Justo después de que el cáliz de fuego arrojara el papel con el nombre de Cedric, arrojó también otro papelito. Dumbledore quedó impresionado al igual que todos los que se encontraban en el gran comedor, tomó la papeleta y la desdobló poco a poco

— Harry Potter— dijo con calma

El Gran Comedor estalló en murmullos provocando que Harry se sintiera abrumado. Automáticamente miró a la mesa de los Hufflepuff para poder verla, pero ella ya no estaba ahí. A Harry le pareció extraño, pues durante la cena, Noe estaba sentada junto a sus amigas charlando y disfrutando de uno de esos pastelillos de calabaza que tanto le gustaban; Harry creyó que la noticia le había caído como balde de agua helada

Y no era para menos. Desde hace un tiempo habían tenido problemas por el hecho de que Harry siempre se metía en problemas o estaba a punto de morir cada diez minutos. Eso le molestaba a Noe porque siempre se la pasaba preocupada por él y por lo que llegara a pasarle, y ahora con eso de que Harry participaría en el Torneo de Los Tres Magos, bueno, complicaba las cosas

Harry sintió una punzada en el pecho cuando lo subieron casi a rastras donde estaban los otros campeones que lo miraban con reproche, hasta Cedric, el hermano de Noe lo miraba como si de alguna manera u otra lo hubiera traicionado.

Todo empeoró las semanas siguientes

A Harry le llovían las burlas por donde pasara. Los chicos de Slytherin se habían encargado de portar insignias insultando a Harry de mil maneras posibles haciendo que, a la larga, los Hufflepuffs se sumaran a la campaña en contra del chico Potter. Tal vez era porque solo querían que Cedric fuera el campeón de Hogwarts y que así su casa se llenara de gloria, no lo sabía, pero lo que sí, era que no había visto a Noe desde que lo habían elegido para participar en el Torneo. Imaginó a la chica con una de esas insignias en su pecho y le dieron ganas de vomitar

Una semana más pasó sin ver a su chica hasta que un buen día la encontró paseando por los jardines con su hermano Cedric, dejó lo que estaba haciendo y corrió hasta ahí

— Noe, tengo que hablar contigo— dijo agitado. Ella lo miró por un segundo antes de mirar a Cedric. Él se encogió de brazos

— Adelante. De todas maneras, ya tenía que irme, tengo mucha tarea por delante— Le besó la mejilla a su hermana y luego se despidió de Harry— Hasta luego, Potter

Harry asintió débilmente, Noe comenzó a caminar del lado contrario hasta que Harry la detuvo

— Espera, por favor

— Harry, no...

— Yo no puse mi nombre en el cáliz ¿De acuerdo? No sé qué pasó

— Si bueno, dudo mucho que tu nombre se haya escrito solo en un trozo de pergamino y se haya colado en el cáliz

Harry hizo una mueca

— Puede que haya sido así

— Vamos Harry, ambos sabemos que eres el Accio de los problemas. Ni siquiera sé porque me sigue sorprendiendo — Noe se cruzó de brazos y Harry la imitó

— Yo. No. Puse. Mi. Nombre. En. Esa. Mierda. — Recalcó él. Noe negó

— Todo el mundo piensa que si

El estómago de Harry se revolvió como si un sismo lo hubiera atacado. Tomó fuertemente los hombros de Noe y se acercó a ella

— Tú me crees, ¿Verdad?

— Harry...

— Tu sabes que yo no quería entrar a ese estúpido Torneo. Y aunque quisiera, ni siquiera hubiera podido, Dumbledore colocó una línea de edad, Noe. ¿Me crees? Dime que me crees

Noe apretó los labios y contrajo aún más los puños.

— Noe, por favor...

— Sabes que yo te creo— Se acercó hasta él y lo tomó por las mejillas haciendo que los labios de Harry se apretaran también. Noe sonrió— Es solo que... sabes que odio verte en tantos problemas. Un buen día te lastimarás de gravedad y...

— Eso no va a pasar— le dijo mientras la tomaba de la cintura— Sabes que desde pequeño me he enfrentado a Voldemort. Un Torneo no me hará nada

Ella puso un dedo sobre sus labios

— No digas su nombre— Harry le beso la yema del dedo

— Estaré bien, no te preocupes por nada

Noe suspiró

— Vale

— Supongo que el que debe preocuparse soy yo

— ¿Por qué?

— Porque de seguro Cedric querrá matarme. Ya sabes, por haberle quitado la gloria

Noe rodó los ojos

— A Cedric eso no le importa. Quizá en su momento se molestó un poco, pero él es quien les ha dicho a los de nuestra casa que dejen de usar esas estúpidas insignias y que desechen los letreros— Pasó sus manos por el cuello de Harry— Tal vez podamos cambiar el "POTTER APESTA" por "POTTER EL SENSUAL"

Harry se echó a reír por un buen rato

— Si, que digan eso. Tal vez de esa manera los amigotes de Malfoy se burlen de mi hasta que tenga sesenta años

Ambos rieron hasta que Harry pegó sus labios con los de ella en un beso fugaz

— Un beso— le dijo— Para la buena suerte