— ¿Hiciste lo que te pedí? — Le preguntó ansioso cuando vio que ella entraba por el retrato hacia la sala común. Ella hizo una mueca

— Algo así

— ¿Algo así? ¿A que te refieres? No me digas que lo echaste a perder

Tom la miró con esos ojos bellos pero a la vez frívolos y carentes de brillo. La chica meneó la cabeza

— Hice lo que querías, Tom. Sólo... no creo que haberle preguntado eso a Slughorn sea correcto

— No le haremos daño a nadie— Declaró pasandose una mano por su cabello negro como el tizón. Sonrió por lo bajo y se acercó a la chica — Sólo era una duda que debía despejar

— ¿Estás seguro?

— ¿No me crees acaso? — Tom levantó una ceja. Katrinacayó en cuenta de que no importaba lo que hiciera, ella siempre apoyaría a Tom en todo

Podía decirse que ella era lo mas cercano a una amiga que él tenía, pero Katrina no podía estar segura de eso; Tom jamás la trataba con cariño y ella, aunque quisiera negarlo, lo veía como algo más

La chica asintió

— Sí, te creo

Tom sonrió con malicia

— Entonces, querida ¿Que fue lo que él viejo Slughorn te contó?

Kat se frotó las manos sudorosas contra la túnica y se pasó la lengua por sus labios resecos. Tom fijó su vista en ella apurandola para que hablara

— No... no se por donde empezar, Tom. Es un tema que me incomoda

— Déjate de tonterías y habla— Se acercó a ella mientras la tomaba por el brazo y fijaba sus ojos malvados sobre los de ella— Dime, ¿Como divides tu alma?

Katrina suspiró débilmente. No podía negarse a él y a sus peticiones. Trató de tomar su mano, pero Tom la apartó. Kat contestó sin vacilar

— Bueno, debes entender que el alma se supone debe permanecer intacta y entera. Dividirla es un acto de violación, es contra la naturaleza

— Contesta mi pregunta — dijo alzando un poco más la voz. Katrina pasó saliva — ¿Como es que se hace?

— Con un acto de maldad... el acto de maldad por excelencia.

— ¿Cual es?

— El asesinato

Los ojos de Tom parecieron brillar, sus labios se curvaron en una sonrisa para después alejarse un poco de ella y darle la espalda. Miró hacia el frente y contempló las llamas de la chimenea

— ¿Que más dijo?

— Él... él estaba muy desconcertado por las preguntas que le hacía. No me dijo la gran cosa

— Sólo dílo

Katrina suspiró

— Matar...rasga el alma. El mago que intente crear un Horrocrux debe usar ese daño para sus propósitos: debe encapsular la parte rasgada

Tom se contuvo para no demostrar su júbilo frente a ella. Se giró a mirarla y le dedicó una sonrisa a medias

— Excelente

— No piensas hacerlo, ¿Verdad?— le preguntó aterrada. Él negó sonriente

— Simple curiosidad. Es todo

— ¿Como supiste sobre los Horrocruxes?

— Lo vi en un libro— Contestó como sí nada. Ella negó

— Esa es magia muy oscura, Tom

— Lo sé Kat. Yo nunca haría algo como eso

— ¿Entonces porque me hiciste interrogar a Slughorn sobre eso?

Tom se le acercó tanto, que las piernas de ella flaquearon. La temperatura de su cuerpo subió y se agolpó en sus mejillas. Tom sonrió

— Solamente los tontos se quedan con las dudas. Sabes que yo no soy así — dijo susurrandole al oido— Además, tú siempre haces lo que te pido

— Porque eres mi amigo — Tom hizo una mueca. Él no sabía lo que era tener amigos y no quería saberlo. La miró con los labios entre abiertos y colocó una de sus manos en sus caderas poniendola contra la pared. Una idea le llegó a la mente

— Dime, querida. Sí quisiera... ya sabes, hacer un... Horrocrux—Ella lo miró mal — Hipotéticamente hablando... ¿Tú... harías un sacrificio por mi?

Katrina sintió como la respiracion se le cortaba. Su mente se bloqueó al sentir unas leves caricias en sus caderas

Tom era consciente de lo que provocaba en ella. Y vaya que lo aprovecharía

— Dime, linda ¿Lo harías? Dejarías ser tú la primera persona en ayudarme a conseguir la inmortalidad? Serías tú la primera en permitir que yo... te asesine?

Los ojos de Tom se le clavaron como un par de cuchillos en el pecho. Y aunque quería negarse, no podía negarle nada a él. A Tom. A él amor de su vida

Él le acarició la mejilla sólo rozando las yemas de sus dedos sobre su piel. Sólo eso fue necesario para que ella contestara

— Sí, lo haré. Por ti. Sólo por ti

Tom sonrió lleno de satisfacción. Se acercó a ella y depositó un ligero beso en la comisura de sus labios. Katrina cerró los ojos disfrutando del tacto

Sin saber que Tom Riddle ya estaba maquinando su plan malévolo para ser inmortal y a la vez, jugar con el amor de la chica