30. LAS REGIONALES DE DUELO (II)
Hedwig aceptó la encomienda con bastante gusto aquella mañana, de hecho la lechuza en ocasiones reclamaba no tener nada que hacer y mucho tiempo libre. Harry usaba en la mayoría de los casos a los elfos domésticos para comunicarse si era necesario con Sirius, y si la situación era extrema, siempre tenía el anillo como respaldo.
Desayunó rápido y se movió hasta la escondida sala del club de duelos. Apenas entró y saludó a Hermione se arrepintió de no compartir con ella la propiedad temporal de la sala de los menesteres. La chica lucía el cabello bastante alborotado y ojos cansados.
—Hola Harry, supuse que estabas en la sala de menesteres, subí a buscarte y no respondiste en tu cama de los dormitorios.
—Si, quise leer algo antes de tener que ir a la competencia. ¿lograste descansar?
—Casi nada, apenas logré dormir, Flitwick me matará. Dijo que debíamos llegar descansados a la competencia.
—Tengo que confesarte algo— Sujetó a la chica del brazo y llevó a un lado de la recámara donde Juliet no pudiera escuchar la conversación— La realidad es que logré dormir bastante bien y me da un poco de pena admitirlo, pero la cámara— Se acercó a la oreja de la chica— permite ralentizar el tiempo si se lo exiges. Y lo usé para estudiar y dormir sin problemas.
—¡Tú!— Hermione frunció el ceño por un instante, luego lo relajó ligeramente— Bueno, siendo sinceros, yo tampoco he sido completamente franca contigo— Se acercó un poco más a él y quitó un botón de su camisa mostrando un pequeño colgante con un reloj de arena en la parte más baja. Harry apenas logró observar sin ser demasiado grosero, pues las formas abultadas del cuerpo de la chica eran evidentes sin aquel simple botón. reaccionó abriendo un poco la boca, luego la cerró y miró a los ojos de ella, punto que Hermione comprendió como si Harry exigiera una explicación, cuando en realidad lo hizo para no tener más tiempo la mirada clavada en su escote y las formas abultadas de su pecho— Es un giratiempo, el ministerio tiene un control bastante estricto sobre ellos, pero tenía curiosidad, y hablé con la profesora McGonagall para tener uno y revisarlo y ver sus runas. El ministerio accedió a prestarlo para este año escolar, aunque me hicieron firmar varios papeles.
—¿Tienes un giratiempo?— Abrió los ojos impactado.
La chica le indicó bajase el volumen de su voz, afortunadamente Cedric llegaba al lugar con sonrisas y saludos— Solo lo he tenido esta semana, pero debo ser sincera. Distante a darme tiempo de hacer todo, ha sido en cambio frustrante. He repetido el mismo día casi por completo, y apenas he tenido tiempo de dormir. Surgieron más libros que leer, más hechizos que practicar, y tu regalo sobre runas no me ayuda mucho a mantenerme tranquila,
—¿Siquiera entrenaste?— preguntó él.
—Mucho, cerca de cuatro horas por día, incluso he aumentado varias veces mi núcleo, ¿crees que se pueda aumentar la efectividad del giratiempo con la sala de los menesteres?
—Tendremos veinte años para cuando terminemos el segundo curso de Hogwarts. Creo que es mejor no arriesgarnos demasiado y solo usarlo si es necesario.
—Allí llega Daphne— señaló Hermione moviéndose para saludar. Harry por su parte la siguió repitiendo mentalmente las palabras ensayadas varias veces en su mente.
—Hola Daphne.
—Hola Potter.
—He enviado una carta junto a una copia a la casa Greengrass, espero que para nuestro regreso del certamen de duelo tengas noticias al respecto y sea posible conversar— Trató de colocar el tono más serio que pudo, pero sentía que su lengua se trababa, en especial cuando recordaba el contenido de dicha carta. Entonces todo su rostro se tiñó de un fuerte rojo.
—¿Una carta Potter? ¿Quieres causarme problemas?
—Quiero...— Harry no pudo decir nada ya que el profesor Flitwick llegaba en ese instante junto al resto del equipo. Su rostro estaba inundado de entusiasmo.
—¡Espléndido, todos presentes!, ahora caminaremos hasta las rejas del castillo, allí nos espera un auror y un elfo de Hogwarts, ellos nos acompañarán permitiéndonos aparecernos directamente en el lugar del torneo. El sitio en específico es un secreto, no habrá público más que un par de jueces. Sin embargo, los encuentros serán grabados. No deben tener miedo escénico ni temer en estas rondas, será solo las clasificatorias regionales. No será problema para el equipo estelar que tenemos con nosotros actualmente— El docente dio un pequeño salto apretando las manos— Sin más preámbulo avancemos— Indicó saliendo del aula secreta.
El ambiente que normalmente sería casi festivo, se hallaba bastante apagado aquella mañana de un fin de semana. Las razones eran dos, desde la llegada de los dementores el aura alrededor de la escuela parecía haberse sentido oprimida. El partido de quidditch del miércoles en la tarde apenas recibió ovaciones. Todo era frío y una gruesa capa de neblina entorpeció la visibilidad en cualquier dirección. Gryffindor apenas llegó a ganar debido a que Harry atrapó la snitch, misma que chocó contra su cabeza antes que él pudiera verla. No obstante, apenas tuvieron veinte puntos de ventaja ante un Ravenclaw que mostraba superioridad en su defensa.
El otro asunto preocupante fue el incidente donde la señora Norris, gata de Filch fue encontrada muerta junto a un mensaje escrito en sangre en una pared. "La cámara de los secretos ha sido abierta, enemigos del heredero temed".
El celador lanzó gritos desgarradores durante medio día y todas las casas tenían ahora un solo tema en común, la sala de los secretos. Un ala completa del colegio que fue creada en la antiguedad por Salazar Slytherin, uno de los fundadores del colegio, pero que se hallaba escondida sin poder ser descubierta. Al menos hasta ahora. Parecía que alguien logró acceder a la misma, o así se anunciaba.
Harry se habría sentido preocupado por semejante hecho, pero desde la visita de su contraparte futura, su visión se hallaba mucho más enfocada en metas más amplias. Si no fue advertido de la necesidad de investigar el asunto de la cámara de los secretos, probablemente no debía preocuparse por ello. Además, ya los entrenamientos era suficiente para ahora tener que sumar un posible peligro extra dentro de las murallas de la escuela.
La junta de representantes no se había comunicado al respecto, medio colegio pensaba que se trataba de una broma muy pesada contra Filch, y salvo una pequeña investigación, nadie daba mayor atención al asunto. En cambio el tema de Gilderoy iba a mayores. El sujeto casi mata a un estudiante ahogado, y ahora tendría un interrogatorio en el ministerio sobre el asunto, y su destitución estaba sobre la mesa.
El grupo llegó a los terrenos del colegio. A Harry no le sorprendió ver que el cielo se hallaba nublado y un par de pequeñas figuras negras ondulaban a cientos de metros de altura.
—Estudié el hechizo deslizante, creo que puedo usarlo de forma rápida para desestabilizar a un oponente— Señaló Cedric en conversación con Fraun, Juliet y Rina.
—Yo tengo una nueva cadena de hechizos, creo que es eficiente. No sirve para desarmar, pero aturdirá y dejará los brazos inútiles si lo aplico bien— Fraun movió ligeramente la varita en un ademán bastante confiado.
—No estuviste el año pasado, no lo sabes, pero los demás equipos también tienen flujos mágicos. Y los del instituto de Leeds son increíblemente buenos con las magias de refuerzo corporal— señaló Rina—. La verdad solo espero que no se muevan rápido contra las piernas. Había una chica el año pasado que era extremadamente rápida, apenas podías verla moviéndose en el mapa, solo podías impactarle si la señalabas y colocas un hechizo de rastreó. ¿Qué tal están los novatos? ¿Se sienten preparados para la competencia?
—Nos dijeron que son solo las regionales, debemos relajarnos, mostrar indecisión o flaqueza no es muy astuto de nuestra parte— puntualizó Daphne y el resto del grupo hizo silencio mientras llegaban a las rejas externas. Allí un auror extranjero de apellido Martínez esperaba paciente para escoltarles junto a un pequeño elfo doméstico de orejas extremadamente largas y ojos pequeños.
—Sin mucho preámbulo, marchemos— El profesor parecía bastante entusiasmado a pesar de comentar de forma constante solo se trataban de los regionales.
—Tómense todos de las manos, será un solo hechizo de aparición conjunta— especificó el hombre de rostro amable y piel morena.
Harry trató de no pasar pena ante el hechizo de aparición, sin embargo se halló de rodillas sobre un terreno árido. Hermione a su lado se encontraba tendida en el suelo de lado. Los demás parecían tener cierto dominio sobre el hechizo y se mantuvieron adecuadamente de pie.
—¡Bienvenidos a las regionales de duelo chicos!— chilló el profesor— Hasta llegar no podía decirles quienes son sus oponentes. Tendrán que enfrentarse a una pequeña escuela de Birmingham, y al instituto de Leeds, este año afortunadamente los estudiantes de la corona no han venido. Son conocidos por ser bastante estrictos con sus niveles de estudios. Creo que hay además un par de concursantes autodidactas este año, lo cual es bastante raro.
—Los de Leeds son fuertes— expresó Cedric.
—Bien, deberán dar sus mejores esfuerzos, recuerden los hechizos de agua y hielo— Guiñó un ojo como si aquello fuese el mayor truco de la historia.
—La mayoría de los hechizos elementales son buenas defensas y contrarrestan a los magos con refuerzos corporales. Según el libro de texto una roca bien posicionada quiebra hasta al mejor mago reforzado; por eso Hogwarts no es tan estricto con las magias de refuerzo corporal. Muchos saben cómo combatirlas— explicó la chica de cabello tupido.
Se encontraban en lo que podría haber sido un estadio de quidditch en el pasado. No se encontraban los enormes postes y los bancos no se encontraban alzados varios metros en el aire. De hecho el lugar resultaba tan regular que Harry se preguntó si no sería un viejo campo de fútbol muggle.
Se movieron por el lugar con rapidez, todo estaba bastante desierto, incluso en las gradas apenas se observaba unos cuarenta magos sentados para observar el enfrentamiento.
—Pensé que era algo privado— comentó Fraun.
—Lo es, pero el ministerio ha vendido un par de boletos entre los suyos, para recuperar algo del dinero invertido. Descuiden chicos, en las nacionales verán tantas personas sentadas en todas direcciones, y tantos aplausos que apenas lograrán escuchar sus pensamientos— respondió el profesor cuando hubo un estallido a sus espaldas y un grupo de siete hombres y tres mujeres se movieron con paso decidido pasando a su lado.
—Leeds— señaló Rina.
—Parecen todos adultos— añadió Hermione.
—Son adultos, no todas las escuelas de magia inician sus cursos a los once años. Leeds creo que inicia a los quince o dieciséis— añadió Juliet— Y allí está Annya, es la delgada de cabello marrón. Es la que mencioné, es extremadamente rápida.
Harry giró la cabeza, no fue difícil de hallar, eran solo tres mujeres, y una de ellas lucía increíblemente musculosa. Se trataba de una mujer de aspecto serio y mirada penetrante que no mostró compasión por ellos ser menores.
—Yo fuí quién la mencionó, pesada— Rina se quejó ante su compañera. No hubo saludo entre las delegaciones. Leeds se adelantó a una pequeña entrada donde se encontraba un par de magos y Hogwarts debió seguirle después de un rato.
—No tenía idea que Leeds estaba siendo escoltados por Henrieta— comentó el auror—. Les apostaré a ustedes chicos, solo quiero ver que esa mujer regrese sin una sonrisa en el rostro. ¿Pueden creer que el otro día sugirió horarios triples para algunos de nosotros?
—Ganaremos, tanto hoy como en las nacionales. Estoy bastante feliz de decir que tenemos una de las mejores delegaciones en mucho tiempo— comentó el profesor a su lado.
No hubo mayor recibimiento, primero los pasaron un par de habitaciones donde un par de magos realizaron algunas preguntas pasar saber si alguno tomó pociones de aumento de núcleo, revitalizantes, suerte líquida o algún afín en las últimas horas. registraron sus túnicas y varitas y finalmente los dejaron de pie junto a las otras dos delegaciones.
Un hombre rechoncho se presentó ante los participantes y sus representantes— Bienvenidos a esta fabulosa mañana. El día de hoy tendremos las eliminatorias de duelo regionales. Como sabrán, hace casi ocho meses se sortearon algunos sectores y para que compitieran entre si, a fin de solo tener los tres mejores equipos para la competencia de duelo nacional dentro de tres meses. El día de hoy ustedes son los seleccionados. Habrá dos competencias en las cuales podrán participar y clasificar, la primera es un certamen de duelos por equipos, donde deberán enfrentar junto a todos sus compañeros a otra escuadra. Y la segunda competencia, la clásica competencia de duelos individuales, donde cada uno de ustedes mostrará su valía y capacidades en el manejo de la magia y la varita.
—¿Un equipo puede ganar en la competencia grupal y uno de sus integrantes o de otra escuadra puede ir individualmente?— preguntó un chico de Birminghan, bastante reconocible debido a que todos ellos vestian uniformes negros con amarillo.
—Totalmente, habrá dos premios, y dos copas. Los ganadores recibirán un pequeño incentivo de cien galeones de oro además de la copa y el pase a las nacionales. Está demás recordar que no está permitido el uso de pociones que refuercen sus físicos o altere de cualquier manera el comportamiento de sus núcleos mágicos o cualquier hechizo. De igual forma recordamos que por reglas generales no pueden usar ningún tipo de hechizo letal directo o indirectamente, y su uso es motivo automático de expulsión y descalificación. Sus objetivos son desarmar, doblegar, cansar, capturar o neutralizar a sus oponentes.
Los de Leeds por alguna causa mostraban sonrisas confiadas ante todo lo que explicaban. Birminghan en cambio parecía bastante asustado. Harry se preguntaba qué clase de expresión tendría su rostro en ese instante, no sabía cómo sentirse. Su mente por alguna causa divagaba en otra área. Había escrito una condenada carta solicitando a Daphne como esposa, eso era un verdadero asunto. No había conversado aquello con Hermione, o con Tonks. Su versión del futuro además le había sugerido a Tonks ¿acaso era un error haber enviado tal carta?
—Bien, si no hay ninguna duda restante, que pasen los representantes de cada delegación a competir por los turnos —puntualizó el hombre y el profesor Flitwick se acercó a una pequeña bolsa y sacó, para mostrar a todos una pequeña bola marcada con el número 3— Bueno, eso lo resume bastante, primero competirán Birminghan y Leeds, el perdedor y ganador luego se batirá contra Hogwarts, el equipo que gane dos veces tiene la victoria. Luego sacaremos números para competir de forma individual. Debo además resaltar que tenemos una de los nuevos y maravillosos magiometros, esos que permiten medir el núcleo mágico de cada uno. Una nueva adquisición. está por allá, los invito a que midan su potencial mágico, puede darles una idea de cómo usar sus fuerzas frente a sus oponentes. Eso sí, deberán hacer turno, solo tenemos una de esas bellezas— señaló el sujeto. Harry y Hermione casi rompen en risa, debido a que aparentemente el hombre no tenía idea se hallaba justo al frente de su inventora y socio inversor— ¡Que tengan una excelente mañana todos y mucha suerte!.
—¿Sabías que ellos compraron un magiometro?— preguntó Hermione.
—Hemos hecho un centenar de envíos, solo deberías acostumbrarte, los veremos en muchos lugares— repuso él— ¿Viste que Birmingham parece tener miedo de Leeds?
—Creo que rina y Juliet también sienten algo de presión, perdieron contra ellos el año pasado— respondió la chica.
—Centremos nuestras energías en planear algo, no hemos entrenado para competir como equipo— expuso daphne por primera vez hablando con naturalidad frente a Harry, aunque este con la presión del instante no lo notó.
—El profesor Filius cree que nuestras habilidades personales nos permiten sacar lo mejor de nosotros en un duelo conjunto.
—Yo protegeré y ustedes dos pueden atacar como quieran— comentó Harry.
—¿Puedes proteger a tres personas?— Daphne alzó una ceja.
—He entrenado bastante mis defensas— respondió él.
—Bien, confiemos en las defensas de Potter por ahora, si falla igualmente podemos vengarnos de él luego. Si me dan algo de tiempo yo puedo hacer algo semejante a lo que lancé en el dormitorio de Slytherin.
—Eso sería estupendo.
—Van a perder rápido, no tienen confianza— señaló Daphne moviéndose junto al resto a una sección desde la cual podían observar el terreno de juego, era un área rectangular en la cual se hallaba delimitado las zonas de ambos grupos. Leeds y Birmingham se hallaban posicionados unos frente a otros. El juez a un costado en supremo silencio observando cómo cada integrante de los equipos se acomodaban. Birmingham tenía cuatro participantes que Leeds, siendo catorce contra diez, punto que a Harry le pareció muy desbalanceado. Pronto quedó demostrado que aquello no era relevante. El juez tocó un silbato y tres hombres de Leeds brillaron sus cuerpos de un rojo potente, y se lanzaron a un ataque cuerpo a cuerpo, mientras que en la zona trasera tres más ejecutaban una cadena de hechizos de desarme.
Las cadenas de hechizos eran conjuntos de hechizos cuyas palabras desencadenantes y movimientos de varita podían recitar y concatenarse a fin de ejecutar todo en una rápida sucesión.
Había un par de estudiantes de la academia Birmingham que resistieron un poco más que otros, pero en realidad todo el enfrentamiento se decidió en medio minuto. Sus movimientos fueron en declive, en especial luego de que una patada de uno de los sujetos reforzados derribara a uno del equipo contrario y le dejase tirado en el suelo durante todo el encuentro. Aquello afectó seriamente el rendimiento.
Cinco minutos después la escuadra de Hogwarts se hallaba en el terreno de juego frente a sus contrincantes, que además parecían estar tan frescos como media hora atrás.
—Soden, Augusto, Jake, Jacob, Gabe, Annya, Lya, Jadin, Coll, Brandon de Leeds, ganadores de la primera ronda se enfrentarán a: Cedric, Rina, Juliet, Fraun, Daphne, Harry y Hermione de Hogwarts. El encuentro tendrá un tiempo de diez minutos o hasta que todos los integrantes de un equipo sean desabilitados de luchar. No pueden herir mortalmente, solo desarmar, retener, inhabilitar, desmayar o dejar inconscientes. ¿Entendido? Suerte— el hombre se movió del centro hasta un lateral— Listos, ahora.
—Protego, impedimenta, scutum— Harry no dudó en subir las defensas moviéndose al centro de la formación Cedric y Fraun iniciaron casteos de ataque y desarme. Rina retrocedió cuando un hombre apareció sin previo aviso a su lado y conjuro el hechizo incendio que envolvió cierta sección del terreno. Daphne inició con un hechizo glacius modificado que dejó una capa de hielo en el suelo. hermione por su parte se escudó detrás de Harry y comenzó a dibujar una serie de runas en el piso a sus pies.
—¿Crees que tienes tiempo para eso? Yo necesito medio minuto para lanzar una buena descarga de hielo— señaló la Slytherin a un lado.
—Harry puede solo defender, estoy segura.
—Puedo— comentó Harry observando como dos hombres se movían a su posición desde cada lateral. Modificó y conjuró nuevamente el hechizo escudo. Dos placas plateadas se formaron a los lados a solo cinco metros de él chocando contra los cuerpos de ambos sujetos. Uno de los contrincantes chocó contra el escudo con todo su rostro y cayó al suelo sujetando su nariz, el otro trató de rodearla, solo para encontrarse que la placa se movía adonde él se dirigía.
Dos cadenas de hechizos de pronto fueron dirigidas en su dirección, ello después que Juliet cayera víctima de cuerdas que sujetaron su cuerpo y dejaron pegado al suelo. Los encantamientos comenzaron a chocar contra secciones de su protego. Dos ataques a Daphne también fueron interceptados.
Fraun caía al suelo al tiempo que Cedric lograba sacar a un contendiente del campo con hechizo de aire que estalló en su cara y lo hizo retroceder unos diez metros atrás y chocar contra las gradas. Rina entonces logró asestar un golpe con un hechizo confundus luego de que en territorio enemigos aparecieran un grupo de escudos plateados en diferentes secciones y comenzaran a moverse; su oponente fue impactada por uno de dichos escudos en un costado cuando trató de esquivar un hechizo y regresó de improvisto a la trayectoria de este.
Sin embargo Annya avanzó con la varita en mano a gran velocidad contra Rina, cortó la parte superior de su túnica y cuando la chica trató de cubrirse esta barrió sus piernas y cubrió con tierra alrededor de su cuerpo dejando afuera sólo su cabeza.
—Lo tengo— comentó Daphne, pero Hermione indicó que lo mantuviese un poco más de tiempo.
—Ya yo estoy lista, mantén el tuyo un poco más— Expresó Hermione mientras otra serie de hechizos chocaban contra el escudo de Harry, incluyendo una bola de fuego que subió un poco la temperatura al interior de la zona segura— ¡Terra lun gravitatis!— La chica de cabello tupido pronunció alzando su varita y movió esta en dirección a los dos hombres corpulentos. Ambos contrincantes de pronto giraron sus cuerpos flotando en el aire y cayeron de forma estrepitosa contra el piso sin ánimos de levantarse nuevamente.
Un hechizo repulsor obligó a Cedric a retroceder, pero Annya ya se hallaba allí— ¡Impedimenta, difindio minima!— Aquella chica usaba su varita como una cuchilla de baja potencia, capaz de crear cortes superficiales. El dolor aturdía a sus rivales y lograba terminar con otro grupo de hechizos. Cedric se vio de pronto sujeto por cuerdas que salieron del suelo y le sujetaron.
Daphne activó su hechizo glacius y el aire se llenó de gran cantidad de escarcha medio segundo antes que enormes carámbanos llenaran el terreno de juego. Del equipo Leeds solo quedaron dos hombres que se hallaban en la zona trasera y lograron contrarrestar el flujo mágico de Daphne con enormes llamaradas, y Annya, quien sorprendentemente logró saltar, y ahora se hallaba sobre el hielo que envolvía a Cedric.
—Impresionante— expresó Harry viendo el resultado de los hechizos de ambas chicas. Sus palabras entonces fueron opacadas por una decena de hechizos que ambas brujas comenzaron a conjurar a su lado. Él por su parte observaba al enemigo, en especial a Annya. La mujer comenzó a danzar mientras lanzaba sobre sí, un par de hechizos de viento para moverse con mayor soltura por el terreno.
No sería difícil alcanzarles, apenas estaban a diez metros de distancia en ese instante, todo lo que se hallaba entre Annya y ellos era el torrente de hechizos que Daphne y Hermione casteaban en ese instante. Él por su parte se hallaba entretenido defendiendo, pues los dos sujetos en la zona trasera lanzaban hechizos en línea recta, y algunos enviados al aire para que cayeran con retraso sobre ellos.
Harry sintió que de hecho estaba aprendiendo más sobre la magia que en semanas enteras dentro de la sala de menesteres. Aquello eran formas de lucha que jamás se habría imaginado.
Annya se lanzó al ataque luego que Daphne alzara un trozo de hielo desde el suelo en su dirección. La mujer no solo lo esquivó, sino que usó de plataforma para saltar en dirección a ellos con la varita en mano como si de una cuchilla se tratase.
Harry reaccionó creando una sección de hechizo protego en la zona superior seguido en la parte inferior de un pequeño escudo plateado. La varita de Annya chocó al instante y hubo chispas ante su magia y la de Harry. Sin embargo, el siguiente ataque fue inesperado, Harry apenas pudo notarlo por cierto brillo en la mano izquierda de la chica, había un pequeño cúmulo de magia allí. Luego vino el hechizo, un diffindo que fue lanzado a solo centímetros de distancia de él. No hubo mucho tiempo, movió su magia sin realizar ningún hechizo nuevo, solo redistribuyó el flujo a un costado de su cuerpo y se protegió.
No se percató que a su lado Hermione debió soportar un hechizo que vino desde debajo de sus pies, una enredadera espinosa gigante se formó a su alrededor. La chica gritó cuando un par de espinas cruzaron sus piernas y brazos cortándole.
Daphne lograba impactar el hechizo confundus sobre Annya, pero Harry no lo vió, solo sintió el grito de su compañera a un lado y sintió como una ola de magia se desprendía de su cuerpo. No era la primera vez que lo sentía. Años atrás lo había experimentado cambiando toda la ropa dentro de la casa Black a un azul intenso, luego de verse obligado a usar unos pantalones de color amarillo. O cuando bloqueó su habitación y nadie fue capaz de entrar o salir durante más de veinticuatro horas, al menos hasta que Sirius logró que un rompe maldiciones llegara a la casa y tirase abajo la enorme barrera sobre el cuarto del chico.
Lo que sucedió fue magia accidental, y Harry no fue capaz de controlarlo por consiguiente. Una mano enorme hecha solo de magia salió desde el suelo y cruzó el terreno de juego hasta donde se hallaban el par de hombres de Leeds en pie. Los tomó a ambos por la cintura y arrastró hasta la pared del estadio donde los estrelló con fuerza.
—Detente Harry— Daphne apareció frente a él. Le había llamado Harry, lo cual pareció bastante extraño. Logró verla allí de pie con los ojos abiertos y las manos alzadas tomándole de los hombros— terminó, no sigas o de verdad les harás daño— señaló la chica hacia atrás, donde la mano gigante desapareció dejando a los contrincantes golpeados en el suelo.
—¡Hogwarts gana!— Comentó de pronto un juez. Harry entonces comprendió que se hallaba en el terreno de juego y aquello era una simple competencia. Por un instante sintió que se hallaba en una situación de peligro real y que debía responder a eso.
—Yo...
—Reaccionaste al ataque contra Hermione— Daphne guió su mirada a la chica de cabello tupido que se hallaba tan en shock como Harry. Un par de hombres llegaban para revertir los hechizos y sanar las heridas de quienes se hallaban en el terreno de juego—. Pero si hubieses seguido estoy segura que les habrías hecho daño de verdad— suspiró ella—. Me alegra que puedas ser tan protector cuando lastiman a alguien a quien quieres.
Aquella tarde Annya, Daphne y Harry también ganaron tres puestos a las nacionales. Hermione fue derrotada por una combinación de un fuerte hechizo defensivo y uno de repulsión bien aplicado a sus piernas. Para Harry y Daphne fue bastante fácil los demás enfrentamientos, algunos tenían miedo de continuar luchando, otros, como Annya, resultaban ser más sencillos de vencer en solitario. La chica en particular tenía una seria desventaja al inicio, pues necesitaba varios hechizos de preparación antes de poder desatar su verdadero potencial. Con una cadena de hechizos no hubo mucho que pudiera hacer.
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