cosas como esa?"
"¡Si puedo! Probe distintos sabores, gracias a Harry. Pero me gustó más este de pasas al ron".
"¿Quieres un helado, Gareth?"
"¿Tienes para compartir?"
Harry levantó un poco la cabeza y sonrió con burla. "Por supuesto que no. Ve y compra el tuyo".
"No puedes comportarte malvadamente con mi padre, Harry", Cereus lo miro con amonestación.
"¿Eh?", Harry bajo la cabeza y la miro. No duro mucho tiempo en eso, ya que tuvo que girar la cabeza ante la adorable mirada de la chica.
"Parece que me odias, aunque no se la razón", Gareth dijo tranquilamente. A él no le importaba si una persona lo odiaba, pero sentía curiosidad por la razón detrás de esos comportamientos.
"No te odio, tonto. Pero de todos los Greengrass que conozco, solo dos parecen tener una personalidad. El resto son como estatuas orgullosas que no quieren mostrar emociones".
"Conociste a Daphne, ¿eh?"
"Lo hice".
"¿Que pasa con mi hermano?"
"No lo he visto".
"Sería una mala persona si deseo que lo hagas, tan solo para ver como te burlas de él".
"Hice un trato con Daphne, sobre un trabajo futuro. Podría, ya sabes, presentarme de la nada como su prometido. Seguro que sus expresiones resultarían maravillosas".
Gareth se quedo en silencio por un momento, antes de girar la cabeza hacía Harry.
"Asegúrate de elogiar mucho a su esposa. Lo enviaras al infierno con eso".
"¿Oh? Nunca pensé que el jefe de familia fuera celoso".
Por primera vez en días, Gareth mostró una sonrisa. "Le costó cinco largos años que ella decidiera salir con él. Y después de eso, cuatro años para que se casaran".
En ese momento, Harry sonrió tortuosamente. Mientras tanto, Cereus miraba de un lado a otro, hacía su padre y su salvador, comiendo su helado en pequeñas cucharadas.
"¿Se llevan bien o no?", ella pensó con curiosidad.
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