Mientras estaba sentado en el interior de uno de los muchos vagones del tren, Harry miró a Levy, quien estaba sentada justo en frente, abriendo una canasta con sándwiches. "¿Kunugi es grande?", se dirigían exactamente hacía ese lugar. Makarov les había dado más información relacionada con el trabajo: el cliente era un hombre de cuarenta y dos años, de nombre William, quien tenía una granja cerca de Kunugi. El problema, es que unas plantas consideradas como hierba mala, estaba comenzando a crecer en sus plantaciones, provocando que muchas verduras mueran en el proceso.

"Para nada", Levy le dijo, sacando un sándwich para darle a Harry. "Entre Onibus, Kunugi y Oshibana, es el lugar más pequeño en la ruta. De hecho, más que un pueblo, es una aldea. La estación solo tiene unas tres casas que sirven como parada".

"¿Por qué crees que este hombre necesita ayuda mágica?", Harry preguntó con curiosidad. Si bien el fuego parecía ser algo efectivo contra la vegetación, parecía una solución demasiado drástica. Eso es lo que piensa. "¿No hay otras cosas que puedan solucionar el problema?"

"Cierto", Levy asintió antes de lamer su dedo pulgar, que terminó con algo de mayonesa. "Pero creo que estás pasando algo por algo, Harry. O más bien, tienes un malentendido. Los gremios de magos tienen reciben muchos trabajos, en donde los hechizos son necesarios. Pero eso no quiere decir que no recibamos trabajos normales. Los tres lugares que te mencione, no tienen gremios de algún tipo en sus cercanías. Por eso, Magnolia y, por tanto, Fairy Tail, recibe muchos tipos de trabajo".

"En un futuro, cuando busques un trabajo en la pared, tal vez encuentras a una madre que necesita que cuiden de su bebé. O un restaurante que necesite un mesero". Levy mordió un poco su sándwich antes de tragar y continuar. "En cuanto al trabajo que recibiste, nuestro cliente, probablemente, ya haya intentado usar métodos normales para deshacerse de su problema. Después de todo, estamos hablando de un granjero. ¿No sería normal que sabe como lidiar con este tipo de invasión vegetal?"

"Ah... tienes razón", Harry se sintió un poco tonto, pero agradecido de tener a alguien como Levy cerca. Ella explicaba las cosas muy bien. Mientras comían y charlaban un poco, el ruido del tren pasando por las vías a gran velocidad fue provocando que se quedara dormido. No sabía cuanto tiempo tomaría el viaje, pero simplemente se deslizó un poco antes de cruzar sus brazos y cerrar los ojos.

Como la primera noche, soñó. Estaba en un tren, uno diferente al que se había subido. El paisaje en el exterior, de hecho, era completamente diferente. En vez de grandes extensiones de tierra marrón en tonos claros, estaba observando colinas verdes y llanuras extensas. El cielo estaba completamente nublado, pero rayos del sol pasaban por entre medio.

"Oye, Harry, ¿no quiere eso?", antes de que pudiera reaccionar adecuadamente, vio una mano apretando una rana de chocolate que había estado sobre su regazo. Parpadeando, se quedó mirando a un chico pelirrojo que no hacía nada para silenciar el ruido al masticar la pobre rana. "¿Por qué me miras así? ¡No la querías! Además, tienes dinero para comprar otra".

"¡Ronald!", a su lado, una chica con cabello castaño, amonestó al chico pelirrojo. Luego, lo miró con un ceño fruncido. "Harry, deberías decirle algo. Incluso si somos amigos, no está bien quitar la comida".

"¿Quién... ?", Harry sintió un dolor de cabeza inmediatamente. Comenzó a despertar lentamente, pero antes de que volviera a la realidad, pudo ver una racha roja aparecer frente a él. Sobresaltado, casi se cae de su asiento. "Uh... "

"¿Qué te paso?", Levy lo miró, claramente desconcertada. "¿Mal sueño?"

"Ehm... no sé si considerarlo bueno o malo. ¿Creo que eran mis recuerdos?"

"Oh... ", Levy asintió, un poco preocupada. "Si puedo preguntar, ¿de qué se trataba?"

"Estaba en un tren, viajando con dos personas. Creo que eran amigos, por lo que decían. Ron, se llamaba uno. La otra persona, era una chica", Harry suspiró un poco antes de sentarse en una mejor posición y miró por la ventana. "¿Cuánto tiempo estuve dormido?"

"Media hora".

"¿Tanto? Se sintió como un par de minutos".

"Ya estamos por llegar", Levy también miró hacía el exterior. Estaban pasando por un camino entre dos paredes de roca. Parecía como si alguien hubiera creado esta parte, ya que las paredes eran demasiado limpías y lisas como para que fuera algo natural. Teniendo en cuenta que había una vía para trenes, entonces no era raro. Harry pensó, observando los árboles que se veían en la parte superior. Pronto, pudo ver una pequeña caseta en su lado. Y al otro, habían dos casas, una más grande que la otra. No tenía puertas. Dentro, algunas personas estaban esperando, mientras un hombre de uniforme azul agitaba una campana.

"Vamos. Tenemos que bajar aquí".

"Bien", Harry se levantó, caminando por en medio del vagón, hasta que Levy abrió la puerta, por donde bajaron con un pequeño salto. La plataforma parecía medio metro por encima del suelo, así que tuvieron que bajar una escalera antes de caminar a un lado de las vías, hasta llegar a un camino que ascendía por la parte de la pared. Arriba, más que un poco de bosque, no parecía haber nada más.

Levy no dudaba ni un poco en su andar. "Kunugi se encuentra un poco más adelante, detrás de este pequeño bosque". Harry simplemente bebió del paisaje mientras avanzaba. Se sentía un poco extraño haciendo todo esto. Después de haber visto a esas dos personas de su edad, sintió que estaba haciendo algo malo. ¡No lo entendía! Y eso empeoró un poco su estado de animo. ¿Por qué estaría haciendo algo malo? Estaba intentando vivir su vida mientras recuperaba la memoria. Si de verdad eran sus amigos, entonces lo entenderían.

Suspirando un poco, miró hacía delante, solo para quedarse sorprendido. "¡¿Qué demonios?!", gritó en estado de shock, mientras Levy tenía su boca abierta. La aldea no parecía tener más de unas veinte casas, con un camino vertical en medio, y unos cuantos horizontales, dividiendo todo el lugar. El problema, es que habían una cantidad incontable de una especie de enredaderas. O así se veía desde su posición. Los caminos, las vallas que rodeaban el terreno de cada casa, incluso los edificios mismos, estaban siendo rodeados por estas cosas verdes que se juntaban y entrelazaban para verse como una masa de color verde.

"Está bien, esto definitivamente no es normal", Levy frunció un poco el ceño, caminando con pasos más largos y rápidos. Harry la siguió inmediatamente, hasta que llegaron al camino principal. No había nadie en el exterior, por lo menos en los primeros hogares.

"¡Disculpe!", la chica de cabellera azul, corrió un poco al ver a una mujer barriendo en el interior de su terreno. "¡Disculpe, somos de Fairy Tail! Hemos venido por el trabajo que el señor William nos pidió realizar".

La mujer, de cabello rubio y un rostro un poco malhumorado, se volvió mucho menos tensa al verlo. "Fairy Tail... ¡Eso es maravilloso! Gracias por venir. Desde que ese hombre terco trajo esa planta, solo hemos tenido problemas. ¡Puedes encontrar al idiota al final de la aldea! Ahí esta la granja".

"Bien. Muchas gracias".

. . . . .

Parte 2.

William es un hombre de unos cuarenta años, vistiendo jeans azules, una camisa a cuadros y un sombrero de paja. Los dos magos llegaron justo a tiempo para verlo usar una hoz para cortar las plantas trepadoras que se amontonaban en un lado de su granero. "¡Como pueden ver, ha crecido demasiado! Pensé que podía generar más ingresos para la aldea, pero... ", su expresión se convirtió en algo parecido a la vergüenza. "Pensé que podía lidiar con esto, pero por alguna razón, este fue el resultado".

Levy arrancó una hoja de las plantas y parpadeó. "Usted... ¿quería usar el Kudzu para producir alimento?"

"Sí. Chica, sabes cosas, al parecer... "

"¿Kudzu?", Harry preguntó, confundido.

"Es un tipo de vid. Sus raíces contienen almidón, con el que se pueden preparar ciertos alimentos. En realidad, incluso sin producir dichos alimentos, las raíces se venden bastante bien", Levy dejó caer la hoja mientras frotaba su dedo índice con su dedo pulgar. "Pero esto no es Kudzu. Señor William, parece que lo han estafado".

"¡¿Qué?!"

"La hoja es similar, pero... ", Levy se puso en cuclillas mientras tomaba un puñado de las vides antes de jalar. "No hay vainas por aquí, lo que se ve generalmente en el Kudzu. Tampoco puedo ver flores que hayan florecido cerca. Uh, lo siento por decir esto, pero esta cosa no es nada más que una vid mageia común. Básicamente, crecen sin parar mientras tengan una cantidad suficiente de Ethernano cerca".

"No puede ser... ", William frunció el ceño mientras miraba las vides. "¿Estás completamente segura?"

"Sí", Levy se levantó mientras decía. "De hecho, usted puede demandar a quien le vendió las semillas. Debido a su crecimiento y propagación tan rápida, así como los efectos negativos en diferentes ecosistemas, el cultivo ha sido prohibido por el Consejo Mágico y el Reino de Fiore. Muchos también las eliminan cuando las ven en la naturaleza"

"¡Maldito! ¡Seguro que demandaré a ese idiota!", William estaba enojado lo suficiente como para que su rostro se volviera un poco rojo. "¿Pueden lidiar con esto?"

"Afortunadamente", Levy sonrió con algo de orgullo. "Usted estuvo en lo correcto al pedir magos que utilizan magia de fuego. Es la mejor forma de eliminarlas. Aunque... creo que deberíamos quitarlas de las casas. No queremos incinerar los hogares, ¿verdad?"

"¡Te ayudaré, muchacha!", William levantó su hoz.

"También lo haremos. ¿Tendría más herramientas?"

"Por supuesto. Vengan conmigo".

Mientras iban por la herramientas, Harry se quedó mirando a Levy con una sonrisa. "¿Q- Qué pasa?", ella lo miró de reojo. "No has dejado de mirarme".

"No... simplemente estaba impresionado. Sabes muchas cosas, Levy. Eres genial".

"O- Oh", ella se movió un poco hacía un lado. "Gracias, ¿supongo? ¡De todos modos, vamos a trabajar! ¡Tenemos mucho que hacer!", ocultando su timidez, gritó mientras elevaba sus puños. Usando rastrillos para jalar la acumulación de las vides y hoces para cortarlas, poco a poco la fueron despegando del granero.

"¿Por qué no estás quemando?"

"Podría, pero quiero ver tu magia. He sentido curiosidad. ¿Puedes?"

"Mi magia... ", ella frunció los labios, intentando esconder su sonrisa, pero al final infló un poco su pecho y movió el dedo índice por el aire, escribiendo. "Solid Script: Fire". Ella pronunció, provocando que la palabra, tomara forma y se encendiera antes de ser arrojada a las vides. "Lo que escribo, puede tomar forma y propiedades

"¿Qué te parece? Genial, ¿verdad?"

"Sí. Y extremadamente versátil", Harry sonrió antes de que su mano derecha pasara por una transformación. Lenguas de fuego en formas de pluma, garras doradas y una bola de fuego encendiéndose antes de ser arrojada para quemar el problema de William y el resto de la aldea.

Mientras continuaban con el trabajo, subieron al techo, arrojando lo cortado al suelo. Llamas se acumularon, pero estaban siendo controladas constantemente. Sin embargo, capas de humo ascendían al cielo. Peor aún, tenía un mal olor.

"Harry, me encargaré de disipar el humo. ¿Puedes encargarte de incinerar todo?"

"Por supuesto. Haz lo tuyo".

De esa forma, en cuestión de media hora, terminaron con el granero. Ahora solo quedaba el resto de la aldea. Por lo menos, algunas personas decidieron ayudar a quitar las cosas de su casa y dejarlas en sus patios, para agilizar el proceso. Mientras Harry quemaba todo, Levy usaba su magia para dispersar el humo en el cielo. Ráfagas de viento y un poco de agua que salpicaba para eliminar todo eso, así como un aroma florar para destruir absolutamente todo el mal olor provocado.

Después de unas tres horas, Harry estaba sudando un poco por todo el movimiento. "Señor William, si quiere comprar Kudzu, es mejor que haga un viaje a Magnolia. O mejor aún, a Crocus. La capital tiene una gran cantidad de semillas buenas para su granja".

"¡Lo haré! Todavía quiero mejorar la aldea, muchacha", rascándose un poco la cabeza, William entregó el dinero. "Tomen. Muchas gracias por todo. Si no fuera por ustedes, entonces no sabría que hacer. En serio".

Harry asintió antes de dividir los 15.000 Jewels. "Toma, Levy. Tu parte".

"Uh... ¿en serio? Solo pensaba en ayudarte con tu primer trabajo, no lo hacía por el dinero".

"Oye, estabas diciendo cosas inteligentes y geniales hace unas horas. ¿Por qué ahora dices tonterías?", Harry sonrió, pero recibió una patada en su tobillo. Riendo, entregó los billetes antes de despedirse de William.

Ambos caminaron mientras levantaban la mano, despidiéndose de algunas personas. "Ahora que tengo un poco de dinero, debería pensar en buscar lugares para vivir".

"Con quince mil no te alcanzara nada".

"Me lo imaginaba, pero saber los precios, no es una mala idea. ¿Sabes de algunos lugares?"

"Eso depende de que tan grande quieres que sea el lugar y las comodidades", Levy se encogió de hombros. "¿Quieres que te de un consejo? Construye tu propia casa, o contrata a personas que sepan hacerlo. Fairy Tail tiene un dormitorio para mujeres, lo que disminuye nuestros gastos, pero todavía creo que es mejor gastar el dinero para construir una casa. Es mejor para el futuro".

"¿No hay para hombres?"

"Lo había. Fue destruida. Por peleas".

"Ah... "

"Exactamente".

"¿Y cuánto costaría un pedazo de tierra para una casa?", Harry frunció el ceño. "Lo suficiente como para un pequeño jardín", comentó al final, recordando flores y sus propias manos, cuidándolas delicadamente.

"Eso también depende", Levy se rio un poco. "Magnolia es una ciudad, así que tiene un alcalde. No hables con él. No es que sea una mala persona, pero sí un poco codicioso. También podrías ir más dentro del bosque. No tendrías que pagar por el terreno, pero podría ser un poco peligroso. Y también más lejos".

"Oye, oye... si no puedo hablar con el alcalde, ¿con quién?"

"El Gobernador de la región", Levy contestó. "Deberías contarle al maestro sobre tu idea de tener una casa, o un lugar para vivir. Seguramente podrá ayudarte mejor que yo".

"¿Mejor? Sí, eso creo. Pero, Levy, tú también has sido de mucha ayuda".

"No me elogies demasiado, no lograras nada, Harry".

"¿Ni siquiera menos tarea?"

"¡Menos algo así!"

"¡Ja, ja, ja!", riendo, Harry camino hacía la estación de Kunugi, sintiendo que estaba un poco mejor. Más feliz que ayer. Más relajado y, sobre todo, con ganas de seguir adelante. Todavía sabía que necesitaba recordar muchas cosas. Las medicinas estaban surgiendo efecto, así que solo era cuestión de tiempo.

. . . .

Parte 3.

"¡Hombre!", alguien gritó cuando colocó la mano sobre uno de los hombros de Harry. "Escuche de mi hermana que eres un usuario de Take Over. ¿Quieres entrenar un poco? ¡Un hombre tiene que entrenar constantemente para ser fuerte!"

Como ha ocurrido estos últimos dos días, Harry se sintió desconcertado. No había visto a esta persona, pero tomando en cuenta el cabello, así como la mención de una hermana, entonces... "¿Eres el hermano de Mirajane? Un placer conocerte".

"¡Sí! Vamos a entrenar un poco".

Harry se quedó en silencio, hasta que asintió. De todos modos, ya había terminado de informar el termino de su trabajo, en donde no hubieron problemas. Entrenar era necesario, sobre todo cuando necesitaba realizar misiones más complicadas, en donde, probablemente, tendría que luchar. Quería dinero. Necesitaba tal cosa para poder vivir medianamente cómodo.

Cuando salieron a la parte trasera, que al final daba con las arenas del lago Scilliora, comenzaron a luchar.

"Comenzaré yo", Elfman sonrió, emocionado. Su brazo derecho brilló por un instante, solo para transformarse en el de una bestia. Era el doble de grande, con afiladas garras y escamas rojas. "¡Brazo de bestia: Toro de escamas!", anunciando su cambio, corrió a todo velocidad, lanzando un fuerte puñetazo.

Harry se sorprendió un poco ante la velocidad. Era la primera vez, por lo que recordaba, que veía a un ser humano moverse de esa forma. Y fue aún más impresionante teniendo en cuenta el tamaño de Elfman Strauss, que casi media dos metros. Además, era ancho, con fuertes músculos por todo su cuerpo.

La magia que usaba, Take Over, claramente se trataba del tipo bestia; criaturas que eran consideradas más peligrosas que animales más normales. Por supuesto, esto no quería decir que no pudiera transformar partes de su cuerpo en ciertos animales un poco más normales que un toro de escamas. Por ejemplo, un oso.

De todos modos, cuando Harry vio que el puño ya estaba cerca de su nariz, retrocedió inmediatamente y golpeó hacía arriba, al mismo tiempo que transformaba su brazo derecho. Llamas carmesí con tonos dorados aparecieron cuando impactó en el antebrazo de su oponente. "¡Oh!", Elfman gritó un poco sorprendido. Dando un paso atrás, asintió con una sonrisa. "Es genial, hombre. Nunca antes había visto un Take Over así, no desde mi hermana".

"Gracias... ", Harry asintió antes de preguntar. "¿Puedes... transformarte por completo?"

Ante la pregunta, Elfman se quedó un poco paralizado antes de rascar la parte posterior de su cabeza. "No... ", dijo antes de suspirar. "Me cuesta hacerlo. Por eso también entreno mucho mi cuerpo. Oye, ¿quieres salir conmigo? Todas las mañanas, corro por Magnolia".

"Claro", Harry sonrió, aceptando con gusto la amable invitación. "¿Seguimos con esto? También me gustaría aprender a controlar mejor mi transformación parcial".

"¡Así se habla! ¡Vamos, hombre!"

Mientras usaban sus puños y piernas para golpear al otro, Mirajane estaba observando desde cerca de la puerta. Más que una preocupación por las heridas que pudieran causarse, tenía mucha curiosidad por la magia Take Over de Harry. "Maestro... ", a su lado, Makarov también observaba, bebiendo un poco de cerveza. "¿Qué tipo de factor cree que tenga Harry?".

"¿Hm?"

"Quiero decir, si sus transformaciones son criaturas fantásticas, ¿qué factor ha obtenido? Debe tener uno. De lo contrario, no podría transformarse".

"Eso es algo que también me he preguntado. Es interesante, pero no he llegado a una respuesta. Ya que he llamado a su tipo de Take Over, Fantasy... ¿Lo llamamos así, por ahora? Factor de Fantasía. Suena bien".

"Lindo... ¡Y extrañamente adecuado para un hada!"

"¡¿Verdad?!", Makarov asintió con fuerza.

Mirajane colocó una mano en su mejillas mientras cerraba los ojos y suspiraba un poco. "Aunque... me siento un poco preocupada, maestro. Si bien puedo sentir que Harry tiene una buena cantidad de poder mágico, no tendrá problemas con animales o muchas bestias. Pero él... "

"¿Tienes miedo de que intente luchar con algo demasiado poderoso?"

"Sí. Pero, más que eso, ¿no será casi imposible que encuentre esas entidades fantásticas? Los dragones podrían seguir existiendo, por lo que Natsu nos ha dicho. Pero, ¿un fénix? La pluma que tenía, lo ayudó, pero no creo que haya más de esas criaturas, ¿cierto? ¿Cómo podrá encontrar otras cosas en las que transformarse?"

Makarov se quedó en silencio antes de que soltara un pequeño suspiro. "Mira, ¿puedes guardar un secreto?"

"Depende, ¿es demasiado peligroso?"

"No... no lo es".

"Entonces, puedo hacerlo", ella asintió con seriedad.

Makarov bajó un poco la cabeza, pero sus ojos apuntaron a la figura de Harry, quien había saltado hacía atrás con ayuda de sus alas. "Cuando Porlyusca me llamó hace unos días para informarme de que tenía a Harry, me explicó algunas cosas. Una de ellas, es que tenía dos cosas en el interior de su cuerpo".

"¿Dos cosas?"

"Parece que se habían estado fusionando constantemente con su sangre. Uno era algo que lo estaba sanando constantemente, pero el otro era un veneno extremadamente peligroso. Si no fuera por lo primero, ese chico estaría muerto hace tiempo. Ni siquiera soy capaz de comprender como es que no le causa dolor".

"Uh... Maestro, si bien eso es preocupante, no entiendo porque me lo cuenta".

Frunciendo un poco los labios, Makarov dijo. "En las leyendas, un fénix es capaz de curar heridas. Algunos escritos dicen que lo hacían mediante sus llamas. Otros, decían que era por sus lagrimas. Harry tiene una pluma de fénix, por lo que ha dicho. ¿Qué pasa si eso que está en su sangre, es lagrimas de fénix? Podría explicar que haya podido acceder a este tipo de magia que ahora puede usar".

Mirajane parpadeó antes de abrir la boca, pero la cerró inmediatamente. Con una mirada un poco extraña, pensó detenidamente antes de hablar. "Quiere decir que... ¿podría tener una segunda transformación? ¿Una criatura que le inyectó ese veneno?"

"Es posible, sí", Makarov miró con algo de tristeza. "Pero no quiero apresurarlo. ¿Te lo imaginas, Mira? Solo parece tener unos quince o dieciséis años, pero si se ha encontrado con dos criaturas legendarias, ¿por qué tipos de peligros ha pasado? Una parte de mi quiere que recuerde todo, para que se sienta completo. Pero la otra... bueno... solo quiere que nunca recuerde, en caso de que la mayoría sean malos recuerdos. ¿No estaría mejor así?"

"Maestro, usted siempre es así de amable... ", Mirajane sonrió con cariño, casi como una hija hablando con su abuelo, pero luego sonrió con travesuras escritas en su cara. "Pero, me pregunto, ¿Harry puede comer fuego para recuperarse? ¡Suena como un experimento!"

Makarov sonrió de la misma manera cuando levantó su dedo y disparo una enorme llama. "¡Oye, mocoso, atrapa!", gritó, asustando a los dos que entrenaban, quienes no se habían dado cuenta del público que tenían.

"¡¿Eh?!", Elfman gritó sorprendido, pero Harry ni siquiera tuvo la oportunidad cuando fue lanzado cinco metros hacía un lado. Mira y Makarov comenzaron a sudar mares al ver que Harry no se levantaba.

Definitivamente no podía comer fuego.

"¡Mierda!", pero, de repente, saltó para pararse. Sus ojos estaban abiertos a más no poder, observando como es que sus llamas carmesí estaban absorbiendo las que se pegaron a su cuerpo. Lentamente, cambiaron de color antes que se encendieran con más fuerza. "¿Oh? Me siento un poquito más fuerte".

"Maestro, le diré a la señora Porlyusca que atacó a su paciente".

"¡¿Qué?! Pero tú... "

"¿Quien lo atacó?", Mirajane, sin piedad, estaba arrojando al anciano hacía las garras de una mujer peor que un demonio.

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