Albus Dumbledore miro la carta que Harry Potter había dejado sobre su escritorio. Los ojos brillantes del director, miraron sobre sus lentes, examinando el rostro del joven Potter. Él no parecía feliz. No tenía una expresión enojada, pero su ligero ceño fruncido y sus labios un poco apretados, eran una demostración de lo frustrado que estaba.

Así que, sin decir nada, dio dos pasos y tomo la carta sobre su escritorio. Tenía la marca del Ministerio de Magia y el DMLE. Eso hizo que la carta fuera más seria. Albus pensó que eran ordenes para él, o un comunicado oficial. Sin embargo, lo que encontró dentro, hizo que levantara las cejas.

_ _ _

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.
Director de Hogwarts.
Mugwump Supremo de la ICW.

Junto con saludarle, se comunica que, el Ministerio de Magia y el Departamento de Cumplimiento de la Ley Mágica, requieren las habilidades de uno de sus estudiantes: Harry James Potter, que cursa el quinto año de enseñanza mágica en el castillo de Hogwarts.

La anterior batalla en el Ministerio de Magia, ha demostrado que el Señor Oscuro conocido como Voldemort, puede ser derrotado. Sin embargo, bajo el conocimiento de una profecía que lo liga al señor Harry James Potter, no podemos dejar que dicho estudiante siga el curso normal que se imparte en Hogwarts.

Nosotros, hemos considerado adecuado, examinar al señor Harry James Potter, en sus pruebas TIMO y EXTASÍS. Se dejaran sus resultados adjuntos como prueba de que, dicho estudiante, está más que capacitado para sus labores requeridos.

Desde hoy, hasta el momento en que el Señor Oscuro sea derrotado, Harry James Potter se desempeñara como Auror y, posiblemente, Hit Wizard para el Ministerio de Magia y el Departamento de Cumplimiento de la Ley Mágica.

Después de eso, el mismo señor Harry James Potter, podrá decidir si volver a Hogwarts, o simplemente escoger otro trabajo para su vida futura. Los resultados en sus diferentes pruebas, demuestran lo apto que es en diferentes temas.

Firmado:
Cornelius Fudge, Ministro de Magia de Gran Bretaña.
Amelia Bones, Jefa del Departamento de Cumplimiento de la Ley Mágica, Gran Bretaña.

_ _ _

Las manos de Dumbledore temblaron ligeramente cuando saco los resultados desde dentro del sobre. 

Exámenes TIMO (Título indispensable de magia ordinaria):

Calificaciones aprobatorias:
Extraordinario: E
Supera las expectativas: S
Aceptable: A

Calificaciones reprobatorias/suspenso:
Insatisfactorio: I
Desastroso: D
Troll: T

Materias tomadas en el examen:
Transfiguración: E
Encantamiento: E
Defensa contra las artes oscuras: E
Astronomía: E
Cuidado de criaturas mágicas: S
Adivinación: S
Herbología: E
Pociones: E
Historia de la magia: E
Estudios muggle: E
Runas antiguas: E
Aritmancia: E

_ _ _

Exámenes EXTASÍS (Exámenes terribles de alta sabiduría e invocaciones secretas):

Calificaciones aprobatorias:
Extraordinario: E
Supera las expectativas: S
Aceptable: A

Calificaciones reprobatorias/suspenso:
Insatisfactorio: I
Desastroso: D
Troll: T

Materias tomadas en el examen:
Transfiguración: E
Encantamiento: E
Defensa contra las artes oscuras: E
Astronomía: S
Cuidado de criaturas mágicas: S
Adivinación: S
Herbología: E
Pociones: E
Historia de la magia: E
Estudios muggle: E
Runas antiguas: S
Aritmancia: S

_ _ _

"¿Cómo... ?", Dumbledore miro en estado de shock a Harry Potter. No sabía como es que había llegado a tener tales calificaciones. ¡Eran muy buenas! Sobre todo las calificaciones de los EXTASÍS, que muchos podían fallar. Habían estudiantes que volvían después de salir de Hogwarts, con el solo hecho de volver a tomar esas pruebas y sacar buenas calificaciones. Pero, aquí estaba Harry Potter, que todavía cursaba su quinto año, con unas notas envidiables. Albus estaba seguro que, incluso Hermione Granger, amiga cercana de Harry, sentiría envidia de tales calificaciones.

Harry frunció con más fuerza su ceño.

"¿Ni siquiera te preguntas sobre el hecho de que ahora trabajo para el Ministerio? ¡Vamos, director! ¡Estoy seguro que, para usted, es un hecho inquietante!"

"Usted ha demostrado superar los problemas, señor Potter. Lo ha hecho desde que llego. Lo que realmente me preocupa, son estos resultados. No deberían pertenecer a usted. Su rendimiento académico, no es lo suficientemente alto como para lograr esos resultados".

"Creo que usted ya tiene alguna idea sobre eso. ¡Escúpala! Vamos, escuchemos eso".

Dumbledore frunció un poco el ceño. Desde que había escuchado al retrato de Basil Fronsac, es verdad que había investigado, sobre todo con el retrato de Rowena Ravenclaw cerca de la biblioteca. Pero, aún así, no obtuvo todo lo que deseaba.

"¿Qué fue lo que Lady Rowena te enseño, Harry? Por favor, ilumíname. Y Créeme, no tengo nada contra ti. ¿Quizás pienses que te quería muerto por lo del Horrocrux? Porque eso es una gran falacia. Siempre he querido lo mejor para ti, incluso cuando ahora siento que me he equivocado en varias cosas".

"Bien", Harry gruñó un poco. "Parece que realmente has reflexionado sobre lo que hiciste. Colocarme con Petunia y su esposo, fue el primer y más grande error que has cometido cuando se trata de mi vida".

"¿Y con quién hubieras preferido que te dejara? ¡Eran familia, Harry! Yo no puedo saber lo que otros piensen, incluso sabiendo legeremancia. No soy un hombre que vaya leyendo las mentes de los demás. La protección que dejo tu madre, funcionaría ahí, donde la familia se encontraba. Dime, muchacho, ¿quién hubiera sido una mejor opción?"

"Usted", respondió Harry, con una voz más calmada. Dumbledore parpadeo antes de quedarse mirando con sorpresa. Al ver tal expresión, Harry suspiro antes de volver a hablar. "Director. Debajo de todo ese miedo, debajo de todos los errores que ha podido cometer en su larga vida, creo que es un buen hombre".

"Yo no lo reciento por los errores que ha cometido contra mi. Lo reciento por no haberse dado cuenta antes. Si usted me hubiera llevado... o incluso Minerva, que le tenía alta estima a mis padres, ¿no cree que nada de esto habría sucedido?"

"Habría podido estar más cerca de mi, investigando el Horrocrux. Podría haber desvanecido varias de sus dudas. Y en este momento, Voldemort no existiría".

"Podrías haber resultado herido. Un horrocrux no es algo que sea fácil de destruir. No cuando nunca se había visto uno plantado en una persona viva. Y ahora mismo, en este momento, todavía no entiendo como es que dices haber destruido el que se encuentra en tu cicatriz".

Harry se encogió de hombros al responder: "Fue gracias a Rowena. Hicimos un ritual que me permitió adentrarme a lo más profundo de mi ser, al mismo tiempo que viajaba a un limbo cerca de la muerte. Ahí es donde había una especie de bebé deforme y oscuro. Lo mate, ganando ciertos conocimientos".

"Eso fue... ¡Extremadamente peligroso! No entiendo como es que funciona tal ritual, pero el solo hecho de que digas haber accedido a lo más profundo de tu ser, es inquietante. Podrías haber muerto... Quizás, haber obtenido algo peor a la muerte".

"No le temo a la muerte"

"Oh, Harry... todos le temen a la muerte. De una u otra manera, le temen".

"Gracioso... Él dijo algo similar".

"¿Él?"

"La muerte... o lo que creo, era la muerte. No se podía ver bien. Solo una silueta casi desvanecida".

Dumbledore se quedo parado, sin saber que decir exactamente a eso. ¿Hablar con la muerte era siquiera posible? Él no lo sabía. Sus investigaciones y conocimiento de la muerte, solo eran de un cuento y las reliquias de la muerte, que realmente existían. Sin embargo, esos tres artefactos, ¿realmente fueron creados por la muerte? Albus Dumbledore no lo sabía.

"Y hablando de la muerte, necesitare eso... ", Harry dijo con seriedad, apuntando al brazo derecho de Dumbledore, donde podía sentir la varita de sauco. Para él, que podía sentir presencias, lo hacía sentir curioso, que las varitas tengan cierta forma de presencia. Estaban mezcladas con las de sus usuarios, pero la varita de sauco era diferente. Si una varita normal era la luz de una vela unida a la presencia de una persona, entonces la varita de sauco era como un farol iluminando una calle oscura, hasta tal punto que casi ocultaba la presencia de Albus Dumbledore.

"Te daré algo a cambio"

"... ", Albus se quedo en silencio, observando a Harry con más y más curiosidad. Ahora pensaba que poseía más que solo cierto conocimiento.

"Antes de eso... Respóndeme algo: ¿Los Horrocruxes han sido destruidos?"

"Solo falta uno", Harry respondió honestamente. "El último, será destruido en unas horas. O, a más tardar, mañana".

"¿Qué pasara con Tom?"

"Será destruido. Su alma está tan dividida, que no puede aguantar sin su filacteria. En el momento en que el último sea destruido, su cuerpo cederá por completo, muriendo en el proceso".

"¿Y ha creado otro en tiempo que han destruido el resto?"

"Imposible. El alma es una cosa sumamente delicada, deberías saberlo. Crear otro, significaría su muerte instantánea. Y lo he estado monitoreando hasta ahora. Voldemort ha intentado recuperar su brazo de todo el daño que le cause en el Ministerio. Ya no tiene escapatoria".

Albus soltó un soplo de aire contenido antes de asentir. Saco la varita de sauco desde su antebrazo, oculta por la manga de su túnica colorida. Harry lo observo antes de usar un hechizo de desarme (Espelliarmus) y agarrar la antigua varita al levantar su mano. De inmediato, sintió un calor recorrer su mano, casi como una manta tibía envolviendo su extremidad diestra.

"Gracias... ", Harry asintió antes de sacar una piedra desde su bolsillo. La giro tres veces antes de murmurar algunas palabras y dejarla sobre el escritorio. Después de eso, salió del despacho en unos segundos.

Albus Dumbledore se quedo parado, un poco confundido por los últimos segundos, pero cuando escucho una voz que reconocía demasiado bien, saltó sobre sus pies. Los hombros del anciano se encogieron mientras su barba temblaba un poco, por culpa del temblor en sus labios.

Frente a él, habían aparecido tres personas que lo miraban con sonrisas.

"Hola, Albus", una voz femenina llego a sus oídos.

"... Madre", Albus susurro con asombro, alegría y tristeza, todo mezclado.

. . . . .

Harry decidió que volvería por la piedra dentro de una hora. Era el tiempo suficiente para que la familia hablara lo suficiente. Eso también haría que nadie resulte dañado, u obsecionado por el poder de la piedra de la resurrección.

Ahora mismo, caminaba en dirección al Gran Salón. Como todavía no terminaba el tiempo de desayuno, esperaba encontrar a sus amigos ahí, para hablar mientras comía algo. Sin embargo, se encontró con tres personas interesantes.

Draco Malfoy, que salía del Gran Salón, junto con Astoria Greengrass. La otra persona, Harry pensó que era la hermana mayor de Astoria, Daphne Greengrass.

Harry soltó un silbido al ver a Draco.

"Vaya... Hiciste un movimiento tan pronto"

Draco frunció un poco el ceño cuando lo vio, antes de resoplar y cruzar sus brazos.

"Potter. ¿Todavía usas esa ropa? Pensé que la habías arrojado al basurero"

"Oye, me gusta bastante. Es mejor que esa túnica de auror", Harry resoplo y miro su ropa. Usaba zapatos negros y un pantalón de traje del mismo color. En la parte superior, usaba una camisa blanca debajo de un chaleco sin mangas de color negro, y una corbata igual de oscura. Sobre todo, estaba usando una gabardina color marrón oscuro.

(Algo así)

"Si... te quejaste como quince minutos por eso. Idiota molesto".

Harry puso los ojos en blanco antes de acercarse a una Astoria boquiabierta. Ella retrocedió un paso cuando Harry acerco su rostro, como si la estuviera examinando.

"¿Qué haces con mi hermana, Potter?", Daphne pregunto un poco molesta. Pero en su interior, se sentía sorprendida por la tan amigable charla que Harry Potter estaba teniendo con Draco Malfoy.

"Estaba interesado en conocerte, Astoria. Con todo lo que ha dicho Draco, ciertamente me encontraba interesado. Habla bastante, el idiota ese".

"¿Él te ha hablado sobre mi?", Astoria pregunto un poco interesada en eso. "Pensé que eran enemigos mortales".

"La gente tiende a esparcir rumores. Ambos hemos madurado lo suficiente como para ser amigos y aliados en el crimen. ¿No es así, Draco?"

"Es una cosa lamentable, pero si. Mi yo de once años debe estar llorando en estos momentos".

"Y el mío se ríe con fuerza", Harry sonrió antes de alejarse dos pasos y sacar una poción desde su gabardina. "Toma. Ahí está la segunda dosis".

"Gracias, Potter", Draco asintió cuando tomo la poción. Daphne y Astoria miraba con ojos bien abiertos la poción. Era demasiado similar a la poción contra la maldición de sangre que Astoria había bebido hace días.

"¡¿Eras tú?!", Daphne exclamo, llamando la atención de varias personas que salían desde el Gran Salón, y otras más que se encontraban sentadas más cerca de la puerta.

"¿Yo?"

"La poción... ¿la creaste?"

"¿Esa? Si, yo la hice. Por cierto, ¿quién eres?"

"Ella es Daphne, la hermana de Astoria".

"¿Tu enamorada tenía hermana?"

"¡Potter!", Draco levantó la voz de inmediato, intentando detener las palabras de Harry, pero había sido demasiado tarde. Tapo sus ojos con su mano derecha mientras exhalaba lentamente, intentando calmarse.

Harry levantó sus cejas y miro hacía Astoria, que tenía sus mejillas un poco sonrojadas.

"¡Harry!", la voz de Ron llego, causando que todos se giraran. El Weasley había corrido junto con Hermione.

"¿Ron? ¿Qué pasa?"

"Uh... ", Ron se detuvo al ver que nada había ocurrido. Él se había levantado al escuchar la voz de Draco gritar Potter, pero parece que lo había hecho por nada.

"No te preocupes. Simplemente ayudaba a Draco a declararse"

"Lo pagaras. Te prometo que lo pagaras, Potter", Draco casi gruñó cuando dijo esas palabras. Se podían notar sus orejas rojas mientras ocultaba su rostro.

"Me has dicho eso varias veces, pero nada ha sucedido. Admite que no puedes devolverme las bromas que hago. Son demasiada inesperadas para ti".

"¿Qué... está ocurriendo?", Hermione pregunto confundida. Harry se veía demasiado amigable con los Slytherin, sobre todo con Draco.

"Eso me gustaría saber", Daphne replico fríamente mientras miraba a Draco fijamente.

"Oh, no es problema. ¡Ningún problema!", Astoria interrumpió en ese momento, haciendo retroceder a su hermana al jalarla del brazo.

"Lo explicare mejor en otro momento, Hermione, Ron. Ahora mismo, solo sepan que hemos superado nuestra enemistad. ¿Verdad, Draco?"

"Creo que me hubiera gustado no hacer eso. Ahora siento que mi vida será estresantemente molesta".

Harry simplemente sonrió con fuerza.

_______________________

Omake: El lloroso Albus Dumbledore.

Albus Dumbledore lloraba como un niño pequeño cuando Harry volvió al despacho. Sus mejillas y parte de su bigote, estaban llenos de lagrimas. Sus hombros temblaban ligeramente mientras apretaba con fuerza sus manos, que estaban sobre el escritorio.

Harry suspiro con un poco de lastima al ver al viejo director en ese estado. Se acerco lentamente y tomo la piedra de resurrección que se encontraba cerca de las viejas manos de Albus.

"¿Fue un buen encuentro? ¿O... ?"

"¡Maravilloso!", Albus exclamo temblorosamente. Invoco un pañuelo con su vieja varita y se limpió las lagrimas cuidadosamente. "Es... Fue una de las mejores cosas que he vivido. Muchas gracias, Harry. Pude lograr dejar atrás mi peor miedo. Escuche las voces de mi querida familia, y me reconcilie totalmente con ellos".

"Es bueno escuchar eso", Harry dijo en voz baja, guardando la piedra, pero pensando que necesitaba encontrar un lugar mejor en donde colocarla. Quizás un anillo. Quizás un collar con protecciones.

"Tendré que retirarme pronto, director. Pero, antes de eso, necesito otro favor de usted".

"¿Qué cosa sería?", Albus pregunto mirando directamente a los ojos verdes.

"Descanse. Tome unas verdaderas vacaciones. La guerra, en estos momentos, ya está casi ganada. Solo necesito atrapar a ciertas personas. Usted no tiene nada más que hacer como un mago del lado de la luz. Ya es suficiente, ¿no? Las cosas que ha hecho.... Las cosas que ha intentado hacer.... fueron suficiente. Se merece un descanso adecuado".

"Pero, ¿a quíen... ?"

"Minerva. O Filius Flitwick. Maldición, incluso Severus Snape ayudaría en estos momentos, ya que no necesita esconderse o trabajar como espía. Director, se encuentra rodeado de personas competentes que lo ayudarían en un chasquido de dedos.... Confié en ellos".

"Puede comprar todos los calcetines que quiera. O viajar viendo cosas que ha deseado antes, pero no tenía el tiempo para hacerlo. Puede leer un buen libro, o simplemente encontrar otras cosas entretenidas que hacer", Harry inhalo antes de exhalar. Le dio una sonrisa amistosa a Albus Dumbledore, antes de darse la vuelta para salir.

"¡Harry!"

"¿Si?", Harry se giro la cabeza al responder. En ese momento, sus ojos se abrieron de par en par al ver la expresión Albus. El adolescente, nunca había visto a Albus Dumbledore sonreír como lo hacía ahora. Sus mejillas se habían estirado, mostrando parte de su boca detrás de todo ese cabello en su bigote y barba. Sus cejas se habían levantado un poco, y sus ojos brillaban como nunca lo habían hecho.

Era... Era la expresión de un hombre extremadamente feliz. Era la sonrisa de un hombre que había encontrado la solución a todos sus problemas. Era la tranquilidad de un anciano, que ya no necesitaba estresarse al pensar en la actual, o la siguiente generación.

"Gracias. Realmente, gracias por la oportunidad que mi has regalado.

La sonrisa de Harry, casi igualo a la de Albus, en ese momento.

"No se preocupe. Todo se encuentra bajo control. Después de todo, también quiero vivir una larga vida".

__________________________________