Para Grey, la clase de pociones a las dos primeras horas del día eran las más tediosas y aburridas del horario; y no porque se le diera mal, si no que su padre era quien impartía esa materia y debía reconocer que eso era algo aterrador

Greysa dio un respingo cuando una pequeña burbuja reventó sobre su nariz y escuchó las pequeñas risas de los Slytherins al lado de ella. Miró en esa dirección y vio que Draco Malfoy le sonreía. Ella le sonrió de vuelta

A veces las clases eran así, Draco aprovechaba que el profesor se distraía para interactuar con Grey del otro lado del aula y guiñarle un ojo provocando que ella se sonrojara. Y a pesar de que ella era una Gryffindor, no podía negar que era la leona más bella de todas

Grey intentó volver a sus apuntes, pero un par de burbujas más estallaron en la punta de su nariz haciéndola reír en medio de la clase. Severus la miró por encima del hombro mientras que la chica y Draco fingían poner toda la atención a la clase

Aun después de haber sido alumna de su propio padre algunos años, se seguía sintiendo extraño y pesado, pues ser hija del profesor exigía esforzarte el doble para que nadie pensara que apruebas la materia solo porque un miembro de tu familia te otorgó la calificación, pero era bastante difícil mantener un excelente en pociones cuando Draco estaba molestándola cada cinco segundos para llamar su atención

Esta vez, Draco arrancó un fragmento de pergamino y garabateó en él, lo dobló finamente dándole la figura de una pequeña ave y la apuntó hacia a ella mientras le chistaba.

Grey le dio un vistazo a su padre, quien sostenía un libro de espaldas a la clase sin darse cuenta de lo que pasaba, la chica aprovechó el momento para girar hacia el Slytherin

Draco colocó el papelito entre sus manos y soplándole un poco la hizo volar hasta ella.

El ave de papel se detuvo un segundo cerca de la mejilla de ella y al inclinarse, parecía como si le estuviera besando la mejilla. Grey se sonrojó. Tomó el papel y lo leyó:

¿Ser así de hermosa duele?

No puedo creer que aun en medio de clases tan aburridas puedas seguir pareciendo una diosa

¿Nos vemos en la entrada del Gran Comedor?

D.M

Grey soltó una pequeña risita mientras asentía en dirección al rubio y, cuando volteó hacia el frente de nuevo, se encontró con el rostro de su padre

— Oh Merlín

— Señorita Snape, ¿Puede decirme que es lo que le divierte de mi clase? — Grey estaba tentada a rodar los ojos frente a él pues Severus se empeñaba en llamarla "Señorita Snape" en horario escolar y ella estaba forzada a llamarlo profesor, lo que le resultaba bastante ridículo. Aun así, solo alcanzó a bajar la mirada

— Nada, señor

— ¿Qué es lo que tiene en la mano?

Grey se mordió el labio fuertemente cuando recordó que tenía la carta de Draco en la mano. La estrujó aún más tratando de esconderla

— ¿A qué se refiere, señor?

— Sabe muy bien a que me refiero. Muéstremelo, ahora

Ella negó, pero sabía que si no lo hacía le esperaría una gran reprimenda al término de las clases. Grey asintió

— Si papá

— Si Señor Profesor— La corrigió con el ceño fruncido— Ahora, deme eso

La chica le extendió el papel mientras le daba un vistazo a Draco quien parecía despreocupado. Cuando Severus terminó de leer, arrugó el papelito y lo tiró al piso para luego pisotearlo. Miró a Draco y a Grey intermitentemente hasta que se cansó. Caminó hacia el asiento del joven Malfoy y se cruzó de brazos. Greysa se cubrió el rostro con las manos

— Señor Malfoy, le rogaría que si tan aburridas le parecen mis clases se retire de una vez. No crea que tendrá ventaja alguna solo por ser de una buena familia. Y mucho menos si pretende a mi hija

Draco sonrió de lado

— No lo tome a mal profesor, pero la única razón por la que asisto a sus clases es por Grey

Todos en el aula corearon un 'Uhhh'. Grey negó. El profesor Snape se acercó más hacia él

— Es señorita Snape para usted, joven Malfoy— Draco se encogió de hombros

— En un futuro será la señora Malfoy, profesor

La clase de pociones se había convertido en un revuelo de gritos y chiflidos por parte de ambas casas que, aunque no se llevaran del todo bien, a la mayoría de ellos les gustaba ver así de furioso a Snape. El profesor se alejó un poco y apuntó a Draco.

— Castigado. Todo el año. Sin discusiones

El Slytherin frunció los labios resignado

— Ya que

El timbre resonó por el aula permitiéndole a todos los alumnos salir disparados y aglomerarse en la puerta tratando de salir lo más antes posible. Draco se puso de pie cuando casi todos se habían ido y desde su lugar llamó a la chica

— Te espero— dijo para luego guiñarle un ojo. Snape la miró y ella solo pudo asentir apenada. Draco salió del aula dejándolos solos

Greysa trató de salir con rapidez, pero Severus hizo cerrar la puerta

— ¿A dónde cree que va, señorita?

— Pues... a mi siguiente clase. Sabes que no puedo llegar tarde

— No puedes llegar tarde, ¿pero si puedes mensajearte en medio de mis clases?

Grey suspiró

— Papá...

— Tu también estás castigada, Grey.

— ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

— Por querer tener novio a espaldas de tu padre. Ahora sal de mi aula

— Pero papá...

—Sin discusiones, Greysa. No me agrada que Draco Malfoy te pretenda o se te acerque. Así que tienes prohibido relacionarte con él

Severus caminó hasta su escritorio con su hija pisándole los talones

— Tu siempre has dicho que los Malfoy son una de las mejores familias, no entiendo porque ahora te molesta tanto que me vea con Draco

— Si, son de las mejores familias de magos Sangre Pura, pero eso no aplica a que ese chiquillo quiera tener algo con mi única hija. — Replicó mientras acomodaba sus cosas— Ya bastante tengo con que ese sucio sombrero te haya mandado a Gryffindor— Añadió con un tono despectivo. Ella entrecerró los ojos

— Llevas casi tres años diciéndome lo mismo, papá ¿Te has puesto a pensar que el Sombrero Seleccionador pudo haberte mandado a la casa equivocada? ¿Y si hubieras resultado ser Gryffindor?

Snape la miró furioso

— Haber estado en Slytherin fue lo mejor de mi vida, Greysa. No podría arrepentirme de eso— Esta vez ella si rodó los ojos— Es ridículo que alguien de casas tan diferentes se relacionen

— Si claro, como si tú nunca hubieras estado enamorado de una Gryffindor— Severus aumentó su enojo. Ella se arrepintió de haber dicho eso y a cambio, tomó las manos de su padre— Mira, lo siento, pero lo único que te estoy pidiendo es... que le des una oportunidad

— No

— Solo una. Verás que es un buen chico

— Mi respuesta sigue siendo no

Greysa infló las mejillas, se acercó a un pupitre y desde ahí, saltó hasta la espalda de su padre

— Anda papá, por favor ¿sí? Por favor

— Grey...— dijo Snape mientras la sostenía para que no cayera

— Por favor, por favor, por favor. Di que sí. Haré lo que tú quieras, lo que sea

Severus pareció pensarlo muy detenidamente hasta que suspiró con cansancio

— De acuerdo. Aceptaré sólo si limpias el aula todos los días después de clases durante lo que resta de tu estadía en Hogwarts— Grey asintió feliz aun abrazada de la espalda de su padre

— ¡Si! ¡Gracias, gracias, gracias! — canturreaba mientras besaba repetidas veces las mejillas de su padre. Severus rio. Ella bajó de la espalda de él y corrió hasta la puerta— ¡Iré contárselo a la tía Minerva!

— ¡Te he dicho miles de veces que no llames tía a la profesora McGonagall!

— ¡No te escucho!

Severus rodó los ojos, pero aun así no pudo evitar reír un poco ante la elocuencia de su hija y su aparente emoción por tener una relación con Draco. Hizo una mueca y se juró a si mismo que si ese chico rubio la lastimaba, haría de sus días en Hogwarts los peores de su vida