Capítulo 5: Un nuevo trabajo.
Harry necesitaba pagar las reparaciones de la pared que había destruido. Al día siguiente, ese agujero todavía estaba ahí. El maestro Makarov dijo: "Se quedará así hasta que me pagues lo necesario, mocoso. Que sea una lección. ¡Aprende a sentir mejor tu propio poder mágico! ¡Contrólalo!"
Por eso, con toda la seriedad que podía reunir, tomó un trabajo para poder conseguir el dinero necesario. Esta vez, le tocaba ir completa solo. Levy estaba en un trabajo con su equipo, que estaba conformado, por supuesto, por ella y dos otros magos: Jet y Droy. Teniendo en cuenta su capacidad destructiva recién descubierta, decidió que lo mejor era ir por trabajos que necesitaran algo así. Mientras menos problemas por explosiones y destrucciones, mejor para él.
Sin embargo, el día anterior, había caminado por la ciudad, buscando tiendas mágicas que tuvieran libros. ¡Conocimiento para controlar mejor el poder mágico! Todavía no sabía muchas cosas, así que mientras viajaba en tren hacía su destino, se dispuso a leer tranquilamente.
Lo primero que se encontró en el libro, fue un porcentaje sobre la cantidad de magos que parecían existir. O por lo menos, hace unos años. Decía que, entre la población mundial, solo un diez por ciento era capaz de usar magia. Eso se escuchaba como muy poco, pero si el número de la población era de miles de millones, entonces no tanto. Uno pensaría que serían más, pero muchas ciudades tenían, por lo menos, un gremio. Eso hacía que las personas siempre estuvieran en contacto con la magia, de una u otra forma.
Después de esa pequeña introducción, el libro llamado: "Introducción a la magia", hablaba sobre como es que alguien podría iniciarse en el camino de la magia.
En primer lugar, uno necesitaba saber que la magia es la encarnación física del espíritu. Cuando el espíritu físico de un organismo se conecta con el flujo espiritual de la naturaleza, el espíritu forma Magia como producto de la conexión. Aunque la Magia va más allá de la razón, sigue naciendo de la razón y se necesita de concentración y habilidad mental para usarla.
Algunos pensaban que los sentimientos tenían un papel importante en el uso de la magia, dependiendo de cada individuo. Algunos eran afectados mejor por el amor y la amistad, otros por el odio y la frustración. Otros, pensaban que sí, eso era cierto, pero que también se necesitaba de una gran cantidad de fe. Solo teniendo fe en la existencia de la magia, su propio poder y fe en que viven con la naturaleza, es que es posible utilizar la cosa llamada magia.
Lo siguiente, era el Poder Mágico:
Para usar magia, uno debe utilizar el poder mágico en su cuerpo, que está compuesto de Ethernano, la fuente de poder mágico para todos los magos. Cada mago tiene un contenedor de Ethernano dentro de su cuerpo que determina los límites de su poder mágico. En el caso de que se vacíe, Ethernano vendrá de la atmósfera y entrará en el cuerpo del mago y, después de un tiempo, su poder mágico volverá a la normalidad.
Pero, ¿qué es exactamente el Ethernano?
Otro nombre para esto, era: Partícula Mágica. Habita en todos los organismos vivos, en la Tierra y en toda la atmósfera. Pero, hasta ahora, nadie sabe como ni donde se origino. Para obtener Ethernano, los magos en entrenamiento deben someterse a una meditación intensa como el medio más eficaz para absorberlo del aire que los rodea. Entrenando su propio sistema nervioso y sabiduría para la magia, se convierten así en un recipiente para el poder mágico.
A través de una intensa meditación, los magos entrenan su propio sistema nervioso y sabiduría para la magia, donde el primero se convierte en un recipiente para el poder mágico al absorber Ethernano del aire, así como una forma de aumentarlo, intentando sentir la tierra, el viento, su energía a través de su piel y respirando lo suficientemente profundo como para ser uno con la naturaleza. Luego, los magos materializan la magia en su interior y la liberan.
"Hmm", Harry levantó un poco la mirada. "¿Por eso pude despertar Take Over? ¿Por la conexión que se creó entre la atmosfera, mi poder mágico y la pluma de fénix? Suena interesante, pero también algo complicado".
"Me pregunto si es posible medir el poder mágico".
Según el libro "Introducción a la magia", el poder mágico es cuantificable, siendo Edea, la unidad de medida para hacerlo. Existen medidores de magia, para cuantificar el poder de un ataque. Pero también era posible con otros métodos. Aunque, con entrenamiento, de una forma más instintiva, un mago podía usar su sentido mágico para sentir a otras personas, incluso hasta un punto de poder medir su poder mágico. Quizás no con exactitud, pero sí para decir: esta persona es fuerte.
Pero, lo más interesante, fueron las páginas siguientes:
A pesar de que un mago puede meditar para aumentar su poder mágico, no significa que sea el único método. También hay que tener en cuenta el propio cuerpo de cada individuo, así como el tipo de magia que usa.
A continuación, se detallan algunos métodos para aumentar el poder mágico.
Mimetismo:
A pesar de ser uno de los más efectivos actualmente, es elegido por muy pocos más. Tomando en cuenta que el Ethernano es una partícula que existe en los seres vivos, la tierra y la atmosfera, mediando estudios, se ha llegado a la conclusión que el Ethernano puede variar hasta el punto de tener una concentración mayor de atributos, dependiendo de la zona. Esto quiere decir que una zona volcánica o un desierto, tendrá mayores concentraciones de "fuego/calor". Entonces, el mimetismo es una forma de encontrar armonía con los atributos elementales que posee la magia de una persona. Y la razón de que sea tan poco elegida, se debe a su dificultad. Una mayor concentración de Ethernano puede causar problemas en los organismo vivos, hasta el punto en que, si se absorbe demasiado y constantemente, se puede formar un tumor anti-ethernano dentro del cuerpo. Por otro lado, se encuentra la dificultad de control, ya que es posible perder el control del poder mágico debido a la afluencia tan grande de estas partículas.
Entrenamiento mediante extenuación física:
No muchos tienen una capacidad de concentración lo suficientemente buena como para poder usar la meditación. Varias investigaciones realizadas por el Consejo Mágico, han determinado que el uso constante de la magia, combinada con ejercicio físico, ayudan al aumento de poder mágico. Cuando el Ethernano llega a punto mínimo dentro de uno, el propio cuerpo absorberá automática más del exterior, llenando lentamente el contendor. Este proceso, de forma más lenta, tiende a expandir las capacidades. Es algo similar a cuando ejercitas un músculo constantemente: se volverá cada vez más fuerte, voluminoso y resistente.
Sabiduría mágica:
Este es un proceso que se logra mediante la meditación, pero también por un buen aprendizaje. Comprender la forma en que funciona un tipo de magia, podrá desbloquear la capacidad de nuevos métodos de uso, pero también acceso a nuevas magias que antes no eran posible. Un ejemplo sería un mago que usa magia de arena. Con el suficiente aprendizaje, podría usar magia de tierra. O uno que usa el fuego, puede aprender otras del mismo tipo, pero con nuevas propiedades, como un fuego pegajoso, uno frío, uno capaz de curar, o incluso algo más extraño como una llama que tiene un olor diferente. Una nueva magia, significa un poco más de poder mágico.
Operación Mágica (Cuidado):
Si bien no es recomendable, en algunas ocasiones, es posible que un mago necesite una intervención quirúrgica y mágica para poder seguir usando magia. Tenga cuidado con esto, ya que puede llegar a ser muy peligroso. Otras personas, incluso se han implantado lacrimas con un tipo de magia específica. Mientras más poderosa, sea la magia contenida en la lacrima, más poder mágico se podrá obtener, pero también, el peligro aumenta. La muerte es posible con este método, tenga mucho cuidado.
. . . .
Parte 2.
Luego de haber bajado del tren, en una estación que se encontraba al noroeste de Magnolia y caminar un par de horas, Harry llegó al Pueblo Tuly. Ahí, fue recibido por el alcalde del lugar, un hombre de cincuenta años de nombre Alan.
"Muchas gracias por venir", con un apretón de manos, el alcalde, saludó. "Como puedes ver, no somos demasiadas personas ni usuarios de magia. No podemos defendernos adecuadamente de esos maleantes".
Agitando un poco la mano de Alan, Harry asintió con seriedad. "Haré todo lo que pueda para ayudarlos. ¿Puedes hablarme un poco más de estos ladrones?"
"Sí... sí... Por supuesto", tomando asiento sobre una de las vallas, Alan explicó que, hace unas semanas, un grupo de personas se había asentado a unos diez minutos del pueblo. Si eran parte de un gremio, una familia de mafia o simplemente un grupo de ladrones organizados, ellos no lo sabían. Pero desde esa misma noche, cada uno de los habitantes, ha perdido algo de valor.
Harry tarareó un poco. "Sin ánimos de ofender, pero, ¿seguro que alguien de la aldea no es el responsable?"
"Siendo el caso, lo habríamos descubierto", Alan extendió un poco la mano y apunto con el dedo. "Solo hay un par de docena de casas aquí, ¿sabes? Conocemos desde los bebés hasta los abuelos de cada familia. Además, nadie lograría nada con eso. Creo que estos ladrones tan solo nos vieron como un blanco fácil para tomar unas cuantas cosas".
"¿No hay nada de extremo valor?"
"No... ", Alan frunció el ceño antes de levantar la mirada y ver hacía atrás. "Bueno, está eso. La torre de reloj". Harry lo había visto antes de entrar al pueblo. Justo en el centro, sobre una pequeña colina, se encuentra una torre de reloj bastante bonita. Podría ser el orgullo de estos pueblerinos.
"Bien", Harry estiró un poco los brazos con gusto. "Me quedaré a vigilar por aquí, señor Alan. Ustedes pueden hacer sus cosas, como siempre. ¿Puedo subir a la torre? Tendré una mejor vista desde ahí arriba".
"Claro. Te abriré la puerta. ¿No necesitas nada más?"
"No realmente. Ah, no, espere. De casualidad, ¿tendrá binoculares?"
"No tengo algo así, ya que no lo necesitamos. Pero si tengo un rifle, por si lo quieres. Tiene una mira telescópica bastante genial". El hombre parecía un poco orgulloso de su arma. Harry decidió aceptar eso, ya que serviría para su propósito. Después de unos momentos, mientras abrían la puerta de la torre, cuando ya tenía el rifle en sus manos, Alan decidió hablar. "No te preocupes demasiado si necesitas disparar. Uh... solo no los mates, creo que eso no sería lo correcto".
"Nunca he tenido esas intenciones".
"De todos modos", Alan asintió ante las palabras reconfortantes de Harry. "El Rifle ha sido creado con un poquito de magia, así que si bien dispara balas normales, no tiene demasiado retroceso. Además, puedes ajustar la distancia con la rueda encima".
"Entendido", Harry sonrió un poco. "Me siento como una especie de cazador", bromeó un poco. "¿Ellos aparecen durante el día? ¿Solo en la noche?"
"Noche", Alan frunció el ceño antes de gruñir un poco. "Ni siquiera entiendo como es que no hacen ruido, pero siempre hay algo que no está cuando despertamos. Un anillo de boda de la señora Rose, un collar del señor Brian, y así con varias otras cosas más. Es bastante frustrante, porque muchas de esas cosas, han pasado de padre a hijo, durante un par de generaciones".
Justo cuando estaba a punto de seguir subiendo los escalones, Harry se detuvo y miró a su empleador. "Si necesitan algo. Si pasa algo importante, puede gritarme o venir aquí. Los ayudaré en todo lo que sea posible".
"Gracias... Es bueno tener a un mago confiable".
Sonriendo, siguió con su camino, por las escaleras de caracol que llegaban hasta una habitación con muchas ventanas alrededor. No tenían vidrió o marco, simplemente hechas como parte de la construcción. Al levantar la cabeza, observó la campana junto a dos relojes, uno apuntando hacía el norte y el otro al sur.
"Oh, buena suerte", Harry se acercó a una silla que estaba ahí. Con una mano, la tomó y la colocó cerca de una de las ventanas, para mirar con más comodidad. Al mirar el paisaje que podía ver, no podía evitar sentirse maravillado y, al mismo tiempo, afortunado de poder vivir en el mundo. Cielo claro, nubes blancas que se movían muy lenta y pacíficamente; grandes montañas a lo lejos que parecían acariciar esas mismas manchas de color blanco, colinas manchadas de verde y caminos grises; la briza del viento y el sonido de los árboles por la misma, que casi llegaban a ser una melodía relajante que inducía el sueño.
Levantado sus piernas, las dejó sobre la ventana y se echo un poquito hacía atrás, para quedarse mirando un poco el cielo. Por supuesto, no podía dejar de lado su trabajo, así que cada un par de minutos, movía los ojos hacía abajo, en el pueblo.
El tiempo paso lentamente, pero gracias a toda la calidad del paisaje, Harry nunca se terminó aburriendo. Cada cierto tiempo se levantaba de la silla y caminaba en círculos, pasando por las ventanas, vigilando cualquier extraño movimiento. Más que en cualquiera de los habitantes, estaba teniendo cuidado con cualquier figura que pudiera entrar al pueblo.
. . . .
Parte 2.
Cuando el cielo estaba siendo iluminado solo por las luna y las estrellas, todos los habitantes del pueblo Tuly, estaban acostados en sus camas, intentando descansar y no pensar en los ladrones que podían infiltrarse en sus hogares, todos los días.
"Tontos", una mujer resoplo cuando su figura se manifestó cerca de una casa. Cuando ella apareció, como si fuera una ilusión, tres hombres lo hicieron un instante después. "Jon, a la derecha. Timothy, a la izquierda. Dean, al frente. Me quedaré vigilando todo desde aquí. No hagan nada estúpido, muchachos".
La mujer entrecerró sus ojos cuando un grupo de sombras comenzaron a ascender desde el suelo, envolviendo lentamente su cuerpo. Sin embargo, antes de que pudiera desaparecer, escuchó un fuerte ruido. "¿Q- Qué?", mientras giraba la cabeza, sintió un agudo dolor en su abdomen. Y arriba de la torre, en donde habían llegado sus ojos, podía ver un par de alas de fuego que brillaban en la oscuridad de la noche.
"¡Mierda! ¡Contrataron un mago!", con una rodilla en el suelo, ella intentó usar su magia. Pero con el dolor que estaba sintiendo, era difícil concentrarse adecuadamente. Fue peor al pensar que había un mago que podría capturarlos. Las sombras no dejaron de parpadear y descender, solo para que ascendieran un centímetro y retrocedieran dos.
Timothy, Jon y Dean, se quedaron paralizados al escuchar las palabra de la mujer, pero sobre todo, por las luces que comenzaron a encenderse en todas las casas. Ese disparo había despertado a los que habían caído en los brazos de un buen sueño, y alertó a los que se mantenían despiertos, esperando que alguien entrara en sus casas.
Un segundo disparo resonó por el pueblo, provocando que uno de los ladrones gruñera y cayera al suelo, de lado. Su pierna derecha, había sido perforada por una bala. En ese momento, los otros dos hombres, corrieron a toda velocidad, justo a tiempo, ya que Harry había salido disparado desde la ventana, empujando a la mujer hacía el suelo, sosteniendo su cabeza con una mano, firmemente en contra de la tierra.
"Si piensas... que te diré algo... ", la mujer, entre su dolor, habló con claro enojo.
"No. En realidad, no me importa eso", Harry suspiró un poco. "No fui contratado para encontrar la ubicación de tu grupo, tampoco para desentrañar sus posibles identidades. El trabajo es detenerlos. Ahora que dos de ustedes han salido heridos y capturados, el resto seguramente que no volverán por aquí, sobre todo cuando los Caballeros Mágicos y los Caballeros de Margaret, se enteren de todo esto".
Harry podía ser un poco despistado y, a veces, un poco tonto. Pero cuando se trataba de hacer cosas bastante serias, tenía que pensar un poco. Por eso, antes de tomar el trabajo, le hizo muchas preguntas al maestro Makarov. Sobre la orden de los caballeros de Fiore, tanto mágicos como normales. Gracias a eso, había recibido una pequeña lacrima para poder contactarlos. Como dijo, su objetivo no era encontrar su guarida o desentrañar sus identidades. La misión era detener lo que hacían.
Esta mujer era capaz de usar una magia de sombras que la escondía y, posiblemente, la podía teletransportar de un lugar a otro. Por eso, Harry decidió cargar directamente hacía ella, dejando de lado a los otros. El segundo disparo fue una advertencia, tanto para los ladrones, como para los aldeanos, pero sobre todo, una medida en caso de que la mujer escapara y, de esa forma, tener a uno de los ladrones capturados.
"¡Harry!", la voz de Alan llegó. Estaba acompañado de varios aldeanos, algunos sosteniendo faroles para alejar la oscuridad de la noche. "Mierda... ", murmuró al ver a dos de los ladrones, heridos y en el suelo. "¡Chicos, tomen al otro!"
La mujer mantenía sus dientes apretados, sintiendo un poco de mareo por la perdida de sangre. "T- Tú... ", quería decir algo, insultar y maldecir al mago que había logrado tomarla por sorpresa. Había sido demasiado codiciosa, pensó, como uno de sus últimos pensamientos. Deberían haberse largado desde hace días, pero decidió seguir robando antes de regresar a su base.
Pero entonces, Harry la movió y colocó su mano llameante en la herida. La mujer inhaló con fuerza antes de gritar de dolor. "No grites demasiado. No tendrás una cicatriz", Harry resopló antes de mirar a Alan. "Tengo una lacrima conmigo. Llamaré a los Caballeros Rúnicos para que vengan lo más rápido posible".
"Eh... uh... ¡Sí! ¡Gracias!"
Harry asintió antes de meter la otra mano en su chaqueta, sacando una esfera de cristal. Introduciendo algo de su poder mágico, una voz llegó inmediatamente. "Este es el cuarte del Caballeros Rúnicos de Clover, ¿quién habla?"
"Harry, mago de Fairy Tail. ¿Es posible enviar a tus caballeros al pueblo Tuly? He sido contratado para derrotar a un grupo de ladrones, pero su líder es una usuaria de magia de las sombras. La tengo capturada en estos momentos".
"¿Pueblo Tuly... Fairy Tail... ? Espera, ¿no ha nada destruido?"
Harry sudó un poco ante la pregunta. "N- No... está todo controlado, pero quiero que los aldeanos se sientan más tranquilos. Además, no sé si en la base cercana, existen otros magos. En caso de que lo dos que escaparon llamen a sus compañeros, me gustaría tener algo de apoyo".
"¡Está bien! Entiendo, crearemos una puerta dentro de dos minutos. Por favor, atento y que no haya nadie alrededor de cinco metros a tu alrededor".
"Entendido", Harry miró a Alan y los demás, quienes retrocedieron inmediatamente, pero sin soltar al ladrón que lloraba de dolor y fue arrastrado. Un rastro de sangre quedó en el suelo, pero no parecía estar en peligro de muerte. La mujer, por otro lado, se había desmayado por el dolor de que sanaran su herida con las llamas.
Todos quedaron expectantes, hasta que un círculo mágico surgió repentinamente del suelo. Estaba lleno de runas brillas y algunos glifos, girando lentamente y sin parar. Ahí, justo en el centro, una especie de portal surgió. Era celeste, como un agujero con un vórtice central, pero no estaba absorbiendo nada. Un hombre con armadura y tabardo blanco, llegó para observar todo. "Es verdad... nada destruido".
"¡Oye!", Harry se sintió algo irritando. "Entiendo lo que quieres decir, pero soy nuevo, ¿bien?"
"Oh, eso lo explica...¡Quiero decir, bien hecho!", el hombre avanzó moviendo la mano. Sus compañeros se apresuraron inmediatamente, tomando grilletes supresores de magia para colocarlos en manos y piernas.
Los Caballeros Rúnicos, eran una versión de caballeros, pero que no servían al Reino de Fiore, sino al Consejo Mágico. Sus responsabilidades y trabajos, eran similares. No obstante, se movían más por las cosas relacionadas a la magia. Según Makarov, en cuanto a combate físico, eran más débiles que los Caballeros de Fiore, pero eran muy buenos con magia especializada en restricción y protección.
"Mi nombre es Favius, de la ciudad Clover. Soy un Cápitan Caballero Rúnico. Harry, mago de Fairy Tail, te agradezco que nos hayas avisado y que tuvieras en cuenta la protección de los aldeanos. ¿Necesitas algo más de nosotros?"
Harry lo pensó un poco antes de asentir. "Puedo volar. ¿Esperarían un poco más? Me gustaría revisar los alrededores, en caso de que no hayan ido demasiado lejos. Y por si puedo descubrir su base actual".
"Hm... No es mala idea. Bien, te esperaremos por aquí".
"Gracias", Harry se levantó y volvió a invocar sus alas. Estas se agitaron, levantando un poco de polvo y salió disparado hacía el cielo. Desde lo alto, intentó encontrar los dos ladrones que habían escapado. Descendió cada vez más, rodeando el pueblo y alejándose cada vez más. Alan había dicho que los ladrones se encontraban a unos diez minutos. O eso es lo que él creía, porque Harry no pudo encontrar ni una sola pista. No habían cuevas, campamentos o escondites entre árboles y arbustos, nada de nada.
En realidad, eso fue un poco raro, pero no podía hacer nada. Si había un solo mago más que pudiera usar esa magia de sombras, entonces ya podrían haber escapado lo suficientemente lejos. Regresando mientras suspiraba, aterrizó antes de negar con la cabeza. "No pude encontrar nada, lo siento".
"No te deprimas demasiado", Favius movió la cabeza, apuntando hacía los capturados. "Incluso si no quieren hablar, tenemos métodos mágicos para que respondan a nuestras preguntas. Puedes dejarnos el resto a nosotros. Y a usted, alcalde Alan, le dejaré una pequeña lacrima para que pueda contactarlo e informarle sobre el resultado de las investigaciones. Además, podría usarla en un futuro, para llamarnos por si encuentra más delincuentes por el pueblo".
"O- Oh... ¡Muchas gracias!", Alan se acercó para apretar la mano del Capitán del escuadrón de Caballeros Rúnicos. El resto de aldeanos, también celebraron, aliviados de que todo se haya solucionado en cuestión de un día. "¡Tú también, Harry! ¡Muchas gracias!"
"Me alegró que todo haya salido bien", Harry sonrió y se encogió de hombros. "¿Puedo quedarme en la torre hasta el amanecer? Me gustaría descansar un poco".
"Por supuesto. Es lo menos que podemos hacer por tu ayuda".
Luego de que hablaran un poco más, Favius y Harry se despidieron, agradeciéndose el uno al otro por lo que habían hecho. Pero el nuevo miembro de Fairy Tail, todavía se sentía cada vez más sorprendido por su gremio. Mientras más interactuaba con otros que pudieran haber tenido una relación con ellos, más estupefacto se quedaba por la posible destrucción que causan en sus misiones. ¡¿Qué tan locos pueden ser?!, pensó sorprendido.
Negando con la cabeza, se despidió de los aldeanos, que volvían a descansar, ahora mucho más tranquilos, mientras que él subía hacía la parte superior de la torre, en donde tomó asiento, todavía con el rifle en su pecho, y se cruzó de brazos, para cerrar los ojos y dormir un poco.
Había hecho su parte, así que se merecía un pequeño descanso.
Para cuando despertó, el sol recién había comenzado a salir. No podía verlo debido a las montañas que rodeaban toda la zona, pero el color anaranjado era visible desde atrás. Harry bostezó, provocando que sus ojos se cerraran un poco, y un par de lagrimas quedaran en las esquinas de sus ojos.
"¡Ooo~aaah! Maldición, en realidad fue un buen sueño", Harry sonrió mientras se levantaba de la silla, dejando el rifle recostado contra la pared. Separando un poco los pies, levantó los brazos encima de la cabeza y se estiró, sintiendo como sus huesos tronaban un poco. "Creo que me estoy acostumbrando a esta vida... Sea lo que sea que hiciera antes de mi amnesia, parece que fue bastante estresante".
"Bueno, supongo que iré por mi dinero".
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