Capítulo 2
"Extraño de raro."

Comenzó el desayuno y todas las casas estaban en silencio, muchos deprimidos por el cambio de casas y otros por la aún sorpresa de que Harry Potter fuera a Slytherin aunque muchos Ravenclaw habían llegado a la conclusión de que, después de pensarlo a fondo, era entendible, al igual de Hermione tenía comportamientos que daba a entender que podría pertenecer a ese lugar, pero no quitaba el hecho de la sorpresa, puesto que su enemigo: "El asesino de sus padres y amenaza del mundo mágico.", había estado en esa casa años antes, además de la fama de que de allí salían todos los magos oscuros. De Neville nadie se lo había esperado, muchos lo pensaban pero no embonaba ello, desconocían alguna teoría que explicara su pertenecía en la casa slytherin pues desde antes era difícil verlo como un gryffindor, ahora como serpiente era peor.

Acabando el desayuno, se les ordenó a los prefectos de cada casa que ayudarán a los que habían sido cambiados de sitio, suspendiendo las clases de ese día finalmente y para permitirles que se acostumbraran al cambio actual.

Cuando Hermione, Neville y Harry se levantaron de sus asientos, notaron como un pelirrojo casi volaba hacia ellos, atrapandolos en un abrazo asfixiante que correspondieron a duras penas.

—Sobrevivan, son fuertes. —Dijo Ron como apoyo. —Sé que dije que solo los malvados van a Slytherin, pero ustedes son la prueba de que me equivoque. —Les dió una sonrisa que tardaron en corresponder.

Su abrazo fue disuelto cuando un prefecto slytherin se metió a la escena, mirándolos con mala cara y diciéndoles que los iba a guiar a las mazmorras, su nuevo hogar. Toda la casa iba al mismo lugar, así que iban entre ellos en la pequeña multitud. Pudieron notar con facilidad que eran mucho menos personas allí que en gryffindor.

Solo se veían tres estudiantes rojos entre todos los verdes, muchos los miraban por el rabillo del ojo, evaluandolos o susurrando un poco, como si estuvieran pensando si molestarlos en ese momento o después.

—Así que ahora son serpientes ¿Eh? —Dijo un chico castaño, fue el primer Slytherin en acercarse a ellos, tenía una cara casi inexpresiva pero, extrañamente, se notaba social. —No nos conocemos realmente, soy Theodore, pero prefiero que me digan Theo.

Se mostraron incómodos, Neville se apretó al cuerpo de Harry, parecía que ese día era el día donde todos querían estrujar al castaño y dejarlo sin aire pra respirar.

—Mucho gusto, Theo. Soy-

—Harry Potter. —Terminó de completar un chico de piel oscura que abrazo por los hombros a Theo, los miro con ojos llenos de confianza. A él si lo conocían, varias veces lo habían visto con Draco. —Soy Blaise, el gusto es nuestro. Somos afortunados de tener en nuestra casa a el-niño-que-vivió. —Agregó con sorna y Theo le dio un manazo en la cabeza.

Los chicos le sonrieron con cierta incomodidad marcada, menos Harry quien intento mostrarse amigable y siguieron caminando y darse cuenta que en lugar de subir escaleras como lo hacían para llegar a su casa, era bajar hasta que el ambiente se sintiera gris, húmedo y frío. Llegaron a las mazmorras.

Se maravillaron cuando pudieron ver los ventanales, estos daban hacia el lago, mostrando algunas criaturas que pasaban, Harry, aunque ya había estado allí, no les había prestado atención antes, Hermione y Neville en su defensa, era la primera vez que lo veían. El grupo de serpientes se fue disolviendo, cada quien dirigiéndose a sus dormitorios y otros se iban a sentar a los sofás que habían pero Draco, Blaise, Theo y Parkinson se habían quedado, Pansy los miraba con los brazos cruzados, dirigiendo su total atención llena de recelo hacia la chica quien se removió incómoda.

—Los dormitorios se comparten de dos personas ya que, si habran notado, somos pocos en la casa. Longbottom, compartirás habitación con Nott, Potter, con Malfoy y Granger, tenemos que buscarte habitación, no sé cuáles están disponibles entre el dormitorio de las chicas. —Dijo sin importancia el prefecto aunque mostraba un claro desagrado a Hermione aunque se intentaba mostrar indiferente.

El trío se sorprendió, ellos pensaban que todas las casas compartían habitación con más gente, como había sido su caso en gryffindor. Pero más que ello, Hermione y Neville miraron preocupados a Harry ya que compartiría habitación con alguien que odiaba profundamente según ellos.

—Puede compartir habitación conmigo. —Dijo de inmediato Pansy con una sonrisa.

—¿No compartes habitación con Astoria?

—Sí, pero le voy a decir que vaya con su hermana. Quiero a Granger. —Dijo con malicia, Hermione se apretó a Harry.

—¡No! ¡Ella solo quiere hacerme la vida miserable! —Hermione miró suplicante al prefecto, pero en lugar de encontrar apoyo, el prefecto le mostró una sonrisa burlona, casi olvidaban que estaban con serpientes.

—Compartiras habitación con Parkinson. Guienlos.

—¡Yo tampoco quiero estar con Potter! Creo que hasta compartir habitación con el estúpido de Longbottom es mejor. —Draco se acercó molesto al prefecto, el trío de oro pensó que al menos, el prefecto se mostraría piadoso de los Slytherin que estaban con él hace más tiempo pero no era así. El prefecto lo miró burlón también. —Vamos, Jyra, no molestes.

—Compartiras habitación con Potter, Malfoy, es mi orden como prefecto.

—¡Jyra! ¡No hagas esto solo por algo que pasó hace dos años! Ya superalo, lo siento por haberte teñido el cabello cuando estabas dormido. —El chico lo miró con burla de nuevo y se fue del lugar, Draco suspiro harto.

El trío estaba sorprendido por la información pero no dijeron nada al respecto, miró a Harry y solo se volteó con enojo para irse. Potter se despidió de sus amigos rápidamente y persiguió a Draco para saber dónde estaba su dormitorio de ahora. Theo le sonrió a Neville y lo guío calmadamente a su dormitorio. Pansy miró a Hermione con malicia y jaló de su brazo para dirigirla a su dormitorio tambien.

—Ven aquí, pequeña sangre sucia. —Dijo "amablemente" Pansy, Hermione intento zafarse pero no lo logro, dejándose arrastrar finalmente, rezando en sus adentros para que no fuera un infierno su estadía.

Harry abrió la puerta por la que vió entrar a Draco después de estarlo siguiendo por algunos pasillos, el sitio era bastante diferente, los pasillos aquí eran más estrechos y con una alfombra verde olivo que decoraba el suelo, las piedras de las paredes tenían un poco de humedad pero todo estaba impecable, era un lugar que transmitía seriedad, elegancia y petulencia, todas las puertas estaban hechas de madera barnizada, las que había visto, estaban cerradas y no había notado ninguna división de dormitorios masculinos y femeninos, supuso que aquí no existiría aquello y solo se separaban por cuenta propia los estudiantes.

Entro a la habitación, pudo ver que allí adentro, las paredes ya no tenían esa cierta humedad, las paredes eran lisas, ya no estaban hechas de piedra, había una ventana en medio que daba hacia el lago, dos camas que se parecían mucho a las que había en Gryffindor pero con la diferencia de que las cortinas que tenían, ahora eran verdes, todos los demás muebles eran de un plateado pulcro, recordándole a los ojos de Draco el cual estaba sentado en la cama izquierda, se estaba quitando los zapatos con fiereza, claramente molesto, pero la vista de Harry se desvió solamente a sus manos las cuales estaban luchando por desatar sus zapatos, las venas resaltaban ante su piel a causa del esfuerzo, sus dedos eran alargados y varoniles, no evitó notar que las uñas de sus dedos meñiques e indices estaban pintadas de color negro, algo que le pareció sumamente atrayente.

Se acercó a Draco al ver que luchaba por desatar los cordones de sus zapatos y sin cruzar palabra, se arrodilló para llevar su pie a su rodilla y ayudarlo a desabrochar el zapato con total calma, sus anteojos bajaron un poco por el puente de su nariz y Draco se sobresalto.

—¿Qué crees que haces, cara rajada? —Quitó el pie rápidamente pero se dio cuenta que Harry sostenía el zapato, haciendo que se deslizara entre su calcetín negro, logrando el cometido de ayudarlo, dejo el objeto en el suelo y lo miró desde abajo, Draco apoyaba ahora sus manos en la cama, dudando su alejarse más o esperar una respuesta.

—Te ayudo, solamente. —Dirigió su mano al otro zapato de Malfoy pero este se apartó subiéndose a la cama. —Sólo quería ser amable.

—Pues no quiero que toques mis zapatos, los puedes rasguñar y ni aunque trabajes toda tu vida, podrías pagarlos. Quítate. —Respondió de forma grosera y quiso patear el pecho de Harry pero este aprovecho para atrapar su pierna con una sonrisa ladeada.

Por un momento, Draco se estremeció al sentir como Harry colaba sus manos por su calcetín, tanteando también su piel al descubierto a causa de que el pantalón estaba un poco arriba, contuvo su respiración por un segundo y se dejó hacer. Vió como Potter ponía nuevamente el pie en su rodilla, deslizando los cordones lentamente hasta deshacer el nudo, después deslizando el zapato hasta dejarlo en el suelo.

Sintió un latido nervioso cuando sintió como Harry deslizaba sus calcetines, sintiendo la piel de sus tobillos pero decidió retirarse rápidamente.

—Puedo hacerlo por mi cuenta, Potter. Aunque que bueno que conoces tu lugar, que debes de estar arrodillado ante mi. —Dijo mirándolo de forma altanera, levantándose de la cama y yendo hacia el escritorio que había en la habitación, en una esquina y se sentó para sacar algunos libros.

Harry se levantó del suelo. —De nada, Malfoy.

El otro no respondió y Harry se dirigió a la cama libre, se sentó en ella y notó que sus pertenencias ya estaban allí, supuso que sería obra de los elfos y decidió recostarse aún teniendo los pies en el suelo.

—¿Qué clases nos tocan mañana, Malfoy? —Draco no respondió, siguió leyendo un libro, ignorandolo de forma olímpica. —Al menos dime la primera clase, ya después los iré siguiendo a ustedes. —Pidió mientras lo miraba, pudo percatarse que Draco pensaba si tenía que ayudarlo o no, de una manera profunda.

—Transfiguración, nos toca con los Hufflepuff .—Respondió finalmente y Harry se reincorporo, decidiendo levantarse y dirigirse cerca del escritorio donde el otro estaba sentado, tocó con los dedos la mesa, mirando fijamente al rubio.

—¿Por qué necesitabas un compañero?

—¿Qué te importa?

—Soy curioso. —Draco levantó la mirada, topándose con la de Harry, se sintió nervioso por un momento pero no lo dejo ver.

—Sólo pasaron algunas cosas con él y decidió irse.

—¿Pelearon?

—No es de tu incumbencia. —Respondió tajantemenre al momento que acomodaba la manga de su camisa para que cubriera perfectamente la piel de sus brazos.

Harry decidió irse, saliendo por la puerta, Draco contuvo en su garganta la pregunta de a dónde iba y lo observó por el rabillo del ojo. Miró su brazo y lo apretó con impotencia, pensó que ese año podría relajarse al estar fuera de su hogar pero parece que no iba a ser así.

Había algo raro, lo sentía, además de ser muy extraña la situación de estar compartiendo ahora habitación con Harry Potter.

Había algo extraño pero lo atribuyó a lo inusual de la situación y el shock de lo que pasaba, pensó que mañana sería un buen día para burlarse de Potter y así olvidar todo por un momento.

Miró la cama que ahora ocuparía Harry y no evitó pensar en su compañero, suspiró con pesadez y siguió leyendo su libro.