Capítulo 7
—Tomad esto —nos dijo Dumbledore mientras ponía sobre el escritorio, justo en frente de nosotros, un libro—. ¿Qué esperáis? Poned vuestras manos.
Yo miré por un momento la mano de Potter sobre el libro, lo estaba dudando y es que tenía una idea de hacia dónde iba todo esto y no estaba segura de querer conocer esa "verdad" que tanto se empeñaban en evitar. ¿Y si se llegaba a saber eso que tanto quiero ocultar? No quería que me descubrieran porque en mi cabeza estaba que aún no era el momento. Pero lo que más temía era descubrir que quizá, solo quizá, era yo la que estaba equivocada y la que lo ha estado siempre.
—Tracy, no es momento de complicarse. —La voz del director me hizo regresar a la realidad justo a tiempo para ver cómo levantaba la mano de Potter para poner la mía y luego la suya encima, yo lo dejé hacer; seguro había pensado que era por eso que me había quedado quieta, mejor así.
De pronto todo empezó a cambiar, ya no nos encontrábamos en el despacho de Dumbledore y éste ya no estaba, Potter y yo nos miramos.
—¿Sabes dónde estamos? —le pregunté, mirando los enormes muros de rocas que se levantaban frente a nosotros.
—Yo iba a preguntarte lo mismo —me respondió. Entonces otra voz atrajo nuestra atención por completo, nos giramos ya que se escuchaba a nuestras espaldas.
—Él volverá. —Una carcajada resonó en el lugar, eran unas personas horribles las que estaban reunidas en un círculo.
—Y destruirá todo. —Ninguno de ellos nos veía.
—Ya ansío el fin de Harry Potter, llegó su hora. —El muchacho a mi lado se tensó, pero mi atención regresó por completo a esas personas cuando escuché que me nombraban.
—Y esa muchacha Tracy, parece que es importante también. —Esta vez sentí la mirada de Potter sobre mí pero no me moví, comenzaba a molestarme grandemente no comprender nada.
—No es nuestro deber entender los planes del señor tenebroso, solo hay que obedecer.
—Nadie puede ganarle al señor tenebroso.
—La hora se acerca, por fin lo que hemos estado esperando.
Las risas de esas personas eran tan desesperantes y frustrantes que solo podía sentir el deseo de hacer que se callaran para no volver a escuchar jamás las cosas sin sentido de las que hablaban, pero no podía hacer eso.
—Oye cálmate —me dijo Harry, poniendo una mano sobre mi hombro pero yo ni siquiera me digné a mirarlo.
—Él ha vuelto, ¡ha vuelto! —comenzaron a gritar.
—¡Finalmente ha regresado!
Entonces todo comenzó a cambiar de nuevo, poco a poco esas personas fueron desapareciendo y nosotros regresamos al despacho de Dumbledore.
—¿Qué acaba de suceder? —preguntó Harry.
—Lo que acabáis de presenciar es lo que está sucediendo en este mismo momento en algún otro lugar —explicó Dumbledore, yo regresé mi cabello a rubio, cuando noté que estaba rojo, mientras intentaba comprender.
—Entonces es un hecho —dije—. Voldemort ha vuelto, ¿es eso?
—Yo lo vi con mis propios ojos en el torneo del año pasado y todos se negaron a creerme —dijo Potter—, decidieron esperar a que fuera demasiado obvio o hasta que el mismo Voldemort viniera a decir sorpresa. ¿Y ahora qué? ¿Qué vamos a hacer?
—Por lo pronto vais a regresar a vuestras clases —nos dijo Dumbledore con su típica expresión relajada y nosotros lo miramos con el ceño fruncido. ¿No nos había soltado todo para que luego solo nos fuéramos, o sí?
Potter salió de la oficina y yo miré al director una última vez, él me observaba de forma curiosa y yo comenzaba a sospechar de que Dumbledore sospechaba.
Equipos de Hogwarts:
1. Voleibol mágico (lleno)
2. Quidditch (hay cupo para Gryffindor y Hufflepuff)
3. Baloncesto volador (hay cupo)
4. Varita pesada (vacío - nuevo)
5. Club de lectura (lleno)
—¿Ya te has decidido? —me preguntó Hermione.
—Aún no lo sé —respondí, mirando las opciones y releyendo por quinta vez.
—Yo estoy en el club de lectura, es una lástima que esté lleno, podrías haber entrado también.
—Olvídalo. Ni aunque estuviese vacío, me dormiría al instante. —La castaña rio levemente y repasó una vez más las opciones.
—¿Qué hay del quidditch? He notado que no te sorprende mucho, debe ser que eres muy buena.
—Nunca dije que lo fuera... pero tampoco diré que no lo soy.
—¿Te unirás entonces? —Lo pensé un poco—. Recuerda que están necesitando una cazadora.
—No, quiero probar algo nuevo. Creo que la mejor opción es varita pesada.
—Está bien, vamos a inscribirte entonces.
—De acuerdo.
Llegamos y la fila era larguísima, llegaba a la mitad del pasillo siguiente, parece que todas las casas querían conocer el nuevo juego.
Esperamos, esperamos, esperamos y seguimos esperando durante horas, Hermione se quedó haciéndome compañía aun cuando le insistí en que no era necesario.
Finalmente llegamos donde un estudiante de último año de Ravenclaw estaba haciendo las inscripciones.
—Hola, quiero inscribirme.
—Es lo que todos quieren, pero no es fácil.
—Tampoco espero que lo sea —respondí.
—Si es así te felicito, tienes actitud, pero el cupo ya está lleno, tenemos los integrantes que necesitamos, lo siento.
—¿¡Qué!? ¿Cómo que el cupo está lleno? ¡No hemos esperado durante horas para que me diga que el cupo está lleno!
—Magnífico, nunca había visto una metamorfomaga de cerca —musitó el muchacho, como si la situación no mereciera seriedad.
—Tracy, tienes que tranquilizarte —me dijo Hermione.
—¡No, de ninguna manera! ¡Se supone que deberíais avisar, nos hacéis perder nuestro valioso tiempo! Pero claro eso por qué debería interesaros, ¿no?
—Está bien tranquila, ya es suficiente —comenzó Hermione y me sujetó del brazo, pero me soltó de inmediato lanzando un quejido—. Tracy estás ardiendo. Recuerda lo que me dijiste, debes controlarte.
Hermione tenía razón, debía controlarme, no quería hacer algo de lo que después me arrepintiera.
—Sí, vamos, no merece la pena —le dije y salimos del aula donde de pronto, por algún motivo, comenzaba a hacer calor—. Pues ni modo, no me gusta el baloncesto volador así que solo queda quidditch, tengo una saeta de fuego en mi baúl desde hace varios meses, creo que ya es momento de sacarla y volver a utilizarla.
—Genial —me dijo la castaña con una gran sonrisa.
Entonces fuimos a inscribirme.
—Hola, soy de Gryffindor y quisiera entrar al equipo.
—Claro, dime tu nombre por favor.
—Tracy Evans López.
—Perfecto, mañana será la prueba general, dime ¿te consideras buena en quidditch?
—Buena es poco, ella es genial —respondió Hermione, aunque ella realmente no sabía eso.
—¿Es cierto?
—Bueno-ah, sí, claro —respondí rápidamente.
—Genial, entonces no olvides demostrarlo mañana, seguro entras sin problema.
—Vaya, vaya, veo que Tracy decidió inscribirse a quidditch —dijo una cuarta voz perteneciente a alguien que no estaba ahí antes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro