Capítulo 38: Autoridad de Red Flu
Amelia estaba sentada detrás de su gran escritorio, con los dedos entrelazados y los codos sobre la mesa. Sus ojos miraban a Harry con curiosidad, sobre todo con tantos relojes entre sus brazos.
"¿Qué necesitas ahora?"
"Quiero saber como funciona la red flu. Como se crean las conexiones entre chimeneas, los hechizos necesarios, y como se vigilan adecuadamente".
"¿Para qué?", Amelia pregunto directamente. Ni siquiera dijo que no estaba permitido, por lo peligroso que podía ser que alguien fuera de la Autoridad de red flu se metiera ahí. Ella sabía perfectamente que Harry no era de los que deseaban causar peligros a personas inocentes.
"Quiero crear una nueva red de comunicación mágica. Por eso tengo estos relojes. Los he encantado para que permitan la comunicación entre ellos, incluso mostrando el rostro de las personas. Lamentablemente, he llegado a entender que no puedo enlazar una gran cantidad de ellos, por lo que perderían gran parte de su propósito".
"Mm... entonces, pensaste en la red flu".
"Correcto. Es la red lo que permite que tantas chimeneas puedan conectarse entre si, ¿verdad? Si se puede crear algo similar, entonces los relojes podrían ser de mucha ayuda. No tendrías que buscar una chimenea para meter la cabeza y hablar con quien necesites. Decir el nombre de una persona, bastaría para comenzar la comunicación. También puede ser de ayuda para los aurores, o personas que necesiten ayuda urgente y no tengan una chimenea conectada a la red flu cerca".
"¿Y si alguien no quiere hablar?"
"Entonces no lo hace. Tienen el encantamiento proteico en ellos, así que cambian cuando alguien llama. Mostrara el nombre de quien lo hace. Y con la palabra adecuada, simplemente evitas la llamada".
"Además, con una red adecuada, se evitan los malos usos".
"¿Muestran la hora?"
"Por supuesto que lo hacen. Son relojes, Amelia".
"Lo se, idiota. Pero podrían quedarse parados con tantos encantamientos, puede pasar, ¿sabes?"
"Ya arreglado", Harry respondió.
"¿Qué otros encantamientos tienes?"
"El encantamiento de proyección, para mostrar el rostro de las personas. Encantamiento contra el fuego, encantamiento contra el agua, para que no dejen de funcionar debajo del agua. También puse un encantamiento para que despliegue un escudo protector en caso de ataque, pero solo puede hacerlo para que funcione una vez. Después de esto, tendrás que defenderte por ti mismo".
"¿Cómo sabes que alguien llama?"
"El encantamiento proteico; se calentara levemente y lo sabras. Después solo tienes que ver el nombre que aparece en el cristal".
"Interesante. Un invento bastante útil. Incluso para aurores".
"Por eso te pido el favor. Ayudara al Ministerio de Magia. De hecho, podría ayudar a la comunicación con otras parted del mundo de forma más rápido y cómoda, si se puede crear y conectar una nueva red a través de otros Ministerios de Magia alrededor del mundo".
Amelia tarareo por un momento, con sus manos debajo de su nariz. Sus ojos marron claro miraban a los verdes de Harry, pensando detenidamente. Lo que había dicho, era cierto. Sin embargo, crear una red de comunicación, costaría dinero. Los hechizos, el espacio y los materiales, estaban disponibles dentro del Ministerio. Pero todavía se tendría que tener dinero para pagar a las personas que trabajen en el nuevo departamento.
"Este chico, una vez más, parece ayudarme. Este nuevo departamento, generara nuevos empleos. Y con las reformas que poco a poco se encuentran en gestación, muchos estarán contentos. ¿Lo hace a propósito? ¿O simplemente es casualidad?"
"Harry, ¿puedes decirme por qué creaste algo como esto? Si bien los relojes pueden llegar a ser muy útiles, no entiendo porque los hiciste para empezar".
"Mmm... esa es una pregunta realmente valida. Después de todo, no apareces de repente con una idea como está", Harry comento tranquilamente antes de proseguir. "A decir verdad, Amelia, estoy pensando en el futuro. Mi futuro".
"Ya no hay peligros a la vista, no en forma de señores oscuros u organizaciones criminales mágicas. Por esa razón, tengo mucho tiempo", Harry suspiro un poco llegado a ese punto. "Es sorprendente la gran cantidad de tiempo que tengo, y no se como gastarlo todo. Podría entrar a más clases, como un estudiante normal, pero ya todo lo que se enseña en ellas. Simplemente lo hago para acompañar a mis amigos".
Desde que había comenzado en Hogwarts, su tiempo estaba capitalizado por los estudios y sobrevivir a cosas que lo podrían matar. Ahora, esa ha cambiado. Harry es alguien que ha realizado un ritual que le otorgo una gran cantidad de información, en muchos aspectos. Él era alguien que ya tenía sus exámenes listos y aprobados. Y mientras no asistía a la mayoría de clases, pasaba tiempo pensando en que podía hacer.
La bóveda de su familia, estaba completamente llena. Y cuando los gemelos comiencen con su tienda, comenzara a ganar dinero. La riqueza que poseía, le permitía gastar, gastar y seguir gastando para toda su vida, pero no se consideraba alguien derrochador, no con muchas cosas. Si, gasto una gran cantidad en instrumentos, pero eso mismo era para su tiempo libre, para cuando no tenga nada mejor que hacer.
No pensaba gastar más dinero por un tiempo, no una cantidad como esa.
Pero también deseaba tener una familia. Tal deseo... era inusual en un adolescente, pero normal para él, que nunca tuvo una verdadera familia. Y para eso, necesitaba tener aseguradas varias cosas.
Por eso pensaba tanto en el camino que estaba transitando actualmente, y en el que podría tomar en el futuro. Necesitaba la seguridad de que una futura familia suya, pueda vivir con seguridad, que no faltara nada. Y también, para que cuando sea más viejo, pueda vivir cómodamente mirando a nuevos miembros de la familia, hasta que se muera.
"También pensé en crear una nueva escoba, pero creo que esto podría ser más útil".
Amelia asintió antes de levantarse lentamente.
"Bien. Vamos entonces. Te mostrare el departamento, y comenzaremos la creación de una nueva red de comunicación".
Harry se levantó más emocionado, siguiendo de cerca a Amelia.
. . .
La Autoridad de Red Flu se encontraba dentro del nivel 6 en el Ministerio de Magia. El lugar era realmente grande, con una esfera creada con lo que parecían barras de acero dobladas. Sobre eso, estaban los continentes del mundo, formando un planeta que giraba lentamente. Habían luces verdes por todo el planeta, pero eran pocas en comparación con las que se encontraban en la isla de Gran Bretaña; muchos puntos verdes agrupados, con líneas muy delgadas, que aparecían y desaparecían a cada momento.
Al rededor del planeta, habían una larga mesa circular, con personas sentadas mirando largas pergaminos que venían desde el inferior de la esfera. Algunos pergaminos, incluso llegaban al suelo y se doblaba ahí en capas.
Más atrás, rodeando ese puesto, habían cubículos por todas partes; trabajadores se encontraban ahí, sentados con grandes carpetas y plumas que se movían solas.
"Es mucho más sorprendente de lo que esperaba".
"Eso es cierto. Pocas personas entran aquí. Y muchos piensan que no es demasiado interesante. Pero este departamento ha ayudado a muchas personas en emergencias".
"Madame Bones, que sorpresa verla por aquí", una mujer se acerco lentamente hacía ellos, mirando desde el final más bajo de la escalera que estaba justo después de pasar por las puertas.
"Señora Edgecombe... ".
"¿Edgecombe? Me suena el apellido", Harry pensó mientras miraba a la mujer de cabello rojo rizados. Ella vestía con túnicas del ministerio color verde. Tenía cejas un poco gruesas sobre sus ojos, y pecas en las mejillas.
"¿Qué puedo hacer por usted, Madame? Ya es raro que alguien se acerque a nuestro departamento. Ver a la nueva Ministra, es... como dije antes, sorprendente".
Amelia se movió un paso más hacía el lado, dejando ver mejor a Harry.
"El señor Potter ha creado un... objeto bastante útil para la sociedad, y para el Ministerio. Lamentablemente, para que realmente muestre todo su potencial, se necesita una red similar a la que conecta las chimeneas de nuestro país. Por eso hemos venido aquí".
Edgecombe miro a Harry antes de sonreír levemente.
"Nunca pensé en conocerlo personalmente, Señor Potter. Supongo que debo agradecerlo todo lo que hizo para que Gran Bretaña sea más pacífico".
"No... es necesario, Madame".
"Oh, pero creo que lo es. Honestamente, con Fudge y Umbridge, nuestro trabajo era bastante complicado. Y si el Señor Oscuro no hubiera sido sacado a luz por usted, entonces Fudge seguiría como Ministro. Era bastante terrible cuando no teníamos otra opción que mostrarle... cierta información".
"¿El hizo eso?", Amelia entrecerró los ojos peligrosamente.
"Muchas veces, Ministra", Edgecombe frunció el ceño. "Lamentablemente, si no queríamos perder el trabajo, debíamos obedecer. Ahora, sin embargo, todo es mucho mejor. Ni siquiera hubiera soñado con obtener el puesto de jefa de departamento".
"Ya veo... Supongo que tendré que pedir que Fudge sea investigado. Desde que he trabajado como Ministra en este poco tiempo, he descubierto más y más de sus faltas".
Edgecombe se quedo en silencio por unos segundos, hasta que volvió a mirar a Harry.
"¿Podrías mostrarme este objeto? Creo que son los relojes entre tus brazos, ¿verdad?"
"Si... ".
"Bien, podemos hablar en mi oficina", Edgecombe se dio la vuelta y camino hacía delante. Harry la siguió junto a Amelia, mirando de más cerca el planeta con las luces. Y fue así como noto una oficina con grandes ventanales, oculta por culpa de la esfera metálica.
La oficina era bastante blanca, con lamparas mágicas iluminando el lugar. Era un contraste con la enorme habitación más oscura que era el departamento en general. Cuando entraron, pudo ver dos grandes plantas verdes, una en cada esquina de la pared detrás de la silla y el escritorio de Edgecombe.
En la pared izquierda, había un estante con libros y pergaminos. Después de eso, no había mucho más. Era una habitación bastante limpia y vacía.
"Ahora, muéstrame como funcionan esos relojes".
Harry asintió con seriedad.
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