29. EL VIAJERO
—¿Creen que saldrá con alguna tontería?, ¿como recomendar comer más helado?— preguntó Dean con una sonrisa. Todos los estudiantes fueron convocados a cenar juntos en el gran comedor a altas horas de la noche, pues el director del colegio daría algunas palabras.
Harry, Hermione, Neville y Sophie acababan de regresar de la pequeña celebración de cumpleaños de Hermione. Y siendo francos se hallaban bastante llenos de pastel. Daphne también se presentó, pero no cruzó palabras con Harry, solo entregó su regalo y con un abrazo se marchó del lugar.
—No creo, probablemente sea algún anuncio sobre cómo están las cosas afuera. El profeta sigue diciendo que se ha alzado un señor tenebroso y que hay huellas de viajeros temporales en las zonas afectadas— comentó Hermione alzando la vista del libro que Harry acababa de regalarle.
—El ministerio ha tomado acciones en el hecho, sin contar que han recomendado a la comunidad mágica aparecerse en parejas para evitar mayor cantidad de desaparecidos. Por otra parte, nadie debería confiar en las palabras de un ex funcionario del ministerio que ha sido descalificado por el uso desmedido del alcohol— expresó Percy Weasley en voz alta para que todos lo escucharan.
—Y nadie debería escuchar a un prefecto que es virgen— sentenció Fred, a lo cual medio comedor empezó a reír.
—Mi...— el mayor de los hermanos prefirió no hablar y solo balbuceó algo que Harry pensó no debía ser una felicitación.
—Este libro es increíble— Hermione sostenía el nuevo texto de runas— Si lo hubiera tenido en vacaciones habría completado el magiometro un par de días antes, es increíble. Mira este artificiero de china creó una balanza para medir con exactitud el peso de las monedas mágicas. Así podía saber cuál era el precio exacto, sin importar si los extranjeros le pagaban por ejemplo con galeones.
—¿Lo venden?
—Supongo que si, no es tan nuevo el invento. Harry, este libro no debió ser económico.
—El negocio va excelente— respondió él.
—¿Hicieron el pedido del ministerio?
—No, probablemente eso tarde un poco, aparentemente la oficina de aurores quiere una prueba práctica. Pero igualmente estamos llenos, tenemos que entregar cincuenta unidades para final de mes. Con todo y pagos, quedarían cerca de quinientos galeones, doscientos cincuenta galeones para cada uno como ganancia.
—Es mucho más de lo que logra hacer mi padre en un mes— expresó Hermione.
—Bueno, según lo que me informaron los de finanzas del banco, debemos comprender que este negocio tiene un periodo de alza de uno a dos años.
—¿Te escribieron?
—A Sirius, pues aparece como adulto responsable por nuestros negocios y patrocinador de parte de los Black, merece estar al tanto. Aparentemente esta racha de dinero durará casi dos años, después de eso debemos cerrar parte de nuestra productora, porque las personas no pedirán tantas unidades.
—Tiene sentido, es un producto que compras una sola vez— Asintió Hermione— Igualmente es mucho dinero, para finalizar el año tendré una cantidad enorme.
—Descuida, hay libros bastante caros donde gastar dinero— respondió Harry.
—No es gracioso. Mi papá va a morirse del susto cuando sepa las cantidades de dinero. Aunque por otra parte, quizás se mantengan un poco más calmados, digo podríamos comprar otra casa en cualquier otro lugar, por la guerra.
—¿Siguen preocupados?— inquirió Harry.
—Inquietos. Nadie sabe si esto de verdad es una guerra o no. Aunque todo ha estado bastante tranquilo, uno pensaría que después de un escape tan masivo ya habrían ataques— expresó la chica retirando algo de cabello de su rostro.
—Sirius dice que igualmente hay movimientos de diferentes familias, también va a presentarse en el Wizengamot, aunque está bastante nervioso.
—Llegó— expresó Hermione señalando al frente, donde el director del colegio subía hasta la sección de profesores y conversaba con Severus Snape. Luego se dirigió donde la profesora Sinistra y se movió hasta el centro, donde estaba el podium.
—Buenas noches a todos, estudiantes y profesores. Esta noche he convocado una cena para compartir con ustedes noticias e información que será de vital relevancia para todos. Vengo de reunirme en el ministerio— Hubo murmullos en el gran comedor. El director alzó los brazos y el silencio volvió a reinar— Hay una gran preocupación por parte del ministerio respecto a los jóvenes estudiantes, por tal motivo, se ha decidido que todo instituto de educación mágica en el Reino Unido, será custodiado por una patrulla de aurores y dementores.
—¿Dementores?— preguntó Harry a su compañera. Al igual que él, decenas de estudiantes comenzaron a hablar e interrogar a sus compañeros.
—Son los guardias regulares de Azkaban, son unas criaturas que succionan la felicidad y buenas energías de su alrededor. Son horribles, debilitan a cualquiera que se encuentre cerca, empujan a los magos a la locura y pueden hacer que cualquiera se suicide o deje de luchar por vivir.
—Nada simpáticos. ¿Por qué los traerían a un colegio? Además, ¿esos no fueron los que también atacaron a los aurores?— inquirió el chico.
—Supuestamente no todos se sublevaron. Supongo que el ministerio tiene sus razones.
—¡Silencio, por favor!— Dumbledore calmó el lugar—. Tenemos una situación poco común, con varios magos peligrosos al acecho. Por tal motivo se tomó la decisión de permitir que los dementores se encuentren en las zonas externas del colegio, mientras que habrá cinco aurores en todo momento dentro del castillo, cuatro custodiando las salas de cada casa, y uno en la entrada principal— Mayor cantidad de murmullos entre los estudiantes, incluso un par de profesores giraban la cabeza para conversar entre ellos— Me han asegurado que ningún dementor colocará un pie dentro del castillo, sin embargo debo advertirles que los dementores están entre los seres más despiadados del mundo mágico. Ellos no saben distinguir entre adultos y estudiantes, no comprenden ruegos o súplicas, y pueden ver a través de cualquier hechizo o capa, y por tal causa, solicito que ningún estudiante abandone los terrenos sin un permiso explícito— Los estudiantes de distintos años ahora no trataban de mantener las apariencias, algunos incluso se levantaron y abuchearon en voz alta— ¡Silencio! Esta decisión no es revocable y no depende de mí, o de alguien del colegio. Debemos comprender que nuestro mundo se ve amenazado y muchos padres han solicitado aumentar las protecciones a las futuras generaciones. Confío en que cada uno de ustedes sea sensato, y no arriesguen sus vidas tratando de burlar un dementor. Coman, y disfruten su noche.
A pesar que la comida apareció frente a ellos, por primera vez Harry notaba que los estudiantes se hallaban ocupados para comer. Los grupos de discusión se formaron casi al instante.
—¿Qué dicen? ¿cinco aurores y algunos dementores nos van a mantener protegidos de sesenta mortífagos?
—No todos los que escaparon eran mortífagos, pero tienes un buen punto allí, Jhon.
—Bueno, será más difícil salir a escondidas en la noche, con los aurores— Comentó uno de sexto.
—Vamos, siempre se le puede pagar a alguno de ellos, apuesto que no será tan difícil— bromeó otro.
—¿Significa esto algo?— preguntó Harry.
—Probablemente el gobierno está tomando precauciones, pero no debe significar nada. Si pensaran que habrá un ataque o alguno de los fugados viene a atacar, enviarían mayor fuerza de aurores, unos diez al menos. Están desesperados por poder mostrar resultados, el profeta dice que el ministro le llueven cartas de renuncia y hay varios posibles a tomar el puesto.
—Si leí algo como eso.
Harry se mantuvo tranquilo escuchando al resto conversar mientras trataba de digerir un par de papas asadas sin vomitar debido a la llenura. Media hora después se dirigió junto a Hermione a la sala común. La sorpresa fue hallar una cara conocida al frente de esta. Los gemelos bromeaban con la recién llegada.
—No sabíamos que había aurores tan bien parecidos.
—Creo que tenemos que cambiar nuestras aspiraciones, hermano— Expresó Fred.
—Puedo hacer que sus bolas se caigan por todo el año escolar y nunca podrían culparme— sentenció Tonks— ¡Harry!— El cúmulo de chicos congregados en el retrato de la dama gorda giraron al unísono para ver como la chica se lanzaba para abrazar a un Harry que llegaba apenas por encima de la zona de sus pechos. Un par de miradas llenas de odio y envidia atravesaron al chico— ¿Cómo está mi primo favorito? Hola Hermione.
—Hola Tonks.
—Hola Tonks, ¿Eres nuestra auror?— preguntó Harry.
—Estaba la vacante y casi nadie quería venir porque significa tratar con un montón de niños idiotas. Cadete en entrenamiento Tonks— Guiño un ojo la mujer.
—¿En entrenamiento? Felicidades, significa que pasaste el examen.
—¿Lo dudaste?
—Ni por un segundo— expresó Harry con una sonrisa.
—Yo me adelantaré— comentó Hermione despidiéndose.
—¿Qué la tiene tan apresurada?
—Hoy es su cumpleaños, y le regalé un par de libros— alegó Harry encogiéndose de hombros.
—No puede esperar para leerlos por completo— expreso la otra.
—Entonces ¿En entrenamiento?
—Cuando entras se te debe asignar un auror con al menos siete a diez años de experiencia, pero todavía no me asignan el mio. Mientras tanto, tomé esta labor.
—¿Estarás aquí todos los días?
—Solo algunas noches, no esperes que esté contigo siempre. Oye que hay bastantes chicas lindas en tu año para que solo me quieras a mi.
—¿Por qué el cabello negro?— preguntó Harry. La verdad notó que la chica no sólo lucía un cambio en el cabello, la región de sus caderas y senos estaban algo abultadas en comparación a como recordaba.
—Un par de cambios, aparentemente el rosa no está muy de moda entre los aurores.
—Entiendo— respondió él— ¿Estabas de servicio cuando sucedió lo del tren y Azkaban?
—No, pero adelantaron mi examen de ingreso por eso. Necesitan más personas dentro de la fuerza. Pensé que me escribirías.
—También tuvimos varias cosas aquí. Ejemplo, Daphne, no habla conmigo y tenemos a un idiota en defensa contra las artes oscuras. Ah, y el negocio de magiometros va bastante bien.
—¿Tiene algo que ver con que Matheo Greengrass escapase?— preguntó la chica avanzando junto a él al interior de la sala común.
—En parte.
—¿Conversaste con ella?
—Lo intenté, pero no sirvió de mucho, me mandaron a volar, se podría decir.
—Bueno, Greengrass es una buena familia, algo negra y algo gris, pero de las antiguas. Quizás debas esperar un poco a que las cosas se calmen. Escuché de buena fuente que la casa Greengrass está a poco de recibir una redada— Susurró Tonks tomando asiento en uno de los muebles mientras el resto de estudiantes entraba y se dirigía a los dormitorios.
—Dudo que lo encuentren, sin contar que parece que el problema es más profundo que eso.
—¿Quieres que te acompañe a dormir esta noche? ¿Un poco de calor femenino para confortar y calmar esa mente tuya?
—De seguro te suspenden si notan que no estás en tu lugar en la noche, sin contar que dudo que la visita a mi cama fuese tan placentera como cualquiera imaginaría— respondió él.
—Necesito un libro que ví en la biblioteca Black, uno sobre rastro de magias oscuras— Tonks ladeó la cabeza y colocó un tono teatral para pedir el favor.
—Ya me imaginaba, puedo preguntar a Gali para prestartelo.
—Por eso eres mi primo favorito.
—¿Cómo ves la situación en el ministerio? ¿Saben algo?
—Casi nada que no sepa todo mundo. Aparentemente es cierto, hubo magos que hicieron uso de giratiempos para atacar. El mayor problema es que la información recolectada no tiene mucho sentido. La firma mágica de la arena usada no es de ahora, aparentemente es de dentro de tres años, lo cual significa que hablamos de alguien que saltó tres años al pasado. Y no solo una persona, un grupo entero, pero los giratiempos no funcionan así, se supone que sólo permiten viajar algunas cuantas horas, un par de días a lo máximo. Así que no tienen la más remota idea, sin contar que las personas que lo hicieron perfectamente podrían ser estudiantes ahora, ¿Qué hacemos? ¿Ponerlos a juicio? tampoco tienen idea de quienes fueron las chicas que aparecieron para ayudar, pero es probable que también fuesen viajeros con giratiempos.
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