Una semana después de la visita de Harry a la Autoridad de Red Flu.

En una de las habitaciones privadas dentro de las tres escobas, tres estudiantes estaban sentados bebiendo cerveza de mantequilla.

"¿No se supone que está es una cita?", Daphne pregunto mientras miraba a Draco observando fuera de la ventana, con una cerveza de mantequilla frente a él.

Draco la miro de reojo antes de resoplar.

"Lo hubiera sido si no estuvieras aquí, Daphne", Draco replico y miro a Astoria, que estaba sentada con una sonrisa a un lado de su hermana. Ella, como una persona maldita por una maldición de sangre, tenía un cuerpo débil. No es que todos fueran exactamente así, pero la maldición de sangre que le lanzaron a su familia, debilitaba los cuerpos de los afectados. A veces, en el pasado, perdía la fuerza de su cuerpo, se sentía mareada y tenía dolores de cabeza horrendos. Por culpa de tales molestias, no podía salir demasiado del castillo.

Entonces, ahora que su maldición de sangre estaba a punto de eliminarse, con solo una poción faltante, podía salir sin demasiados problemas. Todavía se sentía un poco débil de vez en cuando, pero en comparación con antes, era una diferencia del cielo a la tierra. 

Sin embargo, su hermana, Daphne, se había convertido en una especie de muralla entre Draco y ella. No es que la culpara. Su hermana mayor simplemente se encontraba preocupada por su estado de salud.

"Si querías acompañar a tu hermana, podrías haber invitado a un chico. Por lo menos, habría sido una cita doble. ¿Qué tal Potter?"

Daphne arrugo la nariz, un poco confundida, pero también un poco ofendida.

"¿Por qué invitaría a Potter a una cita?"

"Harry Potter es del tipo de persona que te sacaría por completo de tus casillas. Draco probablemente quiera ver eso", Astoria respondió antes de tomar un sorbo de su cerveza de mantequilla caliente.

Eso llamo la atención de las otras dos personas con ella. Daphne la miro con más curiosidad que Draco, pero este último, ciertamente tenía interés en saber como es que Astoria estaba tan segura de tal cosa.

"¿Cómo sabrías eso, Astoria?", Daphne pregunto.

Astoria resoplo un poco antes de responder: "Una de las cosas buenas de que muchos supieran de mi condición, es que podía observar sin que me molesten demasiado. Puedo ser bastante buena al detectar el carácter de una persona. Y de la última conversación que Harry Potter tuvo con Draco, me di cuenta de lo descarado que puede ser".

Ella miro a los dos antes de continuar lentamente. "Eso, sumado a que es fuerte, y probablemente posea más conocimiento que tú, Daphne, prácticamente lo hace una persona irritante para ti".

"Si estuvieran en una cita, y el hiciera algo que llamara tu atención, preguntarías... No, más bien exigirías. Y él, simplemente te daría una sonrisa molesta sin decir nada. Te habría molestado, para romper esa mascara fría que sueles llevar.

"Ahora que lo pienso, creo que sería una buena pareja para ti. ¡Sería divertido!"

Daphne se quedo en silencio, con un ceño fruncido. Mientras que Draco, simplemente sonrió suavemente a Astoria. Ella había dado en el clavo, perfectamente. Había podido descifrar a Harry Potter con solo una conversación pequeña. ¡Eso fue sorprendente!

"¿Por qué piensas que tiene más conocimiento que yo? Es un huérfano, Astoria. No podría haber aprendido desde pequeño, como lo hice yo. O Draco. O tú misma". 

Astoria le dio una mirada sin emociones a Daphne, como si intentara explicar algo simple a una persona tonta.

"Derroto al Señor Oscuro, Daphne. Y convirtió Knockturn Alley en un jardín de flores".

"Estoy sorprendido", comentó Draco, llamando la atención de las dos chicas. "Sabía que eras inteligente y observadora, pero estás a otro nivel. Tú tienes razón en tus deducciones. Eso es lo que haría Potter si estuviera en una cita con Daphne".

"Pareces conocer demasiado bien a Potter".

"Prácticamente, éramos un equipo Daphne", Draco puso los ojos en blanco. "Mientras trabajaba a vista de todos, yo lo hacía en las sombras. ¿Quién crees que le permitió a la Ministra obtener información de mis padres?".

"Sobre eso... es impresionante que hayas decidido trabajar junto a Potter".

"Eh, el tipo es demasiado bueno para mi gusto. A veces me dan ganas de darle un golpe en la nariz".

"Creo que hacen un buen equipo", Astoria comentó, tomando su jarra de cerveza de mantequilla caliente con las dos manos, antes de beber un poco. "Y por cierto, tengo curiosidad por lo que harán ahora".

"¿Qué te hace pensar que haremos algo?".

"La conversación que tuvieron frente a nosotras, no hablaba solo sobre un equipo, no solo sobre dos personas trabajando juntas. Eran amigos, Draco. Aunque te cueste admitirlo. Y para que dos personas que antes eran enemigos, ahora se comporten como amigos... bueno, tiene que haber algo más".

Draco la miro por unos segundos antes de encogerse de hombros.

"La fortuna de mi familia no durara para siempre".

"Son una de las familias más ricas de Gran Bretaña mágica".

"Como dije, el oro no durara para siempre.... ", Draco repitió lentamente. "Así que hemos hecho algunas... negociaciones. Trabajo para el futuro, si quieres".

"Eso es... interesante. ¿No hablaras sobre eso, verdad?"

"Por supuesto que no. Por ahora. Todavía me queda tiempo en Hogwarts, así que prefiero guardarlo entre personas de confianza".

"¿Lo somos?", pregunto Daphne.

"Astoria lo es".

"Mmm... ", la hermana mayor de Greengrass simplemente murmuro. Ese había sido un movimiento inteligente. Draco sabía que Daphne nunca querría perder la confianza de su hermana, así que simplemente tenía que quedarse callada sobre lo que se decía ahí, dentro de la habitación. Y en el caso de que dijera algo, por cualquier razón, también podría estar perdiendo alguna posibilidad de negocios, en el caso de que las cosas que Draco tenía guardadas, fueran interesantes.

"Oye, Draco. ¿Puedes contactar a Harry Potter? Me gustaría hablar con él".

"¿Por qué?", tanto Draco como Daphne, preguntaron, al mismo tiempo.

"¿Además de la última dosis de la poción? Bueno, me gustaría ir a ver el lado muggle de Londres. Ahora que me siento mejor, y la maldición de sangre desaparecerá pronto de mi cuerpo, me gustaría ver cosas interesantes. Harry Potter es el único que conozco, y es lo suficientemente cercano a ti, que conoce el lado muggle".

"Es demasiado peligroso", comentó Daphne, con su voz un poco más fría de lo normal. Por lo menos para su hermana.

"Oh, vamos, Daphne. Estará bien. Tendremos al chico que venció. El destructor de señores oscuros".

"¿Tendremos?", Draco pregunto levantando una ceja.

"Claro. Después de todo, Daphne no se alejara demasiado de mi. Y tú, probablemente también vayas, ¿verdad?".

Los dos se quedaron mirando los ojos del otro por unos segundos, hasta que Draco cerro los ojos y suspiro.

"Bien. Le dire a Potter".

"Muchas gracias. Estoy segura de que será divertido".

Daphne tenía un ceño fruncido en su rostro, una vez más. No le importaba demasiado que su hermana quisiera ver el mundo muggle, pero le preocupaba lo que pensarían sus padres de eso. Ellos no eran los más alegres cuando se trataba de muggles. Podrían no ser seguidores del Señor Oscuro, pero estaban dentro de los que pertenecían a la supremacía de sangre pura. Si hubiera sido lo contrario, entonces su tío, Apollo Greengrass, no habría terminado en Azkaban.

Solo esperaba que todo saliera bien. Por su hermana, sobre todo. Le gustaría verla feliz.

. . . 

Draco miro a Dobby con una ceja levantada, causando que el pequeño amigo bajara un poco la cabeza por unos segundos, hasta que lo miro directamente a los ojos. Ver al hijo del que llamaba como el maestro malo, fue un poco sorprendente para el pequeño, pero habiendo estado alejado de ellos por años, y también por la influencia de Harry, descubrió que tenía más agallas de las pensadas.

"¿Por qué me hiciste venir hasta tu casa? No es que estuviera demasiado lejos, pero tengo curiosidad", Draco decidió ignorar a Dobby y comenzó a charlar con Harry, quien se estaba sentado frente a él, en el salón de su casa en Godric's Hollow. Estaban separados por una mesa de centro de madera oscura y un vidrió en el centro.

"He tenido bastante trabajo esta última semana, y también quería darte algo", Harry sonrió mientras tomaba un paquete cuadrado que había traído. Lo puso en la mesa y lo arrastro un poco con sus dedos.

Draco miro con interés la pequeña caja de color azul oscuro. Extendió una mano y la tomo, antes de abrirla. La parte superior fue abierta lentamente, mostrando un reloj. El brazalete era de un color verde muy oscuro, con una caja de plata reluciente. La caratula era del mismo color verde, con indicadores plateados, al igual que las manecillas. También tenía un fechador.

Era una reloj de apariencia simple, pero bastante bonito. Incluso con solo eso, se podía ver que era de calidad.

"¿Por qué un reloj?", Draco pregunto mientras lo sacaba de la caja y miraba la parte trasera. Ahí, había un flor de con la palabra Lilium sobre ella.

"¿Lilium...? Ah, el genero de flores. Probablemente hizo la marca usando el nombre de su madre, basado en la flor de ese genero. Interesante", Draco pensó, parpadeando dos veces.

"He trabajado bastante en eso, junto al nuevo departamento de comunicación mágica del Ministerio. Es más que un simple reloj".

"Mira, di mi nombre con el reloj un poco cerca de tu boca".

Draco lo miro por un momento, interesado en la creación de un nuevo departamento. Pero después de unos segundos pensando, decidió hacer lo que Harry había dicho.

Acercó el reloj y pronunció el nombre: "Harry Potter". El cristal brillo en ese momento, mostrando el rostro de Harry, que sonreía sin parar.

Parpadeando, Draco miro a Harry, quien tenía el brazo levantado, con un reloj en su muñeca, apuntando a su rostro. Aunque, no se había dado cuenta que en el reloj de Harry, había aparecido su nombre en el cristal.

"Impresionante, ¿verdad? Estuve una semana con Annabelle Edgecombe y varios expertos de lo que antes era la Autoridad de Red Flu. Día y noche, trabajando para crear un gran red para que estos funcionen correctamente".

"Entonces, los venderán".

"Ciertamente. En unos días más, saldrán a la venta, en una tienda especial que se tuvo que crear".

"Si bien es un invento muy útil, me siento sorprendido de que el Wizengamot haya aceptado crear un nuevo departamento".

"Amelia tuvo que hablar bastante", Harry respondió con una pequeña risa. "Pero cuando les informo que no se necesitaba tanto presupuesto, sino más bien tiempo y trabajadores, no hubo tantos problemas. Sobre todo porque el hecho de que nuevos empleos se crearon al abrir el nuevo departamento; estaban en la novena nube al imaginar la buena respuesta de la sociedad".

"Mm... eso es entendible. Con lo que paso antes, durante y después de los juicios, esos viejos deberían estar rezando a Merlín para que la gente vuelva a confiar. Por cierto, ¿cómo funcionan exactamente?".

"Tienes que usar una varita para grabar un contacto. La colocas suavemente sobre el cristal, y dices tu nombre. De esa forma, quedara grabado en el reloj. Y ya que la red une a todos, simplemente dices el nombre para poder hablar con la otra persona".

"¿Tiene un límite de contactos?".

"No realmente. Y en el caso de que olvides que tienes a alguien, puedes usar la palabra contactos para mostrar una lista de nombres sobre el cristal".

Draco decidió hacer eso, sacando su varita. Solo el nombre de Harry Potter apareció sobre el cristal, en letras pequeñas. El frunció un poco el ceño.

"¿Cómo podrías ver a todos si tienes demasiados nombres? No creo que puedan aparecer más de cinco nombres".

"Así... ", Harry puso el cristal de su reloj apuntando hacía Draco, moviendo su varita hacía arriba. Draco vio como los cinco nombres, cambiaron de inmediato, mostrando a otros dos más.

"Interesante... Pero, ¿cuanto cuesta uno? Algo como esto, debería ser accesible para la mayoría de personas. La creación de una nueva red comunicativa, lo indica".

"Hay muchos creados. Desde los que cuestan cinco galeones, hasta los que valen más de dos mil, creados con cosas más lujosas".

Draco sonrió un poco, sabiendo que podía invertir en esto. Los relojes, probablemente se conviertan en algo que todos querrían. Y con una buena inversión, tendría mucho dinero en el futuro.

"¿Puedes darme otros dos?"

"Ya lo había pensado, cuando me hablaste sobre lo que Astoria quería hacer. Y por cierto, es mejor hacer ese viaje en las vacaciones".

"¿Por qué es eso? Quiero decir, entiendo que todavía estamos en clases. Pero, aún así, no sería difícil salir un sábado. O un domingo".

"Cierto. Pero será más divertido en las vacaciones de invierno. Con navidad tan cerca, las cosas serán más... brillantes, por decirlo de alguna manera".

"Ya veo... Si, esa es una buena idea. Gracias por pensar eso".

"De nada", Harry simplemente asintió antes de levantarse e indicarle a Draco que lo siguiera, para entregarle los otros dos relojes que tenía con él. Uno para Astoria y otro para Daphne.

Cuando Draco abrió las dos cajas, sonrió y miro a Harry.

"¿Qué? Tener información del futuro, es conveniente. Sobre todo con ciertos detalles más pequeños".

"¿Cuál es tu verdadera intención? Pensé que tú... ".

"Todavía no lo he decidido, Draco", Harry intervino, cortando las palabras de su amigo.

"Bien... espero que lo hagas pronto, Potter".

"Ya veremos... ".

______________________