Mariana entró a la habitación tratando de no hacer el mayor ruido. Cerró la puerta tras de sí mientras veía como el pequeño seguía durmiendo plácidamente abrazado a un curioso lobo de peluche que ella misma le había regalado desde sus primeros años de vida. Se sentó en un corto espacio que había en la cama y le acarició el cabello marrón

— Vamos Teddy, arriba— Mariana le acomodó el cabello rebelde y él le regaló una sonrisita, aunque no abrió los ojos— Despierta ya, Teddy. El expreso a Hogwarts te dejará si no lo haces

De un segundo a otro, el pequeño se levantó de su cama mientras su cabello se tornaba de un azul eléctrico. Mariana rio y lo volvió a sentar sobre su cómoda bajándole un poco la euforia

— Hoy es mi primer día

— Lo es, cielo. Pero ni irás a ningún lado aun con el pijama puesto

Mariana tomó su varita de su bolsillo trasero y tras un ágil movimiento, la ropa del niño voló hasta sus manos. Ted rio

— Muy bien, te ayudo

Ella le quitó la parte de arriba del pijama y a cambio, le puso una camisa azul cielo que Molly le había regalado la navidad pasada. El cabello de Ted se desordenó aún más cuando comenzó a mover felizmente sus brazos

— No puedo creer que por fin iré a Hogwarts

— Ya eres un niño grande— Mariana le besó la mejilla y le sonrió. Ted rio

— Háblame otra vez de mis otros padres, mamá

Mariana pasó saliva incómoda; si bien no era la primera vez que Ted preguntaba por Remus y Tonks, a ella le incomodaba el hecho de que se refiriera a sus verdaderos padres de esa manera. Aunque claro, no lo culpaba, él ni siquiera pudo conocerlos

— Bueno, tu madre era una metamorfomaga

— Como yo— Asintió con orgullo. Mariana sonrió de lado

— Como tú. También era muy hermosa y divertida. Muy, muy divertida. Y tu padre... era el mejor amigo del mío

— Y era un hombre lobo— dijo con sus ojos brillando por la emoción. Ella asintió— ¡Eso debió haber sido genial!

— No tanto como tú crees cariño

— ¿Cuáles fueron sus casas en Hogwarts?

— Tu madre era Hufflepuff y tu padre Gryffindor

— Guau— Ted se pasó ambas manos por el rostro sonriendo más radiante que nunca— ¿Y cuál era la casa de papá Fred y tú?

Mariana levantó una ceja

— Yo era Slytherin. Papá Fred Gryffindor

— ¿Crees que yo pueda ser Gryffindor también? Es decir, mis dos papás lo fueron— dijo encogiéndose de hombros

— Puede que si bebé

De pronto, el pequeño pareció recordar algo. De su mesita de noche sacó un marco y se lo entregó a su mamá Mariana. Era una fotografía de Remus y Tonks. Los ojos de ella se cristalizaron

— Encontré esto en casa de la abuela Andrómeda. Yo... espero que no se enoje por haberla tomado

Mariana pasó saliva haciendo que el nudo de su garganta doliera. Miró a Ted quien se retorcía los pliegues de su camisa

— ¿Por qué lo hiciste?

— Quería... quería tenerla en Hogwarts y verla siempre que me levante. También tengo una de papá Fred y tu— Aseguró y del mismo lugar sacó un marco un poco más pequeño. Se lo entregó a Mariana y se dio cuenta de que era la foto del día de su boda con Fred— Es para extrañarlos menos

Mariana cerró los ojos y una lágrima le mojó la mejilla. Acarició ambas fotos y frunció los labios evitando sollozar

— Creo que es mejor que termines de vestirte, Teddy— Mariana dio un respingo cuando sintió la voz de Fred proceder del umbral. No se había dado cuenta del momento en el que había abierto la puerta. El pequeño Lupin asintió y, tras besar la mejilla mojada de su segunda madre, corrió hacia el baño de su habitación

Fred se arrodilló frente a su esposa

— ¿Qué fue lo que hizo esta vez?

— Él preguntó por Remus y Nymphadora— Mariana sorbió la nariz— Hurtó una foto de ellos de la casa de Andrómeda

Fred sonrió mientras meneaba la cabeza

— A veces pienso que George y yo somos una mala influencia para ese niño

— No me importa lo que hizo. Yo... no sé, aun me duele hablar de ellos— dijo y apuntó la foto de los verdaderos padres de Ted. Fred la abrazó

— Todo está bien amor. Ted está ya grande; sabe entender las cosas

— Ni siquiera pudo conocerlos, Fred

Él le acarició el rostro

— Ahora nos tiene a nosotros— Mariana asintió y Fred la besó en los labios

— ¡Ew! ¿Podrían dejar de hacer eso? Es asqueroso— dijo Ted saliendo del baño

Ambos rodaron los ojos y Mariana se separó de Fred caminando hasta el niño

— Toma. No olvides ponerlas en tu equipaje— le dio los portarretratos y Teddy sonrió

— Gracias mamá

Ella solo le sonrió

~~~

— Fred, no tan rápido, podría lastimarse— Pero ellos no le hicieron caso. Fred había conseguido un carrito y subió en el a Teddy y su equipaje para después correr por todo el andén con las carcajadas de Ted de fondo. Fred se detuvo cuando llegaron al expreso de Hogwarts

Fred tomó a Ted de los antebrazos y lo bajó del carrito mientras él buscaba donde poner su equipaje. Mariana se acuclilló frente a él en lo que le acomodaba la ropa

— Pórtate bien. Llega temprano a todas tus clases y procura poner atención. No comas mucho azúcar, duérmete temprano, termina todas tus tareas y abrígate durante la noche. Y por favor, por favor no te metas en problemas

— Descuida mamá. Estaré bien

Mariana frunció las cejas estando a punto de llorar

— Ven aquí— estiró sus brazos y Teddy se refugió en ellos abrazándola. Mariana suspiró— Te quiero

— Y yo a ti

Fred apareció detrás de ellos ya sin el equipaje y al instante, Teddy se abrazó a su cintura. Fred sonrió y le acarició el cabello que se había tornado negro

— Toma— le dijo, entregándole el pequeño lobo de peluche. Teddy lo tomó sin haber soltado a Fred todavía— Vamos a extrañarte campeón

— Y yo a ustedes

El silbato sonó provocando que se separara de Fred. Caminó hacia la entrada del vagón y se despidió agitando la mano

— ¡Adiós mamá! ¡Adiós papá!

— ¡Adiós hijo! — Gritó Fred. Mariana solo pudo despedirse agitando la mano. Fred le besó la sien a su esposa— Remus y Tonks deben estar orgullosos. Hicimos un buen trabajo con él

Mariana asintió viendo como el expreso comenzaba a moverse llevándose con él a un sonriente Teddy