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Capítulo 12: Gloria Tenebrosa.

ERA, Sede del Consejo Mágico de Fiore.

En la gran ciudad, justo en el punto central, se alza una montaña rocosa, en donde en la cima, se encuentra el edificio sede que utiliza la rama del Consejo Mágico de Fiore. En este lugar, un hermoso edificio había sido levantado. Y dentro de sus pasillos, un anciano de baja estatura, caminaba lentamente, con su espalda un poco encorvada y las manos en su espalda.

Justo había salido de una reunión importante con el resto de los miembros del Consejo Mágico, y no se sentía muy contento con el resultado. Un hombre de cabello oscuro, se acercó lentamente por su espalda. Lo había estado esperando fuera del salón de reuniones. "Parece que las cosas han comenzado a ponerse un poco más movidas, ¿eh, anciano?"

"A pesar de que eres uno de los que más desea investigar en profundidad sobre lo ocurrido, te ves bastante tranquilo, Grimmy".

"¡Ja! Cierto, pero no puedo hacer mucho, ¿verdad? Si supiera la ubicación de esos bastardos oscuros, entonces ya me habría ido a perseguirlos". El hombre sonrió con diversión, a pesar de la preocupación que sentía en su corazón. "Además, no puedes engañarme, no en esto. Viejo Yajima, ¿ya has pedido algo de ayuda, verdad?"

Tarareando un poco, Shito Yajima, miembro del Consejo Mágico, asintió con seriedad. "No podía hablar con Mavo directamente, pero tengo una lacrima que me permite lanzarle un aviso de que algo importante sucedió".

"¿Y no te preocupa decirlo en voz alta, en este lugar?"

"¿Y qué pueden hacer?", Yajima sonrió con audacia. "Créeme cuando te digo que, si deciden cambiar de miembros, no seré el primero, ni siquiera el segundo o el tercero. Hay unos cuantos ahí dentro, que son mucho menos meritorios de sus puestos".

"Desde que te conozco, no dejas de sorprenderme. A pesar de lo pequeño y viejo que te ves, eres alguien un poco aterrador".

"Oh, vamos, Grimmy, no seas así. ¡Dañaras el corazón de este anciano!"

"¡Ja, ja, ja, ja!", las fuertes carcajadas del hombre, resonaron por el pasillo, llamando la atención de algunos guardias. Pero, repentinamente, cerró la boca, transformando su rostro risueño, en uno totalmente serio, casi sombrío. "No me detendrás, ¿verdad? Durante tres años, he estado persiguiendo a esos bastardos".

Yajima suspiró un poco. Entendía perfectamente las razones de su amigo. De verdad las comprendía, hasta el punto en que lo había ayudado muchas veces con sus pistas. Esta vez, cuando todo era demasiado claro y los actos repugnantes han salido a la luz, no podía detenerlo. Y en realidad, aunque pudiera, no quería hacerlo. "Solo ten cuidado, ¿sí? No me gustaría perder a un buen amigo".

"Oye, ¿quién crees que soy? ¡Todavía tengo una vida que vivir!"

"Cierto", Yajima asintió con una pequeña sonrisa enmarcando su rostro arrugado. Su gran bigote se estremeció un poco ante una leve risa que salió desde sus labios. "Debes tener cuidado, ya no solo con estos magos oscuros, pero también con los peligros que se encuentran en el Bosque Nocturno".

"Soy bueno en pasar desapercibido cuando lo necesito", Grimmy sonrió mientras su cuerpo comenzaba a desaparecer lentamente, causando que Yajima resoplara con fuerza.

"¡Huh! Parece que se ha vuelto mejor en Proyección del Pensamiento. Nada mal, Grimmy, nada mal".

A pesar de que la conversación había sucedido en un tono ligero, casi como si la situación no fuera para nada importante, era todo lo contrario. La razón de que el Consejo Mágico haya tenido una reunión repentina, con cada uno de sus miembros presentes en el lugar, fue porque algo terrible sucedió dentro del Reino de Fiore.

Más allá del Monte Zonia, una famosa montaña ubicada en la zona norte del reino, una masacre se había llevado a cabo. Un pueblo con un total de doscientas nueve personas, había sido arrasado. Hombres y mujeres, niños y ancianos; no importó la edad, ni siquiera las mascotas, todos fueron torturados y, posteriormente, asesinados a sangre fría. Sus cuerpos adornaron las calles y el interior de las casas, mientras que la sangre y sus cuerpos rígidos, fueron tan solo demostraciones de cuan crueles fueron los responsables.

Peor aún, ellos declararon abiertamente lo que hicieron. Glory, un gremio oscuro que estaba dejado de uno de los tres pilares que formaban la Alianza Balam: ¡Oración Seis!

La llamada Alianza Balam, compuesta por Oración Seis, Grimoire Heart y Tartarus, tenían sus gremios afiliadas debajo de ellos. Bastante, de hecho. Pero no es como si la alianza hubiera sido creada para enfrentarse al Consejo Mágico. De hecho, todo lo contrario. Se realizó para que ninguna de las tres partes interfiriera con las otras. Una especie del alto al fuego, en donde ninguno se metería en los asuntos del resto.

La masacre de la peonía, como se había nombrado al evento, debido al nombre del pueblo en la que se realizó, era un evento extremadamente preocupante. Los gremios oscuros no actuaban de esta forma. Sus asesinatos y otros tipos de trabajos en contra de las leyes, eran realizados con el mayor encubrimiento posible, para que de esa forma, no sean perseguidos.

Estos gremios oscuros, que ya eran perseguidos y constantemente rastreados para evitar crimines, ahora estaban en la mira. Y la Alianza Balam, justamente no quería esto. Pero Glory, gremio oscuro debajo de Oración Seis, fue en contra de dichos puntos. ¿Por qué? Es posible que hayan decidido alejarse de la Alianza, pero para que eso fuera posible, necesitarían ser más poderosos, para evitar repercusiones de las partes superiores.

¡Hay alguien nuevo!, fue la conclusión a la que llegó el Consejo Mágico. Era la única opción posible en estos momentos. Era demasiado preocupante, ya que Euclides, líder de Glory, no era conocido por hacer tales cosas, no por lo que sabían. Entonces, lo lógico era pensar que se había cambiado de líder. Alguien nuevo llegó para tomar las riendas. Alguien aún más poderoso. Lo suficiente como para que no le importen las reacciones de los tres pilares Balam o el Consejo Mágico.

Ya era complicado tener que rastrearlos, pero ahora que salieron a la luz, podría ser más complicado tener que lidiar con ellos. La gente clamaría por sus cabeza, y era una reacción normal después de una masacre de esa clase. Estarían preocupados por su seguridad, tanto que incluso el Rey de Fiore podría entrar en el tema, pidiendo soluciones rápidas y efectivas, cosa que no era tan fácil de hacer.

Yajima, quien ya había salido del edificio del Consejo Mágico, suspiró mientras tomaba asiento en una banca dentro del patio principal. Invocando una lacrima desde un bolsillo dimensional, la activó para contactar con su viejo amigo, Mavo.

Unos segundos después, un rostro apareció en la esfera de cristal. "Yajima, sentí la alarma. ¿Se trata de lo que salió en el periódico?"

"Efectivamente. Glory", Yajima frunció un poco el ceño. "¿Estás dispuesto a ayudarme, Mavo?"

"¿Si quiera hay una necesidad para hacer esa pregunta? ¡Por supuesto que ayudaré! Solo tienes que decirme lo que sabes y las ubicaciones rastreadas hasta ahora. Puedo enviar a varios magos para que puedan escanear las áreas".

"Gracias... Pero ten cuidado, ¿sí? Creemos que hay un nuevo líder".

"Entiendo. También lo pensé. De todos los gremios oscuros debajo de la Alianza Balam, Glory es uno de los pocos que se ha centrado más en el descubrimiento de magia oscura que en los asesinatos".

Yajima asintió, comenzando a hablar sobre la listas de áreas que se habían podido rastrear durante todos estos últimos años. El Consejo Mágico tenía mucho trabajo, pero Yajima sabía que sus amigos ayudarían a que todo pueda solucionarse.

. . . .

Parte 2.

Dentro de un tren hacía el norte, Harry miró a Levy con bastante curiosidad. Después de que las noticias de la masacre de la peonía fueran leídas por casi todos los miembros del gremio, Makarov lanzó una misión urgente. Todos podían aceptar o negarse, nadie estaba obligado, pero todo aquel que haya decidido embarcarse en este trabajo, debían formar un equipo con un mínimo de dos personas. "¿Por qué decidiste venir conmigo?", preguntó, intentando satisfacer su curiosidad. "Estaba a punto de pedirle a Gray que hiciera equipo conmigo. Probablemente, Loke también habría venido".

Levy se cruzó de brazos e hizo un puchero. "Jet y Droy no estaban. Por alguna razón, decidieron irse a trabajar sin mi. Pensé que sería bueno acompañarte".

Harry asintió, pero luego, frunció un poco el ceño. "No creo que haya tiempo para trabajar en el manuscrito, así que no lo intentes".

"¡¿Quién crees que soy?! ¡¿Una loca de la edición?!"

"... "

"¡Idiota!", gritó ella, molesta por el silencio de su amigo. Suspirando un poco, se puso más cómoda en su asiento. "Quería venir contigo, ¿bien? Además, sé que no eres el mejor siguiendo pistas".

"No lo sabes", Harry sonrió. "Eso es algo que simplemente decidiste por tu cuenta".

"Balsamico", ella comentó.

"Literalmente, me duplicaron la recompensa".

"¡Pero tuviste suerte! Ahora es diferente. Necesitamos encontrar a un grupo de magos oscuros que intentan encubrir sus pasos. Y lo peor de todo, dentro del Bosque Nocturno".

"¿Qué tiene de malo ese lugar?"

"Mira, lo sabía. Decidiste venir aquí sin siquiera haber investigado un poco", Levy exhaló con exasperación, colocando la punta de sus dedos en su rostro, tapando así su expresión. "El Bosque Nocturno se encuentra cerca de la frontera con el Reino Seven, mas allá del Monte Zonia. Y, de hecho, lo atraviesa. Si lo miras desde arriba, es bastante bonito e iluminado, pero desde el interior, muchos lugares son oscuros por sus enormes árboles. Hay montañas y elevadas formaciones de rocas y cristales que parecen hielo. Es bastante espeluznante".

"Bueno, ya verás porque fue nombrado de esa forma".

"Suena bien".

"¡No! ¡No suena bien!"

"He visto cosas aterradoras, así que no tengo mucho miedo a lo desconocido".

Levy frunció un poco el ceño. "A veces, se me olvida lo que ha pasado en tu vida. Creo que has enloquecido un poco".

"Tal vez", Harry movió un poco la cabeza hacía un lado. "En realidad, creo que todos los magos tiene un poco de locura en ellos. Intentamos tomar lógicamente lo relacionado a la magia, pero vamos más allá de eso para usarla".

"¿Estás diciendo cosas geniales para que no te diga loco?"

"Sí".

Levy solo pudo sonreír ante la admisión de Harry, pero sobre todo, fue por su contagiosa sonrisa. "De todos modos, Levy", un pequeño ceño fruncido cambio su expresión risueña. "¿Qué haremos realmente si nos encontramos con el enemigo? El maestro dijo que no había necesidad de retenerse, pero tú... "

"Ah... ", ella entendió lo que quería decir. "No te preocupes", ella comentó, con una expresión mucho más relajada. "A pesar de mi apariencia, he tenido que hacer algunos trabajos más... sucios, por decirlo de alguna manera. No soy una santa, Harry".

"¡No lo habría imaginado!"

"Todavía estás enojado de que te haya obligado a escribir tanto".

"Me vengaré, te lo prometo. No sabrás cuando ni como, pero lo haré. Te veré sufrir mientras me burlo de tu desgracia".

"¡Ja, ja, ja! Eres demasiado divertido", Levy negó con la cabeza. "Pero puedes intentarlo. Veremos cual es el resultado final. Quien sabe, ¿quizás pida refuerzos? Una pelirroja puede estar dispuesta a darme una mano".

"También me vengaré de ella".

"Que rencoroso eres".

"Los sentimientos son una cosa poderosa que puede convertirse en las chispas para que nuestra magia florezca. Levy, ¿acaso no lo sabías?"

"Ahora solo estás intentando excusarte por tus tontas ideas".

"Sí".

Ella tuvo que rodar los ojos ante las tonterías de su amigo, pero ciertamente admitió en su interior que, a pesar de todo, era bastante ingenioso. Y en realidad, esas palabras, tanto como las anteriores, contenían cierta sabiduría.

Aún así, Harry seguía siendo un poco exasperante. "¿Comiste algo?"

"¿Crees que podría cuando me estabas obligando a escribir?"

"... En serio, te morderé".

Harry parpadeó antes de extender sus manos hacía los lados. "Claro. Puedes elegir el lugar, no te detendré".

"Ugh... ¿por qué tienes que ser así? Una persona normal se habría sentido desconcertada. Y como mucho, molestado".

"¡Nunca he sido normal!", Harry declaró con audacia. Y luego, sonrió. "Además, ¿qué es un mordisco, cuando puedo tenerte entre mis brazos?".

Levy se levantó de golpe antes de moverse hacía el vagón de comida. "Iré por algo. Solo quédate tranquilo". Ese comentario la había asustado un poco, aunque en un buen sentido. Tan pronto como sintió un pequeño calor en sus mejillas, decidió correr para que su piel blanca no cambie de tono.

. . . .

Parte 3.

Cuando Harry escuchó sobre el Bosque Nocturno, pensó que su nombre provenía de que era un lugar oscuro, en donde era difícil que la luz llegara. No era tan difícil de imaginar cuando pensaban en enormes árboles que se extendían hacía los lados y el cielo, con sus grandes ramas, intentando absorber la luz del sol. Pero lo que sus ojos veían, era algo diferente.

Si bien había enormes árboles, estos tenían troncos de un color gris, como si estuvieran muertos. Corrientes de celestes pasaban por entre medio, a una altura bastante alta, provocando que los espacios en donde se podía ver el cielo, se convirtieran en un cielo nocturno, lleno de estrellas y auroras llenas de belleza. Si no fuera por la atmosfera lúgubre y los silbidos del viento que parecían sonidos de espíritus errantes y llenos de dolor, entonces habría sido uno de los paisajes más hermosos.

Aquí, no había un camino, por lo que tenían que adentrarse a la naturaleza mágica del lugar, teniendo mucho cuidado de no ser atacados. "Levy... ", Harry llamó a su amiga, mientras caminaban hacía delante. "¿Sabes algo de Euclides?"

"Mhmm... Es un hombre muy raro". Levy frunció un poco el ceño. "Por toda la información que se ha recopilado a lo largo de los años, Glory es un gremio oscuro que tendía a robar investigaciones o buscar magias antiguas. Por supuesto, estaban dispuestos a cometer asesinatos por esto, pero nunca fueron tan lejos como para masacrar pueblos enteros".

Harry escuchó con atención, pero sus ojos se movían levemente de un lado a otro, pendiente de cualquier sombra. "En primer lugar, la razón del nombre que usa el gremio, es por Zeref".

"¿Quién?"

"Zeref, el Mago Negro. Se dice que es un inmortal. Un mago que ha desatado calamidades en el mundo. Hay evidencia clara que demuestra que fue esta persona quien creo muchos demonios en el mundo. Pero, siendo sincera, lo de que es inmortal, puede que sea nada más que mitos y leyendas. Euclides forma parte de lo que se conoce como: Culto de Zeref. Básicamente, personas que lo adoran como un dios. Algunos incluso quieren revivirlo".

"Ah... por eso la duda en si fue o es inmortal".

"Sí. Correcto", Levy suspiró un poco. "Glory... Euclides, es uno de esos que desea revivirlo. Se dice que el nombre de Glory, proviene de traer gloria al mundo, por medio de Zeref. Han matado a arqueólogos cuando investigaban ruinas, han robado grimorios peligrosos de ciertos lugares protegidos por el Consejo, y más".

"Genial. Una vez más, tengo que enfrentarme en contra de malditos fanáticos de un mago extremadamente peligroso. Me volveré loco".

"Ya lo estás... un poco".

"Estoy loco, pero por... "

"No lo digas", Levy se cruzó de brazos mientras lo miraba de soslayo. "No es el momento".

"Cierto. Lo siento", Harry asintió. Podía ser un poco molesto, pero sabía cuando detenerse. Por eso, decidió cambiar un poco el tema. "No siento a nada ni nadie cerca". Su sentido mágico, había crecido durante estas semanas, hasta el punto en que ahora podía sentir el poder mágico de las personas o de bestias.

"¿Deberíamos de sobrevolar el lugar?"

"No es una mala idea", Levy comentó. "Aunque nos podría dejar expuestos".

"Ya estamos expuestos a emboscadas", Harry dijo, seriamente mirando hacía las corrientes que pasaban por encima de su cabeza. Lo que parecían especies de auroras celestes que transformaban el cielo más arriba. "¿Esto interfiere con nuestro sentido mágico? ¿Sabes lo que es?"

"No realmente", Levy frunció un poco el ceño. "No se siente como Ethernano".

"Lo habríamos sabido inmediatamente", Harry estuvo de acuerdo.

El lugar no parecía tener animales o criaturas mágicas en los alrededores, lo que era bastante extraño. Según lo que Levy le ha contado a Harry durante el viaje, el Bosque Nocturno contenía seres vivos. No muchas, pero las habían. Lo suficiente como para encontrarse una después de algunos minutos dentro, aunque fuera pequeña, pero ni siquiera un insecto podía verse o escucharse por el lugar.

Con la impaciencia gestándose dentro de ambos, Harry pasó por una transformación parcial, invocando sus alas de fénix. Él tomó a Levy en sus brazos antes de que saliera volando hacía arriba, pasando por entre los árboles y la corriente celeste. Sus ojos apuntaron directamente hacía delante, observando como es que las diferentes estelas brillantes, parecían converger en un solo punto, más al norte, en donde el bosque se topaba con los pies de una enorme cadena montañosa.

"Puede que no sea Ethernano, pero parece que está siendo manipulado", Levy comentó con seriedad. "No creo que esta dirección sea una cosa natural".

"Entonces, vamos a investigar", Harry avanzó con cuidado, intentando ver cualquier tipo de movimiento. Decidió que, mientras volaban, era mejor mantener una pequeña distancia con las copas de los árboles, para así poder ver el interior del bosque y no perderse cualquier cosa que pueda ser importante, si es que pasaba por arriba.

¡¡¡Kraaaaak—ooooom!!!

Repentinamente, un gran estruendo hizo que ambos se sobresaltaran. Frente a ellos, en donde se ubican las montañas, una gran columna oscura explotó y se disparó, ascendiendo lentamente hasta el cielo. Parecían sombras, acumuladas y condensadas en una torre. Silbidos, aunque parecían más como aullidos, llegaron a sus oídos cuando todas las corrientes en el Bosque Nocturno, aumentaron su velocidad de viaje hacía ese lugar, subiendo y envolviendo el pila.

"Eso no puede ser bueno", Harry aumentó su velocidad al máximo, dejando estelas de fuego detrás de él. Lo que estaba viendo era demasiado preocupante. Los pedazos de montaña habían saltado debido a la explosión desde el interior. Enormes rocas caían por los lados, aplastando árboles y hundiendo el suelo rígido. Una cortina de polvo y tierra se levantó, solo para convertirse en mareas impresionante que descendían a toda velocidad.

"¡Harry, ahí! ¡Hay una entrada!"

Mirando en dirección al que apuntaba el dedo de Levy, efectivamente, pudo ver una entrada. Se veía como el lugar por donde entrarían mineros para el trabajo, con marcos de madera que, sorprendentemente, estaban resistiendo todo el movimiento, pero solo era cuestión de tiempo para que quedara sepultada por todo lo que se venía desde arriba.

"¿Estás segura? Podríamos no volver a salir".

"¡Tonto!", Levy gritó. "Escucha, si hay magos oscuros ahí dentro, dudo que realmente quiera morir sepultados. Además, si miras con cuidado, ese pilar no proviene desde el interior de las montañas, sino de algún lugar entre ellas. La destrucción se produjo en sus alrededores, por la fuerza en que se formó ese pilar".

"Bien", Harry frunció el ceño. "Agárrate con fuerza".

Levy abrazó a Harry con sus piernas, pasándolas por su cintura, y sus brazos alrededor de su cuello. Ella pudo ver la forma en que las alas de fuego se agitaron, aumentando aún más la velocidad, cosa que le había parecido imposible. Cuando estuvieron a punto de entrar, esas alas brillantes los envolvieron y se convirtieron en un cometa, maniobrando por el estrecho camino al interior de la montaña.

"¡Grooooaaaah!"

En el suelo, cuerpos sin vida, se levantaron. Eran humanos, con piel tan delgada, que uno podría considerarla como inexistente. Tanto que se pegaba a cada uno de sus huesos, crujientes y oscuros, liberando una especie de neblina oscura. Frunciendo el ceño, Harry liberó las llamas desde sus alas, dejando un mar caliente detrás de él, para poder quemar todo lo que pudiera de esas cosas repugnantes.

El camino se volvía cada vez más como un laberinto en el interior, pero todavía era lo suficientemente ancho y alto como para que continuaran, hasta que se encontraron con una especie de caverna llena de estalactitas brillantes. Las corrientes del exterior, habían llegado hasta aquí, reuniéndose en el centro del techo, en donde parecía haber una pozo. Pero era demasiado extraño. A pesar de que se encontraba ahí arriba, ni una sola gota caía hacía el suelo. Todo el líquido, sea lo que fuese, quedó ahí, ignorando las leyes de la física.

Lo más impresionante, es que se podía ver un paisaje ahí arriba, al otro lado. Un campo extenso en un cielo nocturno. Habían extrañas piedras que parecían formar puertas, pero otras tiradas en el suelo. "Eso... ", Harry jadeó un poco antes de que, de forma impaciente y sin pensarlo dos veces, se arrojó. Cuando su cabeza tocó el líquido, sintió como si fuera una especie de tela elástica que se hundía cada vez más, hasta que pudo traspasarla.

El sonido, aunque no muy fuerte, tuvo un tonto bastante específico y peculiar: una especie de succión mezclada con una rasgadura. Eso llamó la atención de las personas que estaban en ese lugar. "Él.... ", alguien dijo, con pura incredulidad. "¡No...! ¡¿El también?!"

"¡Ja, ja, ja, ja! ¡No puedo creerlo! ¡Al igual que tú, feo bastardo! ¡Pero aquí estamos todos, una vez más!", una de las personas, de cabello negro, manteniendo una sonrisa audaz pero llena de felicidad, llamó la atención de los dos miembros de Fairy Tail. "¡Niños! ¡Necesito un poco de ayuda por aquí! ¡Tenemos que patearle el trasero a este idiota!"

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