42. REINICIO (II)
—De las bolas hasta el estómago si me enteraba que habías tocado a Tonks— Aclaró la mujer de cabello castaño— Me retiro. Sala principal de la residencia Tonks del sur de Sheffield— Y se adentró en las llamas.
—Como dije, la mejor de mis primas. La menos loca— reiteró Sirius tomando un poco de whiskey el también.
Dos días posterior a eso se presentó en la residencia por invitación de Sirius quien sería el nuevo gerente de la empresa de magiometros. El hombre era un vampiro de nombre Antonov y se hallaba en la sala de la residencia.
—Entiendo, pero debería entonces ser sencillo mover las operaciones a otro país ¿no?
—El problema de mover las operaciones a otro país no es el tema del dinero para un traslado. Es en primer punto el papeleo requerido para ello. El ministerio de magia no lo va a aceptar de buenas a primeras, y segundo, hay que analizar si vale la pena hacer el registro nuevamente del nombre comercial y el galpón donde todos trabajarán en otro país. Eso es una inversión que habría que recuperar, y los magiometros por ahora son nuestro único producto, y aunque es rentable, no creo que pueda sustentar esa inversión.
—Esa parte la hemos discutido, nuestros artesanos pueden además fabricar otros instrumentos como astrolabios, sextantes, telescopios bastante potentes y relojes, relojes de alta precisión. Lo he preparado en el documento— El sujeto pasó a Sirius el texto.
—Hola Sirius— Harry se asomó ligeramente en la sala.
—Harry, cachorro, ven aquí. Te presento a Antonov, es el jefe de operaciones y ahora será nuestro gerente en la planta de magiometros.
—Un placer señor Antonov, creo haberle visto en mi visita a la planta. Todo muy limpio y ordenado.
—Usted es Harry Potter— El hombre se levantó de su asiento—. Para nosotros es un honor poder trabajar con usted. Mi comunidad estará eternamente agradecida por esta oportunidad de trabajo y estabilidad.
—¿Su comunidad?
—Soy uno de los vampiros que trabajan en su planta señor Potter. Lord Sirius me ha informado que fue usted mismo quien insistió en contratar a los de nuestra comunidad.
—Pasé un día por el ministerio y vi que los llevaban encadenados, no me pareció muy justo— respondió Harry tomando asiento.
—No lo es, pero no hemos visto a muchos miembros de la comunidad mágica dispuestos a luchar por nosotros, hasta que apareció Lord Sirius abogando por nosotros. Ha sido grato poder trabajar con el nuevo producto. Hemos logrado incrementar el margen de ganancias además en un 20% con nuestros ritmos de trabajo.
—Gracias por su dedicación— expresó el chico.
—Antonov vino a presentarnos un plan para trasladar la planta de operaciones con nosotros a Brasil.
—¿Hay algún problema con la planta?— indagó Harry.
—En términos operativos estamos al máximo señor Potter, en realidad no tenemos ningún problema. Es más un planteamiento de nuestra parte— admitió Antonov—. Si existe la oportunidad, le pedimos que traslade la planta de trabajo a otro país. Si ustedes se mudan a América del sur, sería grandioso si pudieran solicitar el traslado de trabajadores.
—Pero es una inversión fuerte en términos de dinero— replicó Sirius mirando al chico— Sin contar que el ministerio no dará su beneplácito muy fácilmente.
—¿Por qué quieren mudar la planta señor Antonov?
—No hay muchas oportunidades para mi o los de mi especie en este lugar. No somos consideramos humanos o seres mágicos con derechos como los duendes. Lamentablemente para la mayoría de la comunidad mágica no somos más que criaturas mágicos, nos colocan a la par de una bestia. Eso significa que nuestra caza está permitida, y cuando se dan casos donde un vampiro ataca a un mago, estos van detrás del vampiro y lo toman prisionero o matan, a este y a su familia. Mi hermano y mi sobrina murieron en uno de esos ataques, una redada que según comentan, algo salió mal y eliminaron a treinta de nosotros.
—¿Y necesita nuestra ayuda para irse? ¿por qué no se retiran por ustedes mismos?
—Estamos marcados señor Potter, hay un registro de cada uno de nosotros en el ministerio de magia, el suministro de sangre artificial además está regulado por el ministerio. Asi que el sustento solo es posible comprarlo al mismo ministerio, y es el ministerio quien decide si comeremos hoy, o no. No podemos irnos tampoco, porque se necesita una carta firmada por el ministerio para que un vampiro tenga libre tránsito. Estamos cercados desde distintos puntos, con comida, poder y encarcelados en el país sin poder movernos a otro lugar.
—Han muerto muchos vampiros en los últimos años— admitió Sirius.
—Demasiados, en Reino Unido debemos quedar menos de quinientos de nosotros. El año pasado eliminaron a más de dos mil, es algo que no verá en las noticias. hay mucho temor hacia nuestra raza.
—Necesitan que movamos la planta para poder moverse y pasar el cerco político que sufren— entendió Harry.
—Exactamente eso— respondió el señor Antonov.
—¿Y que hay de los peligros?— indagó Sirius—. Entiendo que no todos los vampiros son iguales, pero indudable que algunos han sido un peligro, han existido aquelarres de vampiros bastante peligrosos.
—Tal como siempre han existido magos tenebrosos. Hay peligros, generalmente somos nosotros mismos dentro de nuestro círculo quienes tratamos de solventar los entes peligrosos que surgen. Tampoco estoy solicitando ayuda para cien personas. Somos diez trabajadores de nuestra clase, con nuestras familias en total apenas somos treinta y cinco integrantes. podemos suministrar los nombres e identidades de cada uno. Incluso ayudar económicamente— expuso el sujeto.
—¿Económicamente?
—Somos seres que hemos tenido largas vidas, en mi caso tengo trescientos sesenta años señor Potter. No diré que he amasado una fortuna, los primeros años fue muy difícil hacer dinero— sonrió— había hambruna y guerras en toda europa, pero sin duda tengo dinero. estamos dispuestos a invertir treinta mil galeones en su negocio a cambio de un veinte porciento de las acciones y que ustedes nos apoyen y firmen los papeles requiriendo nuestros servicios en el extranjero. Sin contar que nosotros pagamos nuestros boletos de viaje.
—Necesitan el permiso— concluyó Harry.
—¿Qué tanto vale ese papel firmado?— preguntó Sirius.
—Vale mucho más que eso. El dinero puedo producirlo sin mayores problemas. pero estoy encerrado en este país, tengo una esposa desde hace unos años. No hemos engendrado pensando en que nuestro hijo estaría en la misma situación.
—Perdón por mi desinformación, pero pensé que ustedes se multiplicaban... ya sabe, mordiendo a otros— comentó sirius tratando de sonar amigable. Antonov no pareció inmutarse por ello.
—No. Al morder se crean vampiros menores. Longevos, pero no inmortales, y con mayor sed de sangre que nosotros. Hay algunos que tenían la costumbre hace algunos años para lograr tener concubinas y aquelarres más grandes, no había suficientes vampiresas, pero no es tan buena práctica. Hay muchas regulaciones y seríamos cazados como ratas por los muggles si mataramos o convertimos a una persona cada noche. Por ello inventamos la sangre sintética y nos recluimos. Tratamos de adaptarnos a esta nueva sociedad.
—¿Solo necesita una firma?— preguntó Harry.
—Se necesitan cinco firmas de grandes familias, pero ya hemos hablado con los Longbottom y Bones. Están dispuestos a dar las firmas e indicar a sus vasallos si la familia Black da su firma. Después de todo, son ustedes quienes en realidad pondrían parte de su dinero y la familia principal que tiene el negocio con el magiometro.
—Haré algo— Harry sonrió tomando el papel—. Le dejará a mi padrino una copia de esas personas que viajarán—. comentó mientras harry firmaba como "Harry Potter, heredero y lord de la familia Potter, heredero de la familia Black y lord por conquista de la familia Slytherin"—. creo que estos servirá mucho más que solo una firma. ¿Le servirá?
—Antonov recibió el papel con el semblante blanco y sus ojos casi temblaban ante la firma delante de él— Señor Potter, de mi parte, déjeme decirle que esto tiene un gran significado para mi. Trabajaré porque sus productos sean de la mejor calidad en el mercado. señor Sirius, esto ha sido la mejor reunión y un momento sin igual en mi vida. Les agradezco en gran medida— Antonov se levantó e inclinó la cabeza.
—Recuerdo mis clases sobre criaturas mágicas, mencionaban que los vampiros tienen mucho ego, y les es difícil aceptar ayudas, aún más inclinar la cabeza.
—Perdí el ego hace mucho tiempo junto a muchas personas y seres que alguna vez quise. Probablemente fuimos orgullosos en algún tiempo, pero esta no es la era de los vampiros, siquiera la de los magos. Con el mayor respeto ante ustedes. Esto es la era del hombre, de la ciencia, de los muggles. Nosotros parecemos espectros que poco a poco van siendo mermados y perdimos poder ante el tiempo— admitió—. Espero que no les ofenda, pero dudo que la magia pueda avanzar más rápido o a la par de la ciencia y las invenciones muggles. Si en algún momento se percatan totalmente de nuestras presencias y nos consideran peligrosos. Nos exterminarán en cuestión de días.
Antonov se retiró no sin antes entregar un vale bancario por treinta mil galeones, la lista de quienes viajarían y tres inclinaciones más. Harry y Sirius entonces conversaron un largo rato sobre la posibilidad de vender relojes, astrolabios y telescopios en la nueva planta.
Aquellos días Hermione estudiaba un poco más de runas con algún plan en mente, lo cual hacía que la chica se encerrara en la habitación sin casi salir al exterior, y sus ojos estuvieran casi fijos en los libros incluso usando el giratiempo. Luna aceptó comer a duras penas mientras veía algunas películas o trataba de entender cómo funcionaba una consola de juegos y Tonks regresaba cada tres o cuatro días solo para descansar de las largas jornadas de trabajo y quejarse de la cantidad de papeleo que implicaban los informes.
Fue una tarde del mes de Mayo cuando Daphne bajó al recibidor mientras Harry colocaba música a alto volumen para conversar. Traía consigo a su hermana menor tomada del brazo.
—Necesitamos hablar.
—¿Qué pasa?
—Astoria se va.
—¿Qué? ¿Adonde?— indagó Harry.
—¿Recuerdas los búhos que la señorita ha estado enviando?— daphne torció los labios— resulta que se ha mensajeado un par de veces con el idiota de draco Malfoy y este habló con su padre y ofreció una dote por la mano de mi querida hermana.
—Es una buena noticia para la familia daphne, tu podrás estar con Potter, y yo estaré con Draco.
—Es mi hermana, pero tiene mierda en el cerebro, lo siento— respondió Daphne.
—¿Y se va ya?— A Harry no le extrañó tanto que Astoria estuviese interesada en Draco, en el colegio hubo rumores, además que su poca interacción con la chica le dio esa impresión.
—Si, Draco dice que en su casa me podrán dar cobijo y protección. Sin mencionar que mi tio ya dio la aprobación. Mantenerme aquí podría ser contraproducente— explicó la chica.
—¿Qué vas a hacer si el idiota decide golpearte? Pansy casi que le lamía las bolas y viste como el imbécil la abofeteó frente a todos en la sala común.
—Pansy no tenía derecho a cuestionar la legitimidad de las acciones del señor Malfoy. Y Draco es diferente, tiene buenos sentimientos, solo busca de tener aprobación de su padre para muchas cosas— explicó rápidamente Astoria.
—Yo no te voy a retener aquí Astoria. Y mucho menos Sirius, que has peleado con él cada día que has estado en esta casa.
—No es nada higiénico y es totalmente lo contrario a lo que un lord debería ser. Parece que intenta ir en camino contrario de hecho. Como me vas a decir que le han mencionado en prensa en lo que podría ser un insulto al apellido y él casi lo ha celebrado embriagandose. Sin contar que se ha dejado ver muchas veces con la mujer karen.
—No voy a decirte mi opinión Astoria— mencionó Harry— Te ofrecí la casa por protección, pero si deseas irte y te aseguran mantenerte protegida, no veo razones para que permanezcas— informó harry mientras que Daphne le miraba molesta y la hermana menor corría escaleras arriba a buscar sus maletas.
—La buscarán en el ministerio de magia. Creo que mi tío enviará un elfo allí para escoltarla— daphne esperó a que su hermana desapareciera para reclamarle a Harry— ¿Te digo que desea irse y la dejas ir?
—¿Querías que peleara con ella para que se quedara?
—¡Es mi hermana Potter, la quiero bien y viva, por supuesto quería que la retuvieras.
—Tu hermana ha querido irse desde el primer día que estuvo aquí. No fue su elección.
—Y no debía ser su elección. Tori es casi una niña, piensa... mejor dicho, a veces no piensa. Sus hormonas piensan por ella. Ha soñado con estar con el hijo de una gran familia de cabello rubio desde que comenzó a caminar.
—Y ahora lo tiene— respondió Harry tratando de comprender el motivo de la molestia. Lo cual era difícil, Astoria había peleado con Sirius por su ropa y actitud, Hermione por no despegar los ojos de sus textos y atreverse a hablar en frente a sangre puras, Tonks por su falta de disciplina, Luna por no comprenderle en lo absoluto, y él mismo más veces que días de estadía.
—Es dificil Harry ¿Adonde va a ir mi hermana si mañana pelea con Draco?, porque sabes que Draco es Draco, y puede ser un dolor en el culo. Yo estaría en Brasil contigo y ella en la residencia Malfoy sin salida.
—Daphne, ella puede regresar a su casa tranquilamente, eres tú quien está comprometida conmigo. Y ella no quiere estar aquí.
—Pues avísale a Sirius para que le borre los recuerdos de esta casa, porque si se va sabiendo la ubicación, el fidelio se va al carajo.
—No llegué a pensar en eso.
—Avísale, porque no quiero que por su estupidez tengamos aquí un grupo de encapuchados con fijación por las serpientes.
—Siquiera parece que fuese tu hermana— bromeó Harry.
—Si es tan idiota para irse con Draco, no espero que sea tan astuta para pensar en maneras de proteger su propia información o integridad. Y yo no pienso morir por idiotez familiar.
—Ya busco a Sirius— Harry se retiró un par de segundos moviéndose hasta la cocina. Pero su padrino no se hallaba en tal lugar, luego subió las escaleras para tocar a la habitación, cuando escuchó ruidos bastante indecentes y reconocibles desde el pasillo. Hermione se escondía en la habitación, mientras que Luna parecía muy distraída en un par de papeles como para notar el sonido.
—Gali— La pequeña elfina llegó delante de este con un ligero estallido— necesito que redactes en un instante algo como un contrato mágico donde Astoria se comprometa y le obligue a no revelar nada sobre nuestra ubicación— comentó Harry, cuando Gali de pronto giró el rostro sin acatar la orden y se sintió el crack de una aparición seguido del grito de daphne desde la sala.
—¡HARRY!
El chico corrió entonces escaleras abajo, Gali había aparecido en la sala hallándose junto a Daphne, Kreacher y Astoria. En el centro de la sala, sobre la alfombra negra con detalles blancos y dorados, estaba tendido Dobby, el elfo doméstico en un charco de sangre y con jirones de piel y hueso en vez de piernas.
—Harry Potter— el elfo alzó el brazo mirando al chico, el cual se hallaba en estado de Shock. Las heridas de inmediato pudo adivinar que eran fatales, el estómago de la criatura estaba rasgado de extremo a extremo, y la cabeza parecía haber sido aplastada de alguna manera, pues los pedazos de cráneo no encajaban, dando una apariencia dolorosa.
—Dobby ¿Qué te sucedió? ¿Quién te hizo esto?
—Llegó así, ya intenté lanzarle dos magias de sanación, pero sigue sangrando— mencionó Daphne.
—¡AHHHHHHH!— Luna lanzó un alarido al llegar a la sala y observar a la criatura moribunda.
—Harry Potter, señor. Dobby tenía que venir, tenía que advertirle. Dobby lo siente, a Dobby le torturaron y usaron maldiciones. Dobby lo siente.
—Oh no— Daphne corrió entonces escaleras arriba encontrándose a mitad de camino con Hermione, Sirius y Karen. Estos últimos apenas vestidos y con el cabello bastante desordenado.
—¿Qué pasa?— indagó Harry queriendo que alguien le diera alguna señal.
—Ya vienen Harry Potter, ya vienen— el elfo murió con sus últimas palabras como susurros. Mientras que la chimenea se encendió de pronto con flamas verdes desde las cuales emergieron Tonks y una segunda Hermione bastante heridas. La primera tenía una herida profunda en la pierna derecha, mientras que la segunda tenía el rostro entero ensangrentado.
—Sin preguntas, hemos retrocedido. Vienen los mortífagos, Sirius, ordena los protocolos de defensa— comentó Tonks antes de correr y lanzarse sobre Harry— Tienen que correr, ya vienen, y son demasiados. ¡Expecto patronus!— la metamorfomaga alzó la varita y una voluta de humo se formó con forma de conejo, el cual saltó por toda la estancia rápidamente y abandonó el lugar atravesando una pared—. Al ministerio, avisa a Tonks de este tiempo, a moody y a Amelia, vienen los mortífagos.
—Hice lo primero que se me ocurrió— Hermione del futuro parecía bastante impactada ante todos los presentes— Apenas pude darle un giro antes que nos atacaran de nuevo— mencionó mirando a todos— Fue muy rápido, no estábamos preparados.
—Gali, Kreacher, protocolo de emergencia. Eliminen toda puerta y ventana, conviertan la casa en una fortaleza. El fidelio ha fallado. Refuerzos sobre todas las paredes, techos y suelos.
—¿Qué pasó con mis padres?— indagó la Hermione del presente sacando de su bolsillo su varita mientras interrogaba a su versión futura.
—No tuve oportunidad de buscarlos— admitió la otra.
—Tonks, nos vamos a desvanecer muy rápido. Nuestros yo de ahora no estuvieron nunca en este pasado. El universo intenta reacomodar el tejido del espacio tiempo muy rápido para evitar una paradoja— Mencionó la chica de cabello tupido antes de desvanecerse.
—No dejes que te maten Harry— Tonks abrazó al chico antes de ella también desaparecer.
—¡Protego totalum, fianto duri, repello inimicum, protego maxima, impedimenta, repello corpus, forza máxima, repello hominem, sponentia speculum!— recitó Sirius lanzando hechizos contra las paredes del lugar. Harry le siguió de inmediato, luego Luna y Hermione.
—¡Largate de aquí Tori, ve a la casa Malfoy, ya no hay nada que puedas hacer aquí!— Daphne bajó las escaleras para empujar a su anonadada hermana a las llamas mientras lanzaba un puñado de olivos flu— ¡Mansión Malfoy!— luego miró al resto antes de recitar ella también los hechizos de protección contra las paredes.
—¿Yo que hago?— preguntó Karen.
—Quédate detrás amor, nosotros nos encargaremos— respondió Sirius y la chimenea crispó nuevamente con flamas verdes. Harry, Hermione, Tonks, Daphne y Sirius salieron en su versión de diez minutos en el futuro.
—Venimos a ayudar— comentó el Harry a su compañero del presente—. Saldremos de esta y ustedes tendrán que regresar para ayudar. Daphne y Sirius, ustedes van a llevar a los padres de Hermione.
—En seguida— los dos se retiraron.
Harry estaba un tanto confundido, su versión futura lucía mucho más experimentado y confiado que él mismo, lo cual no era posible, teniendo en cuenta que solo tenían algunos minutos de diferencia. respiró profundo entonces e intentó concentrarse en lo que tenía al frente, debía proteger a todos los que estaban allí.
—Hay barreras anti aparición— comentó la Tonks del futuro.
—La ruta de escape es...— Sirius estaba por hablar cuando un inmenso golpe hizo que la casa entera temblase hasta los cimientos. El techo entonces se abrió en dos pedazos, dejando que miles de maderas y escombros cayeran en todas direcciones. En la parte superior sobre una viga apareció un hombre con una chaqueta de cuero gruesa y marrón al que Harry había visto una vez en la entrada al despacho de Dumbledore. Tenía un rostro lleno de cicatrices y malgeniado. El hombre golpeó la viga de madera con su bastón y tres magos oscuros aparecieron de entre las sombras y fueron expulsados por los aires hasta la calle.
—¡Harry!— Tonks descendió en forma de una voluta de humo blanco y se posicionó justo al lado del chico, no sin antes notar su versión futura— Oye que buen gusto tienes.
—Gracias, lo sé—. contestó su propia versión futura.
—Protejan la chimenea, es nuestra salida— comentó Sirius mientras se escuchaban alaridos y estallidos en el exterior. Una figura negra y otra blanca viajaban por el aire en ese instante por encima de la casa Black mientras. Una llamarada descendió en espiral desde el aire llenando todo el lugar.
—¡Protego máxima! recitó harry observando a su alrededor, mientras que Luna conjuraba un hechizo semejante al aguamenti, pero que terminaba creando algo semejante a una cortina de lluvia que se evaporaba muy rápido.
—¡Al refugio dos de los Black!— El mago arrojó nuevos polvos flu y empujó al interior a karen— Hice algunas salidas de emergencia cuando estabas pequeño— comentó Mirando al chico.
Sucedieron varios ataques al mismo tiempo. Hubo una bola de luz incandescente en la zona superior, que fue erradicada con un "finite" de algún auror. Luego un maleficio cortante dividió la sala de estar atravesando la madera en dos surcos de gran tamaño. Una serie de cuerdas aparecieron desde el suelo atrapando a algunos de los presentes, casi al mismo tiempo que un grupo de maderos afilados y dos rayos de color morado eran disparados en dirección al grupo.
—¡El giratiempo!—. Hermione razonó de pronto sobre la necesidad del artefacto mágico y se movió por el lugar entre los escombros. Harry y daphne solo se miraron uno al otro antes de seguirla saltando una viga. Luna en ese momento fue despachada por Sirius a pesar de hallarse atada de cuerpo entero.
—No se supone que ellos se larguen ahora ¿O si?— preguntó Sirius, pero cada quien se hallaba ocupado en su propia lucha. Ambas Tonks ahora se enfrentaban a dos mortífagos que lanzaban hechizos de varios colores desde el techo. Un grupo de aurores se hallaban rodeandolos, protegiendoles desde diferentes ángulos de proyectiles, a ellos se unían los dos elfos domésticos que movían las manos de un lado a otro. Harry del futuro convocaba un escudo de metal de gran tamaño mientras por encima de su cabeza se hallaba una segunda varita flotando lanzando hechizos de contusión.
—¡Fiendfire!— se escuchó el hechizo de parte de bellatrix lestrange en un grito seguido de una risa descontrolada.
Harry ahora se movía por las escaleras centrando su atención en el hechizo protego que desplegaba en pequeñas secciones móviles para bloquear los hechizos que entraban.
—¡Vorax lacerum!— Harry nunca había escuchado sobre ese hechizo, pero abrió rápido los ojos cuando el aire brilló como cuchillas frente a un enmascarado que se hallaba escaleras abajo.
—¡Glacius!— bramó daphne creando una columna helada que comenzó rápidamente a devorar la sección de lo que antes fue el baño y la habitación de Sirius.
—¡Expancio sacum!— gritó Hermione abriendo una mochila con la vista llena de terror. Una daga imbuida en fuego voló muy cerca de su rostro—. ¡Accio Omnium, Accio Omnium, Accio Omnium!— la chica de cabello tupido comenzó a chillar debido a que nunca antes había practicado dicho hechizo, hasta que este logró conectar y un vórtice de objetos comenzó a ser trabados por el bolso.
—¿Necesitas todo?— preguntó Daphne metiendo mayor cantidad de magia a la pared de hielo debido a que diversas explosiones en el otro extremo la derretía y debilitaban.
—Intenté accio giratiempo y no funcionó ¡No iba a buscarlo en pleno desastre!
—Apresuremonos y bajemos a la sala— gritó Harry mientras esquivó a un mago que pasó volando y se estrelló contra la pared de madera.
Una niebla verde comenzó a descender desde la sección del techo— No toquen eso, es magia oscura— mencionó Daphne, pero un auror de de piel oscura llegó en carrera frente a ellos sacando su capa, expandiendo esta para contener el avance de la extraña sustancia vaporea.
—Corran, el ácido corroerá todo lo que toque.
—¡Crucio! ¡Crucio!— los maleficios de tinte rojo volaron por sobre sus cabezas.
—¡Avada kedavra!— se escuchó desde alguna sección en la zona inferior.
—¡Lista!— anunció Hermione en el segundo que un hechizo explosivo impactó justo debajo de ellos.
—¡Arresto momentum, reverto expulso!— gritó el hombre. las maderas a sus pies se detuvieron, dejando frente a ellos un resplandor blanco, un intenso calor y maderas que perforaron la piel. Luego todo se movió en reversa regresando a su posición original, aunque los diversos y múltiples cortes continuaron en el lugar.
—¡Bombarda!— gritó Harry al sujeto que ahora conjuraba algo desde la zona inferior de la casa, liberando un poco el camino para poder bajar por las escaleras.
—¡Fortis corpus!— Hermione recitó el hechizo para resistir brevemente el dolor corporal.
—¡Agilitas celeritas!— exclamó Harry el hechizo de refuerzo corporal para poder moverse con mayor velocidad cuando empezaron a descender.
Una enorme araña de fuego verde entonces rompió las paredes y el muro de hielo de daphne creando confusión entre los presentes, amigos o enemigos. Los aurores de inmediato centraron su atención en la defensa, creando escudos y recitando finite en conjunto para minimizar el fuego demoníaco que destruía todo a su paso. Una pared de agua chocó contra la criatura fulgurante y esta chilló haciendo que la estructura detrás se incinerase de inmediato.
Harry corría escaleras abajo sosteniendo a Hermione de la mano mientras que Daphne se movía a su lado. Miraba con horror como el hogar de toda su vida era destruido en cuestión de segundos.
—¡Avada kedavra!— el rayo verde voló y chocó contra la pared gracias a sus movimientos más ágiles.
—¡Noxus vipera!— conjuró un mortífago que salía de los escombros y un centenar de víboras negras fueron expulsadas al aire.
—¡Crucio!
—¡Umbra maledictum!— se escucharon las voces de sus enemigos. Harry movió los ojos y direccionó un par de escudos del protego todavía intacto para bloquear y barrer a las serpientes, y luego interceptar el rayo negro del último sujeto.
—¡Lumos lapsus!— conjuró Daphne, creando una fuente de luz parpadeante que creaba confusión entre los presentes. De inmediato se escuchó varios hechizos "finite incantatem". Pero al lograr observar nuevamente Harry estaba ya entrando en la chimenea junto a las chicas y Sirius, para girar vertiginosamente y chocar contra el suelo de madera de un lugar muy polvoriento.
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