Capítulo 7
La clase obligatoria
Parte 1.
James miraba a punto muerto. Observaba al profesor Binns hablar y hablar pero por alguna razón no escuchaba nada. En séptimo año, en Historia de la Magia, clase completamente obligatoria, es... bueno, historia contemporánea, por lo que se ve todo lo relacionado con la Primera y Segunda Guerra Mágica. La mayoría de los estudiantes de séptimo año prestan atención con gran entusiasmo debido a toda la acción y drama presente que narra el profesor Binns. Pero James estaba tan sumido en sus pensamientos que no había notado como sus lentes caían lentamente. En diagonal a él, observaba a la chica de la cual él había estado enamorado desde que la vio tropezar en el Expreso de Hogwarts. ¿Así se habrá sentido su madre cuando ella vio por primera vez a su padre? Veía como el cabello lacio de Alex estaba hecho una hermosa trenza que comenzaba desde la parte alta de la frente, mostrando unos pendientes con forma de diamantes colgando desde el lóbulo de la oreja. Alex se giro para sacar algo de su mochila pero se detuvo al ver que James la observaba detenidamente, se sonrojo y se giro de nuevo. A su lado, Dominique Weasley tomaba notas de lo que el profesor Binns decía.
-Hey, James- el chico se sobresaltó al escuchar su nombre. Se giro a ver a Fred, quien hacia dibujos en la esquina de su pergamino -¿Qué te sucede?
-Mañana.
-¿Que sucede mañana?
-Alex. Yo. Salida. Hogsmeade- solo esas cuatro palabras bastaron para describir la angustia de James.
-¿Y que con eso? Alex te gusta. Tu le gustas. No veo el problema en ello- dijo simplemente. Colocó la pluma sobre la mesa y miró a su primo.
-No lo entiendes. ¿Y si lo arruino con ella? ¿Y si no le gusto? Fred, lo que sea que Alex me hace sentir, me gusta. Con ella me siento yo mismo, sin tener que presumir. Ella logra ver quien realmente soy. Y adoro eso.
-Entonces si realmente crees que es la chica, hazle la pregunta.
-¿Qué pregunta?
-Qué sea tu novia, imbecil.
-¿No crees que es muy pronto? Ya sabes, ha pasado un mes desde que... bueno, no me ve como un idiota.
-¿La has besado?- pregunto Fred.
James solo se encogió e inmediatamente se ruborizo. El calor en sus mejillas no ayudaba mucho. Fred, al ver la reacción de su mejor amigo, rió.
-¡Lo hiciste! En ese caso, no hay nada que decir. Y por cierto, gracias por informarme de este importante acontecimiento.
-Quería hacerlo pero solo al pensarlo me... me paralizaba.
Fred alzó una ceja, mirando incrédulo a su mejor amigo.
-Sr. Potter. Por favor, ¿Podría decirme cual fue la primera batalla, la cual dio el estallido para la Segunda Guerra Mágica?- preguntó el Profesor Binns a James.
James abrió sus ojos con sorpresa. Mi padre me había dicho de esto... Estoy seguro...
-Eh...- entonces recordó el detalle importante, la voz de su padre resonando en su cabeza: esa noche, mi padrino, Sirius Black, murió. El fue como un padre para mi. Había caído por el velo de la muerte en el Departamento de Misterios -La Batalla del Departamento de Misterios.
-¿Podría decirme qué sucedió?
-Eh...- todos miraban a James, Dominique y Fred sonreían arrogantes. Todos sabían las historias que Harry les contaba, sobre todo cuando son de sus aventuras -Bueno, partió con que Harry Potter había visto una visión sobre Sirius Black, su padrino, siendo torturado por Voldemort. Harry, con la ayuda de Ron Weasley, Hermione Granger, Ginny Weasley, Luna Lovegood y Neville Longbottom, traspasaron a Umbridge, y fueron al Ministerio de Magia. Todos fueron hacia el Departamento de Misterios, a la sala de las profecías, que era el lugar donde Harry veía a Sirius siendo torturado. Al llegar vieron que Sirius no estaba ahi, entonces Ron encontró la profecía que mencionaba a Harry y Voldemort. Se encontraron con los mortifagos, y la batalla comenzó. Hermione quedó inconsciente, Ron fue atacado por los cerebros. Y luego llevaron a los mortifagos hacia la sala de la muerte, donde esta el velo. Ahí fue emboscado por los mortifagos pero atraparon a Neville. Bellatrix comenzó a torturarlo pero en ese instante aparecieron miembros de la Orden del Fénix.
Hogwarts, junio 1996.
Emma Potter's POV.
Había oído que Harry había sido atrapado por Umbridge en su chimenea hablando con alguien. Me apresuré para ir a la oficina cuando me encontré con el profesor Snape. Lo mire y frunci el ceño.
-¿A donde vas?- me interrogó.
-Harry. Escuché que Umbridge lo atrapó junto a Hermione. Tengo que ver que la cara de sapo no le haga nada.
-Iré yo. Ahora, vete.
-Pero... profesor...
-Sea lo que sea que tu hermano trama. No debes entrometerte. Recuerda las ordenes que el profesor Dumbledore te dio.
-Mantener un ojo sobre Harry. Y eso haré ahora.
-Pero no con Umbridge presente. Vete a tu sala común.
Suspire.
Me gire y volví a la sala común. Estaba nerviosa. No sabia lo que la maldita Umbridge le podría hacer a mi hermano sólo para sonsacarle información. Debo tranquilizarme... Snape me dirá algo.
Había pasado una hora y aun no tenia noticias. No iba a esperar mas tiempo. Me quite el uniforme, cambie mis ropas a unas botas, pantalones, una camisa negra y una chaqueta denin. Amarre mi cabello en una coleta. Me mire al espejo de la habitación y suspire. Deje mi varita en el bolsillo de la chaqueta para entonces salir de la habitación. Cuando baje las escaleras a la sala común, vi a Angelina, Lee y otros más del D.A (Dumbledore's Army), al verme salir, se giraron a verme, pero solo uno me detuvo, Lee.
-Emma... ¿A dónde vas?- me pregunto.
-Iré a buscar a mi hermano. No lo he visto y antes había escuchado que Umbridge lo ha atrapado y estoy preocupada.
-Iremos contigo- me dijo Angie.
-¿Qué? ¡No! Se meterán en problemas, y como Premio Anual, debo velar por el bien de los estudiantes.
Angie y Lee se miraron preocupados. Pero entonces, una luz plateada apareció frente a mi, todos los que estaban presente se giraron a verme. Era la forma de un perro, era el patronus de Sirius.
Ve al Ministerio ahora mismo. Harry esta en peligro.
Abro mis ojos por al sorpresa, salgo corriendo de la sala común y me dirijo al despacho de Dumbledore. Lo único que estaba en mi mente era Harry, no puedo dejar que nada le suceda, es mi responsabilidad. Cuando veo a la Gárgola frente a mi, pienso en la contraseña que Umbridge podría haber utilizado.
-Disculpa, necesito usar la Red Flu para ir al Ministerio de Magia por asuntos de la Orden del Fénix. ¿Podrías dejarme pasar?
Miro la gárgola, entonces se comienza a abrir la entrada, subo las escaleras y entro al despacho, estaba vacío. Me acerco a la chimenea y murmuro: Ministerio de Magia.
Corrí por los pasillos del Ministerio, en busca de Harry, tal vez había ido ido a esa puerta que tanto quería abrir, pero gracias a la legeremancia sabía que era la puerta de la sala de profecías. Baje por el ascensor hacia el departamento de misterios, me encontré con varias puertas, entre en una de ellas y a lo lejos vi dos cabelleras pelirrojas, una castaña y otra rubia. Corrí hacia ellos, lista para usar mi elemento sorpresa, pero debo decir que yo me lleve la sorpresa.
-¿Ron?- dije. Sip, era Ron.
-¡Ji, ji, ji! Mira Emma, son cerebros. Que raro, ¿no?- me dijo. Veo a Hermione, Luna y Ginny inconscientes. Saco mi varita y apunto hacia Luna.
-Ennervate.
Luna se levanta y me mira.
-¡Emma! ¿Que haces aquí?- me pregunta.
-Vengo a salvarles el pellejo. Ahora, quedate aquí, ire por los demás.
Dicho eso, salgo corriendo por el pasillo hasta que finalmente encuentro a Harry.
Pero estaba rodeado de mortífagos.
-¡Eso no ha sido más que un aperitivo!- exclamó Bellatrix Lestrange al tiempo que levantaba la varita. Neville dejó de chillar y se quedó tumbado a sus pies, sollozando. La mortífaga se dio la vuelta y miró a Harry -Y ahora, Potter, danos la profecía o tendrás que contemplar la lenta muerte de tu amiguito.
-¡Antes tendrás que matarme!- grité entrando a la escena.
Harry me miro. El alivio se apoderó de mi, él esta a salvo. Veo que Neville estaba siendo torturado por Bellatrix, estiró el brazo y les tendió la profecía. Lucius Malfoy se adelantó para cogerla. Pero entonces, de repente, en la parte más elevada de la sala se abrieron dos puertas y cinco personas entraron corriendo en la sala: Sirius, Lupin, Moody, Tonks y Kingsley. Tome la iniciativa y ataque con un Stupify al primer mortifago que se cruzó por mi camino. Malfoy se volvió y levantó la varita, pero Tonks ya le había lanzado un hechizo aturdidor.
Veo a Harry saltar la tarima y se apartó de la zona de tiro, los mortífagos estaban completamente distraídos con la aparición de los miembros de la Orden, que los acribillaban a hechizos desde arriba mientras descendían por las gradas hacia el foso. Era fantastico, pero debía preocuparme de Harry. Harry vio que Neville se arrastraba por el suelo, así que esquivó otro haz de luz roja y se tiró a tierra para llegar hasta donde estaba su amigo.
Estaban hablando algo que no logré distinguir las palabras que sus labios pronunciaban. En ese momento, un hechizo dio contra el suelo entre ellos dos, produjo una explosión y dejó un cráter justo donde Neville tenía la mano hasta unos segundos antes. Ambos se alejaron de allí arrastrándose; pero entonces un grueso brazo salió de la nada, agarró a Harry por el cuello y tiró de él hacia arriba. Harry apenas tocaba el suelo con las puntas de los pies.
Mierda.
Corrí hasta ellos pero veo que Travers, un mortífago, me lanza un maleficio. Lanzo un protego e inmediatamente conjuro un Stupify. Lo noqueo y sigo hasta Harry.
-¡STUPIFY!- apunté mi varita hacia el mortifago que ahorcaba a Harry.
El mortífago se desplomó hacia atrás y la máscara le resbaló por la cara: era Macnair, el que había intentado matar a Buckbeak. Tenía un ojo hinchado e inyectado en sangre.
-¡Gracias!- me dijo Harry, enseguida tiró de Neville hacia sí, pues Sirius y otro mortífago pasaban a su lado dando bandazos y peleando tan encarnizadamente que sus varitas no eran más que una mancha borrosa.
-Tienen que irse de aquí. La profecía debe permanecer segura.
Pero antes de que contestara, Harry resbaló, miro hacia el piso y Moody y su ojo mágico estaban ahí. Veo que Dolohov comienza a atacar a Harry y Neville, le lanzó un stupify pero el fue más rápido ya que atacó a Neville.
-¡Protego!- gritó Harry. Dolohov volvió a levantar la varita.
-¡Accio profe...!- exclamó, pero entonces Sirius surgió de improviso, empujando a Dolohov con el hombro y desplazándolo varios metros.
La esfera había vuelto a resbalar, pero Harry había conseguido sostenerla. En esos momentos, Sirius y Dolohov peleaban; sus varitas brillaban como espadas, y por sus extremos salían despedidas chispas. Había olvidado que tan bueno era Sirius en duelo. Dolohov levantó la varita hacia Harry pero mi hermano fue más rápido.
-¡Petrificus totalus!- grito Harry.
Una vez más, las piernas y los brazos de Dolohov se juntaron y el mortífago cayó hacia atrás desplomándose en el suelo con un fuerte estruendo.
-¡Bien hecho!- gritó Sirius, y nos hizo agachar la cabeza al ver que un par de hechizos aturdidores volaban hacia nosotros -Ahora quiero que salgan los dos de...
Volvimos a agacharse, pues un haz de luz verde había pasado rozando a Sirius. Abri mis ojos asustada, vi que Tonks se precipitaba desde la mitad de las gradas, y su cuerpo golpeó los bancos de piedra mientras Bellatrix, triunfante, volvía al ataque.
-¡Harry, sujeta bien la profecía, Emma coge a Neville y corran!- gritó Sirius, y fue al encuentro de Bellatrix. Otro haz de luz verde pasó rozándole la cabeza a Harry, que se lanzó hacia Neville...
-¿Estás bien?- pregunté. Mi hermano asintió y miró a Neville.
-¿Puedes mantenerte en pie?- le chilló al oído mientras las piernas de su amigo se sacudían y se retorcían incontroladamente -Ponme un brazo alrededor de los hombros...
Entonces un hechizo me golpea y salgo disparada. Mi cuerpo azota contra la pared, siento que de mi cabeza emana sangre, llevo mi mano y efectivamente estoy sangrando. Me intento levantar pero el golpe contra la pared me desequilibro. Me levanto y a pocos metros de mi veo a Dolohov. Observó mi alrededor, veo a Remus luchando contra Malfoy quien había atacado a Neville y Harry.
-¡Expulso!- grito y de mi varita, el hechizo es lanzado hasta Dolohov pero lo desvía.
-¡Avada Kedavra!- lanza el hechizo hacia mi, rápidamente me lanzo hacia otro lado.
-¡Expelliarmus!- grito y su varita es lanzada hacia mi -¡Incarcerous!- las cuerdas aparecen de mi varita y atan a Dolohov. Camino hacia el y lo golpe en la cara, dejándolo con la nariz sangrante e inconsciente.
No me había percatado de que Dumbledore había llegado, y de que Sirius y Bellatrix aún estaban en duelo, era obvio que no habían visto la presencia del viejo profesor, vi que Sirius esquivaba el haz de luz roja de Bellatrix y se reía de ella.
-¡Vamos, tú sabes hacerlo mejor!- le gritó Sirius, y su voz resonó por la enorme y tenebrosa habitación. El segundo haz le acertó de lleno en el pecho. Él no había dejado de reír del todo, pero abrió mucho los ojos, sorprendido.
Fue un reflejo, con varita en mano salté la tarima y corrí hacia ellos, dio la impresión de que Sirius tardaba una eternidad en caer: su cuerpo se curvó describiendo un majestuoso círculo, y en su caída hacia atrás atravesó el raído velo que colgaba del arco.
La imagen en mi cabeza de Sirius pasando el arco y las voces que salían del arco se mantenían ahí. No iban a desaparecer nunca. Estoy segura de ello. Todo pasó tan rápido, Harry gritando, Bellatrix triunfante, Remus deteniendo a mi hermano. Yo estaba parada, expectante ante todo.
Pero sabía que Sirius no iba a volver.
-¡SIRIUS!- gritó Harry -¡SIRIUS!
-No puede volver, Harry- insistió Remus; la voz se le quebraba mientras intentaba retener al chico -No puede volver, porque está m...
-¡NO ESTÁ MUERTO!- rugió Harry -¡SIRIUS!
Las lágrimas estaban saliendo pero los destellos alrededor hacían que mi llanto fuera silencioso. Mi padrino alejo a Harry de la tarima, pero él, que no apartaba los ojos del arco, intentaba soltarse del agarre de Remus. Yo me apresuré hacia ellos, mi hermano me necesita, me dije. Dumbledore tenía a casi todos los otros mortífagos agrupados en el centro de la sala, aparentemente inmovilizados mediante cuerdas invisibles; Ojoloco Moody había cruzado la sala arrastrándose hasta donde estaba tirada Tonks e intentaba reanimarla; detrás de la tarima todavía se producían destellos de luz, gruñidos y gritos: Kingsley había ido hasta allí para relevar a Sirius en el duelo con Bellatrix.
-Harry... lo siento mucho...- dijo Neville. Todavía agitaba las piernas de modo incontrolable -Ese hombre..., Sirius Black... ¿era amigo tuyo?
Harry asintió con la cabeza. Mantuve mi mirada en Harry, tratando de leer o adivinar qué pensaba.
-Ven aquí- le indicó Remus a Neville con voz queda, y apuntando con la varita a sus piernas, dijo -¡Finite!- así cesó el efecto del hechizo. Neville por fin pudo poner los pies en el suelo y sus piernas dejaron de moverse. Remus estaba muy pálido -Vamos... vamos a buscar a los demás. ¿Dónde están, Neville?
Mientras preguntaba eso, Remus fue apartándose del arco. Daba la impresión de que cada palabra que pronunciaba le causaba un profundo dolor.
-Están todos allí- afirmó Neville -A Ron lo ha atacado un cerebro, pero creo que está bien. Y Hermione continúa inconsciente, pero le hemos encontrado el pulso...
Entonces se oyó un fuerte golpetazo y un grito detrás de la tarima. Vi que Kingsley caía al suelo aullando de dolor: Bellatrix Lestrange empezó a huir, pero Dumbledore se volvió y le lanzó un hechizo que ella desvió para luego comenzar a subir por las grada.
-¡No, Harry!- gritó Remus, pero él ya se había soltado de Remus, que había bajado la guardia.
-¡HA MATADO A SIRIUS!- rugió Harry -¡HA SIDO ELLA! ¡VOY A MATARLA!
-¡Harry, no, detente!- le grité. Me estire para alcanzar sus ropas pero el ya estaba corriendo.
Pero Remus había alcanzado mi mano, veo que Dumbledore sigue a Harry. Intento soltarme pero la fuerza de Remus no es equivalente a la mi.
-¡Diablos, Remus, tengo que ir a ver a mi hermano!- le dije -Me necesita.
-Emma estás sangrando.
-No me importa. ¡Debo ir a ver a Harry!- grité.
-Emma...- me dijo.
-No puedo dejarlo... no puedo perder a mi hermano, Remus...
Lo mire y el suspiro, se giro a mirar a su alrededor, los mortífagos estaban siendo apresados por Kingsley. Veo que Tonks estaba inconsciente en la tarima y siendo atendida por Moody. Remus se levanta a ver a Tonks rápidamente. Miro a Neville que seguía ahí.
-¿Estas bien?- le pregunté.
-Si.
-Ve a ver a los demás, en seguida iré contigo.
Se levantó y camino hacia la sala de los cerebros. Me quede sentada y sentí mis lágrimas caer, tomé aire y mire el arco, teniendo la esperanza de que Sirius apareciera. Me levanté y caminé hacia Kingsley.
-Emma, estas sangrando- me dijo.
-Fue Dolohov. Me lanzo contra la pared y me golpeé la cabeza. Pero le devolví el favor.
Kingsley miro a Dolohov, tenia la nariz rota y sangrando. Me miró sorprendido.
-¿Tu le hiciste eso?
-Por una razón Dumbledore me acepto en la Orden siendo tan joven.
Continuará...
Hola a todos, lo sé, mucho tiempo sin publicar pero esta atareada hasta el tope. En fin, ya seguiré con la segunda parte, viendo como Emma se ha tomado la muerte de Sirius, en qué le ha afectado y como le va a nuestro James Sirius en su cita con Alex.
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