Capítulo 28: Las flores en Knockturn Alley
Varios días después de la captura de Matthias Pickering, en Little Hangleton, choza Gaunt.
Harry observo el lugar, bastante deteriorado y salvaje, por lo que sus ojos podían ver. Para él, era un lugar muy extraño para elegir una casa, o bien una extraña decisión dejar los árboles que crecían cerca, bloqueando toda la luz y la vista del valle abajo. Sus paredes estaban cubiertas de musgo y tantas tejas habían caído del techo que las vigas eran visibles en algunos lugares. Crecían ortigas a su alrededor, sus puntas llegaban a las ventanas, que eran diminutos y estaban llenos de mugre
La puerta era vieja, con enredaderas creciendo por los lados y la parte superior. Tenía un clavo viejo y oxidado, que ya parecía chueco y a punto de caer. Harry abrió la puerta cuidadosamente; no le importaba causar algo de ruido, no importaba, no con el conocimiento que tenía sobre la condición de Voldemort. Aunque, honestamente, no sabía porque el Señor Oscuro, decidió ocultarse en la choza de los Gaunt.
Por un momento, pensó en la nostalgia. Sin embargo, ¿Tom Riddle era capaz de tales sentimientos? Habiendo mutilado su propia alma, era algo poco probable. Entonces, quizás fue por su Horrocrux, que ya no estaba ahí. El anillo fue destruido por Harry hace días.
El interior, era realmente asqueroso. Fue la primera vez que lo vio, ya que Dobby fue quien le había llevado las cosas para ser destruidas. Y en ese momento, no pudo evitar sacudir la cabeza. Entendía que la choza había sido abandonada hace años, pero no dudaba en que años atrás, el lugar fuera sucio. Quizás en menor medida, pero todavía sucio como para que alguien realmente viviera ahí.
Polvo flotando por todos lados, iluminado por la poca luz de la luna que pasaba entre las ramas de los árboles de fuera, y los agujeros en el techo. Suelo frágil y a punto de derrumbarse, pedazos de madera tirados y podridos, ventanas tapadas en suciedad y moho.
¿Por qué volvería aquí? ¿Por qué, realmente?
Harry suspiro un poco, pero se quedo quieto cuando entro más al interior, notando a Voldemort sentada en una vieja silla, que apenas parecía poder sostenerse. Frunciendo el ceño ante los ojos del Señor Oscuro que parecían mirar al vació, Harry no lo podía entender.
Una túnica negra, pero llena de polvo y manchas de sangre. Una extremidad faltante, ojos perdidos hacía el frente. Su expresión era casi totalmente vacía, mientras que sus hombros estaban caídos. Si no fuera por su rostro parecido al de una serpiente, entonces estaría parado frente a un viejo derrotado y sin salida... No, con una única salida: la muerte.
Harry nunca espero sentir lastima por el asesino de sus padres. Nunca espero sentir lastima por una persona tan malvada. Pero, ahora mismo, frente a un Voldemort que no podía hacer nada, completamente derrotado, sintió algo de lastima.
No fue una lastima nacida de tener que matarlo. No fue una lastima que nació desde la amabilidad. Nada de eso. Fue lastima, porque no entendía como es que una persona podría ir tan lejos.
¿Qué fue lo que vislumbro Voldemort cuando era joven? ¿Qué fue lo que realmente lo impulso hasta llegar a las profundidades más oscuras de la magia? Harry sabía que no había forma en el mundo en que simplemente naciera malvado. La forma en que Merope Gaunt encanto a su enamorado, fue algo despreciable. Y de esa unión sin amor, nació Tom Marvolo Riddle. Era una de las peores formas de venir al mundo, pero no haría que alguien naciera completamente malvado, como muchos decían.
Harry suspiro antes de acercarse y poner su mano sobre el hombro de Lord Voldemort. El Señor Oscuro, ni siquiera parecía notarlo. Negando con la cabeza, sin querer pensar más en el tema, Harry desapareció junto con Voldemort.
. . .
Nymphadora Tonks exhalo con fuerza mientras intentaba recuperarse del asalto que había tenido solo hace unos momentos. Miro a los dos hombres tirados en el suelo, mientras sus compañeros aurores los revisaban.
"¿Cómo están?"
"Bien", respondió uno de ellos. "Heridos e inconscientes, pero bien".
"Excelente. Ahora debemos sacarlos y llevarlos a las celdas del Ministerio", Tonks ordeno con seriedad. "Howard, será tu tarea. Harrison, ayúdame con... todas estas cosas".
Harrison se levantó y asintió, mientras que Howard, se llevaba a los derrotados por medio de aparición. Así, dos aurores quedaron en una tienda oscura, llena de cosas repugnantes; cabezas encogidas y uñas ensangrentadas; órganos que parecían ser humanos, y sangre en frascos pequeños. Había de todo".
"Esto será mucho trabajo", Harrison comentó con cansancio. "Y esto es solo una tienda cerca de la entrada. No quiero saber lo que otros equipos han encontrado en este momento".
"Ni lo menciones, Harrison. Aunque... ¿no es bueno que trabajemos en esto, por fin? Después de muchos años, este maldito lugar se ira al infierno".
Harrison asintió y tomo una maleta, antes de abrirla. Desde el interior, se podía ver una escalera por la cual se podía bajar. Él comenzó a descender, hasta quedar con la mitad del cuerpo dentro. Tonks comenzó a entregarle todo lo que veía, para poder terminar rápido.
"Desde que Potter llego al departamento, tenemos más trabajo que nunca".
"¿Y es malo? Dime que no querías esto cuando decidiste convertirte en auror. La mayoría piensa en atrapar magos y brujas malvados, luchando por la justicia. Pero, al final, terminan con sentados en un cubículo, haciendo trabajo de oficina. ¡Alégrate, Harrison, seremos alabados cuando todo termine!"
"¿No es lo que todos piensan, Nymphadora?", Harrison pregunto, pero tuvo que esquivar un frasco que contenía una cabeza encogida. "Uy, lo siento. Olvide la cosa con tu nombre".
"Será mejor que no olvides eso nunca más".
"Oído, capitán".
"Hmph", Tonks resoplo un poco molesta.
"Pero, en serio, entiendo lo que dices", respondió Harrison, bajando por un momento, antes de volver para recoger más cosas. "Cuando era joven, me imaginaba de noche, persiguiendo criminales con un traje bonito. O buscando pistas para un misterioso caso de asesinato. Ya sabes, cosas típicas de libros y películas".
"Lo que hacemos ahora, sin embargo, creo que es mejor. Liberar a la ciudad de este maldito agujero oscuro. Los otros equipos que no se encuentran aquí, trabajan con los Departamentos de otros países, capturando a los miembros de Lo Imperdonable, mientras que el agente especial, el niño que vivió, termina la maldita guerra antes de que comience de verdad".
"¿Crees que aparezca alguien como Voldemort después de esto?"
"No", Tonks respondió de inmediato, mirando un estante, el último que quedaba con cosas. "Con el juicio que hubo, nadie intentara meter la pata donde no debe. Además, Harry sigue vivo, y lo hará por mucho tiempo. No creo que un Señor Oscuro se quiera meter en Gran Bretaña después de esto. Gracias a su ayuda, y el trabajo de Amelia, hemos hecho que la gente confié más en nosotros, aurores".
"Si surge un nuevo Señor Oscuro en la isla, entonces vendrá después de nuestras muertes, o un poco antes. ¡Así que sonríe, Harrison! Después de toda esta mierda, seguro que ganaremos un poco más de oro"
"Quizás la jefa nos deje celebrar. O nos de más vacaciones. Quiero ir a un lugar tropical con mi novia".
"Y quiero visitar Italia", Tonks suspiro un poco mientras hacía flotar lo que parecía una daga manchada con sangre desde el estante. Sin embargo, frunció el ceño cuando vio una luz desde fuera. Las ventanas que servían para mostrar algunas cosas, fueron iluminadas completamente por una luz dorada.
"¿Qué es eso?", Harrison pregunto con un ceño fruncido.
"No se", Tonks dejo la daga y camino hacía la puerta. Tomo la manija e intento abrir, pero parpadeo cuando todo el frente de la tienda comenzó a desvanecerse. La luz dorada comenzó a desaparecer, pero dejo ondas doradas, casi como si una gota golpeara la superficie del agua y enviara ondas hacía todas direcciones. Varias de estas ondas más pequeñas aparecieron, para que solo formaran petalos y flores por todos lados.
Tonks quedo con la boca abierta, mirando como toda la tienda y las cosas en el interior, se transformaban en hermosas flores que caían lentamente al suelo. Rosa y purpura, rojo y amarillo, blanco y azul. Una multitud de colores inundo sus alrededores.
Y frente a ella, varios metros adelante, donde debería existir otra tienda, noto a otro equipo de aurores con expresiones de incredulidad total.
"¿Qué demonios?", Harrison murmuro. Tonks apenas noto que se había acercado. Su compañero miraba hacía donde debería comenzar la parte más profunda de Knocturn Alley, notando varios aurores entre las flores, pero también a una mujer, que estaba parada a un lado de un adolescente que tenía las manos levantadas.
"Ese es... "
"Harry... ", respondió Tonks.
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