Harry Potter se paso la mano por su rostro. Se sentía agotado después estar todo el día en juicios. Había tenido que pararse y sentarse repetidas veces durante todo el día. Tener que escuchar las quejas de los miembros de Wizengamot, sobre todo de Corban Yaxley, fue extremadamente molesto. Esos hombres y mujeres, solo parecían preocuparse por sus intereses personales.

Admiraba más a Amelia Bones por tener que trabajar como lo hacía. Ella realmente merecía respeto por tener que dirigir todo ese circo.

Durante la mañana, tuvo que declarar sus razones para haber entrado al Ministerio. Se paro ante todo el Wizengamot y los espectadores de diferentes diarios de Gran Bretaña, y otros lugares del mundo. Incluso habían dos personas desde Japón. Él no pudo evitar sonreír ante los planes de Amelia. Con tantos reporteros de diferentes lugares, no había escapatoria para los acusados, incluso en la mínima posibilidad de que los declararan inocentes. Las dudas se habrían plantado de todos modos.

Así, entonces, declaro frente a todos. Primero, comenzó con lo que sucedió en sus vacaciones antes de entrar a su quinto año como estudiante de Hogwarts. Ese momento en el que tuvo que ir a juicio por defenderse contra Dementores. Varios interrumpieron diciendo que no tenía nada que ver con el caso actual, que simplemente perdía el tiempo.

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"¡Estamos aquí por los acusados, señor Potter!", un hombre grito enojado. "Vaya directamente al punto. No se le ha preguntado por su juicio anterior".

"Oh, pero tiene que ver, Lord Rosier. Después de todo, esos dementores fueron enviados por personal del Ministerio, instigados por el odio que sentían por mi. ¿Acaso cree que simplemente aparecieron de la nada?", Harry gruñó y miro a todos los miembros del Wizengamot. "¡Todos ustedes simplemente sientan sus asquerosos traseros, acusando y apuntando el dedo para terminar todo rápido! Las pocas personas que realmente merecen respeto en este maldito grupo, son muy pocas".

"¡Así que silencio!", Harry grito con más fuerza, invocando su magia para crear una presión sobre todos. "Escucharan cada cosa que diga, y solo luego de eso, espero que deliberen justamente sobre todo lo que ha sucedido en el Ministerio".

"Ya es suficiente con sus tonterías. Personas como ustedes, deberían actuar de la forma correcta, y no tomar la forma más rápida. Si ustedes, un grupo de personas que se supone, dirigen las cosas más importantes de la comunidad mágica de este país, simplemente toman el camino más rápido, no creo que sean necesarios".

"Sus palabras son demasiado duras, señor Potter. No sabe todo lo que tenemos que hacer", Madame Longbottom se levantó y hablo. Harry la miro con una mirada más tranquila.

"¿Pero, me equivoco con lo que dije? Por favor, Madame Longbottom. Dígame una sola vez en que el Wizengamot haya ayudado a la comunidad mágica".

"... "

Harry le sonrió con un poco de tristeza. No había respuesta por parte de la mujer mayor. Había esperado que algunos saltaran después de hablar de su anterior juicio. Decidió usar eso para comentar alguna de sus opiniones sobre el Wizengamot. Y esperaba que más de uno de los espectadores, cuestionara el funcionamiento de dicho grupo.

"Entonces, guarden silenció. Escúchenme. Y solo después de eso, hagan lo que tengan que hacer", Harry hablo de forma mucho más tranquila, continuando con lo que tenía que decir. Hablo sobre los dementores y su juicio. Hablo sobre como un hombre le había advertido sobre una profecía en el Departamento de misterios. Una profecía que estaba relacionado con él y Voldemort.

"¿Quién sería este hombre?", Amelia, quien dirigía todo, pregunto seriamente.

"Gareth Greengrass".

"¡¿Dices que un miembro de mi familia te ha tendido una trampa?!"

Harry levantó un poco la mirada, mirando a un hombre de cabello castaño y ojos grises.

"No. Gareth me ayudo", el hombre abrió los ojos con sorpresa, para luego sentarse sin decir nada más. "Gareth es un inefable, señores y señoras. Un hombre que ha trabajado en el departamento de misterios. Es alguien que trabaja intentando descubrir una cura para las maldiciones de sangre. Y bajo su punto de vista, no podría hacer tal cosa con Voldemort suelto".

"Me contacto, diciendo que había visto una profecía en la cámara de las profecías con mi nombre. Y eso podría ser de ayuda para la derrota del Señor Oscuro. Fue gracias a Gareth que entre en el Ministerio".

"Me ofreció una capa inefable para pasar desapercibido. Pero, ¿quién sabría que Voldemort sabía lo que hacía en ese momento?"

"¿Después de eso?", pregunto Amelia.

"Aproveche el momento. Voldemort y sus secuaces, también tenían las mismas capas. Y como pasaba desapercibido, me acerque con la profecía. Cuando se acerco, lo ataque con todo lo que tenía".

"Se han descrito dos hechizos, señor Potter. Uno de rayos, y otro desconocido. Se describe como una niebla blanca".

"El primero es un hechizo antiguo. Hogwarts guarda secretos, Madame. Encontré ese hechizo ahí. Permite disparar rayos desde la varita, o en mi caso, desde las manos. El segundo no es un hechizo como tal, sino pura magia. Controlas, acumulas y luego expulsas. Es puro control mágico".

"¿Y la magia que unió sus varitas? Un rayo de luz dorada surgió entre tu varita y la del Señor Oscuro".

"Fue una manifestación rara del hechizo inverso: Prior incantato. Esta rara manifestación se conoce como Priori Incantatem. Esto sucede cuando dos varitas que ocurrió cuando dos varitas con el mismo núcleo (es decir, tomadas del mismo animal) intentaron batirse en entre sí. La varita del ganador obliga a la varita del perdedor a producir ecos de los hechizos más recientes realizados en orden inverso. Es por esa razón, que aparecieron ecos de mis padres en ese momento, ya que la maldición asesina que los mato, fue hace tiempo".

Amelia frunció el ceño, porque no sabía esa parte, así que pregunto: "Tu varita... ¿qué núcleo tiene?"

"Pluma de fénix, Madame"

Murmullos se escucharon en ese momento. Varios no podían creer que el núcleo de la varita de Voldemort, sea de una criatura de luz como lo era el fénix.

"¿Estas completamente seguro de que se trataba de Priori Incantatem?"

"Lo hago. Ustedes pueden preguntarle a un fabricante de varitas. Quizás el señor Ollivander pueda hablarles más sobre el tema. Después de todo, él fue quien me vendió la varita, incluso diciendo que era curioso que el fénix que le regalo las plumas, sirvieran para mi varita y la varita que creo mi cicatriz".

Más murmullos explotaron después de esas palabras.

"¿Cómo describiría al Señor Oscuro?"

"Bueno... ¿además de que no tiene nariz? Esa persona ni siquiera se puede llamar humano. Es más serpiente que cualquier otra cosa. Un homúnculo. No había ni una pizca de buen sentimiento en el bastardo".

"Por favor, cuide su lenguaje", Amelia frunció un poco el ceño, mientras Harry simplemente se encogía de hombros.

"Bien. Las preguntas para usted, han terminado por ahora. ¡Lord Corban Yaxley, adelante!"

"¿Disculpe?", Corban Yaxley se puso de pie, confundido. Sin embargo, en ese momento, los aurores dispuesto a los alrededores de la sala, dispararon de inmediato. Yaxley se quedo congelado, para sorpresa de todos.

"¿Qué significa esto?", un hombre un poco gordo y viejo, se levantó con un ceño fruncido. Amelia lo ignoro, mirando a Yaxley en todo momento.

"Nos hemos reunido para escuchar la parte de Harry Potter sobre lo sucedido. Pero, sobre todo, para los juicios de los criminales. Y usted, Corban Yaxley, es acusado de extorsionar y amenazar al Ministro de Magia, Cornelius Fudge, en aras de liberar a los mortifagos capturados".

Cornelius levantó el trasero de su asiento, mirando sorprendido a Amelia. "Tú... ¿Cómo...?"

"Hace un par de días, llego a mi oficina. ¿Se le olvida, Ministro? Usted menciono que necesitaba que los juicios se apresuraran. Se veía nervioso. Con todo lo que estaba pasando, no podía dejar pasar nada, así que investigue. ¡Aurores, déjenme ver los antebrazos de Corban Yaxley!"

Dos hombres fueron de inmediato. Tomaron a Yaxley por los brazos y subieron sus mangas. En uno de sus antebrazos, estaba la marca tenebrosa. Los que estaban cerca, jadearon antes de palídecer.

"Usted será el primero de todos en ser interrogado bajo veritaserum", Amelia entrecerró los ojos con frialdad. "Soltara toda la información que posea, desde su año de nacimiento, ¡hasta cada cosa asquerosa que podrías haber hecho hace un par de horas!"

Desde ahí, fue un maldito pandemonium. Corban Yaxley soltó todo lo que tenía. Desde las cosas que había hecho cuando era joven y se unió al Señor Oscuro, hasta sus crimines más grotesco contra nacidos de muggle y muggles. Y ni hablar de los otros acusados. El Wizengamot junto a los espectadores, tenían rostros blancos como fantasmas, pero en algunos, era evidente las ganas de vomitar mientras escuchaban; violaciones, asesinatos, masacres, torturas, etc.

Nott... Greengrass... Yaxley... Flint... Rosier... Rowle... Varias familias que se encontraban dentro de la lista de los veintiocho sagradas, fueron culpables de todas esas cosas atroces. Eran seguidores del Señor Oscuro Voldemort.

"¡Hagan que esos viles bastardos sean arrojados por el velo!", Madame Longobottom grito con todas sus fuerzas. Sus mejillas parecían temblar mientras respiraba y sus ojos, si pudieran, estarían lanzando fuego, dagas y veneno hacía los mortifagos. Y sus palabras, hicieron que casi todos gritaran cosas parecidas. Los más bocales, eran los reporteros y espectadores.

Amelia apunto su varita hacía el cuello y dijo con una voz amplificada: "¡Silencio! ¡Esto todavía no termina!"

Las voces siguieron fuertes por varios segundos, pero pronto, se fueron calmando. Cuando Amelia vio esto, miro a un auror cerca de las puertas.

"¡Trae al último!"

El auror asintió antes de salir por las puertas y regresar varios minutos después. Traía a un hombre esposado. Era gordo y feo, con poco cabello y un rostro que se asemejaba a una rata. Cuando el acusado fue puesto dentro de una jaula en medio del lugar, con todos mirando, Amelia hablo. "Peter Pettigrew, acusado de actos terroristas, seguir al Señor Oscuro... e inculpar a Sirius Black por la muerte de trece muggles".

Todos quedaron con la boca abierto. O por lo menos, los que sabían de Sirius Black. Los reporteros de países más alejados, simplemente miraron y escucharon con atención.

"¡No hice nada! ¡Lo juro! ¡Por favor!", Peter grito asustado. Él temblaba dentro de la jaula.

"¿Puede repetir eso, mirando al hijo de los amigos que traicionaste?", Amelia pregunto con frialdad.

Peter abrió bien los ojos y se giro, buscando por todos lados, hasta que vio a Harry sentado en la parte delantera.

"Harry.... Harry, por favor".

Los ojos verdes de Harry, eran solo fríos e indiferentes orbes.

"¡Administren el verisaterum!"

Peter se resistió. Gritaba y se sacudía, diciendo que era inocente, como muchos otros antes de él. Sin embargo, todavía fue presa de la poción. Su rostro se volvió lentamente en un dibujo de indiferencia, hasta que respondía a todo lo que le preguntaran, sin poder mentir ni una sola vez.

Lo que realmente había sucedido la noche en que James y Lily Potter murieron. Lo que sucedió la noche en que fue perseguido por Sirius Black. Las cosas que había hecho después de eso, escondido como una rata. Cabe de decir que, después de eso, no había forma de que Peter Pettigrew, se salvara.

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Después de que los juicios hubieran terminado, Harry suspiro mientras miraba a un perro negro sentado a un lado de él. Sabía que las cosas, todavía no llegaban a su fin. Con lo que Amelia había pedido hace solo unos minutos, quería agarrar y arrancar un poco de su cabello.

En cuanto a Amelia, ella simplemente le sonría victoriosamente al cansado niño que vivió.

"No puedo creer que hayas logrado esto", Harry miro la túnica especial que usaban los aurores en la mano derecha de Amelia. "¡Eres demasiado malvada!"

El perro a un lado dejo escapar jadeos, como si se estuviera riendo.

"Oh, y tu deberías cambiar a tu forma normal de una buena vez. ¡Eres malditamente libre, Sirius!"

El perro lo miro antes de transformarse en Sirius Black, que vestía bastante bien. Su barba había sido cortada hace poco, dejando un buen bigote sobre su labio superior. Su cabello ondulado, se veía mejor que nunca. Lamentablemente, sus mejillas seguían viendose flacas.

"Lo siento, ha sido demasiado divertido. Aunque... creo que es demasiado peligroso, el trabajo, quiero decir".

"¡No me preocupa eso! Puedo lidiar con magos oscuros. Pero no quería trabajar como auror, sobre todo ahora, que podía divertirme en Hogwarts".

Amelia resoplo: "Hmph. Me has dado demasiado trabajo, Harry. Así que conseguí un buen trabajo para ti. Mientras me encargo de todo el trabajo que son los mortifagos, tu te encargas del pesado trabajo que son Los Imperdonables. ¡La paga es excelente, lo prometo!"

"Ugh... ¿cómo hiciste que se aceptara mi incorporación?"

"Mostraste tus recuerdos de la batalla, Harry. Justo entre Apollo Greengrass y Rowle. Fue un movimiento para causar impresión entre todos, pero también sirvió para demostrar tus habilidades. Además, dijiste que querías dar los exámenes TIMO y EXTASÍS, ¿verdad? Ahora puedes hacerlo".

"Es una situación delicada, en donde se necesita el apoyo del niño que vivió. El muchacho que reprimió al Wizengamot completo".

"Bien... ¡Pero quiero esa paga!"

"Todavía no entiendo como es que eres tan poderoso, Harry", Sirius comentó, un poco preocupado.

Harry miro a su padrino antes de suspirar. "Bien podría decirlo ahora. De todos modos, Amelia ya es una amiga".

"Cierto. Después de todo esto, puedes considerarnos amigo. Por muy raro que sea sera amiga de un adolescente".

Harry asintió y los miro. 

"¿Sabes que hay secretos en Hogwarts, verdad?"

"¡Por supuesto!", Sirius exclamo. "Ni siquiera nuestro grupo pudo descubrir todo".

"Bueno... hay más de una cámara secreta. Entre a la de Rowena Ravenclaw, esperando obtener conocimiento para acabar con todo esto de Voldemort de una vez por todas. Gracias a la ayuda de Rowena, Hermione y Luna, pude usar un ritual especial. Consistía en usar runas para conectarme a la línea de sangre de mi familia. El conocimiento de personas que vinieron antes de mi... antecesores... ancestros que me ofrecieron hechizos y conocimientos".

"¡Eso fue peligroso! ¡Los rituales son arriesgados!", Amelia gruñó enojada.

"Ciertamente. Pero tenía el apoyo del retrato de Rowena Ravenclaw. Confiaba en eso. Pero dolió como la mierda. Recibir tanta información, fue doloroso. Pero viendo el lado bueno de las cosas, conocí a Merlín. ¿Sabían que el Merlín de Slytherin no es el verdadero que todos aman?"

"¿Qué?", Sirius pregunto confundido.

"Si... también conocí a Circe. Las líneas se vuelven difusas mientras más atrás vayas. De algún modo, casi todos se conectan con ella, o Morrigan, o varios otros".

"Por eso soy tan fuerte. Conozco hechizos y magia antigua".

"Te daré trabajo extra por esa tontería que hiciste"

"No puedes"

"Ahora soy tu jefa"

Los ojos de Harry se abrieron de horror al comprender eso. Pero para Amelia y Sirius, solo fue gracioso.

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