Capítulo 6
"Hoy me darás explicaciones."

Todo Hogwarts parecía haberse vuelto gris de un día para otro, la muerte de la alumna Katie Bell había sido espantosa, había sido encontrada por una amiga suya Hufflepuff que pasaba porque la había citado allí, encontrandola en el suelo solamente, con un collar de lado que no tocó hasta que llegaron Dumbledore y Snape.

Draco se había enterado cuando entró al comedor para comer, se había salteado el desayuno porque simplemente le apetecía no desayunar, si bien, si había notado algunos murmullos y a la gente un poco paranoica, lo había ignorado. Cuando entro al comedor, todos estaban susurrando cosas, formando solo un silencio un poco interrumpido. Fue a sentarse al lado de Blaise.

—¿Qué ha pasado?

—¿No sabes? —Preguntó Blaise sorprendido, habían estado juntos en las clases y había supuesto que Draco ya sabía la noticia. Recibió una mala cara de Draco y respondió. —Una chica, Katie Bell, fue encontrada muerta.

—Asesinada, querrás decir. —Corrigió Theo quien picaba una ensalada enfrente suyo. Draco sintió un escalofrío recorrerlo la espalda. —Dicen que usaron el collar de ópalo. Ese que está maldito.

—¿Un collar? —Preguntó para cerciorarse de la respuesta, cuando un asentimiento de Theo, le hizo sentir su estómago revuelto.

Recordó lo que Harry le había dicho ayer, no era estúpido, podía unir las piezas del compecabezas rápidamente, Potter había ido a comprar un collar a Hogsmade, sabía que ese collar solo se podía comprar Borgin y Burkes, lo había visto varias veces allí cuando lo visitaba con su padre. Trago saliva, el apetito se desvaneció para remplazarlo por un hueco y dirigió la mirada a Potter, este estaba sentado de nuevo en la mesa Gryffindor, una serpiente entre leones, guardando luto junto con sus compañeros, compartiendo su angustia.

No despegó la mirada de él durante todo el desayuno, viendo sus perfectas expresiones que denotaban tristeza y duelo, como si hubiera sido cercano a esa chica, como si realmente le doliera, así hasta que vió que se levantaba después de susurrarle algo a sus amigos, yéndose del comedor, ellos no le dijeron nada, todos parecían consternados.

Rápidamente lo siguió sin dudarlo, no se despidió de sus compañeros que lo miraron extrañados, lo le cruzo por la cabeza avisarles a donde iba, solo caminaba centrado en una sola persona, pisandole los talones, solo Pansy que notó cómo perseguía a Harry, dándole una mirada preocupada antes de salir por la puerta del comedor.

Apresuró el paso dónde vio que Harry había doblado en un pasillo pero cuando iba a girar por allí también, sintió que era tomado de los hombros para ponerlo contra la pared, sin ser agresivo, solo acorralandolo. Apenas divisó los ojos esmeraldas frente suyo, se dio motivaciones mentales para tener el coraje suficiente para pedirle las explicaciones que quería esta vez, era una necesidad el saber qué era lo qué pasaba.

—Hoy me darás explicaciones, Potter. —Exigió elevando la barbilla, sentía el estómago revuelto de los nervios, sentía que su corazón saldría de su pecho en algún momento, huyendo. —¿Estás relacionado con Katie Bell? —Preguntó directamente disfrazando el miedo de valor y alzó la barbilla.

Harry lo miró con atención, como si pensara en lo que tendría que decir mientras estaba bajo la mirada llena de atención de Draco. Finalmente el moreno soltó un suspiro derrotado.

—¿Qué pasaría si así fuera?

Malfoy sintió que el alma se le iba al piso, Harry, Harry Potter había asesinado a una persona ¿Cómo debía de reaccionar? Tenía miedo, sí, pero algo en el castaño le decía que no fuera así. No salió huyendo como lo hubiera hecho antes, se quedó plantado en el piso, sin saber si era porque quería o porque estuviera paralizado.

—No fue intencional, no era para ella el collar.

—¿Y eso lo hace mejor? —Harry no respondió, él apretó los labios. —Necesito respuestas, quiero respuestas.

Harry vaciló unos segundos para después, sujetar el dedo índice de Draco y dirigirlo entre algunos pasillos, este no se quejó ni se apartó, se dejó hacer hasta que llegaron frente a una pared. Miró curioso a Harry que miraba fijamente la pared, creyó que ya se le había zafado un tornillo hasta que una gran puerta comenzó a aparecerse. Se dio un golpe mental, él había sido de los que habían perseguido tanto esa sala el año pasado.

Harry lo jaló de nuevo después de verificar que nadie viniera por el pasillo, abrió la puerta y le cedió primero el paso al rubio quien entró de manera dudosa. La sala tenía solo sofás, libreros y una gran chimenea.

—La sala da lo que desee la persona que quiera entrar. Por eso está diferente a la vez pasada que la viste con Umbrige. —Explicó el moreno al momento que cerraba la puerta y le miraba con una sonrisa. —¿Quieres sentarte?

—No, Potter, quiero explicaciones. —El mencionado susurro un "como gustes." Y se dirigió a uno de los sofá para sentarse. Si bien, la sala estaba iluminada, había un frío tan profundo al estar adentro, supuso que sería por el clima que había y además de que la sala siempre estuviera oculta.

Draco lo seguía mirando expectante, esperando de pie, Harry se acomodó en el sofá y lo miró, sin decir ninguna palabra y sin varita, el fuego de la chimenea se encendio. Malfoy lo miró asustado por el repentino sonido de la madera crisparse y la luz del fuego, después el susto, se convirtió en sorpresa. ¿Cuándo había aprendido a hacer hechizos sin varita?

—¿Qué diablos...?

Harry lo miró fijamente, de una forma penetrante que Draco no sabía porqué hacía que le temblaran las piernas de aquella forma peculiar. Dudó si ir a sentarse a un sofá para disimularlo y así lo hizo. Tomó asiento en un sofá individual, frente a Potter quien no le despegaba la mirada.

—¿Tuviste algo que ver con Katie Bell? —Repitió el rubio.

—Quizás.

—No, Potter. Quiero verdaderas respuestas, no quiero una de tus respuestas vagas que podrías darles a tus amigos y no te dirán nada.

Harry dudo algunos segundos, profundizó su mirada mientras Draco se estremecía en el sofá. Daba gracias el haberse sentado lejos de Potter pero se derrumbó ese agradecimiento cuando se dio cuenta que el moreno se levantaba del sofá hasta quedar frente a él, subió la mirada mientras Harry la bajaba. Un estremecimiento le recorrió la espalda cuando sintió como Potter le sujetaba el mentón para elevar más su rostro.

—¿Sabes lo que tenemos en común, Draco? —Susurró de una manera cortés, aún sujetando su mentón. El mencionado negó lentamente con la cabeza. —Ambos queremos poder. —Sonrió levemente sin mostrar los dientes. Draco se mostró confundido, no comprendía lo que estaba pasando. —¿Qué serías capaz de hacer para hacer que todos te respeten?

—Todos me respetan, Potter.

—Ni tu te crees eso.

Draco giro los ojos con molestia e indignación. —¿Por qué todo esto?

Harry se sentó en el reposabrazo del sofá donde estaba el rubio, aún sujetando su barbilla, lo hizo acercarse, quedando cara a cara, envolviendose ambas respiraciones. —¿Tú crees que todo lo que ha pasado dentro de Hogwarts es casualidad?

—No, muchas cosas han sido obra del señor oscuro.

Harry agrando su sonrisa y soltó el mentón de Malfoy, se enderezó. —¿Oh, eso crees?

De pronto, Draco dejo de respirar, procesando la forma burlesca con la que le hablaba Harry lo hacía pensar inmediatamente en teorías, tratando de atar cabos sueltos, podía saber hacia dónde se dirigía la conversación pero no lo creía posible. Él podría llegar a creer hasta que alguien como Longbottom fuera secuaz del señor oscuro, pero Harry... No podría ser posible. Trago una gran cantidad de saliva, con sus manos sudadas de los nervios. —¿A... A qué te refieres? —Tardó en formular la pregunta.

—Lo mismo que está pasando por tu cabeza. —Se levantó del sofá con júbilo, dándole la espalda por dos segundos y terminar volteando a verlo con una grata sonrisa, como si dijera una noticia feliz. —¡Estas frente a un mortifago!