Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13: Gloria Tenebrosa (II).

Venerable.

Así es como lo habían comenzado a llamar cuando se unió a Glory, un gremio oscuro dentro del Reino de Fiore. Honestamente, fue pura coincidencia que, etimológicamente, su verdadero nombre, tuviera ese tipo de significado. Y más allá de su propia vanidad, decidió que era lo mejor. A pesar de que fue extremadamente agradable ser considerado como una especie hombre elegido, prefería no mencionar su verdadero nombre. Fue lo mejor. Después de todo, necesitaba cierto nivel de anonimato para poder lograr lo que se había propuesto hace unos años.

Mientras observaba el cuerpo sin vida del anterior líder de Glory, no pudo evitar sentir una sensación de puro desconcierto. Su varita... su magia... y por tanto, su mano, habían sido los culpables de la muerte de alguien que se había arrodillado en lealtad. ¿Por qué ni siquiera fue cuestionado? Durante más de cinco años, había preparado numerosos planes para poder llevar a cabo sus objetivos, pero de todos ellos, ninguno había entrado en acción, no realmente. Ya que, a medida que avanzaba, los propios miembros del gremio, terminaban completando lo necesitado, mucho antes de que incluso un solo plan llegara a la mitad.

Euclides había sonreído cuando él, Venerable, le dijo que necesitaba las almas de más de cien personas para poder llevar a cabo la magia que permitiría abrir una puerta. Cien almas, no importa de quien sea. No importaba si estaban enfermos, o si eran ancianos o niños. Mientras ese número se pudiera completar o exceder, entonces debía ser posible. Pero para que dichas almas pudieran ser guiadas hasta punto en donde todo saliera bien, se necesitaba un mago de excepcional poder para la activación. Una chispa que encendería el combustible. Y Euclides, llenó de alegría, decidió hacerlo sin que se lo pidieran.

¿Por qué? Durante el tiempo que lo conoció, el Venerable no pudo entenderlo por completo. Se trataba de un hombre que tenía una fe inquebrantable cuando se trataba de Zeref. Ese mago negro que se decía desató calamidades por el mundo. Un creador de demonios, así como de muchas otras magias que iban en contra de lo que se consideraba irracional. ¿Era por eso? ¿Por qué se trataba de un ser humano que iba más allá de todos los demás? Era retratado como un Dios por muchos. Pero, ¿por qué? Si bien el poder incalculable era algo que podía ser considerado como no-humano, se supone que estaba muerto. Eso significaba dos cosas: murió de vejez, o alguien lo mató. Independientemente de cual de esas dos posibilidades fuera la correcta, Zeref, al final de sus días, no era nada más que otro humano más. Uno más astuto, inteligente y poderoso, pero al final del día, un humano más.

El Venerable, mientras miraba el cuerpo sin vida de Euclides, no pudo evitar pensar: ¿en qué se diferencian? Mientras la sangre roja se derramaba, llenando las líneas poco profundas de un círculo mágico, no pudo evitar fruncir el ceño, pensando: "Después de todo, tengo razón. Esto es lo mejor. No hay necesidad de seguirlo a él. Un mundo en donde todos puedan usar magia, es la forma correcta".

Estaba cansado de haber seguido a su anterior líder. Encarcelado por años, traicionado por uno de sus compañeros. A pesar de que se había convertido en un espía, una parte de él, había comenzado a disfrutar del trabajo en el que se había inscrito. La investigación de la magia es una cosa apasionante. Incluso si no puedes encontrar las respuestas a ciertas incógnitas, el solo hecho de poder poner en dudas la forma en que cierta magia funcionaba, era entretenido. Pero fue atrapado. Y posteriormente, escapó hasta llegar a Fiore, en donde encontró la maravilla de lo que puede lograr la magia.

A diferencia de su hogar, en Fiore no se discriminaba. Eso, al principio, no le gustó demasiado. Quizás, tan solo fue su propia ignorancia hacía la sociedad. Pero por eso, habló con muchas personas, tantos magos, como los que no eran. Vivió trabajando para personas completamente normales, que ni siquiera podían considerarse fuertes dentro de una sociedad no mágica.

"¡¡August!!", una sombra viajó por los pasillos antes de convertirse en un hombre que lo miró con una ira atronadora. Venerable lo miró, sorprendido de encontrarlo. "¡¡Detente ahora mismo, bastardo!!"

"Por ahora, dejaré de lado mi sorpresa al verte", August, el Venerable, comentó con una pequeña sonrisa. Esa expresión no concordaba con lo que Grimmy recordaba. "Tú... no sabes lo que estoy haciendo, ¿verdad? ¿Por qué vienes hasta aquí, intentando detenerme, si no sabes de que se trata todo esto?"

"¡Bastardo! ¡¿Todavía te atreves a preguntar?! Recuerdo perfectamente nuestra pelea.... la pelea de todos nosotros".

"Cierto", Venerable, parpadeó, como si solo ahora, pudiera recordarlo. "Pero ya no estoy interesado en ese tipo de cosas".

"¡Masacraron un pueblo entero!", Grimmry, bramó mientras miraba el cuerpo de Euclides en el centro de un círculo mágico. "¡¿Cuál es tu objetivo?!"

"¡Un mundo mejor!", declaró el Venerable. "Tú mismo has experimentado la injusticia. Fuiste testigo de toda la maldita desigualdad. Honestamente, solo estaba siguiendo lo las formas que pensé eran las correctas. ¡Pero me equivoque! Solo ahora, después de haber vivido de otra forma, puedo decir que me he equivocado".

Girando su cuerpo para quedarse parado frente a frente con Grimmy, el Venerable, August sonrió con tristeza. "¿No sería genial que todos pudieran usar magia? ¡No habría necesidad de luchar por las cosas que ha llevado a guerras! ¡Cualquier tipo de error! ¡Cualquier tipo de crimen, sería atribuido solo hacía los magos! De esa forma, nadie pensara que los no-magos, hacen cosas como robar magia o piensan exterminar a los magos. Mientras todos puedan usar aunque sea un poco de magia, ni siquiera necesitaríamos esconder toda nuestra vida. ¡¡Toda nuestra historia!!"

"¡Maldito, estás loco!"

"Tal vez", August, asintió, reconociendo ese hecho. "Pero, ¿no todos lo estamos? Los magos intentamos mantener la magia dentro de lo racional, pero ciertamente vamos más allá de eso. Lo que te dije anteriormente, sigue esto. ¿Por qué un mago que es capaz de transformar una taza en un animal, pensaría que alguien sin magia, puede robarla? No tiene sentido, pero se piensa de esa forma tan irracional. Yo mismo no me había puesto a pensar en esto, hasta que llegué a Fiore".

Extendiendo ligeramente sus manos hacía delante, como si estuviera sosteniendo algo, August continuó, ignorando por completo la forma en que se acercaba Grimmy. "He aprendido formas diferentes de magia durante mi vida en este reino. ¡Magia lo suficientemente fuerte como para que esa persona no pueda oponerse a mi! ¿Por qué no unimos fuerza? Podemos hablar de nuestras diferencias luego de que ese impostor sea eliminado. Lo prometo".

Grimmy, quien había llegado donde August, apretó el cuello de su túnica purpura. "¡¡El lugar de donde vinimos, no es tan amable como este, idiota!!", saliva saltó hacía la cara de August cuando este le gritó, enojado. "¿Entiendes lo que sucederá si haces algo así? Sociedades enteras podrían desmoronarse. ¡Guerras podrían surgir!"

Con una mirada llena de calma, August le sonrió. "Cierto. También lo he pensado. Pero, para esa razón, estamos nosotros. No solo tú y yo, sino cientos de miles de magos que pueden enseñarle al resto. No soy una buena persona, en lo absoluto. Ni siquiera puedo compararme con la decima parte de la amabilidad que me han entregado estos últimos cinco años. De hecho, solo esto, va totalmente en contra de mis deseos para devolver todo eso a las personas que me ayudaron".

"¡Eres un asqueroso hipócrita!"

"Sí... eso es lo que soy", sonriendo, lo aceptó con gusto. "Lo que estoy diciendo, va completamente en contra de lo que sucederá. Robaré magia para dársela a otras personas. Probablemente, muchos mueran, pero nuestro hogar será uno mucho mejor, uno más igualitario, sin necesidad de crear discriminación sin sentido".

Una especie de neblina oscura, comenzó a exudar desde el cuerpo de Grimmy. "¿Magia de oscuridad? No, magia de sombras. Eso... ", August sonrió con diversión. "Supongo que es bastante adecuado para ti. Pero, lo siento, el ritual fue activado en el momento en que Euclides se sacrificó"

En ese momento, un pilar de magia, surgió desde el círculo mágico. Atravesó directamente el techo rocoso, mostrando que ahí arriba, había una especie de llanura entre las montañas. Pero alrededor del agujero, un pozo de oscuridad comenzó a formarse, enviando ondas en todas las direcciones.

"¡Mierda!", Grimmy fue empujado hacía atrás debido a una onda de choque.

"¿Sabes? Cuando comencé a reflexionar, pensé que nunca podría volver a casa. Me había resignado a vivir en Fiore. Pero, contrariamente a lo que podrías pensar, eso no fue doloroso. En realidad, estaba satisfecho. Podría comenzar de nuevo. No tendría la necesidad de continuar con lo que hacía", él suspiró antes de darse media vuelta, caminando hacía el pilar. "Pero, parece que el destino quería otra cosa. Un día, me encontré con esta magia. Me costó dos años enteros obtener la capacidad de camuflar el Ethernano del ambiente. Las corrientes dentro del Bosque Nocturno no son nada más que un efecto secundario; rastros de las partículas de Ethernano con atributo espacial".

"Lo que verdaderamente es el Ethernano, se encontraba en todos los cristales por el bosque, cada uno sellado con magia para que no fueran detectadas y pudieran ser absorbidos para este propósito".

"¡Si piensas que no te perseguiré, piensa de nuevo, bastardo!"

"¡Puedes venir!", August le sonrió amigablemente. "Nada me haría más feliz que alguien como tú, presenciara el cambio en el otro lado".

Grimmy cargó con todas sus fuerzas, transformando su cuerpo en una espesa niebla de sombras que empujó a August hacía el interior del pilar. Ambos fueron absorbidos, con sus cuerpos girando sin parar, distorsionándose como telas rasgadas en diferentes ángulos. El viaje ni siquiera duró cinco segundos, pero cuando aterrizaron en suelo sólido, tosieron un poco.

"E- Este lugar... ", Grimmy miró a su alrededor, tosiendo un poco, pero más preocupado por el pilar que los estaba rodeando. Lentamente, estaba cambiando de color. Al negro, se le había unido el blanco; al blanco, se le había unido el amarillo; al amarillo, el naranjo, y así sucesivamente, con cada color posible de ver para los humanos, girando sin parar en un arco iris hermoso, lleno de Ethernano que se estaba dispersando en lo alto del cielo, en forma de pequeños cristales parecidos a copos de nieve.

"¿Estás sorprendido de que no fuera ese lugar oscuro?", August preguntó, levantándose y extendiendo las manos mientras inhalaba con los ojos cerrados y su nariz apuntando hacía arriba. "Es normal que no lo sepas. Después de todo, el Departamento de Misterios trata de mantener cada descubrimiento importante, con los niveles más altos de secretos".

Grimmy extendió su mano, disparando lo que se veía como un chorro de sombras. Pero August, reaccionando rápidamente, movió su mano izquierda. Una especie de sustancia negra, purpura y con puntos blancos, apareció, bloqueando el ataque. "¿Magia espacial?", preguntó Grimmy, sorprendido.

"Sí", August asintió. "Específicamente, sombra y espacio. Es una magia antigua conocida como Sombra Sideral. Es bonita y poderosa".

"No va contigo".

"¿Hubieras preferido que aprendiera magia de madera? Iría con mi apellido".

"¡Hubiera preferido que te quedarás tranquilo, idiota! Ahora tendré que matarte".

"Puedes intentarlo, ya no importa. Me gustaría ver el futuro de este mundo, pero con toda esta magia que se desborda, realmente no importa si sigo vivo. Eventualmente, todos comenzaran a poder usar magia". Suspirando un poco, invocó su sombra sideral, una vez más. Una docena de espinas de sombras, surgieron desde el suelo, apuntando a su espalda. "¿Por qué te opones tanto a la idea? Entiendo tu punto, en serio. Pero hay personas excepcionales que están dispuestas a detener todos esos intentos de conflicto".

"Quizás... "

"¿Entonces... ?"

"Simplemente no me gustas, Rookwood. Después de todo lo sucedido, te has vuelto una mejor persona. Incluso con estos objetivos, eres mucho mejor que antes. ¿Crees que puedo aceptarlo? ¿De verdad crees que puedo perdonarte? Tú.... ¡Y todos los bastardos que siguen a esa escoria, son mis enemigos!"

August contorsiono un poco su rostro. "Nunca he buscado tu perdón, porque comprendí que no podía obtenerlo. ¡Pero podemos eliminarlo! ¡A Voldemort! Sirius Black, tenemos magia que ellos no entienden. ¡Poseemos habilidades que lo superan! ¿Es que no lo entiendes todavía? El solo hecho de que ahora todos puedan comenzar a despertar magia, hace que los objetivos de Voldemort, sean derrotados. ¡Es imposible que pueda ganar si lo atacamos juntos!"

Sirius gruñó con una expresión atronadora. "Nadie te aceptara".

"Si muero, entonces no importa", August declaró con seriedad, pero continuó. "Y si vivó, entonces observaré desde las sombras. Luego de que este mundo se haya estabilizado un poco más, volveré a Fiore, para redimir todas las muertes que he provocado".

Lentamente, Sirius se levantó del suelo. "No lo entiendo. Por más que lo piense, no puedo entenderte, Rookwood. ¿Qué fue lo que inició todo esto? Ahora me doy cuenta que has desertado completamente de las líneas de Voldemort, pero, ¿por qué?"

Antes de que pudiera responder, un extraño sonido llegó a los oídos de ambos. Moviendo sus cabezas, vieron como es que dos personas aparecían desde las paredes del pilar, a pesar de que habían subido. Alas llameantes envolvían sus cuerpos antes de que se extendieran en todo su esplendor.

"Él... ", Rookwood lo reconoció inmediatamente. "No... ¡¿Él también?!", gritó, sabiendo que, ahora mismo, de verdad podría morir. A pesar de lo que había dicho hace unos momentos, prefería quedarse vivo. Incluso si era rechazado por todos al momento de redimirse, prefería eso que morir.

"¡Ja, ja, ja, ja! ¡No puedo creerlo! ¡Al igual que tú, feo bastardo! ¡Pero aquí estamos todos, una vez más!", una de las personas, de cabello negro, manteniendo una sonrisa audaz pero llena de felicidad, llamó la atención de los dos miembros de Fairy Tail. "¡Niños! ¡Necesito un poco de ayuda por aquí! ¡Tenemos que patearle el trasero a este idiota!"

La chica, quien dio un pequeño saltó para aterrizar, miró a su alrededor. "Harry, parece que el Ethernano está siendo absorbido y liberado desde este lugar. Aunque no reconozco en donde estamos".

"Yo sí", Harry miró con incredulidad hacía Sirius Black, el padrino que solo ahora podía recordar a la perfección. La forma en que pensó que estaba siendo torturado, la impaciencia que tuvo a la hora de ir a rescatarlo, solo para enterarse que fue una trampa. La batalla en el Ministerior, la forma en que cayó por el Velo y, sobre todo, como es que había intentando atraparlo, solo para ser empujado al mismo lugar.

Una expresión llena de furia se dibujó en su rostro cuando llamas explotaron desde su cuerpo, entrando en transformación completa. Su poder mágico total comenzó a ser liberado cuando sus ojos dorados se posaron en August Rookwood, anterior mortifago.

"¡Harry, tenemos que llevarlo de regreso!"

"¡Entendido!", respondiendo con un gritó, salió disparado como un cometa hacía Rookwood, quien frunció el ceño. Sabía que tres contra uno, lo dejaba en desventaja, pero no estaba totalmente encerrado. Su propia sombra, se extendió desde la punta de sus pies. El negro se mezcló con el purpura, en donde puntos como estrellas brillaron. Desde ese lugar, que parecía una dimensión diferente, surgieron manos que atraparon a Harry, extinguiendo todo su impulso.

"Lo siento.... Por lo del pasado.... Por esto", Rookwood suspiró antes de bajar la mano. "Pero, sinceramente, no quiero morir".

"¡Eso no es algo que tú puedas decidir!", Harry rugió. "¡No después de todo lo que hiciste!", sus llamas se apagaron y escamas blancas crecieron por todo su cuerpo. Sus ojos verdes liberaron un resplandor ligero pero sobrenatural, sorprendiendo a Rookwood, quien se quedó petrificado.

Sirius corrió a toda velocidad, tomando a Harry para alejarlo de las manos sombrías que se hundieron antes de que la sombra volviera a la normalidad. "Eso fue un poco peligroso, pero bien hecho. Parece que has aprendido magia poderosa".

"Sirius... "

El hombre sonrió antes de sacudir el cabello de su ahijado. "Sé lo que quieres decir, pero no es el momento. Luego tendremos tiempo para hablar".

"Um... ", Levy se encontraba totalmente confundida. "¿Qué pasa? ¿Qué haremos con esto?"

"Dudo que en este mundo exista magia capaz de sellar algo como esto", Sirius miró hacía el cielo, en donde el pilar todavía formaba una espiral al final. "Necesitamos llevar a Rookwood al otro lado, de donde vinimos. Después de eso, llamar al Consejo Mágico. Es la mejor opción que tenemos a mano".

"Espera, ¿este mundo?", Levy palideció un poco. "No me digas... "

"Sí. Es otro mundo. Uno diferente a Earth Land", Harry asintió con seriedad. "De hecho, el mundo en donde nací", suspirando un poco, no pudo evitar mirar hacía Stonehenge. "Nunca pensé que tendría la oportunidad de verlo de nuevo. Por lo menos, no tan pronto".

"Si bien eso es interesante", Levy, quien se había comenzado a calmar rápidamente, frunció el ceño. "Necesitamos detener todo eso. ¿Oye, sabes si es posible salir?", preguntó a Sirius. "Conozco algo de Jutsu Shiki. Quizás no pueda detener toda esta afluencia de Ethernano, pero creo que podría esconderla mejor, para evitarnos problemas".

"Además, dudo que ese tipo se quedé petrificado para siempre".

"Uh... ¿jitishiki? ¿Qué es eso?"

Harry tuvo que apretar los labios para no reírse ante la expresión de su padrino. "Básicamente, técnicas mágicas mediante fórmulas que usan palabras, pero sobre todo, runas. Es posible crear barreras con ciertas reglas".

"Lo intentaré", Sirius viajó en su forma de sombra, atravesando uno de los lados del pilar, solo para regresar en cuestión de un parpadeo. "Sí se puede, lo cual es extraño. A pesar de que subimos con Rookwood, terminamos escupidos de un lado. Chica, ahora te toca brillar".

Levy decidió no demorarse más, por lo que corrió tan rápido como pudo mientras sacaba un lápiz desde su propia pero pequeña dimensión de bolsillo. Líneas que conformaban runas purpuras brillantes, comenzaron a surgir desde el suelo cuando empezó a escribir.

Sirius miró a su ahijado por un momento. Realmente mirando. Su cabello y sus ojos eran los mismos, pero los últimos, ya no estaban detrás de anteojos. La cicatriz en su frente, ya casi se había desvanecido por completo, provocando que tuviera que entrecerrar un poco los ojos para ver si seguía ahí. Su cuerpo era un poco más robusto, por lo que podía ver al fijarse en su pecho y sus brazos, pero sobre todo, en sus hombros.

"Pensé que nos habíamos separado para siempre", comentó en voz baja, con nostalgia pero también con algo de tristeza.

"No es el momento", Harry lo miró seriamente, solo para comenzar a caminar hacía Rookwood. "Terminemos con esto y volvamos a Fiore".

"Tú... ¿no quieres quedarte?"

"No seas tonto, Sirius. Levy está con nosotros. Me niego a obligarla para que se quedé".

"Cierto", Sirius sonrió un poco, también caminando hacía el enemigo en cuestión. Rookwood seguía petrificado, pero se podían ver delgadas líneas formándose alrededor de sus brazos. Lentamente, parecía estar liberándose. "Tienes una magia bastante útil. ¿Dónde la aprendiste?"

"Desde mi cuerpo. Parece que el veneno del basilisco, había sido asimilada con mi sangre, junto a la de Fawkes".

"¿Eh? Eso es loco.... Pero viniendo de ti, suena como algo normal. ¡Ja, ja, ja!"

Harry se quedó en silencio por unos momentos, reflexionando sobre lo que estaba sucediendo ahora mismo. Más allá de que se haya podido reunir con su padrino, la situación era demasiado peligrosa. Todo el Ethernano que se ha dispersado por el medio ambiente, era demasiado. Incluso si tuvieran la capacidad de detener todo esto en este preciso instante, cambios sucederían en la región. "¿Sabes si el Ethernano está siendo drenado desde el otro lado?"

"Creo que... ", Sirius frunció el ceño. "Solo hasta cierto punto. Por lo que pude sacar de Rookwood, ha almacenado Ethernano en los cristales por todo el Bosque Nocturno, y luego los selló para que no sean detectados por otros. Pienso que se usó una parte para abrir la puerta, y otra para mezclarlo con el resto del medio ambiente en Fiore".

"Ese maldito... ¿qué quiere lograr?"

"Darle magia a todos".

"¿Qué?"

"Es lo que dijo. Deberías haberlo visto, Harry. Un mortifago que parece haber cambiado. Me pidió que nos uniéramos para matar a Voldemort. Para hacer que, en este mundo, todos puedan usar magia y no hayan más tonterías como las que usan los Supremacistas de Sangre Pura".

¡Crack!

"Todos podemos cambiar", August Rookwood, habló cuando la piedra en su rostro, se partió, mostrando su rostro. "Pero... dejando eso de lado. Estoy demasiado sorprendido. Harry Potter, no pareces haber cambiado demasiado. Tú... no caíste hace cinco años, ¿verdad?"

Entrecerrando los ojos, Harry se dispuso a usar su mirada petrificante, una vez más.

"¡Espera!", Rookwood gritó, un poco asustado. "Puedo detener esto".

"No juegues conmigo, basura", Harry siseó, enojado.

"Hablo en serio. De todos modos, creo que ya he cumplido con parte de mis objetivos", mientras la piedra en su cuello rodaba hasta caer al suelo, miró hacía arriba. "Con esto, dudo que el mundo mágico y el mundo normal, puedan seguir con todo el secretismo. Incluso con todas las naciones desplegando aurores para olvidar a las personas, la capacidad para divulgar algo que posee el mundo normal, los terminará superando".

"Lo taparan, como siempre ha sucedido", Sirius replicó.

"imposible", Rookwood negó con la cabeza, apretando un poco su rígido cuello. "Ahora mismo, el Ethernano que cae fuera de esta área, es muy denso. Ha formado cristales, que se derretirán y se extenderán por todo el mundo. Quizás, no todos puedan despertar magia, pero seguramente, el número de magos, aumentara. Sirius Black, ¿acaso no estudiaste ni un poco de magia en Fiore? La imaginación y los sentimientos, pueden ser una chispa poderosa para despertar y desarrollar magia".

"Los niños que tienen una gran imaginación... los adolescentes que desean cambios... los adultos que ansían vidas mejores... Todos aquellos que cumplan ciertas condiciones, podrán comenzar a usar magia", una sonrisa surgió en el rostro de August Rookwood. "No es como me hubiera gustado, pero es lo suficientemente bueno", extendiendo sus manos hacía delante, juntó sus muñecas. "No quiero morir, así que me rindo".

Harry tembló mientras bajaba la cabeza. "Tú... masacraste un pueblo entero.... ¡Y antes de eso, a cuantos más mataste, ¿eh?!"

"Una vez que me lleven frente al Consejo Mágico, pasaré por un juicio y, posteriormente, pagaré por mis pecados. No importa cuanto me grites. O incluso si me matas, nada desaparecerá, ¿verdad? Esa es una lección que aprendí en Fiore". Suspirando un poco, Rookwood dio un paso adelante. "Vamos, terminemos con esto".

Mirando de reojo, Sirius se dio cuenta que Harry estaba a punto de explotar. Para evitar eso, avanzó y usó su magia para rodear las manos de August, funcionando como esposas. "Oye... ¿de verdad detendrás esto?"

"Lo juro".

"Te has vuelto alguien totalmente raro. Nada de lo que haces tiene sentido".

Rookwood guardó silencio, tan solo mostrando una pequeña sonrisa mientras avanzaban hacía la pared colorida, justo desde donde fueron escupidos. "¡Chica, es momento de volver! ¡Parece que podremos detener todo esto!"

"¡¿Qué?! ¡Agh, bien!", Levy gritó con frustración antes de entrar desde otro lado. "Solo pude llegar hasta la mitad"

Harry miró a Rookwood con intensidad. "En el momento en que hagas un mal movimiento, haré explotar tu maldita cabeza. Ten eso en cuenta, desgraciado".

"Entendido".

______________________

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro