imagina...

—Hey, ¿A donde vas?

—¿A donde crees tu? Me largo a casa, Sirius

—Espera— pidió mientras estiraba un brazo para acariciarte la espalda desnuda. Te pusiste de pie, tomaste tu ropa y te la colocaste lo mas rápido que pudiste— No te vayas

— ¿Para que quieres que me quede huh?— preguntaste sosteniendo lo zapatos en la mano. Sirius calló—Estoy harta. Jamás debí prestarme para esto.

—Linda...

— ¡No Sirius!—Gritaste— ¡Ya no puedo hacer esto más! ¡No pienso seguir siendo una...!

— ¡No! ¡No lo digas!

Inflaste las mejillas tomando valor

— ¡Una de tus putas!

— ¡No!

—No pienso seguir haciéndolo— le dijiste—  No cuando sé que eso es lo único que quieres de mi. Es mejor que te busques a alguien mas para satisfacer tus necesidades. Me largo

Sirius intentó detenerte pero no esperaste a que eso sucediera. Sirius se dejó caer sobre la cama, sin saber que hacer