Hermione observaba el libro y el diente de basilisco en la mesa de madera.

-¿Funcionara?- pregunto.

Victor observaba desde la ventana las varitas en alto mientras varios mortifagos entraban al castillo. Aun no llegaba su padre pero presentia que ya estaba cerca

-Eso espero-contesto Draco y cubrio el diente con una tela blanca.

-¿Donde destruiran el libro?-pregunto Narcissa observando a todos.

Los tres chicos que habian entrado a la camara se observaron sin saber que contestar.

-Frente a el- contesto Victor sin mirar a la rubia, luego murmuro- Ojala funcione.

El rubio tomo el diente y se lo tendio al chico Riddel, este observo al chico y luego al diente.

-Tu debes destruirlo-hablo Hermione- El libro dice que solamente un verdadero hijo del señor tenebroso puede lograrlo.

El pelinegro tomo el diente entre sus manos y asintio, luego tomo el libro de la mesa y lo guardo en su chaqueta negra.

-Vayamos a visitar a mi papito- sonrio el chico de cabello negro.

***

Los pasos resonaron en el castillo mientras el ejercito de Dumbledore bajaba por las escaleras. Al llegar abajo los profesores los observaron.

-Crei que ya no estarian- hablo Harry.

-Esta batalla la iniciamos junto Harry-contesto Dumbledore-Y la terminaremos juntos, vivos o muertos.

Fleur tomo la mano de Victor y este se giro a verla, le apreto la mano y un suave beso le deposito en sus labios, al lado de la rubia sus gemelos sonreian.

-Derrotaremos a su abuelo- aseguro el chico agachandose hacia sus pequeños.

-¿Y si no lo logramos?-pregunto Ethan con temor.

-Entonces, le sacaremos una nariz de un buen coraje- contesto con una sonrisa el chico haciendo reir a sus hijos.

Hermione se poso al lado de Draco, este la miro.

-Lo siento-murmuro ella observando la gran puerta.

-No- contesto Draco de inmediato- Perdoname a mi, lo siento.

La castaña sonrio y apreto la mano de su rubio.

-Vayamos por nuestra hija- hablo el rubio con una sonrisa.

Las miradas de todos se posaron en la puerta de salida, el aire frio ondeaba sus cabelleras, los profesores, amigos y descendientes de los magos mas famosos observaban la gran guerra que se aproximaba.

-Ya es hora- hablo Snape.

Victor solto el aire que habia contenido. Una vez mas se enfrentaria a su padre y por el mismo motivo, la vida de su familia. Y esta vez no lo dejaria vivo.

Las pisadas retumbaron hacia la salida del castillo con las varitas en alto dispuestos a ganar su ultima guerra. Dumbledore se puso al frente como siempre, protegeria a todos sus estudiantes y maestros pasara lo que pasara, aunque su vida corriera peligro.