— Regulus, tienes que cambiar de opinión — le suplicó ella mientras lo seguía de un lado a otro en el numero 12 de Grimmauld Place

—No lo haré. Lo sabes

—Pero Reg, ¿Te has puesto a pensar en el peligro al que te estás exponiendo? ¡Ni siquiera sabes sí funcionará!

El menor de los Black pareció compadecerse del pánico que estaba sufriendo su prometida pues se acercó a ella y le besó la frente con dulzura

—Todo estará bien. Kreacher estará conmigo

— ¿Y de que te servirá un elfo doméstico contra Voldemort?

Regulus llevó uno de sus dedos a los labios de Natalie

— No digas su nombre

—No vayas Regulus. Por favor no lo hagas. Te lo imploro

— Tengo que hacerlo. Debo detener lo que hice cuando me convertí en uno de sus mortífagos, Natalie —Suspiró para después continuar —: Sabes lo que le hizo a Kreacher y no puedo ni debo quedarme sin hacer nada. Nadie se mete con mi elfo doméstico sin temer represalias

El elfo chilló

—¡Amo Regulus! ¡Kreacher está siendo defendido por el amo Regulus!— Él se frotó la frente contra una de las piernas de su amo haciéndolo reír

— Basta Kreacher. Basta ya. Vamos, se nos hace tarde

Antes de alejarse, el menor de los Black la abrazó con fuerza

—No te preocupes por mi ¿Está bien?

—¿Sirius sabe lo que estas haciendo?—Preguntó haciendo que Regulus entrecerrara los ojos

—No tiene porque hacerlo. Y tú no tienes porque decírselo, sería contraproducente ¿Entiendes?

Natalie no supo que más decir así que sólo se limitó a asentir con lentitud. Regulus la besó

— Prometo que sí vuelvo, tendremos la boda más espectacular de todas —Él apretó los labios luchando contra las ganas de llorar —Pero sí no lo hago, quiero que sigas con tu vida. Que seas feliz. Sigue frecuentando a Sirius como hasta ahora, se que te agrada.

—Regulus....

—Debo irme ya— Caminó junto a su elfo alejándose de ella una cierta distancia. Le sonrió

—Jamás olvides que te amo

—También te amo. Te amamos

Regulus la miró extrañado mientras se guardaba en su túnica la réplica del guardapelo. Él abrió la boca sorprendido cuando vio que ella se llevaba una mano al vientre

—Nat, ¿Acaso estás....?

Pero ya era tarde, Kreacher había desaparecido junto a Regulus.

Lo único que la chica embarazada esperaba era que el padre de su hijo volviera con vida