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Capítulo 34: Una cita un poco extraña I

En el interior de uno de los carruajes tirados por Thestral, Harry estaba sentado con el resto de sus amigos, además de una nueva adición, Susan Bones. Sorprendentemente, no era el único que iba hacía Hogsmeade en una especie de cita. Luna estaba acompañada de Neville, mientras que Ron y Hermione... bueno, los dos estarían paseando juntos y haciendo compras. Ninguno ha querido admitir la atracción que sentían hacía el otro.

"¿Qué piensan hacer?", Hermione decidió preguntar, mirando a Harry, luego a Susan. "Zacharias prácticamente quería matar a Harry con la mirada cuando los vio saliendo juntos del castillo".

"El idiota puede intentarlo", Harry se encogió de hombro. "En cuanto a esta extraña cita, ni siquiera lo se. Pero, mientras no vayamos hacía esa tienda de té, cualquier lugar estaría bien".

"¿Madame Puddifoot? He escuchado lo popular que es. ¿Por qué no te gusta?", Susan pregunto con curiosidad.

"¿Por qué querría estar rodeado de personas juntando sus bocas?", Harry puso los ojos en blanco en ese momento. "Ese lugar es increíblemente incomodo. Y ni siquiera puedo entender como otras personas se sienten tan cómodas ahí".

"Además, en el caso de que quiera besar a alguien, puedo simplemente hacerlo en cualquier otro lugar, ¿verdad?"

"Bueno... creo que si".

Hermione levantó una ceja, un poco dubitativa. No sabía sobre besar a alguien en cualquier lugar, pero ciertamente entendía lo incomodo que podría ser un lugar con parejas besándose como si no estuvieran rodeados de otros. En pocas palabras, no parecía haber privacidad en esa tienda de té.

"¿Crees que Madame Puddifoot tiene algún tipo de fetiche?", Luna pregunto con curiosidad, ganándose miradas raras.

"No lo había pensado. Pero, quizás hayas llegado a algo ahí, Luna", Harry le sonrió con diversión, pero también sentía un poco de escalofríos al pensar en una mujer mayor con ese tipo de gustos.

"Escuche que esa señora se sentía bastante sola, así que creo esa tienda para ayudar a otros con problemas similares", Neville intervino con una sonrisa irónica.

"Oh... ", Luna murmuro. "Quizás... esa es una opción mucho mejor".

"No es un quizás. Esa, definitivamente es una mejor opción, Luna", Hermione replico.

"Harry, ¿seguro que estará bien? Ya sabes, mis hermanos están en guerra contigo?"

"Ah, no te preocupes por ellos. Hemos hecho una pequeña tregua, solo por hoy".

"¿Y aceptaron?", Ron pregunto con dudas.

"Tuve que ofrecer cierta cosa, pero si. Aceptaron".

Susan miro a Harry con bastante curiosidad. "¿Qué tendrías que darle a esos gemelos para que se detengan?".

"Eso depende. Si quieres que sus bromas no se dirijan a ti, entonces tienes que pedirles exactamente eso, al mismo tiempo que le ofreces a una victima. Puedes darle una moneda dorada si deseas que se detengan por un mes, u ofrecerle algún secreto del castillo que no sepan, pero eso último es más difícil".

"Eso de pedir que no bromeen contigo, no funciona. Lo he intentado", Ron dijo con un ceño fruncido.

"Eres su hermano, Ron. Claramente no pararan. Lo hacen para molestarte".

"... Ah".

"¿Y que les diste?", Neville pregunto, intrigado. "Claramente, no se detendrían con eso que has mencionado. Ya se encuentran en una guerra de bromas, y no me creo que se hayan detenido por un día, solo por un galeón".

"Les di la forma para convertirse en Animago".

"Eso no es exactamente un secreto", Hermione indico. "Además, es peligroso".

"Si ese pequeño ritual molesto fuera la única forma de convertirse en animago, los estudiantes de Uagadou estarían un poco jodidos, esperando tormentas y manteniendo una hoja en la boca... ".

"Entonces, ¿hay otra manera? ¿de verdad? ¡Me gustaría ser un conejo! Oh, un ave también sería genial", Luna hablo, preguntando con rapidez y soltando palabras alegres.

Harry se encogió un poco de hombros. "Necesitarías un poco de Oclumancia, para que cuando seas un animal, puedas ser tu mismo. Y también una poción especial para saber con que tipo de animal tienes afinidad. Después de eso, se trata de algunas cosas un poco más complicadas, pero si tienes lo primero, no habrá peligro".

"La razón de que el ritual por el que paso McGonagall y otras personas es tan peligro, es por culpa de no saber en que animal terminaras convertido. Ya saben, sentidos algo diferentes, altura y forma del cuerpo, incluso pensamientos más animales. Si sabes en que animal te conviertes, puedes prepararte mejor. Y con la oclumancia, no te volverás salvaje".

"Eso... tiene sentido", Hermione murmuro. "Pero, ¿no necesitarías registrarte?"

"Ya lo hice. En cuanto a los gemelos... bueno, creo que son lo suficientemente maduros como para saber que no es tan buena idea ser un animago no registrado".

"Espera, ¿eres un... ?", Susan estaba por preguntar si Harry era un animago, cuando el carruaje se detuvo repentinamente. Él sonrió antes de abrir la puerta, saltando hacía fuera.

"Es hora de bajar", dijo Harry.

. . .

Mientras caminaban por las calles nevadas de Hogsmeade, Susan se sentía un poco inquieta. Era la primera vez que hablaba tanto con Harry Potter, y también la primera vez que pasaba tanto tiempo cerca de él y sus amigos.

Ellos habían sido bastante amables, incluso sabiendo que había estado del lado de otros Hufflepuff, cuando acusaron a Harry en el torneo de tres magos.

La razón de su inquietud, era que Harry era bastante diferente a lo que se decía en el castillo. No era arrogante, como a muchos les gustaba decir. No andaba diciendo sobre todo lo que sabía, y que parecía ser mucho, o sobre lo fuerte que era. Sin embargo, si alguien le preguntaba algo, él respondería con su conocimiento. Si alguien quería atacarlo, Susan ya podía entender que Harry respondería con más fuerza.

"Desde ese punto de vista, entonces es fácil llevarse bien con él. Simplemente se amable y honesto, entonces te responderá con lo mismo", ella pensó mientras miraba una tienda de ropa por la que pasaban.

"Aunque... no entiendo porque la tía me dijo que tuviera cuidado con sus comentarios... ".

"Susan"

"Ah, ¿si?"

"¿Estaría bien si vamos ahí? Quiero ver algo", Harry apunto hacía una tienda en su lado derecho. Habían varios instrumentos que se mostraban a través de la ventana.

"¿La tienda de música de Dominic Maestro?", Susan leyó el letrero sobre la tienda y miro a Harry. "¿Te interesa la música?"

"Si... ", Harry asintió con una pequeña sonrisa.

"Entonces vamos. De todos modos, puede ser interesante".

Harry asintió y camino hacía la tienda. Cuando llego a la puerta, extendió su mano y la abrió. Una suave melodía de violín apareció de inmediato, llenando el interior. Las paredes eran de madera clara. Habían instrumentos a cada lado: guitarras, violines, flautas y más. 

En la barra de recepción, había un violín flotando con un arco pasado suavemente por sus cuerdas.

"Oh, bienvenidos", un hombre viejo apareció de repente desde la parte trasera, donde habían algunos estantes con lo que parecían pergaminos e instrumentos de limpieza. El hombre vestía un traje de color burdeo con una corbata amarilla. Sobre su cabeza, descansaba un sombrero puntiagudo del mismo color que su traje. Él tenía una larga barba gris y un bigote que se rizaba hacía arriba en sus puntas.

"Soy Dominic Maestro, el dueño de está tienda. ¿Qué necesitarían, jóvenes?"

"¿Vende otros instrumentos, además de los que se muestran?""La 

"Oh, claro que si. Tenemos muchos otros instrumentos para vender", Dominic respondió suavemente y tomo lo que parecía una revista con varias páginas. Él la dejo sobre la mesa, dejando que Harry se acerque para mirar.

"Así que quieres aprender a tocar... ", Susan comentó mientras se inclinaba hacía delante desde un lado, para ver los instrumentos en el catálogo. La primera página, eran instrumentos de cuerdas frotadas: violín, viola, violonchelo, contrabajo y octabajo. 

Después de eso, venían los instrumentos de cuerda frotada, cosas como: guitarras, arpas, ukeleles y charangos. De hecho, incluso habían cítaras. 

Finalmente, estaban los instrumentos de cuerda percutida, como pianos, clavicordios y un par más.

"Hay muchos... ¡Ni siquiera sabía que había una tienda tan completa aquí, en Hogsmeade!", Susan quedo sorprendida por el catálogo tan completo que tenía la tienda.

"Bueno... ", Dominic sonrió contento mientras acariciaba una de las puntas de su bigote. "Hay una tienda en Londres, y decidí ponder una sucursal aquí, sobre todo para ayudar un poco al grupo de Hogwarts".

"¿Grupo?"

"La orquesta de Hogwarts", respondió Harry, mientras miraba un piano especialmente bonito. Era de color negro brillante, con algunas líneas doradas bastante limpias. "Generalmente tocan solos, pero a veces, acompañan al Coro de Ranas. Ambos son dirigidos por el profesor Flitwick".

"Uh... ¿teníamos tal grupo?"

Harry miro con un poco de incredulidad a Susan. Incluso él, que generalmente no se metía con los grupos y clubes de actividades, sabía de muchos de ellos. Pensaba que Susan, alguien más sociable que él, sabría sobre esas cosas.

"Me interesa este piano... ¿Los hacen ustedes? Pregunto por el nombre".

"Ah, si. Tenemos varios instrumentos creados por otras personas, o empresas. Pero si, tienes razón, mi familia también crea instrumentos. Ese piano, el Maestro Imperial D282 es uno de los mejores que hemos hecho. Aunque... es caro. ¿Tienes para pagar?"

Harry asintió y saco de su chaqueta, lo que parecía una pequeña libreta.

"¿Cuanto es?"

Dominic parpadeo al ver la pequeña librea. Ya tenía cosas escritas, con líneas para rellenar. Entendió de inmediato lo que era. Se trataba de una libreta que Gringotts ofrecía para sus clientes. Nadie iba con miles de galeones en una bolsa, mucho menos en la mano. Por eso, podías usar la libreta, usando tu firma, indicando que se compraba, y la persona que vendía dicho producto, además de cuanto costaba. Con eso, y un pequeño hechizo, podías ir a Gringotts para pedir el dinero.

En pocas palabras, era similar a un cheque.

Susan se rasco un poco la cabeza, con una expresión llena de sorpresa.

"¿Realmente tienes tanto dinero?", ella pregunto con dudas.

"Tu tía me ha pagado mucho dinero", Harry sonrió con fuerza. "Derrotar a un señor oscuro puede ser muy lucrativo".

"Uh... "

"Por cierto, también dame tu mejor guitarra. Y esa citara también me interesa".

"Oh... ¡Claro! Lo siento si parecía demasiado sorprendido. No es común ver a un adolescente gastando tanto dinero, mucho menos en instrumentos musícales".

"Lo entiendo perfectamente, no se preocupe, señor".

"¿Donde tengo que enviarlos?"

"A Godric's Hollow. Te daré la dirección exacta en unos momentos. Un elfo doméstico recogerá todo".

. . .

"No puedo creer que hayas gastado más de trescientos mil galeones en instrumentos de música. ¿Y que pasa con lo del elfo doméstico?"

Harry se encogió de hombros. "Dobby es el elfo. Antes era de Lucius Malfoy, pero hice que lo dejara libre en mi segundo año. Después de un tiempo, se quedo haciendo trabajos en Hogwarts. Solo hace poco fue cuando decidió ayudarme con mi casa en Godric's Hollow".

"¿Es... la de tus padres?"

"Si. Ahora mía", Harry asintió, antes de mirar a Susan. "Por cierto, ya hicimos lo que yo quería. ¿Qué quieres hacer tú?".

Ella le dio una mirada antes de mirar hacía delante, pensando por un momento. A decir verdad, no tenía nada planeado, al igual que Harry. Simplemente quería mostrarse en Hogsmeade con Harry Potter, para que Zacharias Smith dejara de molestarla.

"¿Qué tal si vamos a esa tienda de ropa? Gladrags Wizardwear. Después de eso, vamos a las tres escobas".

"¡Vamos entonces!".

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