imagina...

—[T/N], levanta tu varita

—Pero papá...

— ¡Levántala! 

El pecho le dolió a T/N al alzar la vista hacia el castillo. No quería hacerlo, no quería destruir el lugar que mas amaba en el mundo. El antebrazo izquierdo le punzaba y los ojos le ardían. Giró el rostro hacia la derecha sin haber alzado su varita y miró a Narcissa Malfoy con los ojos llorosos; la madre de Draco frunció los labios mientras hacia un gesto afirmativo con la cabeza

T/N reprimió un sollozo. Ella no quería lastimar a sus amigos, a sus profesores, a Harry...

Su padre la miró enfurecido cuando el Señor Tenebroso le dio una señal de advertencia. La tomó fuertemente del brazo y apretó los dientes

—Levanta la varita, maldición 

Ella lo hizo contra su voluntad. Apuntó hacia al castillo mientras susurraba las maldiciones que el mismo Voldemort le había enseñado. Una lágrima le recorrió la mejilla al ver como de su varita se desprendía un haz de luz que viajó hasta el castillo

Bajó el brazo mientras sollozaba totalmente afectada. Su padre vio como T/N se dejaba caer de rodillas al piso y dejaba su varita  a su lado

—No cabe duda que eres una vergüenza para nuestra familia—  le dijo escupiendo la arena debajo de sus pies

Pero a ella no le importó. Lo único que en ese momento quería era ver a Harry y que la perdonara por la manera tan ruin en  que lo había traicionado