Imagina...

El pequeño Albus se detuvo en medio del andén haciendo que también te detuvieras. Frunciste el ceño y te arrodillaste junto a él

— ¿Tía?

— ¿Qué pasa nene? 

—Tú... ¿Crees que tenga posibilidades de quedar en Gryffindor?

Arrugaste el entrecejo sin entender de lo que iba su pregunta 

— ¿Porque?

—Bueno, hace unos días escuché a James decirle a papá lo horrible que sería si yo quedara en Slytherin

Rodaste los ojos para luego acariciarle el cabello a tu pequeño sobrino

—Está bien, Al. No tiene nada de malo quedar en Slytherin o en cualquier otra casa. Todas ellas tienen cosas especiales y únicas

—Pero él dijo...

—Lo que él haya dicho, no importa— te sonrió—  Tu puedes ser un león o una serpiente y será exactamente lo mismo

Albus asintió un poco mas animado por tus palabras. Besaste su mejilla dejando un pequeño colorete en su mejilla

—Supongo que tienes razón—dijo— Mi hermano aun está acomplejado por las historias que papá nos cuenta

Reíste. Sin duda James Sirius era una copia exacta de la tozudez de su padre, pero Albus era más adorable y perfectamente tierno

—No te ofendas Al querido, pero tú padre sigue siendo el mismo idiota que hace diecinueve años

—A mamá no le gusta oír eso

—Da igual. No cuenta si no está presente

Le diste un besito en la mejilla al pequeño Albus haciéndolo reír, le tomaste de la mano y ambos se levantaron para seguir con su camino